Al terminar la comida, Renzo y David fueron al baño juntos, Aurora y Damián se quedaron sentados en la mesa.
Damián observo a Aurora. “Son unos chicos increíbles Alba”.
Aurora lo miro. “Mi nombre es Aurora”.
Damián sonrió. “Está bien Aurora”.
“¿Qué es lo que quieres Damián?”. Ella le preguntó duramente.
El la observo detenidamente, su mirada era diferentes y lo llamo por su nombre.
“¿Quiero recuperarte? ¿Quiero recuperarlos a los tres?”.
Ella se apretó las cienes. “Ellos no son tus hijos Damián”.
Damián tomo un sorbo de su bebida y la giro mirándola. “Son míos Aurora, aunque digas que no, ya sé que no los perdiste en aquel incidente, cuando desapareciste seguías embarazada”.
Aurora lo miro de forma indiferente. “Yo no recuerdo nada de ese tiempo, además Rafael los ha criado y eso lo hace su padre, seria confuso para ellos meterles ideas de que tiene otro papá, espero que nos dejes en paz y siguas con tu vida”.
Álvaro intento detenerla, Einstein no le gustaban los extraños y podría morderla, pero milagrosamente el perro lamio sus dedos y estaba contento con ella. La siguió, mientras caminaba, él miraba su cuerpo, era muy atractiva, llevaba un vestido de tirantes floreado circular encima una chaqueta de mezclilla y unos botines negros, su cabello era largo hasta los hombros. Llegaron lejos del estacionamiento y la chica abrió la cajuela de un taxi viejo. Álvaro frunció el ceño. “¿Este es tu taxi?”. Ella asintió. “Es viejo, pero funciona muy bien”. Dijo dandole golpecitos al taxi con cariño. El estaba apuntó de negarse a viajar con ella, pero cuando vio a toda la gente buscando taxis subió al auto de la chica resignado. “Llévame al hotel Fontaine”. Álvaro le dijo para recargarse en el respaldo, estaba cansado de viajar cada ciertos meses, solo duraba en cada lugar hasta que la construcción se terminara y poder empezar una nueva en otra ciudad.<
Al día siguiente salió muy temprano a trabajar en el taxi, por la tarde Álvaro la llamó para que lo recogiera a las seis de la tarde en el hotel, ella estaba puntual afuera esperándolo. Después de algunos minutos esperándolo al fin lo vio salir del hotel, llevaba unos jenas y camisa a cuadros suelta y tenis blancos, lentes de sol y cabello revuelto, lo hacia lucir muy joven y guapo, Natalia trago saliva sin dejar de mirarlo. Cuando el llego hasta ella la saludo, pero ella estaba extasiada y muda. Álvaro frunció el ceño y movió su mano frente a ella. “¿Hola?”. Ella parpadeo y reaccionó apenada. “Hol…hola”. “¿Lista para el tour?”. Alvaro inclinó un poco su cabeza para mirarla. Ella asintió bajando la cabeza que estaba roja como un tomate. “Si, sube”. Natalia lo llevo al museo de la isla, le explicaba a detalle los antiguos objetos de cada escaparate, el la seguía en silencio atento a cada cosa que ella pronunciaba. Mas ta
En México… Aurora empezó a trabajar ayudando a Giovani con pendientes en la empresa, revisaba algunos papeles antes de ser firmados por su hermano, ayudo a Diana con algunas telas y diseños de la nueva temporada, los niños disfrutaban de su tiempo en la empresa, David aprendía el manejo de todo mientras veía a su mamá y a su tío mientras que la mayor parte del tiempo Renzo se dedicaba a leer libros en el sillón de la oficina, a veces escuchaba los arreglos que Giovani realizaba para la compañía y él sabía que también debía aprender algo de administración si quería algún día llevar un hospital como su padre. Giovani observaba a los mellizos detenidamente, eran tan diferentes, Aurora noto la mirada de su hermano y suspiro. “Es una larga historia Giovani, pero David es hijo de Damián mientras que Renzo es hijo de Rafael”. Giovani frunció el ceño mirándola sin comprender. Ella miro a los pequeños. “Rafael implantó a Renzo cuando estaba embarazada de David
