-¿Le pediste ayuda a Jasón? A la próxima que quieras que las cosas salgan cómo esperas dile a Carmen o a Marcus. —él sacó las esposas de la canasta y mordí mi labio negando despacio. —no usaré eso…tengo un pequeño problema con estar esposada o atada… -Pero no es necesario que las uses tú. —levanté mi ceja mirándolo curiosa y me acerqué a él colocando mis manos en su pecho. —estoy dispuesto a probar esto en mí, úsame a tu antojo. -¿En serio quieres que te ponga las esposas? —sonreí bajando mis manos al borde de su playera, pero antes de levantarla sujetó mi mano entregándome las esposas. Se quitó la playera aventándola a alguna parte de la habitación, mientras él terminaba de desnudarse yo disfrutaba de la vista de su abdomen marcado y reí sonrojada cuando se dio cuenta que me lo estaba comiendo con la mirada. -¿No crees que tu ropa está estorbando demasiado? —el tono de voz se volvió más ronco y cuando acercó sus manos para levantar mi blusa coloqué las esposas en una de sus muñecas
Ambos estábamos en la cama, la tenía abrazada de la cintura acariciando suavemente su vientre con la yema de mis dedos, mordí su piel antes de apoyar mi mentón en su hombro haciendo que ella pegará más su espalda a mi pecho. Sonreí al escucharla suspirar y sentir su mano sobre la mía, levanté un poco mi cabeza para mirarla mejor. -Me hubiera encantado estar contigo durante el embarazo, estoy seguro de que te veías preciosa con tu vientre abultado. —sus ojos estaban cerrados y sonrió. —me da un poco de tristeza no haber estado durante tu embarazo ni en los primeros días de vida de Mateo. -Yo estuve en coma casi todo el embarazo así que tampoco disfruté de eso, pero el dolor del parto sí que lo sentí, fue lo que me ayudó a despertar y fue algo difícil verlo en la incubadora, pero ahora está muy bien, ambos estamos con él. —giró un poco su rostro mirándome y acaricié su mejilla asintiendo despacio. -Sí, tienes razón, quizá después tengamos otro hijo. —sonreí viendo cómo se sentaba en l
Levanté una ceja sin quitarle la mirada de encima mientras me acercaba a ella, pero sentí en mis hombros las manos de Jasón evitando que siguiera avanzando. Respiré hondo tratando de calmarme, ya decía yo que cuando me pasa algo bueno después me pasa algo peor. -¿Anahí? Wow…te ves muy bien, hola. —rodé mis ojos quitando las manos de Jasón y miré a papá ignorando por completo a Sonia. -Sin rasguños, jalones de cabello, armas o cualquier herida grave. —dijo papá mirándonos y le hizo una señal con su mano a los chicos para que se quitarán. En cuanto se alejaron me abalancé hacia ella, al estar en el suelo me coloqué encima golpeando su rostro con mi puño un par de veces hasta que me hizo girar, cubrí mi rostro con mi brazo antes de darle un golpe en la garganta que la hizo quitarse de encima, al levantarme pateé una y otra vez su abdomen hasta que sentí que me levantaron alejándome de ella. -¿Qué está pasando? ¿Por qué mi*rda no las detienen? —Matt les gritó mientras me sujetaba con fu
-¿Por qué una sorpresa? ¿Qué hice o qué? —fruncí mi ceño al detenernos. —chicos no es que desconfié de ustedes, pero a veces me dan miedo. —murmuré tratando de no sonreír. -No hiciste nada, enana. —dijo Diablo y quitó su mano de mi espalda. —ya puedes mirar. —cuando Tato quitó sus manos abrí mis ojos mirando el auto frente a mí. —es para ti, queríamos darte algo de lo mucho que nos has dado. -¿Para mí? Pero…es que es… ¡Jod*r ¡me encanta! —corrí al auto acariciando el cofre y al abrirlo solté un pequeño grito emocionada. —chicos…esto es demasiado, no creo que debería aceptar, de seguro les costó demasiado. -Lo reconstruimos durante todo este tiempo para distraernos, lo hicimos pensando en ti y bueno ahora que estás aquí podemos dártelo, tardamos en darte la sorpresa porque le agregamos unas cosas más. —dijo Tato abriendo la puerta trasera y al asomarme reí levemente al ver el asiento para bebé. —le pusimos una tablet, aunque ahora es muy pequeño para eso, pero después le va a gustar,
