Sylvia Despertar luego de un sueño inducido, en teoría debía ser reparador, pero los analgésicos estaban desapareciendo y para ser franca me sentía fatal, — necesito más analgésicos — le envié un mensaje en el enlace mental a Jonas, el médico, porque estaba completamente sola en la habitación. A los pocos minutos apareció una enfermera seguida de Jonas, reviso la herida y me calmo diciendo que era normal la lenta recuperación, porque el medicamento que utilizan para anestesiarme ralentizaba la recuperación, en cuanto saliera de mi sistema volvería todo a la normalidad. Juro que con dos bebes será suficiente, conociéndome, estoy segura de que con ello ya cumplí mi deseo de preservación de mi estirpe, pero tampoco me creo apta para ser una supermamá, era algo que le había dejado en claro a Callan, ya que venían bebes, él debía encargarse de ellos. Callan entro con dos cunas altas de esas de los hospitales, aparte del olor de él, distinguí estos dos nuevos olores que me hicieron algú
Callan Viendo las finanzas de las manadas me ha dado un poco de nostalgia; tanto así, que me permití un momento para recordar los sucesos que quedaron atrás, ¿volvería a pasar por ello? Me rio por lo idiota de mi cuestionamiento, por supuesto que lo haría de nuevo, quizá cambiaría un poco las cosas, pero ¿qué es la vida sin un poco de emoción? A veces creo que atravesar por situaciones que te ponen a prueba son necesarias para el crecimiento tanto personal y con las relaciones interpersonales. La generación que nos sucederá ya está aquí, antes de la llegada de los gemelos ya teníamos bastantes infantes, pero con su llegada al parecer les dio confianza para empezar a crecer las familias, los números van en aumento. Justo ahora escuchó alboroto dirigiéndose a mi despacho, eso solo indica que me vienen a dejar a los latosos, pequeños golpes se oyen en mi puerta, ese debe ser Sanc, siempre lleva prisa y sabe cómo hacerse notar. Gretel abre la puerta, veo a Cesc en sus brazos y a Sanc
Callan Ayudar a mi Luna en sus planes era mi deber, que se convirtió en un placer, el que ella no viviera tan de cerca con los de su especie, le daba otra perspectiva que a mí particularmente me gustaba, en tiempos recientes nos dimos cuenta de que los jóvenes están reticentes a poner empeño en sus estudios y entrenamiento. Como ella me lo hizo ver es algo generacional, no solo en los lobos, en un principio creí que era debido a que no le encuentran utilidad al entrenamiento porque la mayor parte del tiempo no tienen enfrentamientos reales. No es eso, la facilidad con la que obtienen información que las generaciones anteriores no poseían los hace sentir que no es necesario esforzarse para adquirir dicho conocimiento, me han sorprendido diciendo que quieren ser influencers o se quieren hacer millonarios con bitcoins. Por mi encantado que puedan independizarse lo más pronto posible, será un orgullo para la manada y para sus padres, el problema yace en su testarudez. En fin, que a
Callan Si no fuéramos el uno para el otro, no me gustaría la fuerza de carácter que Sylvia posee, fuera de la intimidad ambos poseemos auras similares, siendo Alfas y dirigentes de manadas prósperas, que aparte ejercemos profesiones en donde destacamos en nuestros respectivos ámbitos. Somos competitivos, pero nos amoldamos perfectamente... Luego de mi travesura, forcejea para deshacerse de mi abrazo, pero solo uso más fuerza. — No empieces algo que no terminaras... — objeta con aire molesto, en el fondo sé, que debe estar expectante por lo que haré. Me gusta la tensión, lo vuelve más excitante, cambio mi mano de su muñeca a su nuca, para llevar mis labios a probar la piel de su exquisito cuello, esto la eriza y suspira. Sonrió levemente, porque me trasmite las ganas que tiene de besarme — no llevo prisa — la molesto, sujeta mi camisa para acortar la distancia que mantengo. — ¡Bésame de una vez! — demanda, la separo para ver su expresión. — Tú ganas... — abro mis brazos y ens
