PARTE UNO: LA TRAICIÓN CAPÍTULO DIECISIETE Tantos recuerdos, tantas lágrimas le había dado ella los últimos quince días y él no era capaz de dejar en paz su corazón como lo encontró primero a pesar de lo que había hecho al querer quitarle a su hijo. Los recuerdos volvieron a asaltar su mente.Sentados en el césped en el que estaban hace un año y medio, Victoria sonrió con tristeza. ¡Qué fácil podría ser para otros simplemente aceptar que una pareja se ha separado y ya! Tal vez esa era la diferencia entre todas esas personas y ella. Ella no era como ellos, era diferente, se sentía diferente, simplemente se entregó todo a sí misma solo porque era "lo que la gente espera en una relación", y lo había hecho porque tenía ganas de hacerlo genuinamente.Ella realmente lo amaba, sin importar cuán joven fuera, realmente lo amaba.El último recuerdo vino a ella, el mismo evento que no debería haber sucedido si hubiera sabido que iba a sufrir todo ese dolor que estaba envenenando su corazón. —
PARTE UNO: LA TRAICIÓN CAPÍTULO DIECIOCHOHabiendo llegado al bar de siempre, Julia y Victoria suspiraron, una por la esperanza de cuánto pudiera ganar y la otra harta de que ese fuera el trabajo que más dinero le daba. Una nueva noche en donde las “mejores cosas” estaban por pasar.—Vamos, Victoria, no hay nada que lamentarse —dijo Julia tomando la mano de su amiga para así, hacerla entrar en su trabajo.Victoria volvió a suspirar. Esa era su noche y nada más.Justo en el momento en que ella fue hasta los casilleros para comenzar a cambiarse la ropa y ponerse ese uniforme tan espantoso que hacía que los hombres se acercaran a ella sin más, la puerta de aquel cuarto feo fue tocada mientras Victoria y Julia hablaban.—Adelante —dijo Julia cuando e terminaron de vestirse.En ese momento la puerta abriéndose dejó ver al mismo hombre que estaba a cargo de ese bar, el mismo que intentaba quedar siempre bien con los patrones sin saber quién era el dueño infinito de todo ese lugar.—Veo que
PARTE UNO: LA TRAICIÓN CAPÍTULO DIECINUEVE Con esperanza, sabiendo que él era toda su salvación y todo lo que había llegado en ese momento para salvarla, no le importaba nada más que ese momento en que ese hombre que ya había visto por cuarta vez en la vidala estaba salvando una vez más. Los ojos de Victoria se llenaron de lágrimas al momento, tan pronto como sintió el saco de ese hombre en sus hombres, sabiendo que la estaba protegiendo de las miradas de aquellos hombres que le estaban mirando. No importaba que el saco no hiciera mucho pero al menos decía que ella era a la mujer que nadie más podía ver. —Ven conmigo —dijo el hombre al momento que se ponían en marcha para bajar de la tarima. ¿Qué decir de la mirada de las mujeres que estaban en la tarima? Por ellas no había nadie que hablara, no había nadie que fuera a protegerlas como lo hacía aquel hombre de porte especial, para ellas era era su destino, bailar y bailar hasta que el dinero de los hombres dijera que era suficie
PARTE UNO: LA TRAICIÓNCAPÍTULO VEINTE Con una sonrisa en el rostro, una sonrisa incrédula por supuesto, Victoria se cruzó de brazos después de asegurarse que el saco no se iba caer para que nadie más viera lo que no debía.—En verdad que no sé de que está hablando.Con pasos lentos y siendo el hombre poderoso que soplo Ricardo podía ser en el mundo, se acercó a la mujer. Nunca había visto tanta belleza en una mujer, y quizá lo que él no entendía es que como era posible ver a una mujer tan deslumbrante. Era cierto que por la cama de aquel hombre que era más guapo que cualquier actor de cine, había pasado muchas pero muchas mujeres pero ninguna con la gracia y la divinidad de aquella mujer que él tenía frente él. Ella era realmente diferente, ella era todo lo que él podría estar buscando y ahora que lo pensaba, podía ser exactamente esa manera de actuar de ella, la misma que le había hecho saber que ella no era como las otras mujeres y que ella tenía respeto por sí misma. Como ella l
