Narrador Omnisciente La nueva Warairalunar se encontraba de fiesta, había pasado un día desde el cumpleaños de su luna, Pero aún seguían celebrando, faltaba el alfa, Pero con la luna tenían, se había firmado el pacto entre especies para el fin de la guerra y ese era un logro que había que celebrar, algo que había hecho Baltazar. Pero el que la manada volviera a tener magia entre los lobos era algo demasiado especial, demasiado increíble, Pero que estaba, jamás imaginaron poder hacer la cosas que los niños estaba haciendo, manejar agua, fuego, aire y tierra. El nuevo pueblo se había convertido en un lugar lleno de maravillas. Y eso había sido gracias a su luna, por eso la celebración en su honor había seguido, era humana, Pero para ellos era más! Los niños la amaban, los adultos la respetaban. Por eso lo encargados de su cuidado estaban preocupados, ellos habían sido testigo de lo ocurrido con su Alfa y aunque no se explicaban con pudo pasar, estaban a favor de su luna, ya que Bal
Micaela Stevens "Si aún te queda algo de compasión por mi, no lo hagas" Su estúpida frase tiene el efecto contrario de lo que el quiere en mi, me irrita, me indigna, me enfurece que me pida algo que yo misma le pedí a el y me negó. No sé merece mi compasión, es jodidamente absurdo que si quiera lo diga! —Eres un maldito imbécil! ¿Quieres compasión? ¿En serio? Estamos en esta situación por tu culpa, me obligaste a estar contigo, cuando no era como decías! Todo esto era nuevo para mí, manipulaste mi ingenuidad a ti favor y ¿Para que? ¿Para que Baltazar? Para destruirme una y otra vez! Solo por un maldito capricho tuyo, por no herir tu orgullo de macho alfa! Ooooh a el gran alfa supremo no se le puede negar nada! Y menos alguien de mi especie... Para este momento las lágrimas ya bañan mis mejillas, odio esta parte sensible de mi, no estoy triste, estoy furiosa! Y lloro como una estúpida cría! Siento que le quita validez a mis palabras. —Lo se, lo sé, lo sé Micaela, lo entiendo, en
Micaela Stevens Mi cuerpo se remueve con un par de brazos tomando mi cintura, pero no me molesta, me acomodo pegándome más hacia el cuerpo dueño de estás extremidades, está calentito y se siente delicioso. Se escuchan el canto de los pajaritos fuera y la luz solar entra por las pequeñas rendijas de entre la madera. Es esa sensación de paz, de tranquilidad, de tenerlo todo, es una plenitud indescriptible, que hace no quiera abrir los ojos. Solo quedarme allí, feliz. —Deberíamos levantarnos, hay muchas cosas por hacer... Esa voz ronca y sexy solo hace que me remueva buscando más su calorcito. —No quiero, anoche no me dejaste dormir bien, necesito hacerlo un poco más para que mi cuerpo resista las horas del día. Siento su sonrisa en mi cuello — Podría ir solo...Niego con la cabeza, por su puesto que no, me gusta hacer los recorridos por la manada en la mañana, saludar a los niños, desayunar con ellos, verificar los campos magnéticos encargados de mantenernos ocultos en la natur
Micaela Stevens Vestirme para una reunión con los alfas me costó, no sabía que ponerme, desde que había llegado a este lugar solo usaba vestidos y alpargatas, las únicas a las que había asistido donde estaba al tanto de que ellos estaban presentes, había sido cuando conocí a Baltazar, un hecho fatídico y luego en la boda. Al final me decidí por un pantalón de jeans y una blusa manga larga de botones con unos botines de tacón medio. Algo casual y decente para cualquier ocasión..."No creo que vayan a venir en traje y vestidos de gala""Bueno eso espero"Niego con la cabeza y decido no pensar más, Baltazar ya debería haber despertado, eso me tiene preocupada, la manada sabe que he sido yo la causa de su ausencia, por no decir de que casi lo mato. Saludo a todos los que están por el camino a la cueva, hay algunas caras nuevas lo que me hace deducir que vienen con las manadas que están de visita. Todos me saludan como si de su alfa supremo me tratara, lo cual es incómodo, mi manada se
