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La Química entre nosotros

Me citaron a las nueve de la mañana, me fui a las ocho, estaba tan emocionado con la noticia de la segunda prueba que no pude dormir de la desesperación. 

Me acerco al estudio observo a los actores de ayer, son menos, más de la mitad ya no están, eso me alegra, pero todavía hay competencia.

Me concentro en el guión, ahora nos tocará una escena con la protagonista de la película, ¿como será?

Veo caminar a una joven con vestido rojo entero,  unos tacos medianos su cabellera castaña brilla con los rayos del sol, La reconozco es hija de dos grandes actores de años 80 y 90, ¿Será la protagonista?

Nos van llamando de uno por uno como lo hicieron el otro día.

Más que nervioso, ahora estoy desesperado de conseguir el papel, es lo más importante para mi, quiero esto desde el fondo de mi corazón.

Al entrar veo a la directora, como siempre, con cara de malos amigos, sentada a un lado, la escritora, el productor y otros que forman parte del staff están sentados en una mesa.

-Muy bien... Señor- la directora mira la cartilla - Prescott, la señorita May Johnson estará con usted en la escena.

Ella sale, es muy bonita, el cabello castaño le llega hasta el hombro le cae en cascada y tiene los ojos azules muy claros e iluminados.

-Hola - saluda sintiéndome, se nota que está serena por mi parte, soy un manojo de nervios.

-Hola... - respondo intentando no hacerlos notar pero ella lo nota al instante.

-No te pongas así - susurra para tranquilizarme- la primera vez que hice una audición de este tipo vomité de los nervios- sonríe burlona guiñándome un ojo y se va al punto donde le indicamos ca la producción que debe pararse.

Respiro hondo para darme valor, nos dan la orden y comenzamos, tenemos buena química en el momento de actuar, nos llevamos muy bien y eso me da mucha confianza, ya no tengo esos nerviosos horrorosos de hace rato, ella tiene una extraña magia que ayuda que me sienta confiado y libre para expresarme.

-Gracias...pueden retirarse - exclama la directora cuando terminamos después escribe algo en la cartilla sin mirarnos y se retira del set sin decir una palabra más.

-Suerte - exclama May,  después sonríe y sale del plató de filmación.

No hay más, intento observar la interacción del staff para saver algo o rever por lo menos un indicio, pero como siempre sus rostros son un témpano de hielo y no puedo encontrar algo que me dé por lo menos un poco de esperanza.

Lo bueno es que me sentí muy confiado, con May me ayudó demasiado con su soltura en la escena, eso hizo que mi actuación salga bien, sé que lo hice muy bien, tal vez hasta mucho mejor que la anterior.

Cuando salgo del set Googleo un poco, por curiosidad, buscando por lo menos en Wikipedia quien es May Johnson, observo fotos de ella como modelo de ropa y también con sus famosos padres se nota que son muy conocidos en el medio artístico, es muy joven y bonita, no tiene mucha historia tampoco en el cine pero ya hizo actuaciones con grandes directores, por lo que pude notar le gusta más el modelaje, trabajó con grandes diseñadores y recientemente firmó un contrato con uno de los mejores diseñadores de Italia.

Sinceramente conocerla fue un respiro, me ayudó mucho,  vuelvo a la casa, relajado,  me dio mucha confianza esa química que surgió entre nosotros, si me dan el papel será un placer trabajar a su lado.

-Hola... - exclamo entrando a casa.

-Buenos dias, señor. - sale la niñera de Giselle, con ella en brazos.

-Buenos días, Paola ¿mi mujer?

-La señora salió una hora después de usted.

-Ah, ok, gracias - le doy un beso a mi pequeña y entro a mi cuarto.

Amélie hace esto constantemente hace unos meses atrás, desaparece sin ninguna razón y aparece horas después, la que se hace cargo de mi hija es Paola y yo cuando no estoy trabajando.

