-¡Smith! Ven aquí. —Wesley me gritó, pero no le hice caso hasta que me sujetó del brazo. —no vuelvas a hablarme de esa manera, no soy tu compañero de trabajo, no soy Richard, si él no controla a su equipo es su problema, a mí me respetas cómo el superior que soy. -Te hablo cómo se me dé la gana y no metas a Richard en esto, si no fuera porque está herido tú no estarías aquí, ¿tanto te duele que seamos mejor que ustedes? Porque te recuerdo que este trabajo es para ayudar no para competir. —quité bruscamente su mano de mi brazo y di un paso hacia él. —no te conviene jod*rme en estos momentos, haz tu trabajo, arréstalo y déjame en paz. -Soy tu superior y te guste o no tienes que hacer lo que te diga. —apreté mi puño y sentí unas manos en mis hombros, al ver de reojo me di cuenta de que Marcus me estaba sujetando. —a menos que quieras renunciar. -Wesley…sabes perfectamente que es un trabajo en conjunto, no trates de darnos órdenes. —dijo Marcus molesto y me alejé de él. —deja que él se
-¡Matt ya basta! Vamos a hablar afuera. —lo arrastré hasta estar lejos de la habitación y lo miré seriamente. — ¿Qué mi*rda te pasa? No puedes entrar así, ni siquiera debes de estar aquí. -¿Cómo puedes decirme eso? Ella está loca y se merece estar en la cárcel, llamaré a la policía. —le quité el celular cuando lo sacó y me miró molesto. — ¿por qué haces esto? -Porque estoy cansada Matt…no secuestro a nuestro hijo, le darán tres años por herir a mi papá, por buena conducta reduce a dos y al final sale en uno con fianza, ¿y luego? Ella tratará de vengarse, no quiero matarla, no quiero vivir preocupada si le hará daño a Mateo o a ti, lo mejor es llegar a un acuerdo con ella. —me recargué en la pared mirándolo. -Entonces mátala… —sus palabras sonaron tan frías y solo podía mirarlo sorprendida. —o lo haré yo, no me importa. —me tensé negando despacio, sin poder creer lo que estaba escuchando. -A mí sí me importa, no por ella sino por ti… ¿sabes por qué no la he matado? —pregunté fruncie
Anoche al llegar a mi casa todo fue cómo decirlo, ¿normal? Después de que Mateo se quedó dormido Matt y yo nos quedamos rendidos en la cama. Ahora estoy con los chicos en el ascensor rumbo hacia la m*****a reunión, solo espero que ese id*ota no me saque de mis casillas porque las cosas no van a acabar bien para ninguno de los dos, pero trataré de no pensar cosas negativas y dejar esos malos pensamientos a un lado. -Bienvenidos, los cité aquí porque tengo algo importante que comunicarles. —dijo Wesley en cuanto entramos a la oficina, nos hizo un ándame con su mano y tomamos asiento frente a su equipo. —dado a los acontecimientos que pasaron en su último caso y del cual ninguno quiere dar el informes, hemos decido trasladarlos a diferentes unidades, solo hasta que el agente Richard pueda volver a su cargo. —dijo mientras su asistente nos repartía unas carpetas. —Marcus, Carmen irán a MI6, Jasón, Iván estarán en el FBI, Pedro y Bryan irán a las instalaciones de D.C, por último…Anahí lame
Bufé empujando un poco a Pedro que estaba recargándose en mi hombro y miré a Matt entrecerrando mis ojos mientras negaba despacio cuando me sonrió desde la celda frente a mí, así es…dije celda, el id*ota de Wesley nos arrestó desde hace unas horas por golpearlos, excepto a Carmen que estaba con Mateo alejada de la pelea, obviamente la mandé a la casa. -No los puedo dejar solos porque hacen un desastre… ¿no entienden que deben de pensar las cosas con la cabeza fría? —fruncí mi ceño al escuchar la voz de papá. —ustedes son peor que unos chiquillos, ahora estoy seguro de que tantos golpes les dañaron la cabezota. —papá se acercó en la silla de ruedas mirándonos molesto. —me sorprende más el saber que fue Matt quien empezó todo. -No empezó él y eso no importa ahora, no debiste salir del hospital. —le dije frunciendo mi ceño al recargarme en los barrotes mirándolo. —nosotros lo íbamos a resolver. -¿Cómo lo hicieron con su renuncia? Porque ya me enteré de eso. —rodé mis ojos separándome
