VincenzoEmpezaba a ser imposible dialogar con Malú, sin que estuviéramos todo el rato inmovilizándonos, sin intercambiar dos o tres palabras, sin discutir. Estaba harto, lo que yo quería con ella, ella no me lo daba y hacer la fuerza era peor y no me daría ninguna satisfacción. Así que, ya no sabía cómo actuar con esa chica, tanto que ni siquiera quería dormir con ella esta noche, prefería dormir solo en otra habitación. Pero, di vueltas en la cama toda la noche, porque su presencia a mi lado me hacía dormir mejor, no sé, algo así.Me levanté muy temprano, como de costumbre, me duché y me vestí para la reunión con Sheik Lohan. A ver qué chica ha elegido y cuánto me va a dar por ella. Espero que sea una muy buena cantidad o de lo contrario no haremos negocios.Me tomé un café en la habitación y bajé las escaleras, para mi sorpresa, el jeque ya estaba en el salón esperándome, junto con sus guardias de seguridad.- ¿Esperando a tu chica Sheik? - pregunté mientras bajaba las escaleras.-
MalúMe desperté con Vincenzo en mi habitación, observándome mientras dormía. Parecía estar en otro mundo y ni siquiera me oyó llamarle, a pesar de que yo gritaba su nombre. Después de mucho insistir, se asustó y acabó haciéndome caso, me pidió que me levantara, porque quería hablar conmigo en serio. Me pareció extraño, porque estaba muy serio, parecía tenso e incluso decía que estaba un poco nervioso.Me levanté, me di una ducha rápida, me vestí y volví a mi habitación.Estaba sentado en un sillón y frente a él había otro esperándome. Su expresión me dio un poco de miedo... Pero, ¿qué es un rasguño para alguien que ya está jodido como yo? Así que me acerqué y me senté frente a él.- ¡Ya está, cariño! ¡Ya puedes hablar! - Dije irónicamente como siempre- 'Malu, es una cosa muy seria, y creo que es mejor para los dos tomar la decisión que he tomado...' dijo seriamente y eso me asustó. - dijo seriamente y eso me asusto.¿Qué otra mierda ha hecho este tío ahora?- Solo dilo y no me hagas
Horas después.MalúYa era de noche cuando Rebeca abrió la puerta del dormitorio, buscándome.- Por fin mosquita muerta, vamos, que viene tu nuevo marido a llevarte con él? - dijo y yo me levanté en silencio- Sabes, me alegro mucho por ti zorra, tendrás la vida que siempre quisiste y yo volveré a tener la mía, con mi Vincenzo. La vida que me quitaste cuando viniste aquí.- Sabes que Rebeca, tu y el pequeño chef se merecen el uno al otro, lo siento mucho por los dos... - Dije saliendo de la habitaciónBajé las escaleras hacia el salón, ya había gente, pero aún no estaba lleno. Jairo me dijo que fuera al despacho de la parte de atrás de la casa y así lo hice.- ¿Dónde has estado? - preguntó Vincenzo nervioso- Necesitaba estar solo un rato.... - dijo- Tu futuro marido viene a recogerte. Espera aquí.No dije nada, me senté en un sillón y esperé allí. Las lágrimas ya brotaban, pero me las sequé rápidamente, no iba a llorar más, no merecía la pena.... Vincenzo estaba inquieto, miraba por
MalúAl llegar al piso de Lohan, nos bajamos del coche y subimos al último piso. El piso estaba en Leblon, se veía la playa y todas las vistas maravillosas. Volver a ver todo esto me hizo añorar mi comunidad, donde viví toda mi infancia y adolescencia, claro que no era un lugar muy fácil para vivir, pero fue donde crecí y viví buenos momentos. Y no puedo olvidar que también fue allí donde empezó todo este infierno.- Siéntete como en tu casa Malu... Si quieres algo solo tienes que pedirlo y en breve te será proporcionado. - Dijo abriendo la puerta del piso y dandome paso cariñosamente.Sonreí de agradecimiento, entré y miré a mi alrededor. Todo era increíble, maravilloso, impecable, digno de un jeque. Todo era muy acogedor, bonito, sofisticado, pero el piso me pareció un poco grande sólo para él.- ¿Te ha gustado, Malu? - preguntó.- Sí, es precioso y demasiado perfecto... Tienes muy buen gusto. - Respondí sonriendo- Gracias. Pero nada de lo que hay aquí lo he elegido yo. Tengo aseso
