Supe que ese hombre tuvo una muerte horrible y lo encontraron varios días después en un rio, ya estaba en alto grado de descomposición, nadie reclamo su cuerpo en la morgue, así que lo enterraron como NN en el cementerio del pueblo, al final recibió lo que se merecía, aunque a mi parecer debió haber sufrido más, mi único consuelo era saber que no le haría a ninguna otra niña o mujer lo que me hizo a mí.
NARRA CARLOS
No sé qué me pasa, no puedo dejar de pensar en esos ojos negros y esa mirada profunda, es una niña me repito todos los días cuando pienso en ella, no tengo pensamientos malos sobre ella, no niego que cuando esa niña crezca será aún más hermosa, va a recibir todas las miradas de los hombres a su alrededor, a sus 11 años ya recibe muchas miradas, quiero ser su amigo, si ella me lo permite, el día que supe lo que le había sucedido y la razón por la cual reacciono así, me hervía la sangre de la rabia, aprete mis manos tan fuerte como pude, quería encontrar a aquel bastardo que la lastimo y hacerlo sufrir y arrepentirse hasta el final de sus días, yo soy militar por vocación, pero tengo otro trabajo, soy un empresario exitoso aunque muy pocas personas me conocen, me gusta llevar una vida normal, bajo perfil, nada de excentricidades, no soy mujeriego, me enamore una vez o eso creía que me había enamorado antes, que equivocado estaba, el caso es que decidí apoyar a la familia de Sara, así se llama, eso me dijo su madre, se llama Sara Alexandra león y tiene once años, sé que ellos viven bien, pero los gastos de la medicina de Sara son altos, además deben pagar un psiquiatra tres veces por semana y cada sección es costosa, si puedo emplear mi dinero para ayudarla lo hare con todo el amor del mundo, me gustaría verla sonreír algún día, debe tener una sonrisa hermosa, ella es una niña, debería vivir como tal, pero según su madre me ha dicho, ella ya no se considera una niña, tiro a la basura sus muñecas y todos sus juguetes, se ha alejado de su mejor amiga, se comporta diferente, ya no se viste como niña, sus padres han estado muy preocupados por esta situación, la psicóloga les ha dicho que en parte es normal, pues la niña sabe claramente lo que le sucedió y el significado que tiene, por eso ella intenta mostrarse madura.
SARA
Que me sucede, porque tengo tanto miedo, ese hombre ya no esta y debo volver al colegio, la vida tiene que seguir para mí, tengo que hacer lo que los psicólogos me dicen, hablare con mis padres y seguiré adelante, no puedo quedarme de mis amigas, no puedo perder el año, voy a estudiar y ser un gran médico, pensé para mí misma y aunque el miedo a salir de mi zona de confort, donde me sentía segura era muy grande, el miedo a quedarme estancada y dejar mi sueños atrás era aún más grande, así que me arme de valor, para seguir viviendo, tenía varias personas que realmente se preocupaban por mí, quería que mis padres en un futuro se sintieran orgullosos de mí, su hija por la que tanto habían sufrido.
Ese día me di una ducha rápida y Sali de mi habitación, ya era la hora de la cena, mi primo se había marchado, así que solo estábamos los cuatro en casa, mis padres, mi hermano Fabian y yo. Ese día había decidido hablar con mis padres, decirles que quería seguir adelante, que era difícil, pero que gracias a ellos todo estaría bien ahora, mis padres se sorprendieron escucharme decir esas cosas, pues siempre que me hablaban sobre seguir con mi vida, me ponía realmente mal, les dije que quería dejar el pasado atrás y hacerlos sentir orgullosos de que fuera su hija, mi madre lloró y me dijo: hija siempre estaré orgullosa de ti, no importa lo que hagas, siempre serás nuestra princesa y eso me dio el valor que me faltaba para enfrentarme al mundo de la manera más madura posible, sabía que no sería fácil dejar el pasado que me atormentaba atrás, pero al menos tenía que aprender a vivir con él, las pesadillas en las noches no me iban a abandonar de un día para otro, pero al menos tenía que intentarlo, ese día recordé que mi hermana mayor, bueno que es mi media hermana, ella no es hija de mi papá, me dijo un día que fuerte no es el que nunca se ha caído, fuerte es aquel que a pesar de haber caído, tiene la valentía de volver a levantarse e iniciar de cero, esas palabras en mi mente fueron como el combustible que me hacía falta para querer dejar todo atrás y seguir con mi vida, era consciente de que nada sería igual, pero como una guerrera me iba a enfrentar a mis propios demonios.