Callan Escucho que llaman a la puerta, es algo lejano que se intensifica poco a poco, medio despierto, siento un peso en mi pecho, abro los ojos y encuentro a Sylvia con medio cuerpo encima de mí. — En 20 minutos estaremos aterrizando, lamento interrumpir — debe ser el sobrecargo. — ¡Gracias! Muevo a Sylvia, que solo se reacomoda, la levanto y la coloco al otro lado de la cama, para poder maniobrar y levantarme, se siente raro y me doy cuenta de que solo me cubre una manta, sacudo la cabeza al rememorar la travesura que ella hizo. Dejo la manta en la cama y me doy un baño rápido, al salir encuentro a Sylvia abrazada de la frazada que me cubría, no me molesto en despertarla, prefiero que descanse, porque mis planes no incluyen dormir, eso sería desperdiciar el tiempo. Para llegar a nuestro destino esta ocasión prefiero prescindir de los yates, usaremos una avioneta que pueda acuatizar cerca de la isla. Ella ni se inmuta, su sueño es sereno y de lo más pacífico, su cuerpo busca a
Sylvia Si Callan me trajo aquí para una segunda Luna de miel, que así sea, tengo tantas fantasías al igual que él, se las mostré en imágenes mentales y aparte de sonrojarse, se ha negado. Todavía tenemos un largo camino por recorrer y con lo mal que la pasamos en un principio la llama de nuestra pasión creía que se esfumaría. Él ni siquiera sabe el orgullo que me dio ver todo esto, para él podría ser un proyecto más de construcción, para mi es ver sus sueños consolidados y siendo productivos, cómo no apreciar todo esto, yo que amo la generación de dinero. Tenía tiempo que él me pedía que hiciéramos un viaje solos, con tanto en nuestras manos es difícil incluso gozar de algunas horas para nosotros. Y todo debido a que ambos somos aprensivos, consideramos que, si no estamos allí, no ira de la misma forma, cuando en la realidad es que las personas que nos rodean son capaces de solventar las situaciones, solo que no les damos la oportunidad. Poco a poco debemos ir despegándonos más
Sylvia No tarda en llegar la ayuda, yo misma me pongo a limpiar el desorden que hice, la herida cierra enseguida, aunque si me dolió, eso no lo había planeado, estamos apurados, al terminar entro a darme un baño para deshacerme del olor a alcohol. Al salir no es necesario buscar en las maletas, pues tan solo verlo en la boutique supe que debía adquirirlo por el bien de Callan, lo encuentro colgado en la puerta junto con las sandalias, el personal lo trajo. Intento hacer ondas en mi cabello, no me salen del todo bien, porque me siento presionada, a pesar de que me dicen en donde se encuentra, pero no puedo confiarme, qué tal si le da por regresar a verificar como se encuentra su esposita. Uso maquillaje el más ligero que me fabrico, color en mejillas, rímel, labial y listo, para entonces ya paso cerca de dos horas y es perfecto porque ya está oscuro. Salgo para que me lleven a donde estaban preparando la cena, ver lo que lograron y que mi idea fue transmitida con éxito, me encanta
Callan Ella suele apreciar esto, le gusta quedarse así en silencio solo con mi cercanía, de alguna forma aprendí a apreciar la comodidad que sentimos el uno con el otro, sin necesidad de decir nada, porque contamos con la ventaja de poder enviar nuestras emociones y el otro las capta. — Ven, falta el postre — me imagino probando a Sylvia — me refiero a un postre real — me desinfla mi fantasía enseguida. De regreso la veo con dos platos de lo que parece un pastel y un helado. Me lleva a mi asiento y lo separa más de la mesa, me aclara que es porque necesita espacio. Ya sentado, ella se sienta en mis piernas — yo te lo voy a dar. Toma una pequeña cucharada y yo listo para recibirlo, la veo comérselo, saborearlo, me guiña el ojo, me besa, un beso con sabor a chocolate amargo. — ¿Te gusto? — yo solo asiento, ella sabe que no suelo comer cosas dulces, antes lo hacía luego fueron cambiando mis gustos. Toma helado y lo embarra en su cuello y veo como con el contacto con su piel empiez