22Me levanté de la silla y fui a buscar a Barbara, la iba a sacar de aquí, este lugar no era a para ella.Mire dentro del baño y estaba solo, así que entre.— Barbara — La llamé.Ella me contestó y fui al cubículo de dónde venía si voz, yo abrí la puerta y entre en ese pequeño lugar, ella estaba en el retrete con la panty a mitad del muslo.— ¿Terminaste? — Le pregunté.Ella me miró a los ojos y se rió.después agarró un poco de papel y se limpio con el.— Ya termine — Me dijo.Ella tiró el papel a la basura, pero no sé levantó del retrete.— ¿Lo has hecho en un baño? — Me preguntó.Yo negué con la cabeza, jamás había tenido se*o en lugares públicos, pero he de admitir que se sentía muy bien.— ¿Quieres intentarlo? — Me preguntó.Barbara se bajó la panty hasta sus tobillos y después las descarto en el piso.— Aún no me has contestado — Me dijo.Ella se levantó y se acercó a mí, metió su mano dentro de mi pantalón y agarro mi p*lla.— Me gustaría — Le contesté.Ella saco la mano, bajo
23Llame por milésima vez a Viviano, pero el nada que me contestaba, estaba tan nerviosa, tal vez se me paso la mano con lo que le hice.— Deberías ir y pedirle disculpas — Me sugirió Clau.— O dejarlo que sufra más tiempo, ese tipo es un idiota — Me dijo Kendall.— ¿Y si no vuelve a hablarme? — les pregunté.— Pues te consigues otro y ya, tipos guapos abundan por montones, Pero si el problema es la edad, yo te puedo presentar a un amigo de mi papá, está que te mueres — Me dijo Kendall.Ella saco su celular y me mostró una foto del hombre, ese tipo no era ni la mitad de guapo que Viviano.— ¡Está feo! Parece como de cuarenta — Me queje.— Yo solo lo quiero a él, ¿es tan difícil de comprender? — Les pregunté.— entonces ve y coge con el, se una fiera en la cama, has que te perdone — Me dijo Kendall.Yo asentí con la cabeza, eso era lo que haría, Viviano iba a caer rendido a mis pies otra vez.— Me voy, ¿mañana cenamos ok? — Les dije y salí como alma que lleva el diablo a mi coche.— — —
24Después de un par de rondas más de llenarla por completo, Barbara se dió por vencida y me pateó lejos de ella.— Ya no puedo más — Me dijo.Yo agarre su tobillo y la acerque a mi, abrí sus piernas y mire su coño, que estaba rosado he hinchado, y lleno de mi.— Una más — Le pedí.— Ya no tengo energía para más — Me dijo.Yo la acerque más, y con la punta de mi p*lla empecé a jugar en su entrada, se sentía tan resbaladizo.— Déjame entrar por última vez, quiero ver cuánto de mi leche sale — Le pedí.Barbara puso los ojos en blanco y después asintio con la cabeza.— Eres un pervertido — Me acuso.Y si, claro que era un pervertido, está niña había presionado todos los botones correctos en mi, me tenía loco, jamás en mi pu+a vida había deseado tanto a una mujer, como lo hacía con ella.— Me encantas Barbara — Le dije.Ella sonrió ampliamente.— ¿Desde cuando? — Me preguntó.— Cuando cumpliste 16, creo que ese día que te Vi en el jardín pareciendo un pequeño ángel te metiste en mi sistema
25He estado todo el día comiéndome los sesos pensando en que le regaló a Barbara, no entiendo porque las mujeres son tan complicadas, si quieren algo es mejor pedirlo y ya, ¡pero no¡ Me levanté de ml silla y camine a la puerta de mi oficina.— Mañana continuamos — Le dije a mi asistente.La chica asintio y empezó a guardar los documentos.Yo salí de la oficina y fui directo al ascensor, solo había un hombre que podía ayudarme con algo como esto.*— ¿No tienes casa? — Me preguntó Mariano apenas me vio.— Necesito de tu ayuda — Le dije.— No soy tu único hermano, también está Luciano, ¿por qué no le preguntas las cosas a él? — Me dijo con molestia.Yo puse mala cara y me acerque a el.— Eres el que más experiencia tiene con mujeres — Le dije.Karina apareció como por arte de magia y nos quedó mirando.— ¿Con que mucha experiencia eh? — Le pregunto ella a Mariano.Mariano se puso pálido y después me miró con odio.— Siempre qué llegas a mi casa me traes problemas, eres mi mala suerte —
