Ivanna Kridmman Ethan, llevaba tres horas en el quirófano y eso era una clara señal que había una complicación. Mi madre y yo, estábamos hechas un mar de nervios a pesar de que yo trataba de controlar los míos para fortalecer más a mi madre. Hailey y Valerie, llegaron y ambas le daban ánimos a Samantha. ─ ¿Ashley? ─ Les pregunté a ambas.─ Está con Abigail. ─ Respondió Valerie, asentí dirigiéndome hacia uno de los muebles, lo único que podíamos hacer era esperar. Maximiliano, se sentó a mi lado y rodeó mis hombros llevando mi cuerpo hacia el suyo para confortarme. ─ Todo va salir bien ─ mencionó sobre mi cabello, pero ambos sabíamos que algo no andaba bien, que esta era una clara señal de una complicación, observé mis manos un poco temblorosas por los nervios. ─ Vamos al cafetín ─ me dijo Maximiliano, levantándose y extendiendo su mano.─ No tengo hambre ─ le informé con los nervios a flor de piel.─ Vamos por un té tranquilizante para ti y les traemos a nuestras madres
ABIGAIL GHILL.Me sentía sudada, pegajosa, la plaga estaba dejando marcas sobre mi piel, observé las ronchas, esto no era nada bueno para mi carrera; tenía un contrato por un año en los Ángeles y había solicitado un mes de descanso. Cuando Michael, me propuso hace dos días que probáramos en ese mes que tal nos iba juntos en su mundo, no lo pensé dos veces. Esa noche la pasamos en un hotel y al otro día, todavía muy oscuro ya me estaba montando en su avión privado, sólo sabía que sería un largo viaje, pero desconocía en su totalidad el destino; lo único que escuchaba era que este sería un hallazgo muy importante para la ciencia. ─ Creo que la Barbie, necesita cambiarse ─ sonrió una de las mujeres que estaba en el equipo de trabajo de Michael, entregándome una muda de ropa que parecía más para un hombre que para una mujer, otra de las chicas me entregó unas botas de trabajo con un plástico sintético horroroso.─ Creo que prefiero usar mi ropa y deportivos ─ le indiqué a la mujer,
Maximiliano FreetmanIvanna, llegó al hospital y sus ojos estaban enrojecidos, seguramente despidiendo a Jordan, en el aeropuerto. Había una profunda tristeza en su rostro y eso me dolía, porque era por él. La observaba mientras se preparaba para ingresar al quirófano, teníamos una cesárea programada a riesgo ya que la paciente presentaba Preeclampsia con presión arterial alta, hinchazón en sus manos, pies y proteínas en la orina, no había avanzado nada en su dilatación; también debíamos atender unos cuantos partos normales, era el inicio de este día mientras a ambos nos esperaban otros pacientes en nuestros consultorios.─ ¿Estás bien? ─ le pregunté ya que su tristeza era muy profunda y sus ojos demasiado enrojecidos e hinchados como si ese llanto hubiese sido de toda la noche. ─ Sí, no te preocupes ─ respondió con una voz tan afligida como su rostro. ─ Esta tarde es la consulta de Ashley, con el Neurólogo ¿Será que puedes acompañarme? ─ le pregunté acomodándome la bata q
Maximiliano Freetman─ Desde que llegaste al Condado me ha sorprendido la interacción que tienes con Ashley y el amor que sienten la una a la otra ─ pronuncié observando como Ivanna, sonrió ─ Desde la primera vez que la vi ha sido así, recuerdo que Ashley, tenía seis meses cuando Gianna, visitó a mi madre y esa noche no me dio tiempo a salir corriendo para el departamento de Jordan. La niña esa noche estaba muy inquieta, lloraba mucho y Gianna, también se desesperaba; la escuchaba a ella y a mi madre en la sala, tratando de calmarla. Decidida salí de mi habitación y me acerqué hasta la bebé que tenía mi madre cargada y la tomé entre mis brazos, pensé que Gianna, protestaría. Pero no fue así y poco a poco se fue tranquilizando, esa fue la primera vez que durmió conmigo. ─ Pronunció y yo, solo elevé la mirada fijándola en la suya sorprendiéndome hasta con la mención de seis meses. Eso es mucho tiempo interactuando entre ellas y yo sin conocimiento de esa interacción.─ En realidad la
