Sara de 11 años estaba sola en su casa mientras su mamá llevaba a su hermano menor de 7 años al hospital debido a un problema estomacal, su mamá dejo cerrando las puertas y la dejo en su habitación, lastimosamente ese día, un desgraciado sin corazón le arrebato la inocencia a ese ángel y le arruino la vida para siempre, en ese momento Carlos en otra ciudad tenía 20 años, estaba por cumplir 21 y ya era un hombre exitoso, físicamente atraía a cualquier mujer, su carrera en el ejercito era su pasión, aparte de eso también era un empresario muy reconocido en su ciudad y en otras ciudades de su país, vamos a ver como la historia de esta niña y este hombre que nunca debieron conocerse, cambian la vida de ambos.
Mi madre llego a la casa alrededor de las cinco de la tarde, la escuche llamarme, supe que iba a regañarme, la puerta de atrás estaba abierta, pero yo no tuve ni siquiera la fuerza para responder, sentía que se me había ido la vida, solo quería que alguien acabara con mi sufrimiento, mi cuerpo dolía horrores, ni siquiera podía pararme, tenía hematomas por todos lados, sangraba mucho de mi zona intima, mi voz estaba ahogada de tanto llorar, mis ojos estaban hinchados y mi mente divagaba, no logre articular palabra, sentí cuando mi madre entro a la habitación, pues desde que iba en las escaleras iba diciendo: Sara Alexandra León, me puedes explicar porque la puerta trasera está abierta, cada vez que salgo haces algo… y se quedó hasta ahí, sus palabras no salieron, se le ahogo la voz al verme ahí, tirada en el piso, sangrando, con hematomas por todo el cuerpo, no tuve que decirle nada para que ella supiera lo que había pasado, ella me hablaba, pero yo no era capaz de articular ni una s
4 meses después de mi desgracia Era hora de volver al colegio, un nuevo año escolar, nuevos compañeros y docentes, empezaba una nueva etapa, dejaba atrás la escuela primaria, en la cual me había ido muy bien a pesar de no haber podido asistir los últimos dos meses, ahora empezaba el bachillerato, era más difícil, tenía que adaptarme al nuevo horario, pues antes salía al medio día, ahora salía a la una de la tarde, tenía miedo todavía, sentía que ese hombre en cualquier momento podría regresar, lo que no sabía en ese momento era que mi primo Fernando que había llegado hacía casi tres meses a mi casa y quien yo sabía que no hacia cosas muy buenas que digamos, su trabajo era deshacerse de las personas que se interponían en los negocios de su jefe, él no había ido de visita como decía, había ido a acabar con el maldito bastardo que me arruinó la vida, él se sentó a una distancia prudente de mí y me dijo prima, no te preocupes, yo estoy aquí y nada malo volve
Supe que ese hombre tuvo una muerte horrible y lo encontraron varios días después en un rio, ya estaba en alto grado de descomposición, nadie reclamo su cuerpo en la morgue, así que lo enterraron como NN en el cementerio del pueblo, al final recibió lo que se merecía, aunque a mi parecer debió haber sufrido más, mi único consuelo era saber que no le haría a ninguna otra niña o mujer lo que me hizo a mí. NARRA CARLOS No sé qué me pasa, no puedo dejar de pensar en esos ojos negros y esa mirada profunda, es una niña me repito todos los días cuando pienso en ella, no tengo pensamientos malos sobre ella, no niego que cuando esa niña crezca será aún más hermosa, va a recibir todas las miradas de los hombres a su alrededor, a sus 11 años ya recibe muchas miradas, quiero ser su amigo, si ella me lo permite, el día que supe lo que le había sucedido y la razón por la cual reacciono así, me hervía la sangre de la rabia, aprete mis manos tan fuerte
NARRA CARLOS No lo puedo creer, fui a su casa sin saber que era su cumpleaños, esa fue una sorpresa para mí, hace algún tiempo que no la miraba, ahora ya no parecía una niña, se ve como una mujer, aunque apenas estuviera cumpliendo doce años, sé que suena pervertido y depravado de mi parte, no sé qué me pasa, es que esos ojos me hipnotizan, cenamos, doña Nubia dijo que Sara había preparado la cena, lo cual me pareció imposible, no creo, solo tiene doce años, es una niña, pude ver en sus ojos que eso le molesto y por primera vez en toda la noche hablo y dijo muy segura de sí misma; si, yo cocine y luego bajo un poco la voz y dijo aunque quisiera seguir siendo una niña ya no lo soy, en ese momento pensé… m****a, m****a, m****a la cague, su padre le agarro la mano y le dijo preciosa para mí siempre serás mi niña, no importa cuantos años tengas, ella lo abrazo, le dio un beso en la mejilla, dijo gracias por hoy a todos y se fue a su habitación, automáticamente ped
