La fiesta se encontraba en pleno apogeo las miradas de las personas reunidas iban dirigidas a los miembros de la familia, todos estaban ansiosos por formar parte de la élite de los personajes principales de aquella reunión 

Pronto se anunció la gran subasta ubicada en un extenso salón de la mansión, adornado lujosamente, el techo era de cristal y se podían ver las estrellas con tan solo alzar la vista, la gran luna reflejada en la habitación hacia distinguir a aquel lugar como algo extravagante 

— Emmett este salón es hermoso, realmente encantador

— Si te gusta puedo hacer uno para ti, esposa solo tienes que pedirlo

— ¿Vas a consentirme tanto?

— Por supuesto 

— ¿Qué pasa si llegó a pedir tanto que termino por agotar tu fortuna?

— Mi esposa piensa demasiado, Emmett le dio unos pequeños golpecitos en la nariz

— Puedo volverme realmente codiciosa 

— Entonces pide lo que quieras voy a concederte tus deseos materia