Aurora se levantó soltándose de su agarre. “Necesito tiempo Rafael, esto de verdad es grave, tú me usaste… me engañaste”. Rafael se levantó para acercarse a ella. “Si lo entiendo y te daré todo el tiempo que necesites, pero por favor no me alejes más, te necesito a mi lado, estos días han sido los peores sin ti, sin los niños”. Aurora lo miro detenidamente, era el hombre con quien estaba viviendo durante más de cuatro años, ahora que sus recuerdos han vuelto su mente y corazón estaban muy confundidos. “Estoy quedándome en la casa de mis padres, puedes quedarte con nosotros el tiempo que quieras”. Rafael sonrió y la abrazo disfrutando de su fragancia. “Gracias”. Tomo su barbilla y la beso delicadamente. Ella le correspondió el beso al separarse Rafael suspiro más tranquilo. “¿Dónde están los niños?”. Rafael preguntó buscándolos en la habitación. Aurora se sobresaltó recordando. “Están con Damián”. Rafael frunció el ceño. “¿porqu
Ella asintió y lo beso, salieron juntos de la habitación y los niños se despidieron de él, el taxi llego por Rafael y vieron como desaparecía en la avenida. “Niños vamos a la fábrica”. Aurora tomo a sus hijos de la mano y subió al coche que Diana le prestó mientras estaba en la ciudad Aurora estaba junto a Giovani revisando unos papeles, pero el noto que ella estaba distraída, giro para ver a los chicos que estaban cada uno con sus deberes en la sala y después miro a su hermana. “¿Qué pasa Aurora?”. Ella lo miro y suspiro. “Hoy hablare con Damián, le diré que David es su hijo”. “¿Estas segura?”. “Si, el cree que ambos son sus hijos, necesito dejar todo claro”. “Me llevare a los niños por la tarde, así puedes hablar con él”. Aurora sonrió. “Gracias Giovani”. Ella le mando un mensaje a Damián citándolo en un restaurante, por la tarde Giovani salió con los niños en su auto ellos estaban felices de estar con su tío,
Se escucho un carraspeo, era Giovani que bajo por un vaso de agua y nunca pensó encontrarse la escena. Aurora se alejó de Damián nerviosa por ser atrapada. Damián la observo su cara estaba sonrojada, sonrió. “Tengo que irme es tarde, nos veremos mañana”. Ella sintió y salió saludando a Giovani en la puerta de la cocina con un ademan. Al escuchar la puerta cerrarse Giovani miro a su hermana con una ceja levantada y con los brazos cruzados recargado en el marco de la puerta. Esta en silencio esperando a que su hermana hablara. Aurora no sabía que decirle, Damián la tomo desprevenida, escucho el sonido de la tetera y apago el fuego. Giovani al no escuchar a Aurora dijo. “¿Qué está pasando Aurora?”. Ella respiro profundo. “La verdad… no sé”. Giovani se acercó y acaricio sus hombros. “Se cuidadosa con lo que haces”. Ella suspiró y se recargo en el pecho de su hermano confundida una vez más con sus sentimientos. Al día siguie
Aurora llego al hospital, los empleados la saludaron cordialmente, subió al elevador hasta el piso donde Rafael tenia su oficina, entro al piso y saludo a algunas enfermeras que estaban de guardia quien la miraron un poco exaltadas. Aurora llego a la puerta y escucho voces dentro. “Si aceptas te ayudare Rafael, mi esposo es muy importante en la ciudad con su influencia, saldrás de todos los problemas”. Aurora escucho la voz, nunca podría olvidarla, abrió la puerta entrando, la mujer estaba casi encima de Rafael mientras el estaba sentado en el sillón deteniendo las manos de la mujer. Ambos giraron para ver a Aurora y Rafel se levantó al instante alejando a la mujer quien tropezó hacia atrás. “Aurora ¿Cuándo volviste?”. Rafael camino hacia su esposa, pero ella no le presto atención, miraba a la mujer. La mujer se recupero del empujón y le sonrió a Aurora. “Hola, un gusto verte”. Aurora la miro molesta. “No puedo decir lo mismo,
El segundo caso era un poco más complicado, la enfermera no aparecía y el esposo de la fallecida estaba moviendo sus influencias en los medios para traer mala fama al hospital. El caso del fármaco y sus derechos quedo finalizado, Rafael recupero la patente y demando formalmente a uno de los investigadores del laboratorio, quien quedo detenido y estaría en la cárcel por varios años. Días después Aurora trabajaba en la oficina, Damaris entró. “Aurora, el señor Montiel está aquí”. Aurora frunció el ceño. “Te dijo a qué venia”. Damaris negó. “Quiere hablar contigo personalmente”. Suspirando le comentó a Damaris. “Hazlo pasar”. El hombre mayor entró a la oficina con una gran sonrisa, Aurora se levantó para saludarlo dándole la mano. “Señor Montiel ¿Qué lo trae por aquí?”. El hombre no soltaba la mano de aurora y la acariciaba morbosamente. Aurora se safo sonriéndole fingidamente. “Me entere por mi esposa del