20Corri a mi coche y abrí la puerta para subirme, tenía que explicarle a Barbara cómo era de verdad las cosas.— ¿Viviano a donde vas? — Me preguntó Catalina acercándose a mi.— Lo siento, se me olvidó algo en la empresa — Le dije como excusa.— ¿Tienes algo con esa niña? — Me preguntó.— No, pero conociendola, es capaz de hacer alguna locura, lo siento pero tengo que ir por ella — Le dije.Me subí, arranque el coche y fui tras ellas, me acaricie la mejilla dónde me habían golpeado esas dos niñas, dios sus amigas eran igual de locas que ella.Acelere más para alcanzarlas, pero esas locas iban demasiado rápido, iban a terminar cochando con otro coche.El semáforo se puso en rojo y su coche se detuvo, yo acelere más hasta que las alcancé, me baje del coche y corri al de Barbara.Toque el vidrio y les dije que abrieran la puerta, pero ninguna de las tres me miró.— ¡Barbara abre el coche ya! Tenemos que hablar, no puedes simplemente irte así — Le grite.Barbara me miró y abrió la puerta,
21La noche llegó y yo me prepare para irme con las chicas a la fiesta, estaba muy emocionada, y no por la fiesta, lo estaba por que al fin Viviano se está dando cuenta que me quiere con el.Salí de mi apartamento y en la puerta estaba Viviano, el me miró de arriba a bajo y después puso mala cara.— ¿A dónde crees que vas vestida así? — Me preguntó.— Tengo un party está noche, así que es mejor hablar mañana, que ahora tengo que irme — Le dije y camine sobre el.Viviano me detuvo agarrándome por el brazo con fuerza.— ¡Estás loca! ¿Te has visto en un espejo? — Me preguntó con rabia.Yo me solté de su agarre.— Si, y me veo espectacular — Le dije.Viviano empezó a ponerse rojo depronto.— ¡pareces una bailaría exótica con esas mallas! — Me grito.— Ya lo sé, por eso me las puse — le dije con una enorme sonrisa.— Me va a dar urticaria por tu culpa — Me acuso.Yo me encogi de hombros.— No te permito que salgas así — Me dijo.— ¡Puedo ver tu ropa interior con ese vestido! — Volvió a quej
22Me levanté de la silla y fui a buscar a Barbara, la iba a sacar de aquí, este lugar no era a para ella.Mire dentro del baño y estaba solo, así que entre.— Barbara — La llamé.Ella me contestó y fui al cubículo de dónde venía si voz, yo abrí la puerta y entre en ese pequeño lugar, ella estaba en el retrete con la panty a mitad del muslo.— ¿Terminaste? — Le pregunté.Ella me miró a los ojos y se rió.después agarró un poco de papel y se limpio con el.— Ya termine — Me dijo.Ella tiró el papel a la basura, pero no sé levantó del retrete.— ¿Lo has hecho en un baño? — Me preguntó.Yo negué con la cabeza, jamás había tenido se*o en lugares públicos, pero he de admitir que se sentía muy bien.— ¿Quieres intentarlo? — Me preguntó.Barbara se bajó la panty hasta sus tobillos y después las descarto en el piso.— Aún no me has contestado — Me dijo.Ella se levantó y se acercó a mí, metió su mano dentro de mi pantalón y agarro mi p*lla.— Me gustaría — Le contesté.Ella saco la mano, bajo
23Llame por milésima vez a Viviano, pero el nada que me contestaba, estaba tan nerviosa, tal vez se me paso la mano con lo que le hice.— Deberías ir y pedirle disculpas — Me sugirió Clau.— O dejarlo que sufra más tiempo, ese tipo es un idiota — Me dijo Kendall.— ¿Y si no vuelve a hablarme? — les pregunté.— Pues te consigues otro y ya, tipos guapos abundan por montones, Pero si el problema es la edad, yo te puedo presentar a un amigo de mi papá, está que te mueres — Me dijo Kendall.Ella saco su celular y me mostró una foto del hombre, ese tipo no era ni la mitad de guapo que Viviano.— ¡Está feo! Parece como de cuarenta — Me queje.— Yo solo lo quiero a él, ¿es tan difícil de comprender? — Les pregunté.— entonces ve y coge con el, se una fiera en la cama, has que te perdone — Me dijo Kendall.Yo asentí con la cabeza, eso era lo que haría, Viviano iba a caer rendido a mis pies otra vez.— Me voy, ¿mañana cenamos ok? — Les dije y salí como alma que lleva el diablo a mi coche.— — —
