Alison abrió la boca para cerrarla de nuevo, cuando esa mirada intensa bajó a sus labios, mientras vio como la frente del hombre se arrugó un poco. Estaba segura de que estaba pensando que algo estaba pasando. Podía verlo algo conmocionado, y un tanto extraño por su evidente forma de actuar.
Pero «¿Qué podía esperar la verdadera Jane y él de ella?» Además de que no entendía una sola palabra de lo que este hombre le expresaba sobre su relación.
Por sus extraños comportamientos era evidente que había una espina bastante incómoda entre ellos, y ella no era nadie para meterse en una vida, de la que prácticamente ya estaba saliendo.
Pero algo en la mirada de Cristopher la hizo quedarse observándolo por más tiempo, como si el suspiro que dio, le dijera que, de cierta forma, él la necesitaba en su vida, y que ella no tenía ni la más mínima idea de lo que, realmente sucedía.
«No…» la mente de Ali gritó enseguida, «Vete ahora»
Dando dos pasos hacia atrás negó con la cabeza. Era hora de irse. No podía seguir cometiendo más errores.
—Lo siento… debo irme, mañana hablaremos con más calma… —Alison soltó su mano, y apretando sus ojos, caminó, casi corriendo a la camioneta que rezaba la estuviera esperando afuera.
El color dorado en su resplandor, hizo que su corazón latiera más rápido de la emoción y alivio, y cuando vio a Paul fuera de ella abriéndole la puerta, tuvo que sonreírle de pura anticipación de agradecimiento.
—A casa… por favor…
El hombre asintió por el retrovisor cuando ambos estuvieron dentro de la camioneta, mientras Alison hizo pausas en su respiración para intentar tranquilizarse.
Recostó la cabeza al asiento, y luego tocó sus labios con las yemas.
«Dios mío, lo besé». Sus ojos se cerraron ante el pensamiento, y luego puso la mano en su pecho.
—Es mejor de lo que imaginé…
—¿Cómo dijo? —se dio cuenta de que había hablado en voz alta cuando la voz de Paul resonó en el auto.
—No… yo lo siento, estaba pensando en voz alta.
Vio como el hombre que manejaba, se puso incómodo de nuevo, pero asintió con una especie de sonrisa.
A pesar de que ella no diría ni una palabra del beso, estaba aterrada por enfrentar a Jane. De todas formas, tarde que temprano se enteraría, y lo más seguro es que se querría vengar de ella.
Echarla del trabajo era una posibilidad, así que después de esta noche, lo más posible es que debiera buscarse otro trabajo con urgencia.
Ali no supo en qué momento, “tan rápido para ella”, la camioneta se detuvo y se bajó con total calma, intentando relajar su rostro.
Caminó insegura hasta el ascensor y usó la copia de la llave maestra que Jane le había dado hace unas horas. Justo cuando el ascensor se abrió en la última planta de lujo, pudo notar su propio cuerpo caminar de aquí para allá, mientras una copa reposaba en su mano.
El rostro de Jane se levantó observándola con premura.
—¡Me estaba comiendo las uñas que yo misma pagué esta tarde! —la mandíbula de Alison se tensó frenándose en seco cuando entró al apartamento.
—Hola…
—¿Cómo fue? —sus hombros fueron atajados y su cuerpo movido para apresurarla a responder.
—Bien… creo que bien…
—Dame un resumen rápido y luego… vayamos al balcón para deshacernos de esto…
Alison asintió dejando las cosas en una mesa cerca, para luego traquear sus dedos.
—Llegué, me recibieron… estaban los padres de Cristopher… —cuando dijo su nombre tan libremente, se interrumpió dando un carraspeo—. Quiero decir, del señor Koch…
—Continúa…
—Su hermano con una novia… yo no recuerdo como se llama…
—Alison… ve al grano, no tenemos mucho tiempo.
