En México…
Aurora empezó a trabajar ayudando a Giovani con pendientes en la empresa, revisaba algunos papeles antes de ser firmados por su hermano, ayudo a Diana con algunas telas y diseños de la nueva temporada, los niños disfrutaban de su tiempo en la empresa, David aprendía el manejo de todo mientras veía a su mamá y a su tío mientras que la mayor parte del tiempo Renzo se dedicaba a leer libros en el sillón de la oficina, a veces escuchaba los arreglos que Giovani realizaba para la compañía y él sabía que también debía aprender algo de administración si quería algún día llevar un hospital como su padre.
Giovani observaba a los mellizos detenidamente, eran tan diferentes, Aurora noto la mirada de su hermano y suspiro. “Es una larga historia Giovani, pero David es hijo de Damián mientras que Renzo es hijo de Rafael”.
Giovani frunció el ceño mirándola sin comprender.
Ella miro a los pequeños. “Rafael implantó a Renzo cuando estaba embarazada de David
Aurora se levantó soltándose de su agarre. “Necesito tiempo Rafael, esto de verdad es grave, tú me usaste… me engañaste”. Rafael se levantó para acercarse a ella. “Si lo entiendo y te daré todo el tiempo que necesites, pero por favor no me alejes más, te necesito a mi lado, estos días han sido los peores sin ti, sin los niños”. Aurora lo miro detenidamente, era el hombre con quien estaba viviendo durante más de cuatro años, ahora que sus recuerdos han vuelto su mente y corazón estaban muy confundidos. “Estoy quedándome en la casa de mis padres, puedes quedarte con nosotros el tiempo que quieras”. Rafael sonrió y la abrazo disfrutando de su fragancia. “Gracias”. Tomo su barbilla y la beso delicadamente. Ella le correspondió el beso al separarse Rafael suspiro más tranquilo. “¿Dónde están los niños?”. Rafael preguntó buscándolos en la habitación. Aurora se sobresaltó recordando. “Están con Damián”. Rafael frunció el ceño. “¿porqu
Ella asintió y lo beso, salieron juntos de la habitación y los niños se despidieron de él, el taxi llego por Rafael y vieron como desaparecía en la avenida. “Niños vamos a la fábrica”. Aurora tomo a sus hijos de la mano y subió al coche que Diana le prestó mientras estaba en la ciudad Aurora estaba junto a Giovani revisando unos papeles, pero el noto que ella estaba distraída, giro para ver a los chicos que estaban cada uno con sus deberes en la sala y después miro a su hermana. “¿Qué pasa Aurora?”. Ella lo miro y suspiro. “Hoy hablare con Damián, le diré que David es su hijo”. “¿Estas segura?”. “Si, el cree que ambos son sus hijos, necesito dejar todo claro”. “Me llevare a los niños por la tarde, así puedes hablar con él”. Aurora sonrió. “Gracias Giovani”. Ella le mando un mensaje a Damián citándolo en un restaurante, por la tarde Giovani salió con los niños en su auto ellos estaban felices de estar con su tío,
Se escucho un carraspeo, era Giovani que bajo por un vaso de agua y nunca pensó encontrarse la escena. Aurora se alejó de Damián nerviosa por ser atrapada. Damián la observo su cara estaba sonrojada, sonrió. “Tengo que irme es tarde, nos veremos mañana”. Ella sintió y salió saludando a Giovani en la puerta de la cocina con un ademan. Al escuchar la puerta cerrarse Giovani miro a su hermana con una ceja levantada y con los brazos cruzados recargado en el marco de la puerta. Esta en silencio esperando a que su hermana hablara. Aurora no sabía que decirle, Damián la tomo desprevenida, escucho el sonido de la tetera y apago el fuego. Giovani al no escuchar a Aurora dijo. “¿Qué está pasando Aurora?”. Ella respiro profundo. “La verdad… no sé”. Giovani se acercó y acaricio sus hombros. “Se cuidadosa con lo que haces”. Ella suspiró y se recargo en el pecho de su hermano confundida una vez más con sus sentimientos. Al día siguie