Casi 9 meses después NARRA CARLOS Deje de ir tan frecuente a la casa de Sara, aunque en mi mente ella siempre estaba presente, no podía sacarla de mi mente, cada vez que iba la veía más hermosa que antes, le dije que seriamos amigos y hemos hablado un par de veces, pude notar que la pongo realmente nerviosa, sé que tiene celular, su papá le regalo uno, pero no tengo su número, algunas veces me he quedado afuera de su colegio en el carro para verla, la he visto sonreír algunas veces, casi siempre sale sola, o algunas veces con el dichoso Yesid quien ella dijo que es gay, aunque no me creo mucho ese cuento, desearía que ella tuviera solo un par de años más, desde que la conocí, no he podido estar con ninguna otra mujer, siempre esta ella en mi mente, si sigo así voy a terminar loco, ahí estaba yo, perdido en mis pensamientos, hasta que el tono de mi celular me regreso al mundo, era don Manuel a quien quisiera poder llamar suegro y vaya sor
NARRA CARLOS Llevábamos tanto tiempo hablando que supuse que ella ya tenía sed, le dije que me esperara un momento y salí a buscar algo de tomar, regrese lo más rápido posible y la vi sonreír, sus ojos brillaban como dos hermosos luceros, se veía hermosa, su sonrisa era genuina, estaba sola, y seguía sonriendo, la observe por un momento y luego me acerque, le pase la gaseosa y le pregunte que te hace tan feliz, ella respondió, hoy es mi cumpleaños, es obvio que este feliz, no le creí nada, seguimos hablando y ella seguía sonriendo, al verla tan feliz yo me sentía realmente feliz, quería que ella sonriera para siempre, que cada día de su vida fuera así, que pudiera olvidar y dejar atrás todo el dolor que ha tenido que soportar, en ese momento la ame, la guarde en mi corazón y la admire, por ser tan valiente, por enfrentarse a sus miedos como lo hizo, por su valentía y entrega para salir adelante y mientras la miraba no sé en qué momento tome el valor de besarla
NARRA CARLOS Estás loco verdad pensé para mí mismo, mientras tomaba un vaso de café, no te fue suficiente con besarla anoche tres veces, ahora no puedes quitarle la mirada de encima, se veía madura, pero tierna y segura de sí misma, si realmente no la conociera habría pensado que tenía dieciocho o diecinueve años, lo juro, era una mujer en todo el sentido de la palabra, una mujer que ahora me causaba malos pensamientos, una mujer a la que quería besar, pero todavía seguía siendo una niña de trece años a la que me prometí proteger y quería ver sonreír, ahora que carajos haces, sientes algo por ella, no debes hacerle daño, es un ángel, un ángel que ya ha sufrido demasiado y lo sabes, piensa bien lo que haces idiota, y así seguí sumido en mis pensamientos hasta que ella me sirvió el desayuno, después de eso, pensé, el hombre que tenga la fortuna de que esta mujer lo ame, se habrá ganado el cielo, sabe cocinar, es fuerte y valiente, es una guerrera, desayune, me d
No puedo sentirme más feliz en este momento, no puedo decir que lo amo, pero si estoy segura de que lo quiero, a su lado me siento segura, y sus besos me hacen sentir que estoy en las nubes, ya quiero salir del colegio para verlo nuevamente, estoy muy consciente del problema en que nos meteremos ambos, si mis padres se llegan a enterar, estoy dispuesta a correr el riesgo, hace mucho tiempo no me sentía tan feliz y sonreía de verdad, desde lo que me paso, cada día siempre he pensado que no valgo nada y que nadie nunca podría quererme, que mejor sería morirme, para dejar de lado todo el sufrimiento que me causaron y también para que mis padres dejen de preocuparse por mí, Carlos me devolvió las ganas de vivir, siempre ha estado ahí apoyándome en silencio, lleva casi dos años pendiente de mis tratamientos y ayudando a mi familia económicamente para poder costear las medicinas y el psiquiatra, y no, no lo quiero por su dinero, lo quiero por la gran persona que es, porque aun conociendo