Ivanna KridmmanMaximiliano, Ashley y yo; estábamos en casa de Ethan, esperando a Valerie y Hailey, que se habían trasladado hasta el aeropuerto a buscar a Jordan y Abigail, que llegaban de los Ángeles. ─ Tío, Jordan. ─ Gritó la niña y salió corriendo al ver a su tío, Jordan. Él al verla correr la levantó en el aire y le dio una vuelta, para después colgarla sobre su cuello, darle una voltereta y llevarla nuevamente al suelo para que la niña corriera hacia su tía Valerie y su abuela Hailey, a saludarlas también. Junto con ver a Jordan, me di cuenta del dolor que tenía encerrado. Nos miramos fijamente a los ojos, sabía que él, me necesitaba y me dolía no haberlo podido apoyar. Ambos nos acercamos y sus brazos rodearon mi cintura con fuerza, guiándome hasta su pecho. ─ Te extraño, pequeña. ─ Murmuró abrazándome, escondió su rostro en mi cuello, yo también lo abracé para reconfortarlo, lo conocía muy bien y sabía que me había necesitado todo este tiempo. Me solté de su abrazo,
Ivanna Kridmman─ Toma ─ le dije a Jordan, sirviéndole un vaso de Whisky al igual que a Maximiliano y otro vaso para mí. Seguíamos en la cocina, pero ya todos se había acostado. Ashley, se había quedado dormida con la Tablet y Maximiliano, la guardó y abrigó a la niña, en la habitación que ella misma había seleccionado para decorar como suya. La niña, estaba muy emocionada con lo de las decoraciones y los cuatro días que llevábamos en la casa de mis padres, ella se la pasó de compras en las tardes con su tía Valerie y su abuela Hailey, para decorar la habitación; pero ahora estaba buscando también cambiar la cama y aunque esto era una buena señal para que se acostumbrase a dormir sola, se estaba volviendo demasiado efusiva con lo de las decoraciones y había que controlarla, porque estaba muy acostumbrada a que la complacieran en todo. ─ Hablemos primero de los resultados de Ethan. ─ le dije a Jordan.─ Hay una disminución de glóbulos blancos, plaquetas y también hay una ane
Ivanna Kridmman.─ Me contarás ¿Qué fue lo que sucedió con Abigail? ─ Pregunté y Jordan, tomó una bocanada de aire observándome.─ Abigail, no puede entender lo que siento por Lissie y ella, solo desea que la amen con la misma intensidad, ─ murmuró Jordan, pasando sus manos por su cabello. ─ Y ¿No la amas con esa intensidad que amas a Lissie? ─ Le pregunté directamente y Jordan, ahora pasó sus manos por su cara y luego por su cabello.─ Tú mejor que nadie me conoces, Ivanna. Al igual que yo, te conozco a ti. Nadie podrá reemplazar este amor que siento por Lissie. ─ mencionó, Jordan.─ Porque te conozco es que te lo pregunto, Oso. Creo que tú lo que tienes es miedo que Abigail, logre ganarse tú corazón, con la misma intensidad con la que se adueñó Lissie, de él. ─ Alegué y Jordan, me observó fijamente.─ No lo creo, Ivanna. Tú y yo, éramos muy felices con la relación que teníamos; nunca me exigiste nada y yo, estaba dispuesto a todo, porque respetabas mis sentimientos po
Ivanna KridmmanMaximiliano y yo, nos sentamos en el sofa. Él acomodó mi espalda sobre su pecho y Jordan, se acomodó a mi lado mientras tomaba mi mano y entrecruzábamos los dedos. Sabía que necesitaba la fortaleza necesaria, esa parte de su historia a él, no le agradaba contarla; siempre le traería malos recuerdos. Abigail, Samuel y Valerie, se acomodaron en otro mueble y esto me dio entender que Jordan, no arregló sus problemas con la modelo.Hailey y Andrew, se sentaron en el mueble que estaba frente a nosotros y mis padres también fueron invitados por Jordan, aunque mi madre ya conocía la historia y la pequeña Ashley, estaba en su horario de clases académicas. Levanté mi rostro y observé a Maximiliano, él presionó más su abrazo sobre mi espalda, besó ligeramente mis labios y nos acomodamos esperando el relato de Jordan, el cual no le había contado todavía a Hailey, ni a sus hermanos los detalles de su infancia y lo haría aquí junto a todo el vínculo familiar.Jordan, m
