PARTE TRES: EL ÚNICO PRIMOGÉNITOCAPITULO OCHODespués de aquella llamada decidió retirarse de donde estaba. — ¿Bueno?Su celular sonó, era realmente molesto el sonido. Contestó la llamada con un tono de voz demandante.— ¿En dónde se supone que estás?Al otro lado de la llamada estaba Gonzalo el hombre al cual Victoria odiaba con todo su corazón.Era increíble como un hombre que en el pasado pudo haber hecho muchas atrocidades, fue capaz de lastimar a la mujer que se supone le juro lealtad eterna.—Voy a casa.—Llevo esperándote 30 minutos enel Restaurante.—Lo siento, lo olvide será en otra ocasión.—¿Vas a dejarme aquí?Siguió discutiendo Gonzalo al otro lado de la llamada. Era molesto escucharlo no podía creer como un hombre que la ayudo a traicionar a su mejor amiga ahora fuera un cobarde, un hombre que vivía cada día de su vida con miedo, un hombre que desde ese día vivía atormentado por el fantasma de una mujer.—¿Por qué tengo que desviar mi camino por ti? No le encuentro s
PARTE TRES: EL ÚNICO PRIMOGÉNITO CAPÍTULO NUEVE TRES DÍAS DESPUÉS —Todo ha estado tranquilo, ¿no crees, Richard? —Preguntó su amiga sentándose frente a si escritorio al mismo tiempo que preparaba su café. —Sí, eso creo y la verdad es que esto no me gusta, no me gusta esta tranquilidad. Siento que ellos están planeando algo —dijo Richard con la mirada perdida en los documentos de la información que había reunido en ese tiempo.—No me digas que ahora puedes oler en peligro —rió la mujer frente a él.—Pues aunque no lo creas, Patricia sé que algo malo está por pasar, sé que algo viene, lo puedo saber.—Tranquilo, no lo dije para que te molestaras, Richard, yo solo quiero que dejes de preocuparte tanto. —Me preocupo porque sé que hay gente que necesita de nosotros, me preocupo porque ellos no pueden seguir envenenando a la gente con sus porquerías, estoy harto de eso. Estoy harto de que ni siquiera nosotros, siendo la DEA nos tomemos las cosas en serio.—Yo lo que siento es que est
PARTE TRES: EL ÚNICO PRIMOGÉNITO CAPÍTULO DIEZ La oscuridad de un día que llegaba en pleno amanecer, un día que podía mostrarse igual de oscuro pero al mismo tiempo, los rayos de luz de una nueva vida que llegaba, la misma que estaba a punto de ofrécele lo que nadie más le había ofrecido.Era increíble como la vida podía cambiar en un minuto, era increíble como el corazón era capaz de revelarse y ser completamente diferente a ese que fue cuando pensó que no había nada en la vida que lo hiciera cambiar de posición.Ella solo quería un hijo, ella solo quería que su marido fuera inmensamente feliz con ello pero incluso se dio todo de esa manera, Verónica como la nueva Victoria no podía dejar de agradecer. Su hijo nunca hubiera estado en buenas manos si ellos hubieran sabido que ella no murió como Rosario lo pensó en un principio.— ¿Y ese necesario que el hijo de Hades tuviera que venir cuando el trato es entre los dos? —Preguntó el más viejo de los tres que habían sido invitados d
PARTE CUATRO: SIN CLEMENCIA POR TI CAPÍTULO UNO Estaba asustada, lo que estaba a punto de hacer no era algo que fuera fácil, no era algo que podría pasar errores, no era algo que simplemente pasaba sin más, era algo que si no lo hacía con precaución, podía perderlo todo.¿Quién era realmente? ¿Quién fui? ¿Siempre fui esta persona? Es que entre más lo pensaba me daba cuenta que el sentimiento de venganza siempre habitó en mí, simplemente esperé por el momento correcto para que pudiera liberar todo lo que estaba sintiendo sin más.En mi camino logré encontrar a un hombre diferente, un hombre con la misma sed de venganza que yo.Es justamente esta parte de la historia que me toca contarla a mí. Justo donde soy capaz de hablar por mis sentimientos y por todo eso de lo que no había podido hablar en tanto tiempo. Había momentos en que no podía comprender por completo quién era yo.Mi hijo, ¿cómo podrá tomar mi hijo todo lo que está a punto de pasar, no es que simplemente desa