—Bien, bien… también su hermana, Isabella… —Ali vio como Jane torció los ojos, pero siguió en su relato—. El motivo era… adelantar la boda para tres meses.
—¡Oh, Dios mío! Eso es una maravillosa noticia…
—Ammm, sí, aunque tu prometido pidió un momento, créeme, traté de decirle que hablaríamos por la mañana… pero él me pidió… o mejor dijo, te pidió que lo retrasaran.
—Sería su petición más obvia… ¿Qué más?
Alison se quedó mirándola por un momento. Era claro que esta mujer no se rendía, y a pesar de que Cristopher no parecía cariñoso con ella, a Jane no le importaba en lo absoluto.
—Él… Quiso convencerte de que postergaran esta boda… insistió mucho en ello… —no quiso tocar el tema donde dejó claro que no la amaba, ni nunca la amaría, esto era un tema en el que no debía meterse en lo absoluto.
—¿Alguna otra cosa que deba saber?
Ella negó en silencio, y de inmediato, Jane vino a tomarla del brazo para halarla hacia el balcón.
—Esto es lo que haremos… tomaremos nuestras manos, entonces cerraremos nuestros ojos, y pediremos ser nosotras mismas de nuevo, ¿de acuerdo?
—Sí… de acuerdo.
Ambas mujeres se tomaron de las manos, y dándose una última mirada, cerraron los ojos con un solo pensamiento en unanimidad.
«Deseo ser Jane» «Deseo ser Alison»
Amabas esperaron unos minutos repitiendo la misma frase varias veces y apretando sus manos, hasta que hicieron un silencio absoluto.
Parpadeando lentamente, poco a poco, sus ojos se abrieron, solo para verse de la misma forma.
En el cuerpo de la otra.
—No… no, no, no… —Esta vez fue Alison la que se frustró dejando las manos de Jane—. ¿Qué haremos?
Las manos de Jane temblaron un poco mientras negó.
—Ven…
La mujer la haló hasta el centro de la sala, y luego se fue caminando al otro extremo del salón.
—Bien… cuando cuente tres, pedirás el deseo, y luego correrás. Hasta que ambas nos estrellemos la una con la otra…
—¿Qué?
—¡Ahora!
Alison no estaba del todo segura, pero hizo el intento, y corrió para chocar de forma abrupta con su propio cuerpo y caer sentando en el suelo, sufriendo un gran golpe.
—¡Oh, Dios! —gimió tomando su cabeza en la mano, y luego trató de ver a Jane en el suelo al igual que ella—. Esto no parece funcionar…
Su voz salió un poco aguda, como si tuviese el llanto retenido en su garganta, porque lo que parecía un sueño hace un día, ahora se estaba convirtiendo en una pesadilla.
Definitivamente, esto no podía estar sucediendo.
—Yo… no sé qué más hacer… —por primera vez, la voz de Jane, que era realmente suya y conocía bien, sonó desesperada, tanto, que la hizo mirarla con los ojos bien abiertos—. Definitivamente, no voy a vivir tu vida de pobreza…
Alison abrió los ojos un poco impactados, mientras sintió un escozor en los ojos.
—No puedo perder mi trabajo, no puedo perderme de la vida de mis amigos… todo será muy sospechoso… yo… simplemente no puedo hacer lo que tú me digas, solo porque… —hizo una pausa cuando Jane alzó la palma.
—Puedo darte otro trabajo… dinero… lo que necesites, pero jamás iré a limpiar… o hacer lo que haces…
—¿Qué quieres decir?
—Esto es culpa de ambas, ¿no es así? —Ali alzó los hombros un poco avergonzada, ahora creía que era más culpa de ella que de cualquiera—. Podemos ayudarnos… esto… esto debe revertirse en algún momento… y cuando llegue ese día… solo, te daré un mejor trabajo y recompensaré por ayudarme… ¿Estás de acuerdo?
Alison pareció dudar por mucho tiempo, así que Jane sacudió sus hombros un poco desesperada.
