Capítulo 1
Narra Mila... Tome aire y mire a la ventana donde la luz de la luna auguria una buena noche, mi noche. Observé mi abdomen, la marca del destierro, me coloque un vestido rojo carmesí que enmarcaba lo delgada y esbelta figura, me mire al espejo mientras terminaba de colocarme las lujosas joyas que luciria, , Hoy, por fin está noche iniciaba mi venganza en contra del Alfa Thomas Vanetto y su Luna Alexandra Zanella, los líderes de la manada Redmoon, la que fue mi manada y de la que me echaron. ***** *Meses atrás* Mi nombre, Mila, sin un apellido, desde niña fui comprada para ser la esclava de Alexandra Zanella, la pequeña cachorra consentida de su padre. Me alejaron de mi madre, no recuerdo mucho más antes de mi llegada a la mansión. Desde mi corta edad supe lo que era el dolor, la humillación y bajar la cabeza, Alexandra era mala, tenía poder, le cumplían sus caprichos y me odiaba. Alexandra buscaba la oportunidad para acabar con mi felicidad, disfrutaba humillarme, a pesar de la insistencia de su padre de tratarme bien. Teníamos la misma edad, crecimos juntas, Pero eramos el agua y el aceite. Mientras hago las labores del día, la puerta suena, me pongo un poco nerviosa, y acomodo mi viejo y roto vestido. Al abrir lo veo a el, El Alfa Thomas Vanetto, nuestro Alfa. Cada vez que lo veía mis manos sudaban, y es que que loba no se enamoria de su porte, cabello rubio, ojos verdes, una pequeña barba, además tenía el atrayente de ser el Alfa más joven conocido. —¿Dónde está mi novia? —Pregunta seco mientras me ve con desprecio. Thomas siempre es así conmigo, es igual que Alexandra, caprichoso, ególatra, y clasista, el uno para el otro. —En su habitación El me da un leve empujón para quitarme del paso, caminó sin precaución con sus zapatos llenos de barro dejando el piso manchado con sus marcas. Tome un poco de aire, no soy nadie para el, solo la esclava de su prometida y como todos rumoreaban, su Luna. Termine de limpiar lo que ya había limpiado, suspiré al escuchar un grito que me llamaba desde la planta superior. —¡Mila ven de inmediato! —grito Alexandra. No quería hacerlo, subir, soportar, escuchar sus infinitas burlas donde parecía desquitarse conmigo por todo lo que le ocurria, y está vez no lo quería porque estaba el. Subí despues del segundo grito, sabía que al tercero tendría golpes, pues su madre apoyaba insesante el maltrato que me daba, mis únicos dias en paz era cuando el señor Zanelli, su padre estaba en casa. —Digame señorita Alexandra —abri la puerta agachando la cabeza para no ver nada inapropiado. Alexandra sonrie, cubriendose con una sábana, era claro que acababa de tener intimidad con el Alfa, quizás estaba celosa, Pero nunca podría poner los ojos tan alto y el jamás miraría tan bajo. Se colocó una bata y me miró con una sonrisa, creo que sabía que el Alfa me gustaba un poco, y aprovechaba estás situaciones para demostrarme que era mejor que yo. —Limpia este desastre, iré abajo por un vaso de agua —Camino cerca de mi y regreso para susurrar en mi oído —Mucho cuidado con decirle a papá algo que no debes, porque puedo ser aún más cruel con tu castigo. ¿Más cruel? Jamás hablaría. Quite las sabanas aún mojadas en sudor, Pero escuché un ruido en el baño, me acerque a sabiendas que podía ser el Alfa. Efectivamente, El Alfa Thomas se daba una ducha, abrí mi boca y las sabanas que tenía en mi mano cayeron al suelo, era la primera vez que veía un lobo desnudo, mis ojos se dilataron. No podía dejar de mirarlo, sus músculos, su cuerpo empapado, todo de él. Empecé a sentir una leve humedad entre los piernas, mi corazón latia con rapidez, es como si una lluvia de emociones ocupará mi pecho, me sonroje mientras frotaba un poco las piernas. —¡¿Que haces estúpida esclava?! —Alexandra llegó por la espalda, me jalo del cabello con fuerza. —Nada... Yo solo... Quería limpiar —tartamudee. Me sentía avergonzada, de mis pensamientos, de lo que ví, de lo que sentí y lo mucho que me gustó. Alexandra me tiró al suelo, me dió una fuerte cachetada —¡Nunca mires a mi lobo así! Repetí la mentira que ni yo me creía, Pero ella gruño, se acercó a mi y me olfateo. —¿Que es ese olor repugnante? Acaso Te mojaste viendo a mi lobo —Gruño No sabía a qué se referia, Pero sentía humedad en mi parte íntima —Dejeme retirarme —le suplique con mi voz quebrada. La loba me miró burlona —Eres tan ignorante y estúpida, si te excitaste viendo a mi prometido, te humedeciste, con ese olor atraes a tu pareja ¿No lo sabías? Negué con la cabeza, nadie nunca me había