Casi 9 meses después
NARRA CARLOS
Deje de ir tan frecuente a la casa de Sara, aunque en mi mente ella siempre estaba presente, no podía sacarla de mi mente, cada vez que iba la veía más hermosa que antes, le dije que seriamos amigos y hemos hablado un par de veces, pude notar que la pongo realmente nerviosa, sé que tiene celular, su papá le regalo uno, pero no tengo su número, algunas veces me he quedado afuera de su colegio en el carro para verla, la he visto sonreír algunas veces, casi siempre sale sola, o algunas veces con el dichoso Yesid quien ella dijo que es gay, aunque no me creo mucho ese cuento, desearía que ella tuviera solo un par de años más, desde que la conocí, no he podido estar con ninguna otra mujer, siempre esta ella en mi mente, si sigo así voy a terminar loco, ahí estaba yo, perdido en mis pensamientos, hasta que el tono de mi celular me regreso al mundo, era don Manuel a quien quisiera poder llamar suegro y vaya sorpresa cuando me dijo que Sarita estaba por cumplir los trece en cinco días y quería que yo asistiera a la fiesta, mi primer reacción fue negarme, no quería verla con sus amiguitos, así que le dije que eso sería una fiesta de niños, pero él me dijo que era algo familiar, sin amigos del colegio ni del barrio, ella no los había invitado, no tuve otra excusa así que estuve de acuerdo, mi corazón realmente se aceleró al saber que la vería de nuevo, llevaba casi dos meses sin ir a su casa, sabia por sus padres que el tratamiento iba muy bien, ya casi no tomaba medicamentos, los ataques de pánico prácticamente habían desaparecido, las pesadillas eran menos frecuentes y a ella se la veía más alegre, aunque cada vez se comportaba más como una adulta, siento que ella se perdió la parte de la adolescencia, y paso de niña a mujer en un instante.
Yo realmente parecía un niño cuando va a salir de paseo, estaba ansioso, contando los días que faltaban para la fiesta, compre ropa nueva, un pantalón de tela negro, muy elegante, una camisa blanca de manga larga, un blazer negro, unos mocasines negros, un reloj plateado, tenía todo listo, lo revise una y otra vez, quería que todo estuviera perfecto, creo que estaba más nervioso yo que la misma cumpleañera.
NARRA SARA
Fue agotador ir de compras con mamá, recorrimos todos los almacenes del pueblo, quería verme perfecta, tenía la esperanza de que el asistiera a mi fiesta, aunque lo dudaba, hace mucho tiempo que no venía, muchas veces pensaba, tal vez ya tenga novia y no le queda tiempo, otras me consolaba diciéndome que debía estar ocupado con problemas de la empresa además de su trabajo como militar; sentía que las piernas se me iban a partir, no me aguantaba los pies de tanto caminar, pero valió la pena, el vestido es hermoso, me encanta, los zapatos divinos y mi maquillaje espectacular, aunque sé que a papá no le va a gustar, igual es mi dinero el que gaste, mis ahorros de mucho tiempo, quede realmente satisfecha.
El día de la fiesta llego rápidamente, estaba emocionada, ansiosa y nerviosa, quería que todo saliera perfecto, mi hermana Marcela y mi mamá me dijeron que no me preocupara por nada, que tendría el mejor cumpleaños de todos, a las seis de la tarde empezó a arreglase, la fiesta era a las siete, pero como buenos colombianos, los invitados empezaron a llegar a las ocho y la recepción empezó a las nueve, lo que me dio tiempo suficiente para ponerme hermosa, llegó la hora de salir, me sentía muy nerviosa, estaba mi familia materna ya que mi familia paterna viven lejos, aquí viene la cumpleañera dijo mi hermana y todos voltearon a verme, mis tíos empezaron a alagarme, mi papá me abrazo y me dio el feliz cumpleaños, aunque yo era bajita, bueno lo soy, pero en ese tiempo lo era más con mis zapatos altos de diez centímetros me veía alta, agradeciendo a todos por sus regalos y por haber asistido, del brazo de mi papá, pase como veinte minutos, realmente no prestaba atención a lo que me decían, mis ojos recorrían cada rincón del lugar, lo buscaba a él, al hombre que aparecía en mis sueños, lo vi a lo lejos, hablaba con uno de mis primos, se veía realmente guapo, me sentí feliz de verlo ahí, aunque fuera de lejos, luego mi papá me llevo directo hacia él, lo saludo y yo también salude, le agradecí por asistir a mi fiesta de cumpleaños y el me invito a bailar y yo pensaba para mí, bailar, con lo torpe que soy, lo piso, se me dobla un tobillo, me caigo, cualquier cosa pasa, gracias al cielo, nada de eso sucedió, bailamos, era una canción algo suave, tipo romántica, al terminar de bailar el me agradeció y salí de ahí como alma que lleva el diablo diría mi abuelo que en paz descanse, sentía que no podía respirar, me faltaba el aire, estaba teniendo un ataque de ansiedad, camine unos cien metros hasta que encontré un lugar para sentarme y me quite los zapatos, empecé a normalizar mi respiración, no quería hacer el ridículo el día de mi cumpleaños.