24Después de un par de rondas más de llenarla por completo, Barbara se dió por vencida y me pateó lejos de ella.— Ya no puedo más — Me dijo.Yo agarre su tobillo y la acerque a mi, abrí sus piernas y mire su coño, que estaba rosado he hinchado, y lleno de mi.— Una más — Le pedí.— Ya no tengo energía para más — Me dijo.Yo la acerque más, y con la punta de mi p*lla empecé a jugar en su entrada, se sentía tan resbaladizo.— Déjame entrar por última vez, quiero ver cuánto de mi leche sale — Le pedí.Barbara puso los ojos en blanco y después asintio con la cabeza.— Eres un pervertido — Me acuso.Y si, claro que era un pervertido, está niña había presionado todos los botones correctos en mi, me tenía loco, jamás en mi pu+a vida había deseado tanto a una mujer, como lo hacía con ella.— Me encantas Barbara — Le dije.Ella sonrió ampliamente.— ¿Desde cuando? — Me preguntó.— Cuando cumpliste 16, creo que ese día que te Vi en el jardín pareciendo un pequeño ángel te metiste en mi sistema
25He estado todo el día comiéndome los sesos pensando en que le regaló a Barbara, no entiendo porque las mujeres son tan complicadas, si quieren algo es mejor pedirlo y ya, ¡pero no¡ Me levanté de ml silla y camine a la puerta de mi oficina.— Mañana continuamos — Le dije a mi asistente.La chica asintio y empezó a guardar los documentos.Yo salí de la oficina y fui directo al ascensor, solo había un hombre que podía ayudarme con algo como esto.*— ¿No tienes casa? — Me preguntó Mariano apenas me vio.— Necesito de tu ayuda — Le dije.— No soy tu único hermano, también está Luciano, ¿por qué no le preguntas las cosas a él? — Me dijo con molestia.Yo puse mala cara y me acerque a el.— Eres el que más experiencia tiene con mujeres — Le dije.Karina apareció como por arte de magia y nos quedó mirando.— ¿Con que mucha experiencia eh? — Le pregunto ella a Mariano.Mariano se puso pálido y después me miró con odio.— Siempre qué llegas a mi casa me traes problemas, eres mi mala suerte —
26Mis amigas llegaron a mi apartamento, teniamos que hacer un trabajo, y no las quise llevar al apartamento de Viviano, sería bastante incómodo.— ¿Que tienes? — Me preguntó Clau.— Viviano me regaló unas clases de cocina, no sé si reírme o llorar, ¡no entiendo cómo se le pudo ocurrir regalarme eso! ¿por que no me regaló un oso o flores como la gente normal? — Kendall se atraganta con su propia rosa, yo pe tire un lápiz para que dejara de molestar.— Es un viejo Barbie, ellos regalan ese tipo de cosas — Me dijo Kendall.Pero yo sabía que no era por eso, mi hermano era de la misma edad que Viviano y el le regala cosas lindas a Analía.— O búscate a alguien más joven, yo puedo presentarte a uno de mis amigos — Me dijo Kendall entusiasmada.— Yo amo a Viviano, y no quiero estar con otro hombre — Le dije.— Como quieras, pero cuando cambies de opinión me avisas y te lo presento — Me dijo.Yo me rei y seguí tecleando mi portátil.— ¿Pedimos algo de comer? — Nos preguntó Clau.— ¿Yo voy a
27Me espere hasta que las amigas de Barbara se fueran, necesitaba hablar con ella sobre las dichosas clases, yo ya no quería que ella aprendiera a cocinar, yo podía cocinar para los dos, o llevarla a comer fuera todos los días si eso era lo que ella quería.— ¿Que tienes? — Me preguntó Barbara sentandose a mi lado en el sofá.— Nada, solo estaba pensando que no es necesario lo de las clases de cocina, si tú quieres yo puedo enseñarte — Le sugerí.Y era lo mejor, yo sería muy paciente con ella, le enseñaron todo con más cuidado.Barbara levanto ambas cejas y se rió.— ¿Estás celoso? — Me preguntó con una risita.Yo me quedé en silencio por un momento, esto definitivamente no podían ser celos, sería algo completamente estúpido, Barbara me amaba.— Claro que no, solo quiero ser yo tu profesor — Le dije.Barbara se levantó del sofá y se paró frente a mi, ella agarro mi barbilla y la apretó un poco.— Te ves lindo cuando estás celoso — Me dijo.Yo la atraje a mi, ella termino a horcajadas