explicado nada de la intimidad, derrame una lágrima. Ella soltó una carcajada —¿Crees que un Alfa puede fijarse en una esclava? Corrijo ¿Crees que un lobo puede fijarse en ti? Eres asquerosa, nunca atraerás con ese olor repugnante a ningun lobo, estás condenada a la soledad. Me levanté, asentí con la cabeza a todas sus palabras, solo quería irme, la puerta del baño se abrió, quería que la tierra me tragara. —Me retiro —quise irme Pero ella me jalo del brazo enterrandome sus uñas afiladas —Te quedas aquí. No, por favor no, pensé de inmediato, sabía que esto sería burla, que todos se enterarían lo que había pasado. Thomas salió con la toalla de baño en la cintura, secando su cabello con otra mano. Alexandra se acerco, le dió un beso en la boca apasionado —Mi amor, no vas a creer lo que acaba de pasar —sonrio. El empezó a olfatear la habitación, tuve miedo, ese olor repugnante como decía Alexandra llegaría a su nariz. —¿Que es ese olor? —Pregunto sin dejar de mover la nariz buscando la fuente. —De eso te quiero hablar —sonrio Alexandra. —Me encanta... ¡¿Que es ese olor?! Necesito saberlo —levanto la voz.Capítulo 2Me sonroje, podía sentir la tensión del momento y en especial la rabia que generó en Alexandra.—Soy yo... Te necesito —escuche a Alexandra susurrar en el oido de Thomas.El la beso, la tomo de la cintura con sus fuertes brazos, me miró de nuevo con ese desprecio —¡¿Que haces aquí?! No sabes que está es una habitación privada.—Yo... la señorita Alexandra me pidió organizar la habitación.—Yo no le pedí nada, la encontré espiandonos, es una rata, huele como tal, mi padre la ha dejado para vigilarme, estoy segura que le dirá de nuestro encuentro a solas.Negué de inmediato con la cabeza, Thomas, el Alfa se acercó con su mirada llena de odio, me tomo del cuello y levanto por los aires, me cortó la respiración.—¡Maldita rata! Si tú llegas a decir una sola palabra, te mato.Asentí con la cabeza, me bajo y salí corriendo llena de pánico, corrí y corrí hasta llegar al bosque.Nunca había sentido tanto miedo, la imagen platónica de Thomas se me desvaneció al ver sus ojos rojos
Capítulo 3Thomas había cambiado su tono, me agarra de la cintura con fuerza, es incómodo.Empezó a olfatear mi cuello, me dió un leve mordisco que me hizo lanzar un quejido suave de dolor.—¡Déjala! —exclamo Robin enojado al ver que me tocaba de manera impropia —¿Quien es ese idiota? No pertenece a Redmoon —Thomas lo ignoro, me preguntó mirándome a los ojos.—Es... Es un amigo, por favor déjelo ir, fui yo la que escape —estaba muy asustada, Pero quería que Robin se salvará.—¡¿Por qué lo defiendes?! —Thomas grito dándole un golpe al árbol dejando su puño en la madera.—Es mi amigo, me ayudó.—¡Te besaste con el! Ahora entiendo —me olfateo de nuevo —Estabas excitada por sus besos.Parecía fuera de control, me agarró del brazo con fuerza haciéndome daño, me reclamaba mientras gruñia.—¡Nos queremos! —grito Robin alborotando la situación —¿No reconoces lo que es el amor?—¡Cállate! —Thomas le dió un puño en la cara.—Basta —me arrodillé delante del Alfa, le suplique con lágrimas en los
Capítulo 4Las puertas de la habitación se cerraron, me aleje nerviosa.—Usted debe estar equivocado mi señor, yo no soy su compañera, soy solo una esclava.Thomas empezó a caminar enterrandome en un círculo, mirándome, creo que el tampoco estaba de acuerdo con lo que su olfato dictaba—¿Crees que lo digo por capricho? Mírate, eres desgarbada, sin clase, estás lejos de compararte con Alexandra, me avergonzaría tener que presentarte en público.—Por eso, mi señor, le repito usted cree mal, yo no puedo ser la loba que la diosa eligió.Me agarró de la cintura por la espalda, empezó a oler mi cuello —Es lo que más deseo, porque eres débil y simple, nada de lo que imaginé para mí compañera ¡Maldigo ese olor!Si actitud me daba miedo, no podía sacar de mi cabeza lo que le hizo a Robin, me trataba como si fuera de su propiedad y eso no me gustaba, solo me hacía sentir insegura.El empezó a besarme en el cuello, acariciar mi cuerpo como si quisiera que me uniera con el, metió su mano bajo mi
