EDMON
Lo fulmino con la mirada, tomo mis cosas y salgo acompañado de mis Voyevikis antes de que noten mi erección. Llego hasta mi camioneta y si fuera otra ocasión pediría a Lukyan que se le llevara consigo, pero sabiendo que nos adentraremos a la boca del lobo, con una mirada le indico que solo ella vendrá conmigo, subo y a través de la ventanilla observo como le susurra al oído, algo que hace que la mocosa suelte una risilla nerviosa, luego asiente y todo atisbo de felicidad que habitaba en su rostro, se esfuma en cuanto camina en mi dirección y entra en silencio, con sigilo.
Su vestido se sube unos cuantos centímetros dejando sus muslos desnudos y aparto la mirada en cuanto se da cuenta que la estoy mirando, hace un mohín y trata de bajar la tela del maldito vestido. El carro se pone en marcha y sigo tamborileando los dedos sobre el filo de la ventanilla.
—¿Vamos a durar mucho en aquel sitio? —por fin se a
CHASTITYMe enjuago las manos como si estuviesen más mugrientas que las calles más desoladas y perdidas de los Ángeles, ¿cómo se me ocurrió pensar que en algún momento podría zafarme de las garras de la mafia roja? Y ahora estaba metida en un baño elegante, impregnado de perfume femenino del caro pero de puta, con Lukyan resguardando la puerta, observo mi reflejo a través del espejo y hago una mueca. Luego de que Edmon amenazara al tipo rubio con la polla apuntando en mi dirección, los hombres recogieron el cuerpo sin vida al que le disparó, y cambiamos de sala a una adyacente que tiene un balcón del que se puede admirar cada rincón del club.¿Por qué mentir? Primero muerta antes de ser la Koroleva del mafioso de mierda, la única razón por la cual había accedido a regresar a Rusia, es porque el Boss; el verdadero líder de la mafia y cabe agregar que por alguna extraña razón que aún no entiendo, amigo de mi padre, prometió co
CHASTITYCon dificultad logramos llegar hasta la barra, de un momento a otro la gente al verlo se hacen a un lado, las mujeres lo miran como lobos hambrientos, sonríen y entre ellas se cuchichean cosas, luego me dan una hojeada de arriba abajo y fruncen el ceño con ojos llenos de envidia y cuestionamientos irrazonables.—¡¿Qué tomas?! —me grita debido a la música tan alta.—¡Lo que creas prudente y que no me tire! —grito cerca de su oído.Ladea una sonrisa de media luna y se dirige al barman, le ordena los tragos y levanto la mirada, desde aquí se puede apreciar sin dificultad el palco en el que gracias a los barrotes delgados, puedo observar como la puta ya no está y tampoco Edmon.—¡Seguro la está follando! —dicen a mis espaldas.Lukyan me da el trago que acepto gustosa, le doy un trago, es dulce y fuerte, demasiado.—¡¿Todo el tiempo es así?!
EDMONEl dolor que siento en la piel del cuello es desgarradora y solo incrementa mi deseo por abrirle el tórax a la cría que me acaba de enterrar las uñas. Verla besando a Lukyan, encima de él, me produjo asco, rabia y una molestia que se siente como golpe seco en el estómago. No estoy molesto con él, es mi amigo y jamás habrá necesidad de pelear batallas que no nos pertenecen y mucho menos por una mocosa culo caliente. Pero sí estoy ardido con ella, que no logra entender que ahora soy su todo.—¿Andas de ofrecida sabiendo que tienes dueño? —aparto su mano y jalo con más fuerza su cabello, ella chilla y manotea esta vez arañando mi rostro.—¡Yo no tengo dueño, hijo de puta! —brama como una salvaje que acaba de ser liberada.—Sí lo tienes, y soy yo —aparto una vez más su mano y la giro quedando yo encima de ella, su pecho se aplasta contra el sofá y al sentir su trasero mi verga despierta con
