Era la primera vez que Priscila sentía aquella sensación de deseo y quiso comprobar qué más podía sentir con este hombre, así que comenzó a tocarlo muy lentamente y se apretaba más a su cuerpo, y rogaba que él lo llevará a más, y terminaron enredados en la cama y ella gritando de la emoción.

Pues era su primera vez con un hombre, ya que con sus relaciones pasadas nunca llegó más lejos de un pequeño beso, y cada vez que la besaban sentía repulsión y los terminaba alejando de ella.

Marcos, apenas la besó, se dio cuenta de que ella era suya y por nada en este mundo la podía dejar ir de su lado y su lobo taladraba en su mente para que lo dejara salir y marcarla como suya de una vez por todas.

Hasta que no aguantó más, y cuando la tenía en posición de espalda, se abandonó a sus deseos carnales y dejó salir a su lobo para que la marcará y así hacerla suya para siempre, aunque de antemano sabía que estaba mal. Ya que ella no era su compañera y peor, sabiendo que ella era una humana, la verda