Parker la mira con una mezcla de nerviosismo por no saber cómo va a reaccionar Caroline y, a su vez, con determinación para que ella vea que es real y no es una broma lo que él le ha confesado. Al verla pasmada, toma una profunda respiración para continuar hablando.—Desde que te conocí, he sentido algo especial, Porti. Eres tan diferente a las otras mujeres y tienes un corazón tan bueno... Me pareces una mujer maravillosa—Ay, Parker…— Caroline habla con un hilo de voz, perpleja con esa confesión.—Déjame hablar, por favor—. Parker lleva sus manos a la cabeza y jala ligeramente su cabello por el estrés que siente porque nunca había sentido algo especial por una mujer. —Me gustaría pensar que hay algo más entre nosotros que una amistad y un matrimonio falso—. Desconcertada, Caroline no había visto esto venir, ya que considera a Parker como un amigo cercano en quien confiar.—Parker…— Lo nombra, intentando encontrar las palabras adecuadas para hablar sin lastimarlo, porque ella lo esti
Caroline llega al evento, acompañada de dos escoltas. Lleva seguridad porque no confía en Berenice y sabe que en cualquier momento puede hacerle una jugada sucia. Jamás había estado en un evento de esta categoría; rodeada de tanto lujo y personas importantes, siente náuseas. Aunque en su rostro muestra serenidad y camina con elegancia, ella no había mostrado su talento a nadie, solo a Graciela, sus hijos, Lisandro, Parker y Patrick; el resto ha estado ocultado y no sabe qué reacción pueden tomar las personas con sus dos creaciones.—Caroline está demorando demasiado—, Lisandro está ansioso. Ya deben iniciar la presentación, pero él la ha atrasado esperando a Caroline.—Señor Caristeas, los invitados están impacientes—, dice la encargada de hacer la presentación, preocupada.—Pueden esperar un poco más; la señora Evans no ha llegado—, responde Lisandro, elegante en su traje ceñido a su cuerpo, bien peinado y perfumado, esperando a la mujer que lo vuelve loco.—Lisandro, quizás la señor
Caroline y Parker parecen una pareja de verdad. Están muy juntitos y sonrientes, mientras que Lisandro se siente prisionero del dolor. Todos los invitados están atentos a lo que el Museo les ofrece. La música, los aperitivos y las bebidas son lo justo para la especial ocasión. Sin embargo, Caroline no deja de sentir temor, aunque Parker está a su lado.—Todo va a salir bien, es tu momento—, le propina un beso en la mano, haciéndola sonreír. Claramente, ella siente la mirada fulminante de Lisandro Caristeas, pero no lo quiere mirar, no por ahora.—Por Dios... Siento que el piso tiembla. No sé si estaría bien revelar mi identidad—Claro que está bien, es tu momento—. Parker la abraza, y Lisandro tensa la mandíbula.Una de las piezas más añoradas en el Museo será subastada para recaudar fondos y ser dada a las fundaciones más vulnerables. La subasta inicia y la pareja observa en silencio, pero aquel momento fue interrumpido por Berenice, quien no soportó más y se acercó a la pareja junto
El dolor de cabeza que siente Lisandro le provoca un leve mareo, por lo que siente que no puede estar más de pie. Lamentablemente, no pudo terminar de ver la presentación de Caroline. El hombre, como pudo, sale de la sección y se marcha a su oficina para poder estar tranquilo y así respirar un poco.Para Caroline, la acción de Lisandro fue inaceptable, y más al ver cómo la entrometida Pirsila se marcha tras él. Taylor, como pudo, terminó su presentación. Lo que ella no esperaba era que su arte causara revuelo y una buena oferta. Al preguntarle quién es la creadora de una pieza tan emotiva, ella mira a Parker como pidiendo auxilio, y él se acerca rápidamente.—Te ve pálida— le susurra al oído.—No me siento bien, tengo ganas de vomitar. Por favor, no digas que soy yo; es algo anónimo, y ya, te lo suplico—Pero Caroline, eso no es justo para ti—Te prometo que cuando me sienta bien, lo diré; por ahora—. Pasa saliva y trata de controlar su respiración agitada. —Necesito respirar—Es incr
