Capítulo 2
Me sonroje, podía sentir la tensión del momento y en especial la rabia que generó en Alexandra. —Soy yo... Te necesito —escuche a Alexandra susurrar en el oido de Thomas. El la beso, la tomo de la cintura con sus fuertes brazos, me miró de nuevo con ese desprecio —¡¿Que haces aquí?! No sabes que está es una habitación privada. —Yo... la señorita Alexandra me pidió organizar la habitación. —Yo no le pedí nada, la encontré espiandonos, es una rata, huele como tal, mi padre la ha dejado para vigilarme, estoy segura que le dirá de nuestro encuentro a solas. Negué de inmediato con la cabeza, Thomas, el Alfa se acercó con su mirada llena de odio, me tomo del cuello y levanto por los aires, me cortó la respiración. —¡Maldita rata! Si tú llegas a decir una sola palabra, te mato. Asentí con la cabeza, me bajo y salí corriendo llena de pánico, corrí y corrí hasta llegar al bosque. Nunca había sentido tanto miedo, la imagen platónica de Thomas se me desvaneció al ver sus ojos rojos mirarme con rabia. Empezó a llover, Pero seguí corriendo, tropecé con una rama y me golpee cayendo en el suelo, mi brazo se había dislocado del hombro. Lance un grito de dolor, mientras miraba al cielo la lluvia caer, nadie vendría, no era nada para nadie, solo la esclava de Alexandra. Unos fuertes brazos me tomaron, mi visión estaba borrosa, intenté ver a aquel lobo que me alejaba de ese lugar Pero por el dolor perdí el conocimiento. Desperté, creo que había pasado mucho tiempo, estaba en una cabaña algo vieja y solo se veía oscuridad. —¿Cómo se siente señorita? —escuche una voz gruesa y varonil venir a mi. El lobo era alto, musculoso, de cabello negro y con una barba corta negra, Pero sus ojos eran azules tan profundos como el mar. —¿Quien es usted? Déjeme ir, no tengo dinero —me puse a la defensiva. Sonrió, nunca había conocido una sonrisa como esa, me dió un plato redondo con un poco de consomé. Miro mi brazo, lo había curado y me colocó un par de vendas. —No debió estar en el bosque sola, es muy peligroso —sonrio —¿Por qué no me deja llevarla a casa? —¿A casa? Temblé, empecé a llorar mientras me escondía en su pecho, no tenía casa y Mucho menos ganas de regresar, me abrazó, fue tan calido, nunca nadie se había portado así conmigo. —Puedes quedarte el tiempo que quieras, mi nombre es... dime Robin. Robin, un evidente nombre falso me hizo sentir segura esa noche, creo que la primera vez que dormía en mucho tiempo plácidamente. Al despertar, estaba acostada en el sofá, mi cabeza en las piernas de Robin que acariciaba mi cabeza, me sentí protegida como si escapar de mi esclavitud ya no fuese un problema. Me levanté asustada, el sonrió. —Nada paso, solo cuide tus sueños y creo que fueron placenteros. —Tu no perteneces a Redmoon y se nos tiene prohibido hablar con lobos que no sean de nuestra manada ¿De dónde vienes? —interrogue curiosa y asustada. —De ningún lugar, eso creo... Yo no sé quién soy —agacho la mirada, se notaba confundido. Decidí agradecer su hospitalidad y preparar el desayuno, el me acompaño a la cocina, estaba muy nerviosa así que tire sin querer un vaso, los dos nos lanzamos al suelo a recogerlo. Estábamos frente a frente, sus ojos azules de nuevo me penetraron, mi corazón empezó a latir a gran velocidad, Pero mi nerviosismo me hizo levantarme de inmediato. Luego de un par de días, sabía que no quería regresar a Redmoon, Robin me apoyaba en que una vida de esclava no era lo que yo merecía y tomamos una decisión. —Lo mejor es irnos lejos de estos territorios, no sabemos si esa loba te buscará, y lo último que quiero es que nos alejen. Robin me dió una caricia en la mejilla, me sentía unida a el, mi corazón sentía calidez, me sentía nerviosa, siempre agachaba la mirada, quizás porque no me sentía digna de amar, las palabras de Alexandra dónde me repetía que yo no era nada, hicieron estragos en mi cabeza. Empacamos y decidimos salir, el conocia está parte del bosque como nadie, me tomo de la mano y me llevo hasta una colina alta —Aqui puedes despedirte de Redmoon —me tomo de la mano. Cerré los ojos, solté cada momento de dolor, se que lo que hacía era un crimen, una esclava no podía alejarse de su ama, pero con Robin sentía que todo era posible. —Gracias por ayudarme, por estar conmigo y no regresarme —suspire mientras derramaba una lágrima y lo miraba a los ojos. —Tu eres especial para mí —me beso. Mi primer beso, no sé cómo describir la lluvia de emociones, suspiré, sentí de nuevo esa sensación mientras besaba mi cuello, humedad entre las piernas