Callan Nuestra naturaleza me sigue sorprendiendo a pesar de toda la información que circula mi cabeza, existen cosas que no están bien documentadas y se necesita hacer. Sylvia seguía castigando a Noa por la traición a la que la sometimos, yo había tratado de mediar en el asunto, lo que me gano que se molestará conmigo. Tan solo tocar suelo de la manada, Noa no sabría decirlo si por instinto o para intentar reparar su relación con su Luna, andaba como perrito faldero, suena feo, pero no se separaba de ella. A mí de alguna manera me tranquilizaba, y a la vez me hacía rabiar, quizá el embarazo de Sylvia me había vuelto territorial. Hoy por la noche planeábamos darles la noticia en una cena que se había organizado para la manada. Una organización rápida para congregar a la manada, con algo no tan formal, Sylvia quería que se llevará a cabo fuera de la casa principal, comida más bien rápida, hamburguesas, alitas, hot dogs, carne asada y demás, por mi parte no podía negarle nada, estab
Callan No importaba lo que pasara, no había poder en el mundo que arruinara nuestra felicidad, que fueran dos solo mejoraba la situación, para mí que planeaba a futuro, esperando que los bebes fueran los futuros Alfas. Todo parecía estar resuelto, con la próxima llegada de los bebes, Sylvia tenía a todo un equipo re decorando una habitación, para entonces era la segunda ocasión que cambiaban el color de la pintura, pero nadie pensaba o le decía que se extralimitaba, solo le seguían la corriente y la complacían. Francamente, creía que ambas manadas sufrían de una fiebre por los bebes, porque en Black River a la par que en Peakwood preparaban una habitación, estaban algo tensas las cosas entre los Betas y Gammas para saber en donde nacerían los bebes. Yo no decidiría tan importante cuestión y les dije que incluso ni Sylvia lo controlaría llegado el momento, intentábamos estar en ambos territorios, con la agenda de ella y la mía era muy poco probable definir el rumbo. Me apenaba ve
Sylvia Despertar luego de un sueño inducido, en teoría debía ser reparador, pero los analgésicos estaban desapareciendo y para ser franca me sentía fatal, — necesito más analgésicos — le envié un mensaje en el enlace mental a Jonas, el médico, porque estaba completamente sola en la habitación. A los pocos minutos apareció una enfermera seguida de Jonas, reviso la herida y me calmo diciendo que era normal la lenta recuperación, porque el medicamento que utilizan para anestesiarme ralentizaba la recuperación, en cuanto saliera de mi sistema volvería todo a la normalidad. Juro que con dos bebes será suficiente, conociéndome, estoy segura de que con ello ya cumplí mi deseo de preservación de mi estirpe, pero tampoco me creo apta para ser una supermamá, era algo que le había dejado en claro a Callan, ya que venían bebes, él debía encargarse de ellos. Callan entro con dos cunas altas de esas de los hospitales, aparte del olor de él, distinguí estos dos nuevos olores que me hicieron algú
Callan Viendo las finanzas de las manadas me ha dado un poco de nostalgia; tanto así, que me permití un momento para recordar los sucesos que quedaron atrás, ¿volvería a pasar por ello? Me rio por lo idiota de mi cuestionamiento, por supuesto que lo haría de nuevo, quizá cambiaría un poco las cosas, pero ¿qué es la vida sin un poco de emoción? A veces creo que atravesar por situaciones que te ponen a prueba son necesarias para el crecimiento tanto personal y con las relaciones interpersonales. La generación que nos sucederá ya está aquí, antes de la llegada de los gemelos ya teníamos bastantes infantes, pero con su llegada al parecer les dio confianza para empezar a crecer las familias, los números van en aumento. Justo ahora escuchó alboroto dirigiéndose a mi despacho, eso solo indica que me vienen a dejar a los latosos, pequeños golpes se oyen en mi puerta, ese debe ser Sanc, siempre lleva prisa y sabe cómo hacerse notar. Gretel abre la puerta, veo a Cesc en sus brazos y a Sanc
