POV de Alejandro
Volver a la villa después de aquellos días de resolver problemas en la ciudad debería haberme dejado en paz, pero el viaje no hizo más que abrir viejas heridas. Los rumores, los rostros familiares en la ciudad, y aquella sombra constante que siempre parecía estar a punto de invadir mi vida con Carmen… Había vuelto con la mente llena de preguntas y temores que no quería que ella supiera.
Cuando llegué a la villa esa tarde, Carmen me recibió con una sonrisa cálida, pero al ver mi expresión, su rostro reflejó preocupación. Decidí no darle detalles de lo que sucedió en la ciudad, así que fingí que todo estaba bien. Aun así, no podía negar que algo dentro de mí me inquietaba. Sentía que, a pesar de todos los esfuerzos, no lograría escapar del pasado tan fácilmente.
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Esa noche
A medida que el sol se ocultaba tras las montañas, tiñendo el cielo de un profundo naranja y morado, sentí que el peso de la culpa me presionaba el pecho. Había pasado días atormentándome por el dilema de mi pasado y mi presente. La llegada de Lolly había sido un recordatorio cruel de que las sombras de lo que fui no se desvanecerían fácilmente, pero ahora, frente a Carmen, todo lo que quería era ser un hombre mejor, un hombre que mereciera su amor.El sonido del viento moviendo las hojas de los árboles me devolvió a la realidad. A mi alrededor, la villa parecía en calma, como si supiera que el verdadero conflicto se libraba dentro de mí. Carmen había estado distante desde nuestra última conversación. Cada vez que la veía, una parte de mí quería correr hacia ella, envolverla en mis brazos y prometerle que todo iba a estar bien. Pero otra
POV de CarmenLa tarde se deslizaba suavemente sobre el pueblo, envolviendo todo en una cálida luz dorada que apenas podía alegrar mi corazón. Caminaba junto a Alejandro, su mano entrelazada con la mía, pero la sensación de que el aire estaba cargado de tensión no podía ignorarse. La sombra de Lolly seguía acechando, una presencia constante que amenazaba con arruinar cualquier momento de paz que pudiéramos tener.“¿Qué piensas?” Alejandro preguntó, rompiendo el silencio. Su voz era suave, casi cautelosa.“Pienso en cómo hemos llegado hasta aquí”, respondí, sin mirarlo a los ojos. “Todo esto es... complicado.”“Complicado es un eufemismo”, dijo con una risa amarga, y supe que estaba lidiando con sus propios demonios. “Lo sé. Pero quiero luchar por nosotros, Carmen.”Detuve mis pas
POV de CarmenLa vida a veces se siente como una cuerda floja, y yo estaba decidida a encontrar mi equilibrio. El enfrentamiento con Lolly había sido solo el principio. Me sentía como si hubiera cruzado una puerta hacia un mundo desconocido donde las reglas no estaban escritas, y yo tenía que definir las mías.Desde aquel día, las cosas entre Alejandro y yo habían cambiado. No era solo una cuestión de amor; era una batalla constante. Cada vez que me despertaba a su lado, recordaba el desafío que se cernía sobre nosotros. Tenía que aprender a enfrentar mi miedo, y esa lucha comenzaba en mi interior.Alejandro y yo habíamos decidido que nuestras vidas no podían seguir siendo un campo de batalla. Esa tarde, mientras me preparaba para una cena que habíamos planeado, miré mi reflejo en el espejo. Mis ojos reflejaban un fuego que no sabía que tenía. La
POV de AlejandroCada día desde que Carmen había decidido enfrentar a Lolly se sentía como un capítulo nuevo en un libro del que nunca esperaba ser el protagonista. Las palabras que Carmen había pronunciado aquella noche en el restaurante resonaban en mi mente: “No puedo seguir sintiéndome como si estuviera en un campo de batalla.” Desde ese momento, sabía que nuestra relación había cruzado una frontera, y no había vuelta atrás.Aquel día, mientras me preparaba para salir, me miré en el espejo. La imagen de un hombre fuerte y decidido me devolvía la mirada, pero en el fondo, había una tormenta de incertidumbre. La decisión de Carmen de hablar con Lolly me preocupaba, pero también me llenaba de orgullo. Ella había encontrado su voz, y yo estaba decidido a apoyarla, sin importar las dificultades que se presentaran.“&iques
POV de CarmenDesde hacía días, algo en el fondo de mi mente me inquietaba, una sombra que, aún en mis momentos de mayor tranquilidad junto a Alejandro, no podía apartar. Fue una noche en particular cuando tuve el sueño. No era la primera vez, pero esta vez fue tan vívido que, al despertar, sentí un frío inexplicable en mi pecho. Las imágenes todavía revoloteaban en mi mente: un bosque oscuro, el crujir de hojas secas bajo mis pies descalzos, y una sombra acechante acercándose, una figura que me rodeaba con sus ojos rojizos, cargados de furia y odio. En el sueño, no podía moverme, y cuando intentaba pedir ayuda, el silencio era lo único que respondía.Esa mañana, aún alterada por el sueño, decidí hablar con Alejandro. Sabía que probablemente no lo entendería como lo hacía yo, pero también confiaba en que, al me
POV de AlejandroAquella noche, después de que Carmen salió sin decir mucho, algo dentro de mí se removió. La manera en que había evitado mi mirada y cómo se había marchado sin decir una palabra más me dejó con una inquietud que no logré disipar. Carmen siempre había sido una mujer fuerte, decidida, y verla así de afectada por un simple sueño… no tenía sentido.Me decía a mí mismo que estaba exagerando, que solo necesitaba tiempo para calmarse y aclarar sus pensamientos. Sin embargo, mientras los minutos se transformaban en horas, una creciente ansiedad comenzó a instalarse en mi pecho. Me obligué a ignorarla, pero cuando noté que no regresaba, esa ligera inquietud se convirtió en una preocupación que ya no pude contener.Dejé los documentos que estaba revisando y salí al pasillo, buscando cualqui
POV de AlejandroLa sensación de tener a Carmen nuevamente a salvo en mis brazos era un alivio que no podía describir con palabras. Mis músculos aún temblaban con la adrenalina de la pelea, y mi lobo, siempre vigilante, no dejaba de gruñir internamente, su furia aún latente. Por más que intentaba calmarme, su bienestar seguía siendo lo único que importaba. Sentía su respiración cálida contra mi pecho, y con cada suspiro, mi resolución se hacía más firme: no dejaría que nada ni nadie volviera a ponerla en peligro.Después de la pelea y de que Carmen recuperara un poco su calma, decidí que no podíamos permanecer en el bosque. Era tarde, y el lugar se sentía hostil, como si en cualquier momento pudiéramos volver a ser emboscados. La sostuve con firmeza, rodeando sus hombros con mi brazo y guiándola de regreso al ca
POV de CarmenEl aire frío de la mañana se coló por la ventana, despertándome con un leve escalofrío. Me incorporé lentamente, sintiendo el peso de la noche anterior en mi pecho. Recordaba la intensidad del encuentro con el rogue, la desesperación que había sentido y la forma en que Alejandro me había protegido. Aunque su presencia siempre me daba una sensación de seguridad, había algo en su mirada que me inquietaba, como si también él estuviera lidiando con un miedo profundo.Me levanté y me acerqué a la ventana. El sol aún luchaba por abrirse paso entre las nubes, pero la luz que se filtraba en la habitación era suficiente para recordarme que un nuevo día comenzaba. Sin embargo, el día que se presentaba no parecía tan brillante. La idea de los sueños que me atormentaban me pesaba en la mente, como una sombra que no se desv