26Mis amigas llegaron a mi apartamento, teniamos que hacer un trabajo, y no las quise llevar al apartamento de Viviano, sería bastante incómodo.— ¿Que tienes? — Me preguntó Clau.— Viviano me regaló unas clases de cocina, no sé si reírme o llorar, ¡no entiendo cómo se le pudo ocurrir regalarme eso! ¿por que no me regaló un oso o flores como la gente normal? — Kendall se atraganta con su propia rosa, yo pe tire un lápiz para que dejara de molestar.— Es un viejo Barbie, ellos regalan ese tipo de cosas — Me dijo Kendall.Pero yo sabía que no era por eso, mi hermano era de la misma edad que Viviano y el le regala cosas lindas a Analía.— O búscate a alguien más joven, yo puedo presentarte a uno de mis amigos — Me dijo Kendall entusiasmada.— Yo amo a Viviano, y no quiero estar con otro hombre — Le dije.— Como quieras, pero cuando cambies de opinión me avisas y te lo presento — Me dijo.Yo me rei y seguí tecleando mi portátil.— ¿Pedimos algo de comer? — Nos preguntó Clau.— ¿Yo voy a
27Me espere hasta que las amigas de Barbara se fueran, necesitaba hablar con ella sobre las dichosas clases, yo ya no quería que ella aprendiera a cocinar, yo podía cocinar para los dos, o llevarla a comer fuera todos los días si eso era lo que ella quería.— ¿Que tienes? — Me preguntó Barbara sentandose a mi lado en el sofá.— Nada, solo estaba pensando que no es necesario lo de las clases de cocina, si tú quieres yo puedo enseñarte — Le sugerí.Y era lo mejor, yo sería muy paciente con ella, le enseñaron todo con más cuidado.Barbara levanto ambas cejas y se rió.— ¿Estás celoso? — Me preguntó con una risita.Yo me quedé en silencio por un momento, esto definitivamente no podían ser celos, sería algo completamente estúpido, Barbara me amaba.— Claro que no, solo quiero ser yo tu profesor — Le dije.Barbara se levantó del sofá y se paró frente a mi, ella agarro mi barbilla y la apretó un poco.— Te ves lindo cuando estás celoso — Me dijo.Yo la atraje a mi, ella termino a horcajadas
28Corri a la puerta y la abrí, mi hermano se veía furioso, será que se había enterado de lo mío com Viviano.— ¿Que estas haciendo? — Me preguntó.— Estaba en el baño — Le dije.Mi hermano me miró y empezó a negar con la cabeza, se veía muy, pero muy furioso.— ¡Como pudiste Barbara! ¿Sabes lo grave que es? — Me dijo con mal humor.Yo trague en seco, ¿y ahora que decía?— la verdad no es nada grave, y si tú no lo puedes comprender ya no es mi problema — Le dije.Estaba dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias, ya no tenía miedo a lo que pasará, yo amaba a Viviano y se que el también está sintiendo lo mismo por mi.— Como voy a comprender que tú metieras un GPS en el bolso de Analía, ¿sabes lo grave que es eso? Ella estuvo a nada de denunciarte — Me dijo.Yo respire con alivio, al menos no era lo de Viviano.— No me voy a disculpar por eso, ella tiene una actitud muy rara con su primo, hasta Viviano se dió cuenta — Le dije.Caesar me miró y frunció el ceño.— ¿Viviano? No me diga
29Caesar no dejaba de mirarme mientras cocinaba algo, ya eran las 10 de la noche, el pobre de Viviano aún estaba debajo de la cama, ha de tener hambre, pero sería muy arriesgado llevarle algo de comer.— ¿Pasa algo Barbie? — Me preguntó Caesar.— Tengo mucha hambre — Le dije.— Ya pronto comeremos algo, no te preocupes — Me dijo.Caesar estaba disfrutando de esto, era obvio que el sabía que yo estaba con alguien aquí.— Toma — Me dió un plato con comida.Yo lo tome y me encamine a mi habitación, pobre de Viviano, ni agua había tomado.— ¿A dónde vas? — Me preguntó Caesar.— A mi habitación, estoy algo cansada, hoy me la pasé toda la mañana haciendo un trabajo con las chicas — Le dije.— Cena conmigo por favor, o vamos a cenar en tu habitación, así vemos una película — Me dijo agarrando su plato.Yo negué con la cabeza lentamente.— No creo que sea necesario, es mejor aquí — Le dije.Caesar siguió caminando, yo casi que corri detrás se el, Caesar entro a mi habitación y se sentó en la