que me hicieron temblar. El se alejo, me hizo hacia atrás y sacó su espada —¡¿Quien está ahí?! —exclamo Robin furioso. Unos aplausos de manera sarcástica de escucharon, Thomas, mi Alfa había llegado en compañía de algunos lobos de su guardia. —Muy linda la pareja, Pero creo que olvidas Mila que eres propiedad de Alexandra, así que tienes prohibido encamarte sin su permiso. —¡Ella ya no es una esclava! No voy a permitir que le hagan nada —Robin me cuidaba mientras yo temblaba. —¿Quien eres? Un maldito forastero —Thomas le ordenó a sus lobos jalarlo y alejarlo de mi. Robin intentó pelear pero eran demasiados para el, lo sometieron arrodillandolo en el suelo. Thomas me jalo del brazo, me empujó contra un árbol —¿Creíste que podías escapar? ¡Eres una esclava! Tu deber es morir sirviendo a Alexandra. Cuando acercó su boca a mi sacando sus colmillo, se detuvo, empezó a olfatearme desesperado —Por favor no nos haga nada —titubee mientras me ponía nerviosa su olfateo. —Eres tu... Claro tu estabas en la habitación cuando sentí este aroma, y de nuevo lo siento —Thomas me miró a los ojos —Eres mi compañera, eres solo mía.Capítulo 3Thomas había cambiado su tono, me agarra de la cintura con fuerza, es incómodo.Empezó a olfatear mi cuello, me dió un leve mordisco que me hizo lanzar un quejido suave de dolor.—¡Déjala! —exclamo Robin enojado al ver que me tocaba de manera impropia —¿Quien es ese idiota? No pertenece a Redmoon —Thomas lo ignoro, me preguntó mirándome a los ojos.—Es... Es un amigo, por favor déjelo ir, fui yo la que escape —estaba muy asustada, Pero quería que Robin se salvará.—¡¿Por qué lo defiendes?! —Thomas grito dándole un golpe al árbol dejando su puño en la madera.—Es mi amigo, me ayudó.—¡Te besaste con el! Ahora entiendo —me olfateo de nuevo —Estabas excitada por sus besos.Parecía fuera de control, me agarró del brazo con fuerza haciéndome daño, me reclamaba mientras gruñia.—¡Nos queremos! —grito Robin alborotando la situación —¿No reconoces lo que es el amor?—¡Cállate! —Thomas le dió un puño en la cara.—Basta —me arrodillé delante del Alfa, le suplique con lágrimas en los
Capítulo 4Las puertas de la habitación se cerraron, me aleje nerviosa.—Usted debe estar equivocado mi señor, yo no soy su compañera, soy solo una esclava.Thomas empezó a caminar enterrandome en un círculo, mirándome, creo que el tampoco estaba de acuerdo con lo que su olfato dictaba—¿Crees que lo digo por capricho? Mírate, eres desgarbada, sin clase, estás lejos de compararte con Alexandra, me avergonzaría tener que presentarte en público.—Por eso, mi señor, le repito usted cree mal, yo no puedo ser la loba que la diosa eligió.Me agarró de la cintura por la espalda, empezó a oler mi cuello —Es lo que más deseo, porque eres débil y simple, nada de lo que imaginé para mí compañera ¡Maldigo ese olor!Si actitud me daba miedo, no podía sacar de mi cabeza lo que le hizo a Robin, me trataba como si fuera de su propiedad y eso no me gustaba, solo me hacía sentir insegura.El empezó a besarme en el cuello, acariciar mi cuerpo como si quisiera que me uniera con el, metió su mano bajo mi
Capítulo 5Camine y camine, quería alejarme de Redmoon, Pero el dolor de aquella herida me hizo sentir débil, los golpes de Alexandra me hicieron desvanecerNadie quiere ser un desterrado, no solo es el dolor de la marca que me seguirá de por vida, si no la deshonra, es peor que ser esclavo, es el último eslabón.Los maldije, por lo que sucedió con Robin, por acabar con mi honra de loba, Thomas y Alexandra fueron la peor pesadilla de mi vida.Mientras andaba, mis pasos se hacían lentos, tenía tanta sed que mi boca estaba seca, perdí el conocimiento.Abrí los ojos, estaba en un campamento en el bosque, un viejo lobo cuidaba mis heridas, me asusté, agarre una daga y le apunte en el cuello.El levanto las manos—Tranquila, solo queremos ayudarte.Estaba confundida, mis recuerdos estaban mezclados, después del dolor que me causaron.—¿Que hacen aqui?—Baja el arma y te lo explicare —el anciano tomo mi mano y me hizo bajar —Estamos buscando a nuestro Alfa, el Alfa de Greymoon, tuvo un acci
