Callan Ella suele apreciar esto, le gusta quedarse así en silencio solo con mi cercanía, de alguna forma aprendí a apreciar la comodidad que sentimos el uno con el otro, sin necesidad de decir nada, porque contamos con la ventaja de poder enviar nuestras emociones y el otro las capta. — Ven, falta el postre — me imagino probando a Sylvia — me refiero a un postre real — me desinfla mi fantasía enseguida. De regreso la veo con dos platos de lo que parece un pastel y un helado. Me lleva a mi asiento y lo separa más de la mesa, me aclara que es porque necesita espacio. Ya sentado, ella se sienta en mis piernas — yo te lo voy a dar. Toma una pequeña cucharada y yo listo para recibirlo, la veo comérselo, saborearlo, me guiña el ojo, me besa, un beso con sabor a chocolate amargo. — ¿Te gusto? — yo solo asiento, ella sabe que no suelo comer cosas dulces, antes lo hacía luego fueron cambiando mis gustos. Toma helado y lo embarra en su cuello y veo como con el contacto con su piel empiez
Sylvia Sí, había sido una segunda luna de miel, y no precisamente por el romanticismo, más bien por la rienda suelta que le di a mis fantasías y gracias al trato que acepté con Callan accedió a mis experimentos. No, por supuesto que no fue suficiente para quedar embarazada de nuevo, por una parte, es mejor que solo cuando presento mi celo pueda ocurrir, de otra forma tendríamos que cuidarnos, porque no tenemos remedio. Al regresar tuvimos que decirnos adiós, ya que tengo cosas que hacer en Black River, todo marchaba de maravilla y por el margen que dejaban los hoteles habíamos decidido abrir otro más, era momento de ir a elegir el lugar. Teníamos tres posibilidades, todas con excepcionales características, solo que no poseíamos el capital para hacernos con los tres, fueron días de visitar los lugares, hablar con los diseñadores y las autoridades para intentar realizar acuerdos, que nos permitieran decidir. Pero todo se complicaba y no porque existieran impedimentos, no, todo lo c
Sylvia Aquí vamos de nuevo, este cuerpo ya no es mío, ya no veo mis pies, agradezco a los niños que me auxilian a la hora de hacer muchas cosas. — Vamos a la cama, ya me cansé — les pido. — Hoy nos vas a contar una historia, podría ser la de los abuelos Allen — pide Sanc. — ¡Claro! Ellos no daban crédito qué su abuelo una vez fue joven y se enfrentó a la dura decisión de renunciar a tener una manada. Para ellos que se han criado en una manada, la vida así como yo la conocí se les hace extraña y ajena a su realidad. Omití los sucesos más sangrientos, todavía no quiero romper su burbuja o al menos eso me digo, sé en el fondo que gracias a su capacidad de lectura temprana han tenido acceso a diversidad de libros, aunque algunos no los comprenden. Sus tutores allá en Peakwood están fascinados con ellos. No durmieron hasta que termine la historia y para entonces yo ya estaba más dormida que despierta. Esperaba que Callan llegará, pero Josh me informo que todavía venían en camino, e
Callan Desperté en el suelo, una enfermera me tomaba el pulso — ¡signos vitales normales! — anuncio. Al instante siguiente fui sacado de la sala de operaciones, en un rápido vistazo pude ver a Sylvia y como seguían en su esfuerzo por reanimarla, una descarga más y regreso el ¡bep, bep! No opuse resistencia, porque solo estaba ocasionando caos y necesitaban prestarle toda su atención a ella. — Alfa Callan, por favor, agradecemos que trajera a nuestra Alfa, pero el acto que protagonizo, nos permite sacarlo de nuestro territorio, volviéndolo indeseable — ¿qué?, no sabía a qué se referían. — ¡Momento! ¿Qué se supone, que sucedió? — le cuestione a Edward. — Usted entró a la fuerza diciendo una sarta de incoherencias, en medio de la urgencia, cuando le daban una descarga, usted tocó a nuestra Alfa y la corriente, lo alcanzo. Por lo pronto deberá esperar aquí a que algún médico se desocupe y lo revisen. — No, gracias, me encuentro bien. Salí a la sala de espera donde se encontraban