Ya ni me importa que es lo que hace o deja de hacer, quizás me engaña pero sinceramente no me afecta en lo más mínimo, lo que más me molesta es que deje en manos de la niñera el cuidado de nuestra hija.

No me malinterpreten, Paola es buena niñera pero mi hijo necesita de su madre, además Amélie desde que nos casamos, no trabaja, ni estudia, tendría que tener el tiempo suficiente para cuidar a Giselle.

****

Pasan horas y Amélie no llega, le di a Giselle su mamadera, le cambié el pañal mientras Paola me ayuda con la comida, ahora juego con ella en su tapete de juegos.

-Buenas tardes - observo a Amélie entrar mientras se va sacándo el saco.

-Buenas tardes- respondo molesto por la hora en la que llega. - ¿Dónde estuviste?

-De compras, estaba aburrida y salí a comprar algunas cosas y también fui al supermercado por lo que nos falta.

Me paro disimuladamente y voy a ver si es en serio que hay bolsas de compras.

Comprar un botellón de leche y algo de carne es para que ella tarde más de seis horas... ¡Si, como no! Observo una bolsa de Chanel en la puerta y suspiro con rabia.

Camino hasta el cuarto furioso, con la bolsa en las manos.

-¿Chanel? ¿En serio? - la miro con el ceño fruncido mostrándole la bolsa.

-¿Y? - alza los hombros, sin dar mucha importancia - solo es un vestido? - responde mientras se ve en el espejo.

-No tenemos dinero suficiente para que te compres vestidos de marca, para colmo sales como indigente diariamente a la calle, ¿Alguna vez te ves en el espejo?

-Yo salgo como me da la gana, esos trajes son una inversión, querido, - responde con chulería- cuando seas famoso los necesitaré para acompañarte del brazo a las premiers.

-Eres imposible... - respondo molesto y salgo del cuarto.

Esto ya pasa de mi límite, sabe que aunque he tenido trabajos, no estoy nadando en dinero y el dinero que tenemos es para gastos necesarios, no para comprar vestidos caros.

Salgo de la casa todavía molesto me dirijo a un café para tomar una taza y tranquilizar mi molestia.

Me siento en una mesa con mi vaso de café, todavía estoy molesto con Amélie y todavía no me explico que pudo hacer en esas seis horas que desapareció de la casa.

Estoy casi seguro que me engaña y yo sigo acá de baboso esperando que surja algo bueno de este contrato de obligaciones.

-Hola - alguien me saca de mis pensamientos, reconozco esa voz,  miro sobre mis hombros y me encuentro con May sonriendo.

-Ohhh...Hola - respondo intentando esbozar una sonrisa forzada.

-¿Me puedo sentar? - pregunta acercándose a la silla que está al frente de donde estoy sentada.

-Por supuesto...- exclamó poniéndome de pie, todavía un poco nervioso.

-Te vi cuando entraste, estaba en la silla de allá, - me muestra con su mano una silla que está a tres de donde me sentí- ni me viste.

-Disculpa, estaba distraído - respondo un poco avergonzado.

-No tienes cara de distraído, tienes cara de molesto.

-Pues... Sí estaba un poco molesto... Pero no quiero hablar de eso ¿dime como conseguiste el papel en la película?

-Hice el casting de pura casualidad...y me quedé con el trabajo, la directora me vio y me pidió que haga la prueba, creo que yo era exactamente lo que buscaban - sonríe y toma un sorbo de su café.

- Pues fue el destino- sonrió también, miro el reloj de mi muñeca, ya es hora de volver a casa - bueno gusto haberte encontrado y charlar contigo, tengo que volver a casa, mi hija debe estarme extrañando.

-¿Tienes una hija?

-Si, de unos meses.

-Oh debe ser muy hermosa.

-Es hermosa... Bueno, me voy, espero volverte a ver.

-Yo también, espero que te den el papel y podamos trabajar juntos.

-Yo también lo espero - le doy la mano sonriendo y salgo del local.

Estoy más relajado, volvió mi sonrisa y el problema con Amélie ya no importa.

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