Un camino de velas estaba frente a mí, al caminar por esté llegamos a un árbol repleto de luces, había una manta en el césped con almohadas, él dejó una canasta encima de una pequeña mesa, frente a esto se encontraba la pantalla de un proyector y el camino de velas seguía hasta una hermosa cabaña que tenía un moño rojo en la puerta. Miré a Matt sonriendo y mordía mi labio emocionada…jamás pensé recibir algo así, más porque no es un día especial, se siente extraño. -¿Te gusta? Traje un proyector, sé que te fascina ver películas, la comida chatarra. —dijo mientras encendía el proyector y mordí mi labio mirándolo, se veía bastante ansioso por mi respuesta. —y también un postre. —me dijo sacando todo y lo acomodó sobre la manta antes de acercarse a mí. -Es hermoso…yo…gracias, todo esto es hermoso. —sonreí abrazándolo con fuerza hundiendo mi rostro en su cuello y suspiré al sentir sus brazos a mi alrededor. —no creí que serías del tipo romántico, pero me gusta. —me sujetó de las mejillas
-¿Le pediste ayuda a Jasón? A la próxima que quieras que las cosas salgan cómo esperas dile a Carmen o a Marcus. —él sacó las esposas de la canasta y mordí mi labio negando despacio. —no usaré eso…tengo un pequeño problema con estar esposada o atada… -Pero no es necesario que las uses tú. —levanté mi ceja mirándolo curiosa y me acerqué a él colocando mis manos en su pecho. —estoy dispuesto a probar esto en mí, úsame a tu antojo. -¿En serio quieres que te ponga las esposas? —sonreí bajando mis manos al borde de su playera, pero antes de levantarla sujetó mi mano entregándome las esposas. Se quitó la playera aventándola a alguna parte de la habitación, mientras él terminaba de desnudarse yo disfrutaba de la vista de su abdomen marcado y reí sonrojada cuando se dio cuenta que me lo estaba comiendo con la mirada. -¿No crees que tu ropa está estorbando demasiado? —el tono de voz se volvió más ronco y cuando acercó sus manos para levantar mi blusa coloqué las esposas en una de sus muñecas
Ambos estábamos en la cama, la tenía abrazada de la cintura acariciando suavemente su vientre con la yema de mis dedos, mordí su piel antes de apoyar mi mentón en su hombro haciendo que ella pegará más su espalda a mi pecho. Sonreí al escucharla suspirar y sentir su mano sobre la mía, levanté un poco mi cabeza para mirarla mejor. -Me hubiera encantado estar contigo durante el embarazo, estoy seguro de que te veías preciosa con tu vientre abultado. —sus ojos estaban cerrados y sonrió. —me da un poco de tristeza no haber estado durante tu embarazo ni en los primeros días de vida de Mateo. -Yo estuve en coma casi todo el embarazo así que tampoco disfruté de eso, pero el dolor del parto sí que lo sentí, fue lo que me ayudó a despertar y fue algo difícil verlo en la incubadora, pero ahora está muy bien, ambos estamos con él. —giró un poco su rostro mirándome y acaricié su mejilla asintiendo despacio. -Sí, tienes razón, quizá después tengamos otro hijo. —sonreí viendo cómo se sentaba en l
Levanté una ceja sin quitarle la mirada de encima mientras me acercaba a ella, pero sentí en mis hombros las manos de Jasón evitando que siguiera avanzando. Respiré hondo tratando de calmarme, ya decía yo que cuando me pasa algo bueno después me pasa algo peor. -¿Anahí? Wow…te ves muy bien, hola. —rodé mis ojos quitando las manos de Jasón y miré a papá ignorando por completo a Sonia. -Sin rasguños, jalones de cabello, armas o cualquier herida grave. —dijo papá mirándonos y le hizo una señal con su mano a los chicos para que se quitarán. En cuanto se alejaron me abalancé hacia ella, al estar en el suelo me coloqué encima golpeando su rostro con mi puño un par de veces hasta que me hizo girar, cubrí mi rostro con mi brazo antes de darle un golpe en la garganta que la hizo quitarse de encima, al levantarme pateé una y otra vez su abdomen hasta que sentí que me levantaron alejándome de ella. -¿Qué está pasando? ¿Por qué mi*rda no las detienen? —Matt les gritó mientras me sujetaba con fu