Callan Ayudar a mi Luna en sus planes era mi deber, que se convirtió en un placer, el que ella no viviera tan de cerca con los de su especie, le daba otra perspectiva que a mí particularmente me gustaba, en tiempos recientes nos dimos cuenta de que los jóvenes están reticentes a poner empeño en sus estudios y entrenamiento. Como ella me lo hizo ver es algo generacional, no solo en los lobos, en un principio creí que era debido a que no le encuentran utilidad al entrenamiento porque la mayor parte del tiempo no tienen enfrentamientos reales. No es eso, la facilidad con la que obtienen información que las generaciones anteriores no poseían los hace sentir que no es necesario esforzarse para adquirir dicho conocimiento, me han sorprendido diciendo que quieren ser influencers o se quieren hacer millonarios con bitcoins. Por mi encantado que puedan independizarse lo más pronto posible, será un orgullo para la manada y para sus padres, el problema yace en su testarudez. En fin, que a
Callan Si no fuéramos el uno para el otro, no me gustaría la fuerza de carácter que Sylvia posee, fuera de la intimidad ambos poseemos auras similares, siendo Alfas y dirigentes de manadas prósperas, que aparte ejercemos profesiones en donde destacamos en nuestros respectivos ámbitos. Somos competitivos, pero nos amoldamos perfectamente... Luego de mi travesura, forcejea para deshacerse de mi abrazo, pero solo uso más fuerza. — No empieces algo que no terminaras... — objeta con aire molesto, en el fondo sé, que debe estar expectante por lo que haré. Me gusta la tensión, lo vuelve más excitante, cambio mi mano de su muñeca a su nuca, para llevar mis labios a probar la piel de su exquisito cuello, esto la eriza y suspira. Sonrió levemente, porque me trasmite las ganas que tiene de besarme — no llevo prisa — la molesto, sujeta mi camisa para acortar la distancia que mantengo. — ¡Bésame de una vez! — demanda, la separo para ver su expresión. — Tú ganas... — abro mis brazos y ens
Callan Escucho que llaman a la puerta, es algo lejano que se intensifica poco a poco, medio despierto, siento un peso en mi pecho, abro los ojos y encuentro a Sylvia con medio cuerpo encima de mí. — En 20 minutos estaremos aterrizando, lamento interrumpir — debe ser el sobrecargo. — ¡Gracias! Muevo a Sylvia, que solo se reacomoda, la levanto y la coloco al otro lado de la cama, para poder maniobrar y levantarme, se siente raro y me doy cuenta de que solo me cubre una manta, sacudo la cabeza al rememorar la travesura que ella hizo. Dejo la manta en la cama y me doy un baño rápido, al salir encuentro a Sylvia abrazada de la frazada que me cubría, no me molesto en despertarla, prefiero que descanse, porque mis planes no incluyen dormir, eso sería desperdiciar el tiempo. Para llegar a nuestro destino esta ocasión prefiero prescindir de los yates, usaremos una avioneta que pueda acuatizar cerca de la isla. Ella ni se inmuta, su sueño es sereno y de lo más pacífico, su cuerpo busca a
Sylvia Si Callan me trajo aquí para una segunda Luna de miel, que así sea, tengo tantas fantasías al igual que él, se las mostré en imágenes mentales y aparte de sonrojarse, se ha negado. Todavía tenemos un largo camino por recorrer y con lo mal que la pasamos en un principio la llama de nuestra pasión creía que se esfumaría. Él ni siquiera sabe el orgullo que me dio ver todo esto, para él podría ser un proyecto más de construcción, para mi es ver sus sueños consolidados y siendo productivos, cómo no apreciar todo esto, yo que amo la generación de dinero. Tenía tiempo que él me pedía que hiciéramos un viaje solos, con tanto en nuestras manos es difícil incluso gozar de algunas horas para nosotros. Y todo debido a que ambos somos aprensivos, consideramos que, si no estamos allí, no ira de la misma forma, cuando en la realidad es que las personas que nos rodean son capaces de solventar las situaciones, solo que no les damos la oportunidad. Poco a poco debemos ir despegándonos más