Alison intentó leer un poco de informes físicos que estaban en su escritorio, y revisó la portátil que tenía infinidad de carpetas para, al menos, acostumbrarse a la idea de que tenía que hacer algo por la mañana.
Había muchos números, cosa que no le disgustaba porque le encantaba la contabilidad y administración desde que tenía juicio, y aunque no había estudiado una carrera, veía varios videos de YouTube que le hicieron entender mucho de la rama.
En el momento en que se hizo la hora del almuerzo, y de que no vio más al magnate en la planta alta del edificio, se levantó sabiendo que debía volver al apartamento para poner al corriente a Jane de su día.
Pero nada más salió de la oficina, una llamada de su parte estaba titilando en su teléfono.
—Hola… —saludó.
—¿Estás
Estaba caminando muy rápido detrás de un hombre que parecía transformado en ira, por algo que ella no sabía que había hecho mal, y para cuando estuvieron dentro del coche, toda esa espesa carga fue arrojada a Alison sin contemplación.—¿Qué mierdas estabas haciendo? ¡Maldita sea, Jane! ¡Con Samantha no!Alison se pegó de nuevo al otro extremo sin saber qué había hecho mal.—¿Por qué estás tan enojado? ¿Qué hice mal?La respiración del hombre se podía escuchar a cuadras de distancia.—¿Por qué prometes cosas? ¿Te gusta ver decepcionada a tu propia hermana? ¿Qué clase de persona eres?Los nervios y la ansiedad que estaba sufriendo Alison estaban en un punto sin retorno.—¡Basta! —dio un grito que silenció al hombre mie
Con un vaso de agua en una de sus manos y un algodón empapado de alcohol en la otra, Alison, seguía agachada, mientras Emma parpadeaba de forma lenta.—Emma… ¿Puedes escucharme?La chica asintió de forma lenta, entre tanto llevaba su mano a la frente.—Estoy… bien…Ali dejó el algodón y el vaso de agua en la mesilla y luego la ayudó a sentarse, para posicionarse cerca de Emma.—Lo siento… yo…Alison apretó su mano e insistió que la mirara.—Emm… realmente soy yo, Ali… —la última palabra salió bastante quebrada porque tenía la garganta apretada por las ganas de llorar—. Yo… te necesito, y me siento perdida.Emma la observó perpleja, pero, aun así, apretó su mano.—Te ves…—Sé cómo me veo &
Alison subía el ascensor del edificio mientras tomaba muchas veces el aire profundo, y trataba de tranquilizarse en medio de la situación. Hoy sería la supuesta reunión ejecutiva y solo había visto a los padres de Jane en fotos.Por supuesto, no estaba preparada para nada de esto. No lo estaba para volver a fijar los ojos en Isabella, en sus padres, en gente desconocida y mucho menos, en Cristopher Koch.Las puertas se abrieron diciéndole que todo esto era inevitable, pero solo cuando cerró los ojos, recordó a Emma de nuevo.Caminó segura por el pasillo, y fue ineludible ver que en la oficina de Cristopher estaba su familia, y que todos ellos levantaron la mirada cuando la escucharon taconear.Ali se giró a la oficina de Jane rápidamente, miró su reloj y entendió que le quedaban solo cinco minutos para tratar de tranquilizarse.—Buenos días, se&n
Cuando abrió la puerta de su oficina, Alison pudo ver como la pareja, que eran los padres de Jane, estaban abrazados uno al otro mientras miraba por la gran ventana.—Hola… —al saludar ambos se giraron rápidamente. —¡Oh, cariño! Te ves fabulosa… —la madre vino a tomar ambas mejillas y dio un beso en cada una de ellas—. ¿Cómo va todo? Teníamos tiempo sin saber de ti.Alison sonrió un poco.—Si… un tiempo, madre… ¿Cómo están ustedes?El hombre mayor, Lucas, miró a Amelia, la madre, con un poco de extrañeza para intervenir.—Te dije que nuestra Jane está un poco rara… nosotros esperábamos que te despidieras nada más nos saludaras…Alison parpadeó varias veces, sin saber qué hacer.—Creo que tanto tiempo sin verlos, me ha hecho ver que es un privilegio tenerlos en mi vida…Amelia intentó hablar varias veces, y en este instante la seriedad cubrió su rostro.—¿Jane? ¿Te sientes bien? Solo venimos a decirte que haremos un viaje a Hawái, y que tienes todas las luces verdes para que represent
