Para Caroline, aquel juego picante con Lisandro le dejó la adrenalina al máximo. Era algo que, aunque tenía nervios de hacer, le encantó. Sabía que podía disfrutar de él y revivir momentos candentes del pasado, pero en fin, su objetivo era atormentarlo y lo mejor de todo es que lo logró.Llega a su casa para recoger su pequeño equipaje y, para su sorpresa, Parker está con una chica platicando placidamente.—Buenas noches… ¿No habíamos quedado que nos veríamos en el aeropuerto?— La incomodidad de Caroline es algo que su ahora esposo se percata.—Te presento a Gisell— se apresura a decir.—Caroline— responde con seriedad y Parker achina un poco sus ojos. —Iré a mi habitación para cambiarme, no tardo— agiliza sus pasos.Pero no contaba con que al ingresar a su habitación, Parker la alcanzara y entrara sin pedir permiso. —¿Qué haces?— Ella se cruza de brazos.—¿Acaso estás celosa porque estoy con Gisell?— Parker sonríe.—Para nada— Caroline sonríe. —Me da igual con quién estés. Solo que n
—¡Patrick exijo una explicación!— Caroline mira a la señora Alana, quién continúa mirando a Caroline con asombro —Caroline… es difícil, debías esperar que te buscara— Patrick intenta acercarse a Caroline, pero observa como ella da un paso hacia atras —no te acerques— niega con la cabeza y se le salen las lagrimas —algo me ocultas y eso duele, te busque porque eres… eres importante para mí, se supone que nuestra amistad era sincera espere una traición de cualquiera, menos de tí —princesa por favor… no te vayas a ir, no sin antes explicarte el porque de todo esto, abuela por favor, déjanos a solas— le suplica—podre estar vieja nietecito, pero esa chica es identica a mi hija Cristina, ¿acaso es Cristina? —¿acaso me hija al fin no murio?— Alana siente la necesidad de correr hacia Taylor y abrazarla—lo siento mucho señora, usted esta confundida— se seca las lagrimas —mi nombre es Caroline Taylor, no soy su hija, creo que fue un error venir, esto… es demasiado— se gira para marcharse
Caroline está en shock con aquella información, aunque con más razón comprende la ayuda repentina que Patrick le dio desde que la conoció. Sin embargo, para ella es muy complicado aceptar que tiene familia, que Patrick es su hermano y Alana su abuelita.—El dinero no me importa, Patrick; es esto… el hecho de que seamos familia. Siento que voy a estallar con tantas cosas que me han pasado últimamente —Caroline no es fácil, pero aquí estamos nosotros y te vamos a apoyar para que puedas superar tus miedos —, dice Patrick, quien se siente tenso y necesita descansar.—Así es… además, mi hermosa Caroline, yo te puedo platicar todo lo que quieras. En fin soy bastante parlanchina, y lo que más deseo es que formemos una muy buena relación. Cualquier duda que tengas, yo te la puedo responder —, dice Alana, por lo que Caroline mira a Patrick y luego a Alana. El pánico quiere hacer estragos con ella, pero es algo que no se puede permitir.Por lo tanto, Patrick, al verla tan agitada y perdida en
—Lisandro, hijo, por favor, hablemos…—Berenice, ya no más. Quiero que no digas ni una sola palabra porque yo he tomado una decisión—, espetó con firmeza.—Perfecto, señor Caristeas—, habla el abogado, al saber que está dispuesto a ceder a las peticiones de su cliente Georgiou.—Al despacho, por favor. Sígame, abogado. Lamento el escándalo—, señala hacia el pasillo que conduce hacia el despacho. Para Berenice, es una gran humillación bajar de rango luego de ser de la alta sociedad. Siente odio hacia Irene y piensa en las mil formas para que Lisandro no firme.Andrea, quien escuchó a escondidas, aprovecha que Berenice está de espaldas y sale como si nada. —Señora Caristeas, la cena está lista. ¿Desea cenar?—¿Me ves con cara de querer comer?—, pregunta con prepotencia.—Entendido, señora. Le pido permiso—. Aunque Andrea se muestra tranquila, está feliz al saber que Berenice perderá cierto poder económico.—¡Alto ahí!—, le ordena a Andrea, quien, antes de girarse, sonríe maliciosamente