Al día siguiente me levante temprano, entre al baño, hice mis necesidades, me duche, me coloque el uniforme, una falda a cuadros que me quedaba cuatro dedos arriba de la rodilla, blusa de tiras blanca, camisa blanca de botones y manga corta, medias cortas, zapatos negros de cordón, pues yo toda rebelde no usaba los zapatos de hebilla que usualmente usaban las niñas, me gustaban más los zapatos unisex que generalmente los usaban más mis compañeros hombres, yo me sentía bien así y mis padres trataban de darme gusto en todo, así que no se oponían a mis decisiones, baje las escaleras, ya era un poco tarde, tome un sándwich de desayuno, un vaso de leche y salí de la casa, me dirigí al colegio, un poco nerviosa y a la vez feliz, salir de la casa me hacía muy bien, eso decía mi psiquiatra, había cambiado mucho desde que sucedió mi desgracia, ya no me peinaba igual, deje atrás las moñas de muñequitos, las pinzas de colores, y empecé a peinarme muy parecido a como lo hacía mi hermana Marcela.
En el colegio muchos se sorprendieron al verme, miradas iban y venían y realmente no me importaba, como siempre habían compañeros que eran unos hijos de p**a que querían molestarme, tiempo atrás habría ido a buscar ayuda en coordinación, ahora no dejaría que nadie me moleste nunca más en mi vida, me enfrente a ellos como una loca, todos se quedaron sorprendidos al verme actuar así, siempre había sido de sacar buenas notas, no ocupaba el primer lugar del salón o algo así, pero mis notas nunca eran malas.
Sintiéndome cada día más fuerte y enfrentándome a mis compañeros, defendiéndome de todo aquel que quisiera meterse conmigo, llego mi cumpleaños número doce, no quise celebrarlo pues poco después también se cumpliría un año de haber sido abusada y aunque me mostraba fuerte ante los demás, eso me seguía afectando muchísimo, solo le pedí a mis padres no ir al colegio, sabía que, si iba, terminaría peleando con unos cuanto, y tendría aún más enemigos en el colegio, pues era tradición que cada vez que alguien cumplía años le tiraban huevos, harina y agua, eso lo supe desde que llegue a este colegio a los siete años. Mis padres me permitieron no asistir, me levante tarde, mi padre no fue a trabajar, no desayune porque cuando me desperté ya era la hora del almuerzo, luego mire televisión un rato, aproximadamente a las cinco de la tarde me puse a preparar la cena, hable con mi madre y le dije que quería cocinar, así que ella estuvo de acuerdo, a las siete de la noche la cena estuvo lista. Preparé pollo sudado, con papas, arroz con verduras, ensalada, jugo de mango (mi favorito), serví la cena y nos sentamos, cuando íbamos a empezar a cenar, alguien llamo a la puerta y todos nos volteamos a ver pues no habíamos invitado a nadie, pero aun así, yo cocine extra, mi mamá siempre dice que puede llegar un forastero a la hora de la comida y ese día sí que llego un forastero, mi papá como el hombre de la casa salió a abrir y esa voz llegó a mis odios, buenas noches don Manuel, buenas noches respondió mi papá a la vez que lo invitaba a seguir, cuando nos vio en la mesa se disculpó y dijo, debería volver en otro momento y se disponía a marcharse, mi madre lo detuvo y lo invito a sentarse, ella se paró de la mesa y fue servir otro plato de comida, yo me sentí incomoda por cómo estaba vestida, así que subí las escaleras y fui a cambiarme, tenía una blusa de tiras, sin brasier, un short de jean con Destroyer en la parte delantera, llegue a mi habitación, me puse sostén, busque una blusa que cubriera más mi pecho y me puse una falda larga, más debajo de la rodilla, nos sentamos a comer y mi madre dijo que bueno que vinieras, hoy es el cumpleaños de Sara, pero ella no quiso celebrarlo, el respondió que bien, no sabía eso, ellos hablaban mientras comían, yo solo comía y lo observaba, era realmente guapo, tenía cuerpo de dios griego, brazos fuertes y musculosos, su estatura era como 1,80 metros o más, su pecho se miraba firme y he con la camiseta se le marcaban los músculos del abdomen, era todo un adonis, su rostro parecía tallado por los mismos dioses, ojos claros, piel bronceada, cejas perfectas, cuando sonreía se le hacían unos hoyuelos hermosos en las mejillas, sus labios eran perfectos, su mitrada era profunda y misteriosa, mientras observaba cada uno de sus detalles termine de cenar, mis padres seguían inmersos en su conversación con él, cuando vieron que termino de comer le preguntaron que si le había gustado la comida, el asintió y dijo estaba deliciosa, mi madre como siempre imprudente dijo que bueno que te gustara, Sara cocino hoy, abrió sus ojos como platos demostrando incredulidad, y dijo no creo, solo tiene doce años, es una niña, eso me enfadó, quien se creía el para dudar de mis habilidades en la cocina, por primera vez en toda la noche hable y dije, sí, yo cocine y aunque quisiera seguir siendo una niña, ya no lo soy, agradecí a mis padres por pasar mí el día conmigo y me fui a mi habitación algo enojada, todavía no podía creer que creyera que yo no sabía cocinar, después de todo se había tragado toda la comida que mi mamá le sirvió.