Baltazar Licaon.Mientras el dolor toma mi cuerpo y veo como Micaela me rechaza del todo, siento el miedo que jamás había sentido en mi vida, ese que te dice que ya todo ha acabado, que todo está perdido, veo el dolor en su mierda, ella sabe que está es la única salida porque jamás la dejaría ir. La oscuridad me toma por completo, y llegó a un lugar en dónde no hay nada, absolutamente nada, todo es blanco. Ve mi cuerpo y estoy sin nada, incluso sin tatuajes, ¿Este será el cielo? Busco y camino, Pero la nada lo es todo, hasta que luego de un rato un punto lejano emite un sonido, parecen personas hablando, resopló cuando camino y camino hacia aquel lugar Pero parece tan lejano, me lleva un tiempo llegar y es una especie de pantalla traslúcida. Allí estoy yo, y está Micaela, un tronco de árbol lo suficientemente grande para sentarme cómodo aparece a mi lado. La imágenes se reproducen, una chica hermosa trabajando en una bar, sonriendo a los clientes, saliendo allí, caminando feliz h
Micaela Stevens No Soporto un minuto más aquí, las personas susurran y toda la atención está en mi, no precisamente de la misma forma en la que explicaba el como y porque de los cambios en Warairalunar. Si no con lastima, es algo que quiero olvidar por completo, para mí suerte el muy imbécil logro borrar gran parte de el trauma, Pero tengo recuerdos breves que son suficientes para saber todo que esa maldita me hizo. Asiento hacia a todos y salgo de allí, necesito respirar, ahora sí quiere cazar a Casandra, ahora que sabe que puedo matarlo con un simple rechazo. Imbécil. —Luna!!! Mira — uno de los pequeños me detiene en mi huida y de una planta que lleva en sus manitas nace una hermosa flor orquídea — He estado practicando, es para usted!! Sonrío ante el acto de magia y la hermosa flor lila. —Gracias mi amor! Está muy hermosa!! Me alegra mucho todo lo que estás aprendiendo!! — lo abrazo y tomo la hermosa plantita. —Micaela! — una exhausta Stefany llega hasta donde nosotros — jod
Micaela Stevens Me despierto a gusto, siento que mi cuerpo descanso justo lo que le hacía falta, abro mis ojos y estoy dentro de una de las chozas, estoy cubierta con una cobija preciosa, de esas que las mujeres de la tribu hacen a mano, tiene colores vivos y huele a naturaleza. Estoy sobre una esterilla, mis botines están justo al lado, me desperezo y me levanto, hay un cuenco con agua y una barra de jabón, en una pequeña mesa, la utilizo para enjuagarme la boca y lavar mi rostro. Salgo y por la posición del sol noto que debe ser cerca del medio día! La chamana de la noche anterior se me acerca y me toma por el brazo. —Hija de luna, ¿Descansaste?, note que lo necesitabas. —Si! Mucho la verdad, me siento mucho mejor—Me alegro, te guardamos desayuno, aunque ya casi está listo el almuerzo — la abrazo y agradezco. —Muchas gracias, aunque creo que debería irme...—No, no, no, debes descansar un poco más de tantas responsabilidades, tu manada está en buenas manos, no debes preocupa
Baltazar Licaon Salgo de la reunión con los alfas buscando a Micaela, salió de manera apresuraba, se veía un poco nerviosa y confundida, lamentablemente no podía salir detrás de ella, no podía dejar a los jefes de manadas solos, me alivio un poco ver a Stefany ir tras de ella. Ahora la busco Pero no la consigo en ningún lugar, algunas personas me distraen en el camino, no he tenido tiempo de reunirme con mi gente, algunos me abrazan y me dan la bienvenida, me muestran cosas maravillosas, Pero mi persona no está del todo en lo que ellos hacen, mi madre me sirve comida, hasta eso había olvidado hacer. Luego de un rato compartiendo mientras me mantengo alerta si Micaela aparece, decido irme a la habitación a descansar, Pero al entrar encuentro con un revuelo, un desastre, todas mis cosas están el suelo, eso me despierta de nuevo y salgo tras de ella. Los chicos me indican que ella tiene una cabaña , que Stefany fue Pero no consiguió a nadie, me dirijo a ella y los chicos al ver mi pr