Alison solo pudo negar varias veces mientras trataba de salir de su conmoción.«¿Cómo era posible que Jane pudiera engañar a Cristopher con su propio hermano? ¿En qué estaba pensando al hacer algo como esto?»—¿Qué pasa contigo? Parece que has visto a un fantasma…—Vete… —la palabra salió de ella como un susurro de su boca mientras retrocedía descalza por el apartamento.—¿Qué?—Dije que te vayas… vete… soy la prometida de tu hermano, ¿Cómo puedes hacerle esto?Oliver se detuvo en su caminata solo para mirarla con curiosidad.—Tú fuiste quien comenzó con esto… ¿Por qué es diferente ahora? Llevamos años siendo amantes… ¿Acaso estás enojada por lo de Leila?«¿Leila?», Alison pareció asfixiarse con tanta información, hasta que chocó con un carrito de bebidas, y estas copas de cristal se cayeron de inmediato, estallando en el piso y produciendo un desastre.Con sus pies descalzos, fue inevitable no sufrir una cortada en sus pies, y ante la repentina situación, también se agachó tratando d
Alison quedó en media oración en la reunión cuando vio que Cristopher entró precipitadamente y puso los ojos en ella, como si estuviera buscando a otra persona. Sus dedos rodearon la carpeta que tenía en sus manos, temiendo lo peor y esperando alguna cosa desagradable de su parte ante su repentina intromisión.—Disculpen… —ella se excusó levantándose de inmediato y se acercó a él tanto como pudo—. ¿Necesitas alguna cosa?Cristopher siguió detallando sus movimientos demasiados extraños para su postura, y para la manera en como era Jane.Él la conocía muy bien. La había visto crecer, y a sus 30 años podía incluso predecir los movimientos de Jane porque ella era demasiado obvia, o más bien, muy conocida como para pasar por alto algo diferente en ella.Así que, de un momento a otro, el hombre le tomó del brazo, asintiendo, y luego la sacó de la oficina.—¿Qué tienes entre manos?Alison pudo sentir la respiración agitada, y en cuestión de segundos quedaron en medio de un pasillo de oficina
Llegando a su oficina, Alison se sentó tomando la cabeza entre sus manos mientras la adrenalina iba disminuyendo en su cuerpo.Lo mejor que había pasado era que Cristopher no supiera la realidad. Ahora que lo pensaba, el que él supiera la verdad, era complicar más los hechos, y a estas alturas del partido, Alison sabía que no podía hacer más de lo que ya estaba haciendo por él y por todos los que rodeaban a Jane.Tomó el teléfono para informar que estaba de vuelta, y en unos minutos, su equipo estuvo de nuevo en su oficina.La mañana estuvo realmente provechosa. A pesar de todo lo que estaba sucediendo en su vida, Alison estaba realmente feliz porque de alguna forma el deseo no solo estaba satisfaciendo su amor platónico, sino los sueños profesionales que jamás en toda su vida soñó palpar, aunque estuviera en el cuerpo de otra persona.Tener muchas miradas concentradas en sus palabras e ideas hizo que su corazón palpitara de una forma maravillosa, y que estas mismas ideas fueran enriq
—Hola… —Ali pegó el móvil a su oreja cuando el ascensor abrió las puertas y comenzó a caminar para buscar a Paul en el estacionamiento.—Jane… —su voz ronca por la mañana le hizo cerrar los ojos y detenerse para concentrarse. Ya iba tarde de por sí, y estaba más que ansiosa por buscar a Samantha para desayunar con ella.—¿Está todo bien? ¿Necesitas algo?—¿Dónde estás?Alison fijó la mirada en la camioneta y a Paul afuera forjando una sonrisa para entre tanto caminó rápidamente hacia su lugar para subirse y sentarse en el asiento trasero. —Estoy yendo al hospital… te lo dije ayer…Hubo un silencio largo y cuando comenzaron a andar, Ali le indicó a Paul en susurro que se dirigiera al hospital.—Bien… nos vemos en unos minutos…—¿Qué? —Ella intentó preguntar, pero cuando revisó el teléfono de Jane, la llamada había sido finalizada.Tuvo que soltar el aire ante la irritación que esta clase de grosería acompañaba a la pareja, y luego comprobó por el retrovisor, esta cara que a veces no l