Álvaro maldijo en silencio y suspiro profundo, giró para ver a Natalia quien estaba extrañada por el comportamiento de Álvaro. “¿Estás bien?”.
Álvaro se quedó en silencio y se dirigió a la casa donde se estaban quedando, estacionó el coche y sin mirar a Natalia le dijo. “Baja del coche, tengo que ir a otra parte”.
Ella obedeció y bajó en silencio, Álvaro giró el coche y salió de la propiedad mientras Natalia lo miraba alejarse, se abrazó a sí misma inquieta.
Se quedó hasta que el sol empezó a desaparecer, regreso a la casa se recostó en su cama llorando, al día siguiente recogió todas las pertenencias de su abuelo y las de ella, salió de la casa con ambas maletas y entrego las llaves a la dueña de la casa. Condujo hasta un asilo y dejo la maleta de su abuelo, la ropa podrá servirles a los ancianos que viven ahí, después fue con un conocido y vendió al Beto, despidiéndose de su taxi con lágrimas. “Te extrañare mi Beto” Dijo acariciando por ultima vez el capo, camino hacia la central de autobuses con su maleta en las manos. Llego a México buscando un lugar donde quedarse cerca del hospital que es el lugar donde conocía mas por sus viajes a chequeo médicos, encontró una casa muy grande donde podía hospedarse, la dueña era una mujer mayor muy alegre y los inquilinos eran muy amables. “esta será tu habitación, el desayuno es a las siete de la mañana, la cena es a la ocho de la noche, cualquier cosa que necesit
Meses después, Aurora seguía trabajando en el hospital su vientre era muy abultado y el cansancio era notable pero no quería dejar de trabajar, tenían muchos pendientes. Rafael estaba dedicado a ofrecer fármacos para el tratamiento contra el cáncer, mejoraba las defensas y ayudaba a que el paciente con detección temprana pueda mejor sin necesidad de quimioterapias. Aunado a sus cirugías en el hospital y ayudar a Barbara con los nuevos residentes, su tiempo era muy poco para estar con Aurora, por la noche llegaba cansado, encontraba a su esposa dormida en la cama y él solo se duchaba y la abrazaba para descansar. La señora Ana, se encargaba de sus nietos feliz, conocía todo el trabajo que su nuera y su hijo tenían en estos tiempos y quería ayudarlos con la crianza de los chicos, claro que Renzo y David eran muy inteligentes y maduros, ella no tenía problemas con ellos. Los lunes Aurora no se presentaba en la oficina, solo Rafael para agendar cirugías p
Al día siguiente, Damaris entró a la oficina muy agitada con su teléfono en la mano. “Aurora tienes que ver esto”. Damaris se acercó y le mostró el video. El señor Montiel era trasladado en una camilla a una ambulancia, Rebeca iba detrás llorando y completamente desaliñada. Los titulares de la noticia decían que el señor Montiel encontró a su esposa en el hotel con otro hombre, al parece al verla en la cama teniendo relaciones sexuales le dio un infarto y lo estaban trasladando de urgencia a un hospital privado. Aurora abrió su boca. “Oh por Dios, es un gran escándalo”. Damaris asintió. “Al parecer está muy grave en el hospital, no le dan muchas esperanzas, su edad no es muy avanzada”. Rafael entró a la oficina y ambas l
Era muy alto y de tez aperlada sus ojos eran azules, llevaba un traje muy elegante. Ellas llegaron hasta donde estaba y pasaron, por un lado, Natalia bajo su mirada y siguió su camino, pero el hombre le dijo. “Cinco años Natalia… cinco años buscándote”. Viky se detuvo al escuchar sus palabras miro a Natalia diciéndole. “Te espero en el auto”. Conocía la historia de Natalia, ella solo deseaba que fuera feliz. Natalia estaba de pie en el mismo lugar respirando con dificultad, su pecho dolía, pensó que ya había superado a Álvaro, pero era una mentira. Álvaro camino hacia ella y se puso de frente mirándola, los años habían madurado su mirada, pero para él seguía siendo la misma chica, ahora vestía más formal. Natalia lo miraba detenidamente, era el hombre al que no podía olvidar a pesar de los años, trato de muchas maneras, pero sus sentimientos nunca cambiaron opto por guardar ese amor en lo mas profundo de su corazón y seguir con su vida, pero m
