Aurora llego al hospital, los empleados la saludaron cordialmente, subió al elevador hasta el piso donde Rafael tenia su oficina, entro al piso y saludo a algunas enfermeras que estaban de guardia quien la miraron un poco exaltadas.
Aurora llego a la puerta y escucho voces dentro.
“Si aceptas te ayudare Rafael, mi esposo es muy importante en la ciudad con su influencia, saldrás de todos los problemas”.
Aurora escucho la voz, nunca podría olvidarla, abrió la puerta entrando, la mujer estaba casi encima de Rafael mientras el estaba sentado en el sillón deteniendo las manos de la mujer.
Ambos giraron para ver a Aurora y Rafel se levantó al instante alejando a la mujer quien tropezó hacia atrás.
“Aurora ¿Cuándo volviste?”. Rafael camino hacia su esposa, pero ella no le presto atención, miraba a la mujer.
La mujer se recupero del empujón y le sonrió a Aurora. “Hola, un gusto verte”.
Aurora la miro molesta. “No puedo decir lo mismo,
Una disculpa queridos lectores, Octubre fue abrumador, pero Noviembre a sido mas pesado para mi y mi familia, ya estoy por aquí de nuevo trayendo mas capítulos. Disfruten!!
El segundo caso era un poco más complicado, la enfermera no aparecía y el esposo de la fallecida estaba moviendo sus influencias en los medios para traer mala fama al hospital. El caso del fármaco y sus derechos quedo finalizado, Rafael recupero la patente y demando formalmente a uno de los investigadores del laboratorio, quien quedo detenido y estaría en la cárcel por varios años. Días después Aurora trabajaba en la oficina, Damaris entró. “Aurora, el señor Montiel está aquí”. Aurora frunció el ceño. “Te dijo a qué venia”. Damaris negó. “Quiere hablar contigo personalmente”. Suspirando le comentó a Damaris. “Hazlo pasar”. El hombre mayor entró a la oficina con una gran sonrisa, Aurora se levantó para saludarlo dándole la mano. “Señor Montiel ¿Qué lo trae por aquí?”. El hombre no soltaba la mano de aurora y la acariciaba morbosamente. Aurora se safo sonriéndole fingidamente. “Me entere por mi esposa del
Barbara lo observo por un momento. “¿Ahora que hiciste?”. Rafael burlonamente le dijo. “¿Quieres que te explique lo que hice para embarazarla?”. Barbara negó levantando los brazos. “Oh, no. No me expliques lo que hiciste, pero… tengo entendido que ella no quería mas bebes por el momento”. Rafael se puso serio recordando cuanto le había pedido a aurora un bebe y ella se negó, pero ahora estaba seguro que ella estaba embarazada, el mismo cambio las pastillas anticonceptivas por vitaminas hace mas de un mes, cuando ella regreso a Monterrey. Rafael movió los hombros en señal de ignorancia. “Tendrá que aceptarlo él bebe ya está en su vientre”. Barbara negó. “En verdad tú no aprendes de todos los errores que has cometido, yo no se como ella te perdona tan fácilmente”. Rafael. “Yo la amo, hare cualquier cosa para tenerla conmigo”. Al día siguiente Aurora y Rafael llevaron a los niños a la escuela. Dirigiéndose después al hospital, ya
Un mes después Giovani se instaló en Monterrey, compro una casa cerca de la mansión de Aurora para estar cerca, su relación con Damaris iba muy bien, en ocasiones ella se quedaba con él y viceversa, ambos eran felices juntos. Estaban todos sentados en una gran mesa en un restaurante muy lujoso, la señora Ana conversaba con su hija y Benjamín quien vino de visita esos días, Giovani y Damaris ayudaban a los mellizos con su comida, Aurora miraba a toda su familia reunida y sonrió alegremente. Rafael beso su mejilla tomando su mano. “¿Lista?”. Aurora asintió sonriendo. Rafael se levantó carraspeando. “Los invitamos a todos aquí para darles una gran noticia”. Rafael miro a Aurora y luego a los presentes. “Aurora está embarazada”. Todos se alegraron y se emocionaron felicitándolos. Los chicos estaban felices tendrían un hermano pronto”. En México, Damián tenía días deprimido encerrado en la casa que compro para vivir con Alba, su dol