PARTE CINCO: SIN CLEMENCIA POR TICAPÍTULO DOS La persona destinada a recibir el cargamento había llegado, era cierto, en sus brazos simulaba traer a un bebé cuando todo lo que traía era todo el dinero que iban a pagar por este cargamento.Me sentí aterrada en el momento en que me di cuenta que al lugar que tenía que llegar ya no había más pastizal, no había manera de que yo me pudiera ocultar del mundo enfrente y ese mundo que podía ser la policía.—Padre mío, ayúdame, ayúdame y no me dejes sola —dije tocando el collar al momento que me aseguraba que los paquetes estuviera atados entre sí, no iba a correr el riesgo de que alguno se cayera.Y cerrando los ojos por última vez, como si rezara, me acerqué finalmente intentando ser lo más cuidadosa. Quince hombres que tenía la posición de lagartija entre el pastizal, los mismos que miraban con atención si las olas de agua se movían, si alguien extraño aparecía. En ese lugar no parecía haber nada.— ¿Ves algo? —Preguntó Richard
PARTE CINCO: SIN CLEMENCIA POR TICAPÍTULO TRES Los disparos comenzaron a caer en el agua, como unos totales imbéciles los hombres de Richard habían actuado. Todo lo que pudieron ver desde aquel lugar donde ellos estaban era como la figura de una persona había caído al agua. Aún Richard tenía toda la esperanza de que esa persona les hiciera llegar a los verdaderos hombres que estaban detrás de todo eso. Era una pena que él se mantuviera soñando de la misma manera. Después de todo, Patricia no eran tan negativa como Richard le había dicho que era. Ella tenía razón, esos hombres siempre iban a trabajar más inteligentemente que la policía.— ¡Vamos, vamos, vamos, ahora! —Ordenó Richard ya saliendo de su escondite.—Richard, aquí no hay nada —insistió Patricia.Richard estaba harto de ella y se lo iba a hacer saber.—Si tanto miedo tienes, ¿por qué no te vas? Nunca debiste de meterte en esto cuando tienes tanto miedo.— ¿Quién te dijo que lo que siento es miedo? Al menos soy más
PARTE CINCO: SIN CLEMENCIA POR TI CAPÍTULO CUATRO ¿Qué había sido eso que él le había confesado a aquella mujer? De un momento a otro sintió que no era dueño de sus palabras, ni de su cuerpo, ni de nada, solo dueño de los impulsos que lo hicieron hablar de esa manera. Él nunca había sentido eso, él nunca hubiera hablado de esa manera pero todo lo que había dicho era cierto.Ricardo estaba tan preocupado por Victoria que no evitó querer ir hasta ella. Saberla en su casa era lo que le daba la fuerza de seguir.En ese momento, el celular de Ricardo comenzó a sonar en su bolsillo. Inmediatamente él contestó.—Ricardo, ¿dónde estás? —Preguntó el mismo hombre que le había prohibido irse hacía un par de horas.—Estoy bien, ¿entregaron la mercancía?—Toda completa. ¿Esa mujer entregó la mercancía?—No.— ¡¿Qué?!—Como lo escuchaste. Ella no entregó la mercancía.—Sabía, sabía que tener una mujer en todo esto solo lo iba a complicar.— ¡Pues déjame decirte que lo que ella hizo no lo h
PARTE CINCO: SIN CLEMENCIA POR TI CAPÍTULO CINCO Bajando las escaleras de manera apresurada, sintiendo mi cuello y mi pecho vacío me encontré con la figura masculina de aquel hombre. El mismo de gesto pesado, el mismo que no parecía ser un hombre con un corazón. — ¿Qué es lo que sucede, Verónica? Las lágrimas en mis ojos y la garganta que se me cerraba no lograron hacer que pudiera hablar. — ¿Qué pasa, Victoria? ¿Alguien te llamó? ¿Te molestaron? Seguía tocando mi pecho, hice un esfuerzo muy grande para que mi voz volviera a mí. —Mi cadena, la cadena que mi padre me dio, la cadena…. Yo…. Yo no la tengo —, dije sin más. Ricardo me miró a los ojos, los mismos que ya no podían retener más las lágrimas. —Mi padre, es el único recuerdo que tengo de él, perdí la cadena, tenemos que encontrarla. —Dije sin más. Ricardo no parecía dejar de mirarme. Y es que en medio del dolo de saber al único tesoro de mi padre perdido, aún lograba sentir algo que nunca antes había sentido te