NARRA CARLOS No lo puedo creer, fui a su casa sin saber que era su cumpleaños, esa fue una sorpresa para mí, hace algún tiempo que no la miraba, ahora ya no parecía una niña, se ve como una mujer, aunque apenas estuviera cumpliendo doce años, sé que suena pervertido y depravado de mi parte, no sé qué me pasa, es que esos ojos me hipnotizan, cenamos, doña Nubia dijo que Sara había preparado la cena, lo cual me pareció imposible, no creo, solo tiene doce años, es una niña, pude ver en sus ojos que eso le molesto y por primera vez en toda la noche hablo y dijo muy segura de sí misma; si, yo cocine y luego bajo un poco la voz y dijo aunque quisiera seguir siendo una niña ya no lo soy, en ese momento pensé… m****a, m****a, m****a la cague, su padre le agarro la mano y le dijo preciosa para mí siempre serás mi niña, no importa cuantos años tengas, ella lo abrazo, le dio un beso en la mejilla, dijo gracias por hoy a todos y se fue a su habitación, automáticamente ped
Casi 9 meses después NARRA CARLOS Deje de ir tan frecuente a la casa de Sara, aunque en mi mente ella siempre estaba presente, no podía sacarla de mi mente, cada vez que iba la veía más hermosa que antes, le dije que seriamos amigos y hemos hablado un par de veces, pude notar que la pongo realmente nerviosa, sé que tiene celular, su papá le regalo uno, pero no tengo su número, algunas veces me he quedado afuera de su colegio en el carro para verla, la he visto sonreír algunas veces, casi siempre sale sola, o algunas veces con el dichoso Yesid quien ella dijo que es gay, aunque no me creo mucho ese cuento, desearía que ella tuviera solo un par de años más, desde que la conocí, no he podido estar con ninguna otra mujer, siempre esta ella en mi mente, si sigo así voy a terminar loco, ahí estaba yo, perdido en mis pensamientos, hasta que el tono de mi celular me regreso al mundo, era don Manuel a quien quisiera poder llamar suegro y vaya sor
NARRA CARLOS Llevábamos tanto tiempo hablando que supuse que ella ya tenía sed, le dije que me esperara un momento y salí a buscar algo de tomar, regrese lo más rápido posible y la vi sonreír, sus ojos brillaban como dos hermosos luceros, se veía hermosa, su sonrisa era genuina, estaba sola, y seguía sonriendo, la observe por un momento y luego me acerque, le pase la gaseosa y le pregunte que te hace tan feliz, ella respondió, hoy es mi cumpleaños, es obvio que este feliz, no le creí nada, seguimos hablando y ella seguía sonriendo, al verla tan feliz yo me sentía realmente feliz, quería que ella sonriera para siempre, que cada día de su vida fuera así, que pudiera olvidar y dejar atrás todo el dolor que ha tenido que soportar, en ese momento la ame, la guarde en mi corazón y la admire, por ser tan valiente, por enfrentarse a sus miedos como lo hizo, por su valentía y entrega para salir adelante y mientras la miraba no sé en qué momento tome el valor de besarla
NARRA CARLOS Estás loco verdad pensé para mí mismo, mientras tomaba un vaso de café, no te fue suficiente con besarla anoche tres veces, ahora no puedes quitarle la mirada de encima, se veía madura, pero tierna y segura de sí misma, si realmente no la conociera habría pensado que tenía dieciocho o diecinueve años, lo juro, era una mujer en todo el sentido de la palabra, una mujer que ahora me causaba malos pensamientos, una mujer a la que quería besar, pero todavía seguía siendo una niña de trece años a la que me prometí proteger y quería ver sonreír, ahora que carajos haces, sientes algo por ella, no debes hacerle daño, es un ángel, un ángel que ya ha sufrido demasiado y lo sabes, piensa bien lo que haces idiota, y así seguí sumido en mis pensamientos hasta que ella me sirvió el desayuno, después de eso, pensé, el hombre que tenga la fortuna de que esta mujer lo ame, se habrá ganado el cielo, sabe cocinar, es fuerte y valiente, es una guerrera, desayune, me d