—No tienes nada que perder… solo ganar… y cuando tengas que ver a… tus amigos o familia… pues, me presentaré, lo prometo. Tu vida podría cambiar, tendrás mejores oportunidades…
Alison no pudo evitar recordar el estado del apartamento en el que vivía con Emma, y cómo nunca podía darle más apoyo que comida o pasajes en el auto bus. Sentía una gran deuda con Emma, porque a pesar de que pagaba la mitad de comida, jamás había podido acondicionar su lugar por el escaso dinero que les quedaba cada mes.
Tampoco sabía cuánto duraría esto, pero si iba a involucrarse en una situación tan turbia, necesitaba que Jane fuera sincera con ella.
—Está bien… —aceptó demasiado pronto, y luego vio como la sonrisa de la mujer se iluminó—. Pero… es necesario que seas sincera conmigo, porque si no, seremos descubiertas sin duda.
Jane hizo un ademán.
—Hablaremos en la mañana, ahora, necesito tomar algunas bebidas, estoy demasiado tensa.
Alison vio como la mujer llenó un vaso, con una botella que se suponía era demasiado cara, y se preocupó por el hecho si de ahora en adelante, su cuerpo estaría expuesto a ciertas cosas que le incomodaban.
Precisaba dejar los puntos claros, pero requería de un buen descanso para tomar las mejores decisiones…
***
Por la mañana, cuando sus ojos se abrieron, y los posicionó en un techo realmente hermoso, se dio cuenta de que seguía envuelta en el mismo sueño.
Vio su cuerpo tirado al otro lado de la cama, y se apresuró a acercarse para notar que olía a alcohol y cigarrillos. Se asqueó un poco, pero decidió tomar ventaja y darse un baño para preparar algo de comida, antes de que la mujer despertara.
Se preguntó en todo el proceso cómo estaría su amiga Emma de preocupada, y se negó a revisar su teléfono, al menos por un rato más.
Y justo cuando las tortillas estuvieron listas, y su verdadero rostro se asomó en la cocina, ella se quedó un poco inmóvil por la mirada corchada de pintura, y su cabello tan desordenado como nunca.
—Buenos días… Pareces que tuviste una mala noche… —mencionó sirviendo los dos platos en una pesa como para diez personas.
—Un poco…
—Señorita, Jane… quiero… quiero que este acuerdo sea equitativo…
Jane restregó sus ojos mirando el plato, y comenzó a comer sin dar las gracias por su esfuerzo, ni mucho menos prestándole atención.
—No quiero que beba de esa forma… ni mucho menos que fume… yo nunca lo hago, no es bueno para la salud… —la mujer torció los ojos asintiendo, y luego le hizo un ademán para que continuara—. No quiero que vaya a ningún lugar sin mi consentimiento, así como yo acataré a sus órdenes…
—Estoy de acuerdo… pero cuando vayas a la empresa o cuando debas suplantarme, no creas que yo voy a ir a limpiar por ti…
—Eso quedó claro ayer —Ali alzó su mentón un poco indignada—. Pero usted prometió retribuirme, y créame, no estoy pidiendo algo injusto… esto es lo justo, porque admito que también tengo responsabilidad en lo que está pasando.
—Bien… bien… ahora… déjame desayunar tranquila, en un rato, nos sentaremos y planearemos la semana… y espero que sea la única que tengamos que proyectar. No desistiré de hacer lo mismo de anoche, siempre lo intentaremos, porque debe haber una solución.
Ali quedó mirándola por un momento, y luego comenzó a comer, con una agonía que ella no supo explicarse.
Por un momento se sintió lejos de ese lugar, por un momento deseó salir corriendo a pesar de no tener su propio cuerpo, y sin importar qué. Había algo dentro de ella que le dijo que su vida estaba en momento determinante, y que el final de ese deseo, estaba demasiado lejos.