—Estoy ocupado. ¿Qué parte no entiendes?—¡Quita tus putas manos de mi mujer!1—¿Tu mujer?—. Parker entiende por lo que le propina una estocada más a Gisell y sale de ella, haciéndole con su mano libre una señal de silencio, dejando a la mujer antojada de más.—Te recuerdo, Lisandro, que es mía y sabes… de lo que te perdiste porque es perfecta—¡Callate! Escúchame muy bien, Parker. Ahora soy un hombre libre y te juro que Caroline volverá a mis brazos—Lo dudo—. Sonríe para hacerlo enojar.—¿De verdad piensas que voy a soltar a Caroline? No, hermanito, no estás ni tibio. Es la mujer más hermosa y sexy que he tenido. Ella es feliz a mi lado—Te equivocas, no lo es. Mis razones me las reservo. Solo te llamaba para decirte que necesito que nos veamos personalmente, pedazo de idiota—. Le cuelga la llamada porque la ira se apoderó de él. —¡Estúpido Parker!—. Gruñó caminando de un lado a otro, para luego salir del despacho sin soltar su móvil. Para su desgracia, Berenice está en el sillón acos
Lisandro, a pesar del estrés y ese fuerte dolor de cabeza, le cumplió a Caroline con ir a cuidar a los niños, y de hecho, fue lo mejor porque el tiempo compartido con sus hijos le hizo despejar la mente. Sin embargo, al quedarse sus hijos dormidos, la soledad lo azota, y más sin saber lo que le espera el día de mañana.—Caroline… no sé qué hacer, siento que te necesito en mi vida, pero a la vez siento que no podré ser así, me dejarás, te olvidarás de mí ahora que estás con Parker. ¡Joder, me confundes! ¡Vuelves mi mundo de cabeza con tu rechazo, luego me vuelves a buscar y no sé qué pensar! ¡Joder, maldita sea mi mente que no quiere recordar todo aunque yo lo deseo—. Suelta un largo suspiro.Al día siguiente es un día lleno de tensión. Los tres accionistas deben hacer presencia en la reunión del museo del arte. Lisandro está dispuesto a hacer bien su trabajo para remediar sus errores. Después de todo, depende de ese trabajo mientras que Bastian aparezca para que le diga dónde está est
—No puede ser…—. A Lisandro por poco y se le cae la mandíbula al ver a Caroline, quien tiene puesto un espectacular vestido color blanco ceñido a sus curvas que le llega hasta sus tobillos, su escote es strapless, por lo que deja relucir su hermosa y apetecible color de piel trigueña. Su cabello peinado de manera elegante, un recogido muy sutil que hace perfecta combinación con el vestido, y que decir de su maquillaje, literalmente parece una muñeca de porcelana. Hasta Parker babea por ella.—Buenas tardes, familia Caristeas y Georgiou. Soy Caroline Evans Taylor, hermana de Patrick Evans—. Se presenta muy educada y termina de ingresar, sintiendo el tenso ambiente.—¡Imposible!—. Berenice es la primera en protestar. —¡Maldita mujer! ¿Acaso también te acostaste con Patrick para ser heredera?—. La empieza a ofender.—¡Berenice…!—. Parker la iba a defender, pero Caroline alza su mano interrumpiendo sus palabras.—Querido esposo—. Se acerca a él y le propina un beso en la mejilla derecha,
—Señora… —comienza a hablar Saul.—¿Qué? ¿Acaso no has escuchado mi orden?—. La mira con furia, por poco botando chispas.—Es que… no creo que nos dejen entrar a la mansión Georgiou. Esto está lleno de escoltas—.—¡No me importa! ¡Nadie, pero nadie es más poderoso que yo!—. Camina hacia la salida del museo como si fuera la gran señora, la reina, mientras es seguida por su escolta Saul. Al llegar al auto, Saul le abre la puerta y Berenice ingresa para luego mirar el museo sintiendo recelo.—Me las vas a pagar, Caroline. Te voy a dar por donde más te duele. Eres una plaga que necesita ser exterminadaMientras tanto, en la sala de juntas, Lisandro no puede evitar mirar a Caroline y la señora Francisca se percata de ello.—Lisandro—. Lo menciona y él dirige su mirada a ella. —Que sea la última vez que Berenice Caristeas pise este museo—Estoy de acuerdo con usted, señora Georgiou—. Le apoya Caroline. —Volviendo al tema de la empresa, mi hermano me comunicó todo lo relacionado. Además… sé