No puedo sentirme más feliz en este momento, no puedo decir que lo amo, pero si estoy segura de que lo quiero, a su lado me siento segura, y sus besos me hacen sentir que estoy en las nubes, ya quiero salir del colegio para verlo nuevamente, estoy muy consciente del problema en que nos meteremos ambos, si mis padres se llegan a enterar, estoy dispuesta a correr el riesgo, hace mucho tiempo no me sentía tan feliz y sonreía de verdad, desde lo que me paso, cada día siempre he pensado que no valgo nada y que nadie nunca podría quererme, que mejor sería morirme, para dejar de lado todo el sufrimiento que me causaron y también para que mis padres dejen de preocuparse por mí, Carlos me devolvió las ganas de vivir, siempre ha estado ahí apoyándome en silencio, lleva casi dos años pendiente de mis tratamientos y ayudando a mi familia económicamente para poder costear las medicinas y el psiquiatra, y no, no lo quiero por su dinero, lo quiero por la gran persona que es, porque aun conociendo
NARRA SARA Después del almuerzo mi padre volvió a su trabajo y como siempre mi madre se acostó a dormir, le dijo a Carlos, si quieres descansar un rato puedes subir a la habitación en la que te quedaste la vez pasada o puedes hablar con Sara, ella casi nunca duerme en las tardes, después de eso se encerró en su habitación y yo me aseguré de que estuviera dormida antes de decir o hacer algo, di la vuelta y mire por la ventana y estaba realmente profunda, entonces me sentí nerviosa, al volver a la sala, no vi a Carlos, sentí un vacío en mi pecho, de repente alguien me abrazo por detrás, sabía que era el, no había nadie más en casa, y su aroma era único, sus brazos tonificados y fuertes, me di vuelta para verlo y el beso mis labios, un beso lleno de ansiedad, ternura, amor, un beso que expresaba todo lo que las palabras no podían, cuando casi nos quedamos sin oxígeno nos separamos y me dijo al oído hermosa, quería hacer eso desde que te recogí en el colegio, a de
SARA Entre besos y abrazos se nos pasó el tiempo, mis padres preocupados me llamaron y tuve que decir una mentira, “el auto se averió, ya casi está arreglado y volvemos a casa”. Después de llegar a casa con el helado y sentarnos todos a comer, mi padre le pidió a Carlos que pase la noche en la casa pues ya es muy tarde para que se marche, mi corazón casi se sale de su lugar, mi respiración se volvió cada vez más inconstante, estoy hecha un capullo de nervios, presentí que él no pasará la noche en su habitación sino en la mía, quiero tenerlo cerca, eso no lo puedo negar, pero tengo miedo, la habitación para él está justo frente a la mía y aún recuerdo perfectamente lo que sucedió esta tarde en mi habitación, sé que si estamos juntos en la noche algo podría pasar y no estoy lista para eso todavía, lo quiero demasiado y no quiero que piense que soy una niña inmadura, pero también está el hecho que debo respetar la casa de mis padres, ellos me han educado mu
CARLOS Al oír a mi princesa decir que me ama, me siento más que realizado, me siento feliz y muchas veces tengo miedo de que un día me deje por alguien de su edad, alguien a quien pueda llevar a su casa o con quien pueda estar tomada de la mano en el parque sin que las personas la miren, sé que si hacemos eso, nos van a juzgar sin conocer la historia, van a decir que ella está conmigo por dinero y de mi van a decir que la obligó o cualquier otra cantidad de idioteces que a mí no me afectan, pero no quiero que la reputación de ella se vea afectada. Han pasado ya tres meses desde que empezamos a salir, hoy 18 de diciembre se cumple nuestro tercer mes y hace ocho días que no nos vemos, hablamos todos los días pero realmente la extraño, me hace falta sentir su calor, no hemos tenido relaciones, no porque no quiera, la deseo con toda mi alma, pero también deseo que ella se entregue en cuerpo y alma a mí, sin sentirse presionada, que ella tome