Capítulo 6Narra RobinAbre mis ojos después de un fuerte golpe, siento que me duele el cuerpo y la cabeza, miro al cielo, esos desgraciados me lanzaron a esta altura.Siento una terrible preocupación, ¿Donde esta ella? Esta en sus manos, en las de esa bestia salvaje que fue capaz de maltratarla.No puedo mueverme, mientras miro al cielo mientras me duele el cuerpo, una lluvia de recuerdos llega a mi cabeza.Mi manada fue atacada por un grupo de lobos desconocidos, mis ojos se llenan de lágrimas al recordar partes de aquella batalla donde mi padre y madre murieron.Nunca entendimos porque nos atacaron, siempre creí que era por una venganza pues la sevicia de las muertes era de odio y maldad.Con la muerte de mi padre me convertí en el Alfa de Greymoon.Ahora lo sé mi nombre no es Robin, es Sebastián, pero prefiero Robin.Con mis huesos rotos entiendo porque a pesar de aquella caída a la que me lanzaron sobrevivi, la fuerza de un Alfa es inminente, llegó a la cabaña, en el suelo hay un
Capítulo 7Narra Mila...Pasa un año Me entrene cada día de mi vida para ser fuerte, dejar de ser esa lobita sumisa que agachaba la cabeza, me sentía poderosa.Sabía pelear con armas, pero además había entrenado mi cerebro con conocimientos y era educada, para todos la hija de Augusto, el Alfa de La manada Fénix.Augusto había cumplido su labor de Alfa este año, había encontrado un terreno próspero, lleno de piedras preciosas y las tierras más fértiles, en pocos meses éramos una manada poderosa económicamente y eso nos hizo escalar.Yo era su mano derecha, quería estar al tanto de cada paso que se daba, la gente me venía como la luna de la manada pero estaba lejos de ser pareja de Augusto, repito era mas su hija.Estaba informada de lo que sucedia en Redmoon, quería estar al tanto de cada paso que daba Thomas y Alexandra pero el Karma estaba haciendo su trabajo.Todos hablaban de la relación fallida del Alfa que a un año de matrimonio no había embarazado a su reina, algunos decían qu
Capítulo 8Alexandra se acerca a mi con el torbellino en su mirada, sonreía burlándome de su rabia—¡¿Que haces aquí?! Sabes perfectamente que no eres bienvenida, estás desterrada de nuestras tierras.La loba a grito herido llama a sus guardias, puedo ver cómo va perdiendo el control con solo verme frente a ella.Thomas se acerca, le pide que se calme, que respete a sus invitados y deje "el show" que está haciendo.—¿Dónde estabas? Te busque —susurra Thomas mientras me jala un poco del brazo.Augusto se acerca, el brazo de Thomas y lo quita de encima mío—Camila o como ustedes le conocen, Mila, me salvó la vida hace un par de meses, como saben todos este gesto merece un tributo especial, por lo que la adopte como mi hija olvidandome de su marca.Está era la excusa que habíamos inventando, pues, con la marca del destierro ninguna manada debía darme su auxilio, Augusto rompió las leyes por ayudarme y nunca olvidaría ese gesto.Pero había una regla, si un desterrado salvava la vida de un
Capítulo 9Me acerco a Augusto, le pido que nos vayamos, estar aquí no me ha dejado nada bien, finjo ser fuerte, una loba que no pueden romper, pero las heridas aún están latentes y duelen.—Vamonos, no quiero estar más aqui, creo que por hoy es suficiente.El me abraza, empieza a despedirse de todos, pero Thomas se acerca de inmediato.—Alfa de Fénix, no puede irse, me gustaría hablar con usted de un tema muy importante para los dos.Augusto frunce el ceño—Creo que sera mañana, mi hija está cansada, además la manera de atacarla de su esposa no fue la mejor.Tomo del brazo a Augusto, no puedo negarlo, me siento protegida por el como si fuese mi padre, ese que nunca tuve.—Le invito mañana a desayunar, podemos hablar del tema entre Alfas —Thomas se escucha algo acelerado y preocupada, no es para menos su manada está a pocos días de quedarse sin suministros necesarios.—Lo haré, pero vendré con Mila, ella es mi mano derecha ¿Está de acuerdo?Thomas sonríe, me toma de la mano y le da un
Capítulo 10Siento que mi corazón late con rapidez, el me toma de la cintura, maldita sea, quiero alejarme pero es un imán que me atrae.¿Por qué? No se qué siento pero el me da calidez, seguridad, como si ya le conociera.Me alejo, encuentro por fin la serenidad para hacerlo —¿Que es lo que buscas? ¿quién eres? Necesito respuestas para saber si eres mi aliado realmente.—Soy el caballero de la luna, algunos piensan que soy más un Robin Hood para Redmoon —se aleja con una sonrisa seductora lo único que puedo ver de el bajo ese antifaz que cubre si rostro.—No trabajo con desconocidos, así que aléjate y no entorpezcas mis planes —gruñi enojada.—No tienes que conocerme, sabes que confías en mí, quiero ayudarte, buscar justicia después del daño que te hicieron.—¡Yo no quiero justicia! Quiero venganza, reírme de su dolor como ellos lo hicieron conmigo —me levantó la blusa blanca que me coloque ese día, le enseño mi cicatriz.Esa maldita marca de destierro que me acompañaría por mucho t