Capítulo 5Camine y camine, quería alejarme de Redmoon, Pero el dolor de aquella herida me hizo sentir débil, los golpes de Alexandra me hicieron desvanecerNadie quiere ser un desterrado, no solo es el dolor de la marca que me seguirá de por vida, si no la deshonra, es peor que ser esclavo, es el último eslabón.Los maldije, por lo que sucedió con Robin, por acabar con mi honra de loba, Thomas y Alexandra fueron la peor pesadilla de mi vida.Mientras andaba, mis pasos se hacían lentos, tenía tanta sed que mi boca estaba seca, perdí el conocimiento.Abrí los ojos, estaba en un campamento en el bosque, un viejo lobo cuidaba mis heridas, me asusté, agarre una daga y le apunte en el cuello.El levanto las manos—Tranquila, solo queremos ayudarte.Estaba confundida, mis recuerdos estaban mezclados, después del dolor que me causaron.—¿Que hacen aqui?—Baja el arma y te lo explicare —el anciano tomo mi mano y me hizo bajar —Estamos buscando a nuestro Alfa, el Alfa de Greymoon, tuvo un acci
Capítulo 6Narra RobinAbre mis ojos después de un fuerte golpe, siento que me duele el cuerpo y la cabeza, miro al cielo, esos desgraciados me lanzaron a esta altura.Siento una terrible preocupación, ¿Donde esta ella? Esta en sus manos, en las de esa bestia salvaje que fue capaz de maltratarla.No puedo mueverme, mientras miro al cielo mientras me duele el cuerpo, una lluvia de recuerdos llega a mi cabeza.Mi manada fue atacada por un grupo de lobos desconocidos, mis ojos se llenan de lágrimas al recordar partes de aquella batalla donde mi padre y madre murieron.Nunca entendimos porque nos atacaron, siempre creí que era por una venganza pues la sevicia de las muertes era de odio y maldad.Con la muerte de mi padre me convertí en el Alfa de Greymoon.Ahora lo sé mi nombre no es Robin, es Sebastián, pero prefiero Robin.Con mis huesos rotos entiendo porque a pesar de aquella caída a la que me lanzaron sobrevivi, la fuerza de un Alfa es inminente, llegó a la cabaña, en el suelo hay un
Capítulo 7Narra Mila...Pasa un año Me entrene cada día de mi vida para ser fuerte, dejar de ser esa lobita sumisa que agachaba la cabeza, me sentía poderosa.Sabía pelear con armas, pero además había entrenado mi cerebro con conocimientos y era educada, para todos la hija de Augusto, el Alfa de La manada Fénix.Augusto había cumplido su labor de Alfa este año, había encontrado un terreno próspero, lleno de piedras preciosas y las tierras más fértiles, en pocos meses éramos una manada poderosa económicamente y eso nos hizo escalar.Yo era su mano derecha, quería estar al tanto de cada paso que se daba, la gente me venía como la luna de la manada pero estaba lejos de ser pareja de Augusto, repito era mas su hija.Estaba informada de lo que sucedia en Redmoon, quería estar al tanto de cada paso que daba Thomas y Alexandra pero el Karma estaba haciendo su trabajo.Todos hablaban de la relación fallida del Alfa que a un año de matrimonio no había embarazado a su reina, algunos decían qu
Capítulo 8Alexandra se acerca a mi con el torbellino en su mirada, sonreía burlándome de su rabia—¡¿Que haces aquí?! Sabes perfectamente que no eres bienvenida, estás desterrada de nuestras tierras.La loba a grito herido llama a sus guardias, puedo ver cómo va perdiendo el control con solo verme frente a ella.Thomas se acerca, le pide que se calme, que respete a sus invitados y deje "el show" que está haciendo.—¿Dónde estabas? Te busque —susurra Thomas mientras me jala un poco del brazo.Augusto se acerca, el brazo de Thomas y lo quita de encima mío—Camila o como ustedes le conocen, Mila, me salvó la vida hace un par de meses, como saben todos este gesto merece un tributo especial, por lo que la adopte como mi hija olvidandome de su marca.Está era la excusa que habíamos inventando, pues, con la marca del destierro ninguna manada debía darme su auxilio, Augusto rompió las leyes por ayudarme y nunca olvidaría ese gesto.Pero había una regla, si un desterrado salvava la vida de un
Capítulo 9Me acerco a Augusto, le pido que nos vayamos, estar aquí no me ha dejado nada bien, finjo ser fuerte, una loba que no pueden romper, pero las heridas aún están latentes y duelen.—Vamonos, no quiero estar más aqui, creo que por hoy es suficiente.El me abraza, empieza a despedirse de todos, pero Thomas se acerca de inmediato.—Alfa de Fénix, no puede irse, me gustaría hablar con usted de un tema muy importante para los dos.Augusto frunce el ceño—Creo que sera mañana, mi hija está cansada, además la manera de atacarla de su esposa no fue la mejor.Tomo del brazo a Augusto, no puedo negarlo, me siento protegida por el como si fuese mi padre, ese que nunca tuve.—Le invito mañana a desayunar, podemos hablar del tema entre Alfas —Thomas se escucha algo acelerado y preocupada, no es para menos su manada está a pocos días de quedarse sin suministros necesarios.—Lo haré, pero vendré con Mila, ella es mi mano derecha ¿Está de acuerdo?Thomas sonríe, me toma de la mano y le da un