Ni siquiera podía imaginar cómo iba a tener las agallas para llegar a ese edificio millonario, pretendiendo ser otra persona. Aún no le cabía en su cabeza cómo podía mirar a sus compañeras desde lejos y no actuar como ella misma.
Y lo que era peor, cómo iba a poder soportar otro día más en compañía de una mujer sumamente egoísta, centrada en ella misma, y totalmente diferente a las personas con las que ella estaba acostumbrada a tratar.
Y finalmente, Cristopher Koch, un hombre que parecía aborrecer su presencia…
En este punto, Alison tenía demasiada información en su cabeza como para ordenarla de forma cronológica.Era lunes por la mañana cuando se dirigía en la misma camioneta y con Paul directo a su oficina, en el edificio que ella conocía a la perfección.Sin embargo, esta vez era otra persona diferente, y se dirigía al último piso, al que ni en sueños esperó pisar.Tenía los nudos en su estómago y la voz de Jane en su cabeza.“Trata de ser fría”“No le hables mucho de ti, yo nunca suelo hacerlo”“Dile que no vas a postergar la boda, y luego has como si no lo escuchas. Se irritará y tal vez quedes en la oficina sola”“Intenta trabajar en lo que la cabeza te dé, y luego hablaremos al final del día”“Evita a toda costa a Isabel
Alison intentó leer un poco de informes físicos que estaban en su escritorio, y revisó la portátil que tenía infinidad de carpetas para, al menos, acostumbrarse a la idea de que tenía que hacer algo por la mañana.Había muchos números, cosa que no le disgustaba porque le encantaba la contabilidad y administración desde que tenía juicio, y aunque no había estudiado una carrera, veía varios videos de YouTube que le hicieron entender mucho de la rama.En el momento en que se hizo la hora del almuerzo, y de que no vio más al magnate en la planta alta del edificio, se levantó sabiendo que debía volver al apartamento para poner al corriente a Jane de su día.Pero nada más salió de la oficina, una llamada de su parte estaba titilando en su teléfono.—Hola… —saludó.—¿Estás
Estaba caminando muy rápido detrás de un hombre que parecía transformado en ira, por algo que ella no sabía que había hecho mal, y para cuando estuvieron dentro del coche, toda esa espesa carga fue arrojada a Alison sin contemplación.—¿Qué mierdas estabas haciendo? ¡Maldita sea, Jane! ¡Con Samantha no!Alison se pegó de nuevo al otro extremo sin saber qué había hecho mal.—¿Por qué estás tan enojado? ¿Qué hice mal?La respiración del hombre se podía escuchar a cuadras de distancia.—¿Por qué prometes cosas? ¿Te gusta ver decepcionada a tu propia hermana? ¿Qué clase de persona eres?Los nervios y la ansiedad que estaba sufriendo Alison estaban en un punto sin retorno.—¡Basta! —dio un grito que silenció al hombre mie
Con un vaso de agua en una de sus manos y un algodón empapado de alcohol en la otra, Alison, seguía agachada, mientras Emma parpadeaba de forma lenta.—Emma… ¿Puedes escucharme?La chica asintió de forma lenta, entre tanto llevaba su mano a la frente.—Estoy… bien…Ali dejó el algodón y el vaso de agua en la mesilla y luego la ayudó a sentarse, para posicionarse cerca de Emma.—Lo siento… yo…Alison apretó su mano e insistió que la mirara.—Emm… realmente soy yo, Ali… —la última palabra salió bastante quebrada porque tenía la garganta apretada por las ganas de llorar—. Yo… te necesito, y me siento perdida.Emma la observó perpleja, pero, aun así, apretó su mano.—Te ves…—Sé cómo me veo &