*Narra Matt* Cuando Anahí se fue aliste las cosas de Mateo para salir e ir a la empresa de mi padre, ya que tenía algo que hablar conmigo. Al llegar las miradas se posaban en mi hijo y en mí, pero no quise alzar la voz para no asustar a Mateo, así que solo me dediqué a seguir caminando, al subir a su oficina fruncí mi ceño al ver una cabellera pelirroja en una de las sillas. -Buenas tarde, ¿para qué me necesitas con tanta urgencia? —al ver la silla girarse apreté mi mandíbula. — ¿qué hace ella aquí? -Hola Matt…también me da gusto verte. —ella se levantó acercándose a mí para abrazarme, pero se detuvo al bajar la mirada y ver a Mateo. — ¿Ese bebé es tu sobrino? No sabía que Alexa había tenido un bebé, felicítala de mi parte. —acercó su mano a la cabeza del pequeño y la sujeté antes de que pudiera tocarlo. -No tienes por qué estar enterada de la vida de mi hermana, pero no, no es su hijo…es mío, Nadia. —quité su mano bruscamente y caminé unos cuantos pasos más para quedar frente al e
Le pedí a la secretaria de mi padre que nadie nos molestara antes de entrar a la oficina azotando la puerta. Mi padre me miró confundido, pero después su rostro se endureció haciendo un ándame para que me sentara frente a él, pero negué despacio respirando agitado. -¿Es verdad lo que ella me dijo? ¡¿Me engañó con mi hermano?! —pregunté molesto apoyando mis manos sobre el escritorio. —quiero la m*****a verdad, ¿por qué no me dijiste nada? quedé cómo un imbécil, se burlaron de mí. -Primero cálmate y siéntate. —respiré hondo tratando de calmarme y me senté frente a él. —lo que vi fue a esos dos en la oficina teniendo sexo, ellos dijeron que se iba a terminar en ese instante, pero no fue así, en cuanto me enteré le cerré las puertas de la empresa y de nuestra familia, le pedí que te dijera la verdad, sin embargo, cuando se fue no me atreví a decirte la verdad…por eso insistí en que te alejarás de ella. -¿Sabías que no abortó? ¿qué tuvo una hija mía? —negó despacio frunciendo su ceño e h
-¿De quién? ¿De Liam? Él está muerto, nos aseguramos de eso. —negué despacio subiendo al auto. —tampoco me agrada la idea de ayudarla, pero es nuestro trabajo. —murmuró subiendo al auto y condujo hacia el departamento cuando le di la dirección. -Él no es quien me preocupa, en cambio Joel sí, pudo darle instrucciones en caso de ser arrestado y eso es algo que no me deja de rondar en la cabeza. —miré por la ventana suspirando. —vine aquí no solo porque Matt habló conmigo, lo hice porque no pienso dejar que por mi culpa les vuelvan a hacer daño, en todo caso de que sea algo que tenga que ver con ese id*ota. -No creo que se trate de algo así, le diré a los chicos que estén atentos. —se estacionó frente al departamento, bajamos rápido entrando al lugar. Después de pedir información en la recepción nos dieron la llave y subimos a su piso. —creo que esto va más allá de ti. —murmuró al leer un mensaje que le llegó. —Frank dice que acaban de llamar para pedir el rescate, quieren trescientos m
Bryan nos dijo que solo estaba uno así que entramos sin hacer ruido, Marcus lo sometió sacándolo de la casa y dejándolo encerrado en la cajuela del auto. Cuando él regresó bajamos por unas escaleras hasta el final de un pasillo en donde se escuchaba la voz de algunos discutiendo. Sentí una palmada en mi hombro y relamí mis labios antes de darle una palmada a Marcus en su hombro derecho, al hacerlo él golpeó la puerta con fuerza. -¡Arriba las manos! ¡Suelten sus armas! —les ordenó apuntales y entramos detrás de él. —antes de que aprietes ese gatillo te volaré la cabeza y créeme que lo voy a disfrutar. —amenazó al tipo que tenía el arma apuntando en la cabeza de Enrique, el cual estaba atado en la silla llenó de golpes. Cerré mis ojos disparando cuando el sujeto le apuntó a Marcus y al abrir mis ojos me di cuenta de que le disparé en su mano, guardé mi arma detrás de mi espalda sintiendo el temblor en mis manos. -¿Tienen todo controlado? —pregunté y en cuanto me dijeron que si salí ráp