VincenzoLe pedí que me dejara entrar, y para mi sorpresa era el hijo de Frederico Wern, que fue mi cliente en la época de mis casas de lujo, si no me equivoco se llamaba... Marcus Edgar Wern.¡Claro! Ese Marcus que casi se lleva por delante a Malú, de no haber sido por aquella alarma de incendios que accioné en el momento justo. Lo recuerdo muy bien, ya me moría de celos y de amor por ella.- Buenos días Vincenzo, te acuerdas de tu viejo amigo, ¿verdad? - Me dijo.- Buenos días Marco... ¡Por supuesto! ¿Cómo no iba a acordarme? - dije, sentándome en mi silla.- ¿Te sorprende mi visita? - pregunta- Un poco. Pero dime, ¿a qué has venido? - respondo, mirándole- Bueno, he venido porque necesito que me des algunos consejos... - dijo.- ¿Consejos? ¿Sobre qué? - pregunto con curiosidad- Sobre cómo ser un proxeneta de éxito. O mejor dicho, cómo ser el mejor chulo que la ciudad de Río de Janeiro haya tenido nunca. Y por supuesto, hacerlo a escondidas sin que nadie lo sepa... Y quién mejor p
"Esto es lo que haces, esto es lo que pagas, ten cuidado con tu comportamiento para no lamentar las consecuencias".××××××××××××MalúDespués de que Ravi y las niñas se fueran al colegio, me preparé para ir a la agencia a ver a las nuevas modelos que habían llegado. Me encanta mi trabajo, pero no siempre tengo la oportunidad de hacerlo bien, y mucho menos de visitar a los clientes. Pero hoy es un día excepcional, así que voy a aprovecharlo y a relajarme un poco. Al fin y al cabo. lo necesito.Cuando llegué, Lorenzo me estaba esperando con las chicas... Charlé un rato con ellas y les expliqué cómo funcionaba mi trabajo. Y como ahora soy su asesora, también les dije que si alguna necesitaba ayuda, que me llamara y estaría encantada de ayudarla. Lo solucioné todo y al cabo de un rato me fui con Lorenzo a comer y a ponernos un poco al día. Somos grandes amigos y siempre que nos vemos es un momento para relajarnos un poco. Nos contamos nuestros problemas y nos ayudamos en todo lo que podem
Malú- Bueno... voy al baño, chicas, ahora vuelvo... - dijo Lorenzo mientras se iba.- Vaya María Luiza, tenías la mejor cara cuando me viste... ¿o debería llamarte mosquita muerta? Uy... creo que no. Porque no tienes nada de tonta. Comiendo por los bordes y haciéndote la virgen, te llevaste la mejor pesca de la ciudad. Y no sabes cuánto te odio por ello, cretino. -dijo Rebeca, sentándose a la mesa y mostrando su verdadero rostro.- No vales nada, ¿verdad? ¿Por qué te has liado con el hermano de Vincenzo? ¿Qué quieres o esperas conseguir después de todos estos años, Rebeca? - pregunto lleno de odio y ella responde de forma siniestra- Cuando me lié con Lorenzo no sabía que era el hermano de Vincenzo. Pero luego lo descubrí. Me gusta mucho, Maria Luíza, y mi vida ya no es lo que era... ¡Lo juro! - dijo ella.- ¡Vaya, qué santa! A lo mejor hasta consigues un altar en casa de muchos idólatras gracias a este milagro. ¡Dame un respiro! Una vez naja, siempre naja. Hay cosas que no cambian y
VincenzoDespués de que el gilipollas de Marcus saliera de mi despacho, no pude pensar en otra cosa y lo único que necesitaba era resolver toda la maldita situación lo antes posible. Mi secretaria ordenó el desorden de mi despacho mientras yo intentaba respirar un poco y mentalizarme.Todavía no podía creer que todo esto me estuviera pasando a mí y que mis malas acciones del pasado volvieran con toda su fuerza, haciéndome pagar por todo el daño que había causado a tanta gente. Pero ahora todo era mil veces peor, porque antes estaba solo y podía correr todos los riesgos. Hoy no es así... Tengo hijos, una mujer y una familia a la que prometí cuidar, proteger y alejar de todo mal. ¿Pero cómo voy a hacerlo sin decírselo a Malú? Desde que estamos juntos nunca he podido ocultarle nada y ahora me pasa esto."¡Qué mierda!"Estoy perdido, confuso y por primera vez no sé qué hacer.Unos minutos más tarde mi habitación estaba completamente en orden, pero yo seguía nerviosa, agitada y ansiosa. Co
