La respiración caliente del CEO recorría el blanco cuello de la atrapada pelirroja, miles de sensaciones recorrían su cuerpo. Ese hombre se estaba volviendo un peligro para ella. — Tú... ¿Estás molesto por qué no te dejé unos billetes en la cómoda? Los azules ojos de la joven parpadeaban ante la fiera mirada verde. — Ahhhgrr... Te juro que a veces me dan ganas de apretarte ese cuello delicado tuyo. ¿Te estoy preguntando por qué te fuiste sin siquiera despedirte de mí? Me dejaste dormido como a una mujerzuela, ¿Qué te da el valor de hacer semejante barbajada? Estoy esperando tu respuesta. — Yo... Tenía que ir a mi departamento a prepararme para venir a trabajar — El hombre la seguía mirando fijamente. — No te olvides que tengo responsabilidades que no puedo dejar de lado. — Si me hubieras despertado yo te habría llevado a tu departamento, pero en lugar de eso escapaste con todo y el cobayo. ¿Te parece que hiciste bien? Piensa bien tu respuesta. — Estabas profundamente
El CEO y la asistente llegaron por fin a la reunión, el socio que vieron era muy profesional y también llevaba a su asistente. Una vez que trataron los asuntos importantes, los CEOS desayunaron, así mismo Emma y el asistente Diego Palomares hicieron lo mismo en la mesa contigua, ellos conversaban acerca de sus puestos. — ¿Qué ha pasado con él asistente Rogelio? Seguro que el hombre terminó en algún psiquiátrico, su carga de trabajo con él exigente CEO Mendoza era gigantesca. — Nooo, nada de eso, él se quedó está vez en la oficina, aunque si parecía estar lleno de trabajo. Diego de pronto sintió pena por haber hecho ese comentario, se rascó un poco la nuca antes de decir. — Bueno... Aunque se rumora que ese asistente es el mejor pagado de todo el país, escuché que tiene prestaciones privilegiadas, y que en unos años tendrá en sus manos una pequeña fortuna. ?Te imaginas lo que tendrá en su cuenta bancaria para cuando se retire? Ahhh... Que suerte de asistente personal
El CEO por fin había sabido por qué esa noche Emma estaba tan mal, era a causa de la mala experiencia que había vivido con ese bastardo mujeriego. Y también supo que ella siempre lo ha tenido en su corazón. Eso tranquilizó su corazón. Al llegar a la compañía, apenas entraron a la oficina, el asistente Rogelio le dió un mensaje. — CEO Mendoza, el enviado que representará los intereses de su abuelo ya está en la empresa, dijo que apenas usted volviera se presentaría personalmente con usted. — ¿Ya está aquí...? — El empresario pensaba que su abuelo estaba actuando de forma rápida, y que seguro tenía un plan de respaldo. — Llámalo, dile que venga a verme. — Ordenó en su modo presidente, ese que te hacía erizar la piel. — Te traeré un café, enseguida vuelvo. — Emma se ofreció a llevarle un café para que se relajara, lo sentía estresado aunque el no se lo quisiera dejar ver. El hombre asintió y se concentró en su computador. Necesitaba saber que era lo que el viejo amo de los
La mirada verde esmeralda de Rafael estaba encendida. Su dominante personalidad no admitiría que su desnegociado e irresponsable primo, que solo se dedicaba a pasarla bien alrededor del mundo. Posara sus ojos en su amada Emma. Ricardo recordó que su abuelo había mencionado a una asistente por la que Rafael había decidido cancelar su compromiso con Joana Montez, y que incluso canceló un millonario negocio de dos mil quinientos millones de dólares porque los posibles socios le habían faltado al respeto. — ¿Entonces es ella la mujer por la cual cancelaste tu compromiso? Hmmm... Debo reconocer que es muy hermosa. Pero... Vale la pena perder un negocio millonario, una fusión billonaria, y tú relación con el hombre que te crío después de la muerte de tus padres. Emma, que no estaba enterada de la ruptura de Rafael con su querido abuelo, saltó de su silla para hablar. — ¿De que está hablando tu primo, Rafael? Tu abuelo es lo que más quieres, el te crió y te dió el amor que te hacía f