NARRA CARLOS
Oh por Dios, ella ya no es una niña, es hermosa, ahí estaba ella bajando las escaleras con una elegancia, no podía dejar de mirarla, había llegado hace como media hora y me encontraba realmente ansioso, en mi mente me preguntaba si ella iba a aparecer de la mano de un chico de su edad que resultara siendo su novio o algo así, tenía miedo, nunca me había sentido así antes, pero para mí buena suerte apareció sola, luciendo un precioso vestido lila, de tiras, con un escote profundo en v, se notaba que no llevaba sostén, sus enormes senos se veían preciosos, el vestido era corte princesa, ajustado hasta la cintura y amplio hacia abajo, le llegaba un poco más arriba de las rodillas, usaba unos zapatos plateados altos, muy altos, llevaba un collar de oro con su nombre y aretes que hacían juego con el collar, estaba realmente impresionado con su hermosura, su maquillaje era fresco, resaltaba sus ojos y dejaba toda la atención en sus hermosos y provocativos labios rojos, llevaba un labial rojo pasión, dudo que don Manuel estuviera de acuerdo don ese labial, estaba embobado mirándola, muchos la felicitaron y me sentía celoso, pero no era capaz de acercarme, la vi caminar con su padre y al ver su espalda, casi se me caen las babas, mis ojos se abrieron como platos y por poco me ahogo con la gaseosa que estaba tomando, el vestido era realmente provocativo, tenía la espalda descubierta en corte v hasta la cintura, se podía ver su hermosa piel desnuda, por un momento pensé, si tengo una hija, nunca dejare que se ponga algo así, para que idiotas como yo la miren, luego vi a Manuel acercándose a mí con la hermosa Sara de gancho, me saludaron, ella me agradeció por asistir a su fiesta y le pedí a Manuel, me permitiera bailar con su hija, a lo que el accedió, bailamos una canción suave, romántica, quería poder detener el tiempo en ese instante y quedarme así para siempre, con ella solo para mí, pero eso no era posible, terminamos de bailar, ella se me acerco al odio y me dio las gracias por cuidarla en silencio todo este tiempo y se marchó, a una velocidad que me pareció increíble que caminara tan rápido con esos zapatos tan altos.
Me detuve por un momento y luego la seguí, la vi sentada en una piedra, con los zapatos en la mano y note que hablaba por teléfono, mientras una lagrima rodaba por su mejilla, mi corazón se sintió estrujado, habría jurado que hablaba con su novio, estaba a punto de irme, cuando la escuche decir, tía realmente te extraño, entonces me sentí bien de nuevo, me acerque y le dije porque lloras, me respondió, extraño a mi tía, no pudo estar presente hoy, pero ella se ha convertido en mi mejor amiga. Me senté a su lado y hablamos de muchas cosas, ya eran las once de la noche, ya había algunos invitados borrachos, yo no había bebido ni una sola gota de alcohol, me había dicho a mí mismo que ese día cuidaría de ella, no permitiría que ningún borracho indeseable se le acercara, su padre tampoco consume alcohol, pero él está ocupado atendiendo a los invitados, así que era mi responsabilidad que ella estuviera bien.