Damián recogió las maletas, estaba apuntó de hablar cuando se topó con un chico de unos quince años. “Señor ¿Puede prestarme su celular?”. Damián lo observo en silencio, el chico estaba bien vestido, llevaba audífonos y una mochila. Al parecer también llego de viaje. Damián lo miraba y Mariana también, era más alto que ella, cabello castaño y ojos cafés. “Papa, ¿No escuchaste?”. Ella le grito molesta a Damián que en ocasiones se perdía en sus pensamientos. El chico miro a Mariana por un momento y se ruborizo rascando su nariz, era muy linda niña, pero al parecer tenía un mal carácter. El chico suspiro. “Mi teléfono se quedó sin batería y no encuentro a mi mamá en el aeropuerto, debe estar preocupada”. Damián saco su teléfono y se lo entrego, el chico hizo la llamada. “Si mamá estare esperándote aquí… no, no me moveré”. El chico le entrego el teléfono. “Gracias, mi mamá está en camino”. Damián y Mariana s
Álvaro maldijo en silencio y suspiro profundo, giró para ver a Natalia quien estaba extrañada por el comportamiento de Álvaro. “¿Estás bien?”. Álvaro se quedó en silencio y se dirigió a la casa donde se estaban quedando, estacionó el coche y sin mirar a Natalia le dijo. “Baja del coche, tengo que ir a otra parte”. Ella obedeció y bajó en silencio, Álvaro giró el coche y salió de la propiedad mientras Natalia lo miraba alejarse, se abrazó a sí misma inquieta. Se quedó hasta que el sol empezó a desaparecer, regreso a la casa se recostó en su cama llorando, al día siguiente recogió todas las pertenencias de su abuelo y las de ella, salió de la casa con ambas maletas y entrego las llaves a la dueña de la casa. Condujo hasta un asilo y dejo la maleta de su abuelo, la ropa podrá servirles a los ancianos que viven ahí, después fue con un conocido y vendió al Beto, despidiéndose de su taxi con lágrimas. “Te extrañare mi Beto” Dijo acariciando por ultima vez el capo, camino hacia la central de autobuses con su maleta en las manos. Llego a México buscando un lugar donde quedarse cerca del hospital que es el lugar donde conocía mas por sus viajes a chequeo médicos, encontró una casa muy grande donde podía hospedarse, la dueña era una mujer mayor muy alegre y los inquilinos eran muy amables. “esta será tu habitación, el desayuno es a las siete de la mañana, la cena es a la ocho de la noche, cualquier cosa que necesitCAPITULO 84 BUENAS NOTICIAS
Meses después, Aurora seguía trabajando en el hospital su vientre era muy abultado y el cansancio era notable pero no quería dejar de trabajar, tenían muchos pendientes. Rafael estaba dedicado a ofrecer fármacos para el tratamiento contra el cáncer, mejoraba las defensas y ayudaba a que el paciente con detección temprana pueda mejor sin necesidad de quimioterapias. Aunado a sus cirugías en el hospital y ayudar a Barbara con los nuevos residentes, su tiempo era muy poco para estar con Aurora, por la noche llegaba cansado, encontraba a su esposa dormida en la cama y él solo se duchaba y la abrazaba para descansar. La señora Ana, se encargaba de sus nietos feliz, conocía todo el trabajo que su nuera y su hijo tenían en estos tiempos y quería ayudarlos con la crianza de los chicos, claro que Renzo y David eran muy inteligentes y maduros, ella no tenía problemas con ellos. Los lunes Aurora no se presentaba en la oficina, solo Rafael para agendar cirugías p
Al día siguiente, Damaris entró a la oficina muy agitada con su teléfono en la mano. “Aurora tienes que ver esto”. Damaris se acercó y le mostró el video. El señor Montiel era trasladado en una camilla a una ambulancia, Rebeca iba detrás llorando y completamente desaliñada. Los titulares de la noticia decían que el señor Montiel encontró a su esposa en el hotel con otro hombre, al parece al verla en la cama teniendo relaciones sexuales le dio un infarto y lo estaban trasladando de urgencia a un hospital privado. Aurora abrió su boca. “Oh por Dios, es un gran escándalo”. Damaris asintió. “Al parecer está muy grave en el hospital, no le dan muchas esperanzas, su edad no es muy avanzada”. Rafael entró a la oficina y ambas l