EDMONEl juego comienza, reparte las cartas y la jugada se dispara, nuestros ojos se cruzan de vez en cuando, soy un maestro en los juegos, nadie nunca me ha ganado, esa es la realidad, Arlequín parece encaprichado con la mocosa que se remueve inquieta sobre mis piernas, restregando su trasero sobre la erección que comienza a cobrar vida al imaginar su rosado sexo ensartado en ella. Hago mi tirada y con aires de macho alfa, repito la misma acción con ella al darle de beber medio shot de tequila con mi boca, sin apartar la mirada del mafioso que tensa la mandíbula cada que nos ve.La primera ronda pasa y gano, la segunda igual, dos más y es él quien gana, a las dos horas quedamos en empate y la última jugada es la decisiva.—Parece que ambos somos buenos —habla Arlequín soltando el humo de marihuana que tanto le encanta—. ¿No te parece… ?Se dirige hacia Chastity, quien abre la boca en segundos
EDMON—¿Te sienta mal el que haya interrumpido tu noche con la cría de mierda? —le pregunto contando los minutos mentalmente.Voltea a verme pero sus ojos van dirigidos hacia detrás de mi, esperando ver a la rubia de ojos verdes.—¿En dónde… ?—¿La mocosa? —pido un trago que me traen enseguida y lo bebo con calma, el alcohol no me quita las ganas que tengo de asesinar y sigo con mi conteo—. Perdí el juego, la apuesta era ella, así que en estos momentos debe estar complaciendo a Arlequín.La sorpresa pasa por su rostro endureciendo sus facciones, tensa la mandíbula y cierra los puños.—¿Tanto te interesa? —pregunto con cautela, entre él y yo nunca ha habido secretos y tampoco nos hemos disputado un coño. La amistad y la familia van primero.Lukyan me sostiene la mirada, es dócil, leal, buen amigo y hermano, gran médico, pero al final no deja de se
EDMONLa mocosa se acerca y justo cuando veo que Arlequín le pone una mano en la cadera, todo se va a la mierda, veo rojo, pierdo el puto control saboreando suficiente su humillación, juego o no, teatro o no, es mía, y lo que es del Underboss no se mira, no se toca, no se desea y mucho menos se corrompe. Por lo que levanto una mano y me acerco hasta Arlequín, sus hombres alzan armas y los míos disparan primero, los ojos de Chastity se fijan en mi y en la dirección que toma mi arma, apunto a la cabeza del hijo de perra y este borra todo atisbo de felicidad en su rostro.—¿Qué significa esto, Underboss? —pregunta con calma mientras el caos alrededor se desata—. Debo suponer que eres un mal perdedor.Rio, y esta vez no es por sus palabras o su significado, no, sino por el hecho de ver lo estática que se pone la cría al verme, pero no de miedo, la maldita no me teme y necesito que lo haga.—Supone
EDMONNo responde, clavo mis ojos en los suyos, me odia, la odio, estamos a la par en eso, en todo lo demás, no, es inferior. Paso mi mano por su vientre plano hasta llegar a su coño, está como un río y yo duro como una roca, agarro su clítoris y ella hace un gesto mimado que la hace ver como una niña, pero no lo es.—¿Entendido? —vuelvo a repetir.—Sí… —gime haciendo la cabeza para atrás.Esa es la señal que necesito, agarro sus piernas y las abro, su sexo rosado, sin rastro de vello como si fuera una estrella porno, brillante, me saluda y sin perder tiempo bajo la cabeza y comienzo a alimentarme, sabe a miel, sus jugos recorren mi boca, mi lengua entra y sale al ritmo que mejor elijo, gime como zorra, mueve las caderas incitándome a que le dé más, en un momento a otro agarra mi cabello con una mano y llega a u primer orgasmo, pero no me detengo, sigo y sigo, hasta que lanza un chorro q
LUKYANEdmon no se inmuta cuando Chastity le dispara, no le ha tirado a matar, el impacto cayó directo en su hombro izquierdo. Es la primera vez que presencio a una mujer tener los cojones para siquiera pensar en atacarlo, es el Underboss y se le debe rendir pleitesía, así se nos educa, pero yo tengo otra ventaja, y es que soy no sólo el médico de cabecera, sino, su mejor amigo, su cómplice, su verdugo, soy sus ojos, sus oídos y su boca cuando de amenazas se trata.Termino el trabajo sucio la mayor parte de las veces, y me gusta, el deseo y la satisfacción de sentir la sangre de mis víctimas en mis manos, nadie me la quita, conozco a Edmon mejor que nadie e incluso me atrevo a decir que mejor que él mismo. Y la mirada que le lanza a la rubia que mantiene firme el brazo apuntando hacia él, es de admiración. No se queja, no realiza mueca que detone alguna molestia, la observa a detalle estudiando y adelantándose a cada uno de