Aurora llego al hospital, los empleados la saludaron cordialmente, subió al elevador hasta el piso donde Rafael tenia su oficina, entro al piso y saludo a algunas enfermeras que estaban de guardia quien la miraron un poco exaltadas. Aurora llego a la puerta y escucho voces dentro. “Si aceptas te ayudare Rafael, mi esposo es muy importante en la ciudad con su influencia, saldrás de todos los problemas”. Aurora escucho la voz, nunca podría olvidarla, abrió la puerta entrando, la mujer estaba casi encima de Rafael mientras el estaba sentado en el sillón deteniendo las manos de la mujer. Ambos giraron para ver a Aurora y Rafel se levantó al instante alejando a la mujer quien tropezó hacia atrás. “Aurora ¿Cuándo volviste?”. Rafael camino hacia su esposa, pero ella no le presto atención, miraba a la mujer. La mujer se recupero del empujón y le sonrió a Aurora. “Hola, un gusto verte”. Aurora la miro molesta. “No puedo decir lo mismo,
El segundo caso era un poco más complicado, la enfermera no aparecía y el esposo de la fallecida estaba moviendo sus influencias en los medios para traer mala fama al hospital. El caso del fármaco y sus derechos quedo finalizado, Rafael recupero la patente y demando formalmente a uno de los investigadores del laboratorio, quien quedo detenido y estaría en la cárcel por varios años. Días después Aurora trabajaba en la oficina, Damaris entró. “Aurora, el señor Montiel está aquí”. Aurora frunció el ceño. “Te dijo a qué venia”. Damaris negó. “Quiere hablar contigo personalmente”. Suspirando le comentó a Damaris. “Hazlo pasar”. El hombre mayor entró a la oficina con una gran sonrisa, Aurora se levantó para saludarlo dándole la mano. “Señor Montiel ¿Qué lo trae por aquí?”. El hombre no soltaba la mano de aurora y la acariciaba morbosamente. Aurora se safo sonriéndole fingidamente. “Me entere por mi esposa del
Barbara lo observo por un momento. “¿Ahora que hiciste?”. Rafael burlonamente le dijo. “¿Quieres que te explique lo que hice para embarazarla?”. Barbara negó levantando los brazos. “Oh, no. No me expliques lo que hiciste, pero… tengo entendido que ella no quería mas bebes por el momento”. Rafael se puso serio recordando cuanto le había pedido a aurora un bebe y ella se negó, pero ahora estaba seguro que ella estaba embarazada, el mismo cambio las pastillas anticonceptivas por vitaminas hace mas de un mes, cuando ella regreso a Monterrey. Rafael movió los hombros en señal de ignorancia. “Tendrá que aceptarlo él bebe ya está en su vientre”. Barbara negó. “En verdad tú no aprendes de todos los errores que has cometido, yo no se como ella te perdona tan fácilmente”. Rafael. “Yo la amo, hare cualquier cosa para tenerla conmigo”. Al día siguiente Aurora y Rafael llevaron a los niños a la escuela. Dirigiéndose después al hospital, ya
Un mes después Giovani se instaló en Monterrey, compro una casa cerca de la mansión de Aurora para estar cerca, su relación con Damaris iba muy bien, en ocasiones ella se quedaba con él y viceversa, ambos eran felices juntos. Estaban todos sentados en una gran mesa en un restaurante muy lujoso, la señora Ana conversaba con su hija y Benjamín quien vino de visita esos días, Giovani y Damaris ayudaban a los mellizos con su comida, Aurora miraba a toda su familia reunida y sonrió alegremente. Rafael beso su mejilla tomando su mano. “¿Lista?”. Aurora asintió sonriendo. Rafael se levantó carraspeando. “Los invitamos a todos aquí para darles una gran noticia”. Rafael miro a Aurora y luego a los presentes. “Aurora está embarazada”. Todos se alegraron y se emocionaron felicitándolos. Los chicos estaban felices tendrían un hermano pronto”. En México, Damián tenía días deprimido encerrado en la casa que compro para vivir con Alba, su dol
Damián recogió las maletas, estaba apuntó de hablar cuando se topó con un chico de unos quince años. “Señor ¿Puede prestarme su celular?”. Damián lo observo en silencio, el chico estaba bien vestido, llevaba audífonos y una mochila. Al parecer también llego de viaje. Damián lo miraba y Mariana también, era más alto que ella, cabello castaño y ojos cafés. “Papa, ¿No escuchaste?”. Ella le grito molesta a Damián que en ocasiones se perdía en sus pensamientos. El chico miro a Mariana por un momento y se ruborizo rascando su nariz, era muy linda niña, pero al parecer tenía un mal carácter. El chico suspiro. “Mi teléfono se quedó sin batería y no encuentro a mi mamá en el aeropuerto, debe estar preocupada”. Damián saco su teléfono y se lo entrego, el chico hizo la llamada. “Si mamá estare esperándote aquí… no, no me moveré”. El chico le entrego el teléfono. “Gracias, mi mamá está en camino”. Damián y Mariana s