MalúAl día siguiente me desperté y fui al salón, Lohan estaba tomando café en el balcón y cuando me vio me llamó para que me sentara con él.- Buenos días Malu... ¿Has dormido bien? - me dijo.- Buenos días... dije sentándome... dormí como una roca. Estaba agotada. Y mira, te he puesto la ropa porque no he traído nada. Espero que no te moleste. - Dije mirándole- Oh sí, no hay problema... - dijo... - Recuérdame que te lleve a comprar algunas cosas después del desayuno.- ¿Qué? - pregunté- "Llevarte a comprar ropa y cualquier otra cosa que necesites, Malu. "¿O piensas pasarte todo el mes vestida como si estuvieras en un saco de patatas?" dijo sonriendo. - dice sonriendo- No, no necesitas eso, me las arreglaré. Me las arreglaré. Ya has hecho mucho por mí y no quiero presionarte.- Claro que necesitas mi ayuda. No tienes nada. ¿Cómo te las arreglarás?- Puedo ir a mi antigua casa y coger mis cosas.- ¡No! ¡Negativo! Esto es demasiado arriesgado, no seas terco, tú me ayudas y yo te ayu
Dos semanas despuésVincenzoTras la marcha de Malú, hice todo lo posible por concentrarme en el trabajo, distraerme con otras chicas y no pensar en ella todo el tiempo... Tendría que darle el divorcio, para que pudiera casarse con ese jeque y ya estaba trabajando en ello, con una prisa inusitada.El dinero que me prometió ya estaba en mi cuenta y podía invertirlo en lo que quisiera. Pero primero tenía que devolverle el dinero a mi padre y decirle a mi familia que el matrimonio con Malú había terminado, inventarme alguna excusa, no sé, pero tenía que decir que ya no estábamos juntos. Así que llamé a mi madre y le dije que ya había vuelto a Río de Janeiro y que las cosas no iban bien entre Malú y yo. Y que habíamos decidido poner fin al matrimonio, que ella seguía su camino y yo el mío. Y que ella no quería verme más, porque era mejor así....Por supuesto, mi madre y el resto de la familia no entendían nada, pero tendrían que aceptarlo, también le dije que le devolvía el dinero a mi pa
MalúEl tiempo pasó volando, y al cabo de dos semanas Lohan y yo nos hicimos grandes amigas. Hablábamos mucho. Me contó muchas cosas de su vida y yo de la mía. Salíamos juntos y hacíamos muchas cosas, entre ellas: íbamos al cine, a la playa, al centro comercial, nos divertíamos mucho.... Algo que había olvidado durante mucho tiempo.Es un hombre muy amable, cariñoso, educado y por supuesto muy guapo. Mide alrededor de 1,83 o incluso un poco más. Hombros anchos, barba muy bien diseñada, pelo negro siempre impecable, ojos marrones que a veces cambiaban de color según donde estuviéramos y una boca perfecta.¿Y el cuerpo? Hay... Ni siquiera podría definirlo. Era un jeque bastante diferente de lo que imaginaba. Llevaba ropa formal para el trabajo, como trajes maravillosos. Pero cuando estaba en el piso conmigo siempre se vestía informal y era entonces cuando podía observar todo ese monumento de hombre. Tenía las piernas, los brazos, el abdomen y todo el cuerpo bien diseñados. Era obvio que
VincenzoEn la cena con Isabela acabamos bebiendo demasiado y pasó lo que realmente estaba deseando, tuvimos sexo y estuvo bien. Nada comparado con lo que sentí con Malú, pero me gustó y ella estuvo mucho más maravillosa que antes.Después de eso Isabela y yo nos veíamos de vez en cuando y estábamos juntos todas las veces, pero sin compromiso.Yo estaba muy ocupado con las inversiones en mis nuevas casas, supervisando todo de cerca, resolviendo los problemas, con todo esto que pasaba podía dejar de pensar un poco en Malu, pero siempre a la hora de dormir esa maldita cosa no salía de mis pensamientos.No se que pasaba, nunca había estado tan unido a una mujer como a ella, pero esto tiene que terminar, se va la semana que viene y ni siquiera podría volver a verla, porque ese Jeque nunca lo permitirá.Después de un largo día de trabajo, llegué a casa loco por descansar un poco, pero Isabela me llamó y me dijo que quería verme hoy en un restaurante, pensé en negarme, pero le dije que iría