PARTE UNO: LA TRAICIÓN CAPÍTULO VEINTIÚNOSiendo las diez de la noche en el mismo lugar en el que tantas cosas habían pasado y que siempre eran las mismas malas, una mujer con una copa de vino tinto, sin poder dejar de sonreír una y otra vez ante el recuerdo que tenía en mente. Todo había sido tan rápido, ni siquiera ella misma se había dado cuenta todo el día se la había pasado de misma manera, pensando en la mima persona que no debería, lo que nadie sabía es que ella era una maldita descarada, una mujer a la que no le importaba nada más que su nueva presa. Y ese era el caso de Rosario en ese momento, aquella sonrisa llena de vanidad, aquella manera en la que se sentaba, aquella manera en la que miraba a la nada y a la vez, a todo porque era en esa nada en donde se encontraba su todo. Todo lo que ella veía como su único propósito. De pronto, se levantó del lugar que a esa hora tenía que estar usando su esposo pero siendo el hombre que era, Rosario era la que mejor ocupaba de ese
PARTE UNO; LA TRAICIÓN CAPÍTULO VEINTIDÓS En la escuela en la que su madre siempre daba clases a las personas que más lo necesitaban, siendo ese día el que salía más tarde, siempre teniendo en la mente a su hijo, esperando que en cualquier momento ella fuera a salir de ahí mientras rezaba porque su hijo no se quedara totalmente en la escuela, solo esperaba que en ese momento en que él esperaba fuera como la semana pasada donde ella había llegado tarde por las mismas razones pero encontrándose con que su hijo había hecho un amigo mientras él también esperaba por su madre, terminaron llegado juntas las dos. Victoria esperaba que lo mismo fuera a pasar y al darse cuenta la señora que el niño seguía esperando, ella lo iba a resguardar por un momento.Caminando de un lado a otro, con el libro en mano, queriendo que sucediera un milagro en ese momento y los pequeños pudieran entender a primera la explicación que ella estaba dando del nuevo idioma, siguió. Hasta que de pronto, como un mila
PARTE UNO: LA TRAICIÓN CAPÍTULO VEINTITRÉSLa pregunta era, ¿pod ía ella llegar alguna vez a vez a tener de frente a la gente que le hizo tanto daño a ella y a su hijo? ¿Podía ella cobrar la venganza que estaba dormida en su corazón? Preguntas que jamás iba a lograr contestar porque ella solo había esperado poder criar a su hijo y olvidarse de aquel pasado horrible donde su ex esposo y su mejor amiga fueron los responsables de todo ese dolor en su corazón.— ¿Aceptas, Victoria? —Preguntó Ricardo. —Te prometo una vida muy diferente a la que tienes, te prometo la cantidad de dinero suficiente para mantener a tu hijo pero sobre todo, te prometo un mundo completamente diferente al que has visto hasta este momento.— ¿Qué tengo que hacer? —Preguntó Victoria.—Nada que no puedas, solo vestir bien para el día especial, cuidar mucho tu lenguaje, no opinar, no decir más de lo que tengas permitido pero sobre todo, necesito tu lealtad y la seguridad de que no vas a decir veas lo veas, escuche
PARTE UNO: LA TRAICIÓN CAPÍTULO VEINTICUATRO — ¡Es que no puedo creer que te haya pasado eso, amiga! —Dijo Julia, levantándose de su lugar.Victoria sonrió al ver la actitud de su amiga, ella estaba muy sorprendida y al mismo tiempo, muy llena de felicidad al hecho de que su amiga le estuviera pasando eso, ahora resultaba que era un buen hombre el que había llegado a su vida y que le ofrecía ganar el dinero del momento, teniendo toda la educación que ella llegó a tener a cambio de… de… algo que ni ella sabía.— ¿Cómo puedes estar tan segura que ese hombre no te quiere para otra cosa? —Dijo Julia exigiendo una respuesta en ese mismo momento.—Pues seguridad no tenemos, ninguna de las dos tenemos la seguridad de lo que es ese hombre.— ¿Y lo dices así nada más? —Preguntó Julia. —No, no puedes estar tan segura de nada en este mundo, ese hombre ha de querer otra cosa contigo.—No te ocupes de nada de eso, sigo teniendo mi libertad, estoy segura que el hombre no quiere nada más.—Pues a