Micaela Stevens Un escalofríos me recorre el cuerpo a medida que vamos por el pasillo, los pisos son de un gris frío y las paredes son tan blancas que parecen que hicieran parte de un congelador, todo esta en silencio, la tension es tan fuerte que me estremezco.Es como si mi cuerpo se preparara para algún acontecimiento importante, hemos avanzado lo suficiente cuando uno de mis acompañantes, que va justo delante de mi, se frena de forma abrupta. Yo lo veo buscando algo que me diga el porque, sin embargo el no me ve a mi, ve a otro de sus compañeros con una expresión de sorpresa y confusión. —¿Que ocurre? El traga incómodo — ¿Quien organizo esto? ¿Fue directamente el alfa? — No me habla a mi, lo hace a su compañero y yo suspiro.—Creo que el fue quien se comunicó con David, no estoy seguro, ¿Que hacemos? ¿Cómo procedemos? —Me siento pintada en la pared y me está entrando la desesperación.—¿Dónde diablos está la habitación? — interrumpo su indecisión, la chica loba sonrie y asient
Baltazar Licaon —¿DONDE ESTA CASANDRA? — Mi grito retumba por todos los pasillos, el maldito dolor de cabeza me hizo desmayarme no se por cuánto tiempo, mi cuerpo se siente asqueado, esa hija de puta acaba de firmar su pena de muerte.Uno de los chicos aparece frente a mi, pálido! — Sr, la delta subió a su jet y se fue, dijo algo de que usted la había desterrado y debía irse. —BUSQUENLA! TRÁIGANMELA YA!!! —Alfa, no quedan aviones, uno fue enviado a buscar a su esposa y el otro... —¿Quien mierda envío a buscar a Micaela??? La orden era que organizarán todo para volver a Warairalunar. —La delta, ella dijo que usted mando por la luna. Cierto mis ojos y tomo una respiración profunda, es mi culpa, todo esto es mi culpa, si pensaba conquistar a Micaela a mi vuelta, con esto no sucederá jamás. Llamo a Roberts quien está por volver para regresar conmigo a nuestra manada, le cuento lo sucedido y recibo un regaño, el cual escucho callado para martirizarme más, ya se que es mi culpa y mer
Micaela Stevens Despierto y estoy en la habitación de la cueva, no recuerdo cómo llegué aquí, me levanto ipso facto, ya no tengo dolor de cabeza, salgo y ya es de noche. No hay nadie a la vista, por lo que deben ser altas horas, deben estar descansando. Aún así salgo afuera y todo está tan calmado que es confuso, conseguí a mi esposo con su Delta. El malestar que sentí no debió ser por amor, porque no estoy enamorada de el, lo poco que llegué a sentir jamás llegó a ese sentimiento tan profundo. Camino y me siento afuera, las pequeñas cabañas están alumbrando el lugar y se ve hermoso, este lugar inspira paz a pesar del huracán de cosas que siento por dentro. Lo del divorcio es irrefutable, lo mejor es que me quede tranquila hasta su llegada y hacer lo inevitable, no hay manera de que pueda negarse, sonrío hacia el cielo aunque la reina luna no se está a la vista. Por fin seré libre! Sonrío satisfecha de que todo por fin este saliendo como debe ser. ¿Que haré al irme de aquí? ¿D
Baltazar Licaon Me despierto entre barro, Robert duerme plácidamente a pesar de estar sobre el suelo, sin nada de protección o algo cómodo sobre lo que estar plácidamente. Veo mi lamentable estado y reflejo lo mierda que estoy hecho por dentro, tengo tierra pegada a la ropa, raspones sobre mis brazos y rodillas. ¡Puedo ver incluso a través de mi pantalón! ¿En qué he quedado? No parezco el alfa supremo de los Lycans, descendiente del primer Licaon. Un pordiosero se ve mucho mejor que yo. Me da vergüenza que mi Beta me vea así, soy su Alfa, aunque está en el mismo estado que yo. Si hacer mucho ruido, camino hasta un pequeño riachuelo y lavo mi cara, mis brazos, al final me doy un baño para quitar el lodo de mi ropa, que vergüenza que mi manada me vea así. Cuando estoy listo vuelvo a dónde está Robert, ya aclaro lo suficiente y el duerme como si en una habitación estuviera. —Robert! Rober! Ya amaneció, debemos seguir... Ubicarnos y seguir, ni con el olfato de lobo cuento.—¿Que?