NARRA SARA
Sentada ahí en la piedra, saque mi teléfono y llame a mi tía quien no pudo estar presente, pero que se había convertido en mi mejor amiga y confidente, ella sabía todo sobre mi y mis sentimientos por Carlos, me dijo que estaba enamorada y yo no quería creerle, hable con ella por un par de minutos y una lagrima se me escapo, escuche a alguien hablarme, era él, estaba segura, era su voz, se sentó a mi lado, le conté el porqué de mis lágrimas y se quedó ahí conmigo, menos mal se demoró en llegar, no me hubiera gustado que me viera teniendo un ataque de ansiedad nuevamente, hablamos de muchas cosas, del colegio de mis pocos amigos, de mi familia, de la suya, ahí supe que no tenía novia, eso me hizo realmente feliz, quería tener el valor de decirle lo que sentía, pero tenía demasiado miedo a que me rechazará, me daba pena, así que me trague mis sentimientos, seguimos hablando de muchas cosas de repente se puso de pie y me dijo espérame aquí, ya regreso, no te vayas a ningún lado y pensé para mí, a donde diablos me voy a ir, no puedo estar más feliz en este momento y sonreí, sonreí como hacía mucho tiempo no lo hacía, sonreí desde el fondo de mi corazón.
NARRA CARLOS Llevábamos tanto tiempo hablando que supuse que ella ya tenía sed, le dije que me esperara un momento y salí a buscar algo de tomar, regrese lo más rápido posible y la vi sonreír, sus ojos brillaban como dos hermosos luceros, se veía hermosa, su sonrisa era genuina, estaba sola, y seguía sonriendo, la observe por un momento y luego me acerque, le pase la gaseosa y le pregunte que te hace tan feliz, ella respondió, hoy es mi cumpleaños, es obvio que este feliz, no le creí nada, seguimos hablando y ella seguía sonriendo, al verla tan feliz yo me sentía realmente feliz, quería que ella sonriera para siempre, que cada día de su vida fuera así, que pudiera olvidar y dejar atrás todo el dolor que ha tenido que soportar, en ese momento la ame, la guarde en mi corazón y la admire, por ser tan valiente, por enfrentarse a sus miedos como lo hizo, por su valentía y entrega para salir adelante y mientras la miraba no sé en qué momento tome el valor de besarla
NARRA CARLOS Estás loco verdad pensé para mí mismo, mientras tomaba un vaso de café, no te fue suficiente con besarla anoche tres veces, ahora no puedes quitarle la mirada de encima, se veía madura, pero tierna y segura de sí misma, si realmente no la conociera habría pensado que tenía dieciocho o diecinueve años, lo juro, era una mujer en todo el sentido de la palabra, una mujer que ahora me causaba malos pensamientos, una mujer a la que quería besar, pero todavía seguía siendo una niña de trece años a la que me prometí proteger y quería ver sonreír, ahora que carajos haces, sientes algo por ella, no debes hacerle daño, es un ángel, un ángel que ya ha sufrido demasiado y lo sabes, piensa bien lo que haces idiota, y así seguí sumido en mis pensamientos hasta que ella me sirvió el desayuno, después de eso, pensé, el hombre que tenga la fortuna de que esta mujer lo ame, se habrá ganado el cielo, sabe cocinar, es fuerte y valiente, es una guerrera, desayune, me d
No puedo sentirme más feliz en este momento, no puedo decir que lo amo, pero si estoy segura de que lo quiero, a su lado me siento segura, y sus besos me hacen sentir que estoy en las nubes, ya quiero salir del colegio para verlo nuevamente, estoy muy consciente del problema en que nos meteremos ambos, si mis padres se llegan a enterar, estoy dispuesta a correr el riesgo, hace mucho tiempo no me sentía tan feliz y sonreía de verdad, desde lo que me paso, cada día siempre he pensado que no valgo nada y que nadie nunca podría quererme, que mejor sería morirme, para dejar de lado todo el sufrimiento que me causaron y también para que mis padres dejen de preocuparse por mí, Carlos me devolvió las ganas de vivir, siempre ha estado ahí apoyándome en silencio, lleva casi dos años pendiente de mis tratamientos y ayudando a mi familia económicamente para poder costear las medicinas y el psiquiatra, y no, no lo quiero por su dinero, lo quiero por la gran persona que es, porque aun conociendo