Callan En mi habitación paseaba de un lado a otro, intentando reflexionar sobre todo, por un lado, Sylvia estaba ¡viva! Eso era lo mejor, pero ¿podía estar en paz con esta nueva realidad? No, definitivamente no, los supuestos planes que me mostraron en esa visión, para nada se veían entorpecidos por mi relación con Sylvia, en todo caso, yo veía que ese era el rumbo que ambos llevábamos. Ahora que ella incluso se reusó a recibirnos a mí y a los niños, me quedo claro que ella seguramente no me recordaba. Y esto a mi parecer sí que se interponía en los grandiosos planes, porque estoy seguro de que no importaba que tuviera que hacer, Sylvia debía estar a mi lado, no sé cómo, solo jamás me daré por vencido. Me interrumpieron — Alfa, debe venir, sus hijos se han colado a la habitación de nuestra Alfa. Eso en vez de molestarme, me genero una sonrisa, esperaba que esta idea que me llego fuera cierta. Al entrar en la habitación, Cesc y Sanc, estaban listos con sus almohadas y sus manta
Sylvia Cosas extrañas se suscitan cada que Alfa Callan o sus hijos están cerca, no podía creer que esos pequeños a tan corta edad fueran capaces de comunicarse mentalmente conmigo, menos aún que pudieran dejarme ver lo que ellos tienen en su mente. No le encuentro otra explicación, más que son sus esperanzas de tener una vida aquí, supongo que les afecta más de lo que aparentan, el carecer de una mamá. Lo que más me desconcierta es Alfa Callan no recuerdo mucho de él, ni como lo conocí, pero ayer, las veces que lo vi, es cómo si lo conociera de algún lugar, se me hace bastante familiar. Lo que me dejo pasmada, y casi me saca de la cama fue su toque, las chispas. Eso me dejo pensativa, no podía ser, se supone que eso solo pasa con el toque de tu pareja y la mía ya no existe. Debía averiguar más sobre este joven Alfa, hasta ahora solo Josh me dijo que es arquitecto y el que se encarga de nuestros nuevos hoteles. Tal vez el que mi corazón dejara de latir por algunos segundos, si me
Sylvia De un momento agradable que compartimos en la cena con Callan y sus hijos, termine en una situación que nunca hubiera esperado, menos de alguien como Callan, quien parecía tan amistoso, quizá esa era su forma de engañar. Y yo caí en la trampa, vi como todos mis guardias fueron puestos fuera de combate, me alegraba no haber sacado a Laia, pero que sería de ella sin su madre, ya que todo esto es una locura. Callan tiene un efecto en mí que no me gusta, su cercanía me pone a temblar y anhelo su toque, incluso cuando estábamos peleando, ame cada momento que él me sometía, al quedar tan cerca de sus labios, en vez de querer huir, mi mente y mi alma querían nada más una cosa. Quería probar sus labios y enterrar mi cabeza en su cuello para aspirar su aroma, estaré pasando por algún problema hormonal o algo que salió mal después del nacimiento de Laia, a estas alturas por mi edad todo era posible. Mi tranquilidad era alarmante, estaba sentada aquí en un lugar extraño, con gente q
Sylvia Callan y yo estábamos abrazados y besándonos cuando Cesc y Sanc entraron a toda prisa. — ¡Eww!, pueden dejar eso, paro otro momento — comento Sanc, me dio mucha risa. Solté a Callan y ambos saltaron a la cama, nos fundimos en abrazos y besos. — ¡Mamá te extrañamos mucho! — exclamo Cesc. — Hasta ahora, no sabía que yo también necesito cariño, voy a intentar ser más afectuosa, deben ser pacientes conmigo. — No importa como seas, mientras estés con nosotros y sepas que eres nuestra mamá. — Espero que no hicieran enojar demasiado a la diosa Luna. — Solo lo necesario para que estés con nosotros — afirmo Callan. Así nos quedamos en aquella habitación, pues tenían muchas cosas que contarme, y yo necesitaba que respondieran a varias de mis preguntas, tenía recuerdos, pero solo fragmentos. Cuando por fin terminaron de decirme sobre todo lo que había pasado, recordé algo que pasaba por alto y era que necesitaba ver y hacerme cargo de Laia. Mis padres aparecieron como si nada