Maximiliano FreetmanLlegué nuevamente a la sala donde teníamos el equipo televisivo. Ivanna, había cambiado la película infantil por otra que no le presté atención, pero le había bajado el volumen, me acomodé a su lado, la atraje nuevamente a mi cuerpo acomodándola sobre mi pecho; ambos comenzamos nuevamente la lectura, no me importaba que fuese el diario de Gianna, aunque temía lo que podía descubrir en él, pero estos momentos me permitían tenerla así a mi lado, sin ella estarse escurriendo de mis brazos. Hoy es lunes solo faltan dos semanas para la fiesta de graduación. Valerie y yo, estamos preparando una gran fiesta en casa de los Freetman, cuando iba por uno de los pasillos de la escuela escuché a Valerie y Maximiliano, hablando de preparar una cena a Ivanna, para que Maximiliano, le pidiese que se casara con él, al cumplir los dieciocho años; es decir, eso sería en unos días y luego irse juntos a la universidad. Valerie, como siempre estaba eufórica y Maximiliano
Maximiliano Freetman. Mientras conducía hacia el hospital la escuchaba hablando con Jordan, quizás ambos aprovechaban este momento antes que el hospital los absorbiera, con gran alivio los escuchaba hablar de Ethan y de Ashley, pero no de ellos dos como pareja. Es como si ese tema hubiese quedado vetado para ellos, pero no me agradó saber que Jordan, llegaría en unos días después de la quimioembolización. Él era el médico tratante de mi suegro, pero no podía negar que prefería que se quedara lejos.─ Podemos consultar uno de los oncólogos de aquí ─ le sugerí a Ivanna, tratando de buscar una forma de alejar a Jordan, de su lado.─ No, prefiero que sea Jordan, el que siga llevando el caso de mi padre, hay demasiada confianza entre nosotros y Jordan, no me ocultaría nada ─ alegó, por lo menos en estas semanas ya hasta había dejado de llamarlo mi oso y eso me agradaba, aunque varias veces la había conseguido llorando, sobre todo cuando hablaba con su amiga Aleina, creo que se llam
Ivanna Kridmman Jordan, llegó de sorpresa lo esperaba en horas de la noche y no al mediodía. Apenas ingresó a la habitación de mi padre me abrazó y besó en los labios, me quedé observándolo ya que no entendí su proceder; él mismo había suspendido nuestro noviazgo y hasta donde yo había entendido era una ruptura, es decir, a partir de ese momento no seríamos novios y mucho menos después de que él me había informado que estaba saliendo muy seguido con Abigail. Ese día no entendí si me lo informó o me solicitó el permiso. Solamente me quedé callada, porque no podía negar que me había dolido y en ese momento también comprendí que mi noviazgo con Jordan, era la pared física que me separaban completamente de Maximiliano, hasta donde había comprendido la situación; esa pared ahora era inexistente y con pesar he ido descubriendo otra imagen de mi hermana, la otra pared que me separa de Maximiliano. Con esas dos paredes derrumbadas me sentía sin protección y pretextos para seguir rechazánd
Ivanna Kridmman & Maximiliano Freetman.─ ¿Te has acercado más a Maximiliano? ─ Preguntó Jordan, observándome.─ Sí, tú eras mi muro, mi pared contra él, cuando me dejaste pensé que iba poder convencerte que lo nuestro tenía futuro, pensaba en hacerte entender que tú no me amabas como amabas a Lissie y si yo te aceptaba así, tú podías aceptarme a mí con lo que te ofrecía. Pensaba que todo era cuestión de una o dos semanas y lo solucionaríamos. Antes de que todo sucediera y me viniera al condado estaba pensando darte una sorpresa, iba aceptar tú propuesta para casarnos en este año y para el próximo estaba pensando en dejar de cuidarme para darte ese hijo, que tanto deseas y hasta yo estaba pensando demasiado en eso, pero sucedió lo de Gianna, después lo de Ashley y mi padre, también la cercanía de Maximiliano y luego tú me abandonas y yo estaba muy mal, llorando demasiado y pensando como solucionarlo. Hasta pensé en darte la sorpresa para que volviéramos, pero, luego me llamas y