NARRA SARA Después del almuerzo mi padre volvió a su trabajo y como siempre mi madre se acostó a dormir, le dijo a Carlos, si quieres descansar un rato puedes subir a la habitación en la que te quedaste la vez pasada o puedes hablar con Sara, ella casi nunca duerme en las tardes, después de eso se encerró en su habitación y yo me aseguré de que estuviera dormida antes de decir o hacer algo, di la vuelta y mire por la ventana y estaba realmente profunda, entonces me sentí nerviosa, al volver a la sala, no vi a Carlos, sentí un vacío en mi pecho, de repente alguien me abrazo por detrás, sabía que era el, no había nadie más en casa, y su aroma era único, sus brazos tonificados y fuertes, me di vuelta para verlo y el beso mis labios, un beso lleno de ansiedad, ternura, amor, un beso que expresaba todo lo que las palabras no podían, cuando casi nos quedamos sin oxígeno nos separamos y me dijo al oído hermosa, quería hacer eso desde que te recogí en el colegio, a de
SARA Entre besos y abrazos se nos pasó el tiempo, mis padres preocupados me llamaron y tuve que decir una mentira, “el auto se averió, ya casi está arreglado y volvemos a casa”. Después de llegar a casa con el helado y sentarnos todos a comer, mi padre le pidió a Carlos que pase la noche en la casa pues ya es muy tarde para que se marche, mi corazón casi se sale de su lugar, mi respiración se volvió cada vez más inconstante, estoy hecha un capullo de nervios, presentí que él no pasará la noche en su habitación sino en la mía, quiero tenerlo cerca, eso no lo puedo negar, pero tengo miedo, la habitación para él está justo frente a la mía y aún recuerdo perfectamente lo que sucedió esta tarde en mi habitación, sé que si estamos juntos en la noche algo podría pasar y no estoy lista para eso todavía, lo quiero demasiado y no quiero que piense que soy una niña inmadura, pero también está el hecho que debo respetar la casa de mis padres, ellos me han educado mu
CARLOS Al oír a mi princesa decir que me ama, me siento más que realizado, me siento feliz y muchas veces tengo miedo de que un día me deje por alguien de su edad, alguien a quien pueda llevar a su casa o con quien pueda estar tomada de la mano en el parque sin que las personas la miren, sé que si hacemos eso, nos van a juzgar sin conocer la historia, van a decir que ella está conmigo por dinero y de mi van a decir que la obligó o cualquier otra cantidad de idioteces que a mí no me afectan, pero no quiero que la reputación de ella se vea afectada. Han pasado ya tres meses desde que empezamos a salir, hoy 18 de diciembre se cumple nuestro tercer mes y hace ocho días que no nos vemos, hablamos todos los días pero realmente la extraño, me hace falta sentir su calor, no hemos tenido relaciones, no porque no quiera, la deseo con toda mi alma, pero también deseo que ella se entregue en cuerpo y alma a mí, sin sentirse presionada, que ella tome
SARA Esta ha sido la mejor noche de mi vida, estoy en los brazos del hombre que amo, quisiera poder darle más, pero aún no me siento lista, me aterra pensar en tener relaciones sexuales, estoy segura de que él no me hará ningún daño, mientras él está dormido me abraza como si tuviera miedo de que me vaya a ir, mientras tanto yo lo observo dormir, me encanta su rostro, trasmite paz y tranquilidad, cuando estábamos cenando me hablo de su familia, ya sabía que son tres hermanos, él es el mayor de los tres, me hablo de su madre que al parecer es una m*****a bruja con ellos y por eso su padre al morir no le dejo nada en la herencia y vive del dinero de sus tres hijos, según lo que me dijo, cuando su padre murió sus dos hermanos eran menores de edad y ella trato de hacerse cargo de la herencia, por suerte, su padre dejó establecido que el sería quien se hiciera cargo de sus hermanos mientras cumplían la mayoría de edad y no conozco a la señora, pero sentí una alegrí
SARA Después de desayunar y sentir su mirada sobre mi durante todo el proceso, él y mi papá siguieron su conversación por un rato, luego mi papá le dijo Carlos estas en tu casa, me voy a la iglesia, ya voy a llegar super tarde, espero que estés aquí cuando regrese para que sigamos hablando, cuida a mi princesa, se da vuelta y se va; ahí estaba yo en mi casa, sola con el hombre que amo, el miro por la ventana y se aseguró que mi papá ya se hubiera ido y corrió hacia mí, me beso como si su vida dependiera de ello, con una necesidad inmensa, luego me abrazo y me dijo: pensé que había sucedido algo, cuando no respondiste mis mensajes me preocupe y pues aquí estoy, yo solo sonreí y me alegro mucho que estuviera en mi casa, le agarre la mano y lo guie a mi habitación, nos acostamos en la cama abrazados y hablamos mucho, en algunas ocasiones el me d