La bella pelirroja quería ser la dueña de ese apuesto hombre, quería sentirlo suyo. De pronto las palabras brotaron de sus labios por si solas. — ¿Quieres ser mi novio, Rafael? El CEO jamás en su vida pensó en que se le declararan de esa manera. Mucho menos ella, su hermosa Emma. — Debes saber que soy un hombre decente, si acepto será como una antesala para que me desposes. No puedes utilizarme y después botarme. Tengo una reputación que cuidar. Emma sonrió, ese CEO era todo un caso, ella jamás lo dejaría ir, ni lo botaría como si no le importara. — Prometo que no lo haré, siempre te voy a cuidar y a tu reputación también si aceptas ser mi novio, ¿Qué me respondes? — ¿Cómo? ¿Piensas declararte así nada más sin ni siquiera invitarme a una romántica cena? Me estoy comenzando a sentir... Barato y usado. — El CEO retrocedió y se mostró indignado. — Oh... Cariño, no era mi intención hacerte sentir así, ahora mismo reservaré un lindo restaurante, pasaremos una hermosa v
El gemelo Lombardi apretó su vaso con todas sus fuerzas, de no haber sido por qué era extremadamente grueso. Lo habría roto y se habría terminado cortando. — Entonces... ¿Harás las cosas correctamente con ella? Emma no es una mujer con la que puedas jugar y botarla, tampoco la puedes convertir en tu amante. Lo sabes, ¿Cierto? — La voz del gemelo era sería y fría. Los demás hombres presentes no entendían que sucedía. Se suponía que Doménico debía estar feliz por qué su amigo no iba a cometer suicidio en vida. — A ver un momento ¿Qué está pasando aquí? — Aleksey Ivanov estaba muy intrigado con el asunto. Las reacciones de sus amigos no eran nada normales. — Emma me gusta, se lo he dicho a Rafael. No soy un hombre que se ande por las ramas, pero al parecer ellos... Han decidido estar juntos. — La confesión tan directa de Doménico, dejó sorprendidos y sin palabras a los trillizos Ivanov, era verdad que el CEO Lombardi no se andaba con medias tintas. — Eres mi amigo desde
En el departamento, Emma se había alistado para la cena con Rafael, ella estaba preciosa en un vestido verde esmeralda de falda amplia a las rodillas. Unas lindas zapatillas de pulsera le hacían juego, ella se estaba poniendo los aretes cuando tocaron a su puerta, la pelirroja se apresuró a abrir. — Pasa Rafael, ya casi estoy lista, solo traigo mi bolso y podremos irnos. Más sin embargo apenas terminó de decir las palabras, como un hombre demente Ethan la tomó por los hombres fuertemente con toda la intención de atacarla. — ¡Creíste que me ibas a perjudicar y que no iba a tomar venza, eh! ¡Te voy a hacer pagar por haberme arruinado la vida maldita zorra mojigata! — Ethan... Sueltame, ¿Después de haberme mentido por tres años y no decirme que eras casado, todavía te atreves a venir a reclamarme? ¡En verdad que eres un cara dura sin vergüenza! — ¡Yo no tengo la culpa de que seas una mujer estúpida y que no te hayas dado cuenta de la verdad! !Ahora he venido por lo que p
Mientras el CEO Mendoza esperaba información en la sala de espera, se escucharon varios pasos de zapatos de cuero caminar por el pasillo. El CEO ruso Alexander Ivanov y sus hermanos, Aleksey y Alexandro, llegaban a la clínica, pero como ellos todavía se encontraban en el bar, los hermanos Lombardi habían escuchado lo sucedido y también habían decidido venir. — Rafael, ¿Qué ha pasado? ¿Cómo está Emma? Alexander preguntaba pero en realidad todos querían saber cómo se encontraba la joven pelirroja. — Alexander, ¿Había necesidad de que trajeras un ejército contigo? — El CEO Mendoza mal miró a su amigo. — Disculpa Rafael, estaban cerca cuando me llamaste y escucharon lo que pasó, me fue imposible deshacerme de ellos. Pero dinos, ¿Qué fue lo que pasó? — El Miserable de Ethan Mendía, un ex novio de Emma que la engañó, era casado y nunca se lo dijo. Ese infeliz la atacó y estaba a punto de... — No lo digas, está bien, entendemos. — Alexander Ivanov puso su mano en el hombro