VincenzoSalgo de mis pensamientos con la voz de Malú.- ¿Lo juras, amor? Vaya, justo hoy quería salir de casa y disfrutar de nuestra familia. - Pero, ¿qué hago ahora? ¿Lo cancelo o lo dejo para otro día? Tus padres se pondrán tristes.- Y ahora deberías habérmelo dicho antes, así habría reservado otro día con el cliente. Pero ahora no puedo cancelar, amor... - DijeDespués de tantos años era la primera vez que le mentía, pero no podía decirle la verdad, estaría demasiado asustada y preocupada y eso es lo que menos quiero ahora. Abrirme solo la haría pensar de nuevo en el pasado, ese pasado que solo la hizo sufrir por mi culpa.- "Bueno, es una pena, amor... pero está bien, lo aclararé con tus padres. -dijo ella.- No lo canceles, amor. Te diré algo: tú ve con los niños y con Lena. Y en cuanto me haya librado de este lío, vendré a recogerte. ¿Te parece bien, cariño?- ¡Muy bien! No hay manera de evitarlo, ¿verdad? Iremos sin ti y tus padres se alegrarán de volver a ver a los niños. Ya
VincenzoCuando todos estuvieron listos, salimos de casa. Llevé a Malú con Lena y los niños a casa de mis padres. Entré y hablé con ellos brevemente, explicándoles por qué no podía quedarme. En realidad estaba haciendo algo que me juré a mí mismo que no volvería a hacer: mentir.Intentaba convencerme de que era lo mejor y de que todo lo que hacía era para protegerlos. Pero en el fondo sabía que mentir nunca sería la mejor solución para nada en esta vida. Pero, ¿qué podía hacer? Estaba asustada, literalmente me ponían contra la pared y me acorralaban porque ese pedazo de mierda de Wern pensaba que podía obligarme a ayudarle sólo porque una vez había sido como él.Es duro decirlo, ¡pero sí! Una vez fui como él. Cruel, dominante, obsesivo, frío y capaz de cualquier cosa para conseguir mis objetivos. No importaba a qué o a quién tuviera que enfrentarme, lo atravesaría como un tractor para conseguir lo que creía justo y lo que me beneficiaría de alguna manera.Pero he cambiado. He cambiado
MalúEn cuanto llegamos a casa, llevamos a los niños a su habitación porque se habían dormido. ¡Lo cual es prácticamente un milagro! Sin embargo, como se habían divertido tanto y habían jugado con Lorenzo, no era de extrañar que acabaran cansándose y dándose la vuelta enseguida. Lena nos ayudó y las metimos en sus camas. Las dos ordenamos a las niñas y les pusimos el pijama, mientras Vincenzo se ocupaba de Ravi. Esta vez lo hizo muy bien y no fue tan complicado como antes, cuando intentó ordenar a las niñas. Tal vez porque Ravi estaba dormido y también porque era un niño, todo fue un poco más fácil. Sin embargo, eso es lo menos importante ahora. El hecho es que Vincenzo es realmente un hombre diferente y se esfuerza por mejorar cada día. Esto me hizo muy feliz y aún más segura de que había hecho la mejor elección y decisión al aceptar su amor... su cambio y formar así una hermosa familia a su lado. Lo amo y soy la mujer más feliz del mundo a su lado. Pero sé que algo le preocupa. A lo
VincenzoDespués de que mi pequeña me despertara, me levanté casi gateando y me di una ducha para despertarme de verdad. Luego me preparé para darles un paseo por el centro comercial, como ella me había pedido, o mejor dicho, como sus hermanos habían intercedido. Esta niña, con su forma de ser cariñosa y dulce, llegará lejos y conseguirá fácilmente todo lo que se proponga en este mundo. Salí del dormitorio y fui directamente a la cocina. Allí encontré a Malú, que estaba tomando café con Lena.- Buenos días, maravillosas señoritas... - Dije, dándoles un beso a las dos.- Hum, hoy se ha levantado usted muy bien, ¿verdad, señor Torricelli? - preguntó Malú.- Digamos que sí, señora Torricelli... Me he despertado renovado, pero digamos que he tenido mucha ayuda para lograrlo. - Le guiñé un ojo y Lena asintió sonriendo -¿Estáis todos listos para dar un paseo? - pregunté con una sonrisa que fue rápidamente cerrada por la respuesta de Malu- Lo siento amor, pero tendrás que ir sola con los ni