Aurora asintió acomodando su blusa y peinándose en el baño, Rafael no dejaba de mirar a su esposa, la amaba como loco y le gustaría tener otra pequeña y linda bebe como su hija Eva.Su mente daba vueltas y pensaba la posibilidad de volver a cambiar las pastillas, ya que Aurora ni se enteró en aquella ocasión con suerte esta vez tampoco lo haría.Cuando nació la pequeña Eva, Aurora pidió al doctor ligar sus trompas de Falopio, no quería mas hijos y sospechaba de Rafael tenía algo que ver en el embarazo, tenia planes de seguir trabajando, los mellizos y la hermosa niña eran suficientes.Salieron juntos del hospital, Rafael llego a una guardería muy prestigiosa y reconocida en la ciudad, Aurora bajo del coche y camino hacia la puerta saludándola a la persona de vigilancia amablemente.Rafael la siguió y también saludo. Al entrar la ma
“Buenas tardes, hoy estoy feliz por que ustedes pueden presenciar la primera vez que mi pequeña Katya se presenta en público, ella a trabajado duro todo este tiempo conmigo, con su madre y su abuelo el señor Lázaro, espero que hayan disfrutado tanto como nosotros que estamos orgullosos de esta pequeña, disfruten su comida”. Todos los comensales aplaudieron y las personas bajaron del escenario, caminaron hasta una gran mesa donde había mas gente, al parecer era su familia, quien felicitaba a la niña. Renzo no dejaba de mirar a la niña, su sonrisa traviesa y sus ojos azules resaltaban su belleza. Mas tarde los niños de la mesa salieron al pequeño jardín trasero donde los comensales podían sentarse y tomar una taza de café. Renzo se levantó. “Iré al baño”. Camino hacia el sanitario que estaba a un lado de la puerta del jardín, observaba a los niños correr y jugar alrededor de los pequeños árboles, Katya estaba jugando alegremente, mientras corría para atra
Damián entro al restaurante con su hija Mariana y su padre, los llevaron a su mesa y quedaron a unas cuantas de la de Verónica, Mariana vio a Verónica y la saludo con la mano. Papa Verónica también está aquí cenando con un hombre”. Damián levantó la cabeza y observó a Verónica que lucía radiante. Él asintió hacia ella y ella hizo lo mismo regalándole una sonrisa. Eduardo giro para ver al hombre y también lo saludo con un gesto, después miro a Verónica. “Es Damián Alcántara… pensé que tenías una relación con él, siempre estaban juntos”. Verónica miro a Eduardo y negó con las manos. “Claro que no, solo somos amigos desde hace años”. Siguieron con su comida y de vez en cuando Verónica miraba a Damián quien no dejaba de mirarla muy serio, ella se sentía incomoda, pero trató de seguir la conversacion y siguio comiendo su cena. Al terminar Eduardo la invito al cine, vieron una película y conversaron cuando caminaban por la calle. Edu
Verónica asintió. “Eduardo quiere que nos vayamos en un mes, nos casaremos después de instalarnos, sé que estas a medio semestre, cuando termines puedes irte a vivir con nosotros”. “Si mamá, lo resolveremos”. Dante salió del negocio de su mamá, él estaba feliz por ella, pero un poco triste porque esperaba que al final se quedara con Damián que ya lo veía como un padre. Caminado por la banqueta llamo a Damián. “Hola”. “Damián, soy Dante, Quería pedirte un favor”. Damián sonrió. “Claro, dime en que te puedo ayudar”. "Mamá se mudará a fin de mes a USA, buscare donde quedarme mientras termino mi semestre, solo serán tres meses, ¿Sabes de algún lugar?”. La línea se quedó en completo silencio hasta que Damián preguntó. “¿Tú… mamá se ira?”. Dante sonrió. “Si, el señor Martínez le pidió que se casaran y que se fuera a vivir con él”. “Entiendo”. Dante preguntó. “Entonces, sabes de algún lugar”. Damián le dijo. “L