Narrador Omnisciente La nueva Warairalunar se encontraba de fiesta, había pasado un día desde el cumpleaños de su luna, Pero aún seguían celebrando, faltaba el alfa, Pero con la luna tenían, se había firmado el pacto entre especies para el fin de la guerra y ese era un logro que había que celebrar, algo que había hecho Baltazar. Pero el que la manada volviera a tener magia entre los lobos era algo demasiado especial, demasiado increíble, Pero que estaba, jamás imaginaron poder hacer la cosas que los niños estaba haciendo, manejar agua, fuego, aire y tierra. El nuevo pueblo se había convertido en un lugar lleno de maravillas. Y eso había sido gracias a su luna, por eso la celebración en su honor había seguido, era humana, Pero para ellos era más! Los niños la amaban, los adultos la respetaban. Por eso lo encargados de su cuidado estaban preocupados, ellos habían sido testigo de lo ocurrido con su Alfa y aunque no se explicaban con pudo pasar, estaban a favor de su luna, ya que Bal
Micaela Stevens "Si aún te queda algo de compasión por mi, no lo hagas" Su estúpida frase tiene el efecto contrario de lo que el quiere en mi, me irrita, me indigna, me enfurece que me pida algo que yo misma le pedí a el y me negó. No sé merece mi compasión, es jodidamente absurdo que si quiera lo diga! —Eres un maldito imbécil! ¿Quieres compasión? ¿En serio? Estamos en esta situación por tu culpa, me obligaste a estar contigo, cuando no era como decías! Todo esto era nuevo para mí, manipulaste mi ingenuidad a ti favor y ¿Para que? ¿Para que Baltazar? Para destruirme una y otra vez! Solo por un maldito capricho tuyo, por no herir tu orgullo de macho alfa! Ooooh a el gran alfa supremo no se le puede negar nada! Y menos alguien de mi especie... Para este momento las lágrimas ya bañan mis mejillas, odio esta parte sensible de mi, no estoy triste, estoy furiosa! Y lloro como una estúpida cría! Siento que le quita validez a mis palabras. —Lo se, lo sé, lo sé Micaela, lo entiendo, en
Micaela Stevens Mi cuerpo se remueve con un par de brazos tomando mi cintura, pero no me molesta, me acomodo pegándome más hacia el cuerpo dueño de estás extremidades, está calentito y se siente delicioso. Se escuchan el canto de los pajaritos fuera y la luz solar entra por las pequeñas rendijas de entre la madera. Es esa sensación de paz, de tranquilidad, de tenerlo todo, es una plenitud indescriptible, que hace no quiera abrir los ojos. Solo quedarme allí, feliz. —Deberíamos levantarnos, hay muchas cosas por hacer... Esa voz ronca y sexy solo hace que me remueva buscando más su calorcito. —No quiero, anoche no me dejaste dormir bien, necesito hacerlo un poco más para que mi cuerpo resista las horas del día. Siento su sonrisa en mi cuello — Podría ir solo...Niego con la cabeza, por su puesto que no, me gusta hacer los recorridos por la manada en la mañana, saludar a los niños, desayunar con ellos, verificar los campos magnéticos encargados de mantenernos ocultos en la natur
Micaela Stevens Vestirme para una reunión con los alfas me costó, no sabía que ponerme, desde que había llegado a este lugar solo usaba vestidos y alpargatas, las únicas a las que había asistido donde estaba al tanto de que ellos estaban presentes, había sido cuando conocí a Baltazar, un hecho fatídico y luego en la boda. Al final me decidí por un pantalón de jeans y una blusa manga larga de botones con unos botines de tacón medio. Algo casual y decente para cualquier ocasión..."No creo que vayan a venir en traje y vestidos de gala""Bueno eso espero"Niego con la cabeza y decido no pensar más, Baltazar ya debería haber despertado, eso me tiene preocupada, la manada sabe que he sido yo la causa de su ausencia, por no decir de que casi lo mato. Saludo a todos los que están por el camino a la cueva, hay algunas caras nuevas lo que me hace deducir que vienen con las manadas que están de visita. Todos me saludan como si de su alfa supremo me tratara, lo cual es incómodo, mi manada se