Entonces el teléfono de Dereck se escuchó sonar al mismo tiempo que los padres de Kiara estaban siendo sacados de la mansión por dos miembros del equipo y Dereck tosió, antes moverse adolorido por los impactos, que aunque no habían perforado su piel gracias al chaleco antibalas si dejarían grandes moretones.

— ¿Estás bien? — Preguntó Jared preocupado, levantándose un poco para mirarlo a los ojos.

— Si. — Respondió Dereck y Jared soltó un enorme suspiro de alivio, quitándosele de encima para asegurarse que realmente ninguna bala hubiera impactado en otra parte que no fuera en el chaleco, porque había corrido tan rápido hacia Dereck para evitar que le pudieran seguir disparando o que Máximilian se diera cuenta que tenía el chaleco que no pudo ver nada más en ese momento, pero las tres balas estaban ahora incrustadas en el chaleco.

— Afortunadamente tomaste precauciones y tuviste mucha suerte hijo, porque esto pudo salir muy mal. — Espeto Jared tendiéndole la mano a Dereck, agradec