Ivanna Kridmman.─ Ivanna, recuerda que la próxima semana inicias a trabajar también en la clínica donde trabajamos todos los de la familia, no se te olvide enviar hoy las guardias que tienes en el hospital para que no choquen los horarios, ─ pronunció Maximiliano. ─ Se me había olvidado por completo, hay que volver hablar con Ashley, serán más horas sin nuestra presencia ─ le dije a Maximiliano. ─ Ya hemos hablado con ella, amor. He pensado colocar a la niña en otras actividades para que su mente esté siempre ocupada, quizás que aprenda a tocar un instrumento musical ─ sugirió Maximiliano.─ Me parece bien, tú y yo tocamos la guitarra, pero deberíamos preguntarle primero si es de su agrado ─ propuse─ Me parece bien, amor. ─ Respondió Maximiliano, en el mismo momento que mi teléfono repicó y lo observé, era Aleina, teníamos la costumbre de hablar casi todos los días, sobre todo desde que Jordan, había terminado conmigo. A ella y a Roger, no le agradó tal situación y ninguno de
Ivanna Kridmman─ "Ellos tienen más problemas que tú y yo juntos y ningún hombre infiel vale la pena para que tú te desborones de esa manera. Observa a todos estos niños, ellos son unos guerreros, porque luchan día a día por sobrevivir y nosotros también lo somos, porque luchamos con ellos para mantenerlos con vida. Somos guerreros, Ivanna. No se te olvide nunca, guerreros hasta el final. ─ Aseguró Lissie" ─ Y desde ese día los niños y ese lema de ella se estancó en mi alma, no solo para no dejarme vencer, sino para tomar mi vida desde otra perspectiva. Pero la insistencia de Maximiliano, las llamadas de mi padre a mi madre, contándole lo mal que iba el matrimonio de mi hermana. Mi madre contándomelo, no me facilitaron la tarea para nada. Ya no me hundía en el alcohol, pero sí en los brazos de Jordan y Lissie. Otras veces me iba para el departamento de Roger y Aleina, pero allá no me sentía igual que en el departamento de Jordan y Lissie. También eran mis amigos, pero no er
Ivanna Kridmman─ "Nos vamos en taxi, porque seguramente ninguno de los dos estaremos actos para conducir. ─ Musitó, no hice reprensión a su propuesta, porque estaba de acuerdo con él. Caminó rodeando mi cintura y salimos de su apartamento, él con el teléfono en su mano llamando a una línea de taxis y yo un poco más complacida por haber logrado sacarlo de su cama. El club estaba bastante concurrido, pero Jordan, era muy conocido. A menudo nuestro grupo de amigos visitábamos este lugar. Nos guiaron hacia una de las zonas VIP y enseguida me acomodé en el mueble. ─ Si me hiciste venir a este club, es a bailar, Ivanna. No creas que te quedarás tiesa en el mueble de esa mesa. ─ Protestó mi amigo. Sonreí, ya que yo era la menos bailarina del grupo, pero bueno, ahora estábamos los dos solos. Nuestros amigos, Roger y Aleina, les dio por casarse y mudarse a New York.─ Si tú lo dices, entonces bailemos un rato. ─ Sonreí, levantándome para dirigirnos a la pista de baile.
Ivanna Kridmman─ ¿Podrías decirme que hacemos en una plaza? ─ Le pregunté a Maximiliano, al ver que estacionaba el vehículo en plena plaza. ─ ¿Recuerdas esta plaza? ─ Me preguntó. ─ Por supuesto, es la plaza donde solíamos venir, ─ le respondo mientras él, sonríe guiándome hacia un frondoso árbol, que tiene una cascada de ramas que hacen como especie de una cueva donde sus hojas y ramas no dejan ver nada de afuera hacia adentro, es decir, hacia su tallo. Maximiliano, abrió unas de las ramas como si fuesen unas cortinas para que pudiésemos ingresar, recordé que esto lo hacíamos cuando niños para jugar al escondido y cuando adolescentes para estarnos toqueteando alejados de ambas familias, pero ahora, estábamos bien grandecitos y no necesitábamos para nada buscar un refugio para adolescentes inexpertos. ─ ¿Qué hacemos aquí? ─ Le pregunté al notar que se sentaba a los pies del árbol y me llevaba hasta su regazo.─ ¿No te trae recuerdos este lugar? ─ Preguntó con una sonr