—¿Y bien?— Caroline suelta un largo suspiro —tranquila— le propina un beso en la frente—¡Parker!— lo empuja levemente y él sonríe —dime la verdad por favor. ¿Qué sentiste?— la mirada de Taylor es intrigante —no te quiero ofender…— la toma de la cintura —¿A qué te refieres?— ella se suelta de su agarre, no le agrada para nada —ven aquí, eres una gatita— sonríe ampliamente y la vuelve agarrar quedando a escasos centímetros —gracias, has cambiado mi vida— la abraza muy agradecido —ay Parker, hablame bien porque no entiendo lo que me estas queriendo decir —cuando beso a Giselle me dan muchas ganas de follarla y la hago mía hasta el cansancio, pero sabes ella me aguanta el ritmo —¡Parker, eres un sucio!— se ríe aliviada por saber la verdad —gracias, tenias razon estaba confundiendo mis sentimientos— deja de abrazarla para mirarla a los ojos —uff te juro que me estaba muriendo del susto hasta ganas de orinar me dieron —que exagerada eres— se ríe a carcajadas —puedes estar en p
—voy saliendo señora Caristeas, trabajé hasta donde mas pude, salvaré mi pellejo ya que la señora Caroline me ha sentenciado y su hijo Parker no quiero terminar igual que mi compañero, hasta nunca— le cuelga la llamada —¡¡Hades!!— lo menciona con autoridad —¡Hades!— dice entre dientes —¿Qué te sucede querida?— Octavio se acerca a ella—¡A metros!— su respiración se agita y la cólera incrementa a cada segundoEn ese momento recuerda las veces que ha visto a Octavio hablar con Andrea y luego siente la sospecha del por qué él salió de prisión tan rápido por lo que lo voltea a mirar. —¿Por qué miras así?— le pregunta y luego la ve achinar los ojos —Berenice ¿Qué rayos te sucede?—nada querido— sonríe maliciosa —vamos a casa, hace tanto tiempo que no tenemos intimidad que este evento me hizo acordar viejos tiempos —¿Para qué? si dices que no sirvo para nada —lo sé, pero he cambiado de opinión ya que dices quererme y que se ha revivido el amor, entonces deberás mostrar esa pasión en
—Berenice, estás alucinando. Andrea y yo no somos nada y mucho menos es una agente, solo es una simple sirvienta con la cual tengo una amistad—¡Mientes!— espeto y camina hacia su armario donde saca su arma pequeña con silenciador y luego apunta a su esposo sin que le tiemble la mano —¡mujer no cometas una locura!— Octavio camina lentamente hacia la salida de la habitación —Luego de matarte a ti, iré por Andrea— sonríe —no sabes cuanto esperaba esto y como soy tan astuta para lavarme las manos. ¡Ni siquiera esa zorra que es un agente podrá conmigo— apunta directo al corazón —un paso mas y te disparo, ven y siéntate en la cama—¡prefiero huir maldita bruja!— él se canso de fingir y ahora vuelve a su estado natural —¡prefiero irme antes de morir en tus manos!— abre la puerta —¡Tú lo decidiste!— le dispara con firmeza haciéndolo caer al suelo y sangrar— ella se acerca para mirarlo de manera malévola y luego le vuelve a apuntar —te dispararía otra vez, pero recuerdo que solo tenía
—¿Y qué, acaso vas a llorar?j ¡Hazlo! de tu sufrimiento me alimento—eres una mujer tan despreciable que hasta tu voz estorba en mis oídos— Andrea se siente un poco acorralada, ya que ella tiene un cuchillo y Berenice un arma—Ven y hazme saber lo mucho que me desprecias ¿Quieres vengar la muerte de tu madre? aquí estoy, ¿Qué esperas?— la mira desafiante por lo tanto, Andrea agarra otro cuchillo, sabe que la provocación de Berenice es para que ella se acerque y así poderle disparar acertando que la matará —¿Te creés mucho porque tienes un arma? ¡Pero mis prácticas en la policía no son en vano— corre hacia el otro extremo de la isla de la cocina mientras Berenice no la pierde de vista, esta agarrando el arma con ambas manos porque le tiemblan—¿Ven aquí muerta de hambre? ¿Extrañas mucho a tu madre? ¡Ven que yo te envío con ella!— mientras que Andrea se maneja agilmente. Dewei, su compañero, quien ha estado escuchando absolutamente todo, va con un grupo especializados para salvar a A