Alison subía el ascensor del edificio mientras tomaba muchas veces el aire profundo, y trataba de tranquilizarse en medio de la situación. Hoy sería la supuesta reunión ejecutiva y solo había visto a los padres de Jane en fotos.Por supuesto, no estaba preparada para nada de esto. No lo estaba para volver a fijar los ojos en Isabella, en sus padres, en gente desconocida y mucho menos, en Cristopher Koch.Las puertas se abrieron diciéndole que todo esto era inevitable, pero solo cuando cerró los ojos, recordó a Emma de nuevo.Caminó segura por el pasillo, y fue ineludible ver que en la oficina de Cristopher estaba su familia, y que todos ellos levantaron la mirada cuando la escucharon taconear.Ali se giró a la oficina de Jane rápidamente, miró su reloj y entendió que le quedaban solo cinco minutos para tratar de tranquilizarse.—Buenos días, se&n
Cuando abrió la puerta de su oficina, Alison pudo ver como la pareja, que eran los padres de Jane, estaban abrazados uno al otro mientras miraba por la gran ventana.—Hola… —al saludar ambos se giraron rápidamente. —¡Oh, cariño! Te ves fabulosa… —la madre vino a tomar ambas mejillas y dio un beso en cada una de ellas—. ¿Cómo va todo? Teníamos tiempo sin saber de ti.Alison sonrió un poco.—Si… un tiempo, madre… ¿Cómo están ustedes?El hombre mayor, Lucas, miró a Amelia, la madre, con un poco de extrañeza para intervenir.—Te dije que nuestra Jane está un poco rara… nosotros esperábamos que te despidieras nada más nos saludaras…Alison parpadeó varias veces, sin saber qué hacer.—Creo que tanto tiempo sin verlos, me ha hecho ver que es un privilegio tenerlos en mi vida…Amelia intentó hablar varias veces, y en este instante la seriedad cubrió su rostro.—¿Jane? ¿Te sientes bien? Solo venimos a decirte que haremos un viaje a Hawái, y que tienes todas las luces verdes para que represent
Alison solo pudo negar varias veces mientras trataba de salir de su conmoción.«¿Cómo era posible que Jane pudiera engañar a Cristopher con su propio hermano? ¿En qué estaba pensando al hacer algo como esto?»—¿Qué pasa contigo? Parece que has visto a un fantasma…—Vete… —la palabra salió de ella como un susurro de su boca mientras retrocedía descalza por el apartamento.—¿Qué?—Dije que te vayas… vete… soy la prometida de tu hermano, ¿Cómo puedes hacerle esto?Oliver se detuvo en su caminata solo para mirarla con curiosidad.—Tú fuiste quien comenzó con esto… ¿Por qué es diferente ahora? Llevamos años siendo amantes… ¿Acaso estás enojada por lo de Leila?«¿Leila?», Alison pareció asfixiarse con tanta información, hasta que chocó con un carrito de bebidas, y estas copas de cristal se cayeron de inmediato, estallando en el piso y produciendo un desastre.Con sus pies descalzos, fue inevitable no sufrir una cortada en sus pies, y ante la repentina situación, también se agachó tratando d
Alison quedó en media oración en la reunión cuando vio que Cristopher entró precipitadamente y puso los ojos en ella, como si estuviera buscando a otra persona. Sus dedos rodearon la carpeta que tenía en sus manos, temiendo lo peor y esperando alguna cosa desagradable de su parte ante su repentina intromisión.—Disculpen… —ella se excusó levantándose de inmediato y se acercó a él tanto como pudo—. ¿Necesitas alguna cosa?Cristopher siguió detallando sus movimientos demasiados extraños para su postura, y para la manera en como era Jane.Él la conocía muy bien. La había visto crecer, y a sus 30 años podía incluso predecir los movimientos de Jane porque ella era demasiado obvia, o más bien, muy conocida como para pasar por alto algo diferente en ella.Así que, de un momento a otro, el hombre le tomó del brazo, asintiendo, y luego la sacó de la oficina.—¿Qué tienes entre manos?Alison pudo sentir la respiración agitada, y en cuestión de segundos quedaron en medio de un pasillo de oficina