Ashley Mi supuesta madre invoca sus poderes, y aunque nada sucede, yo me lleno de nervios y lo único que hago es lanzar un hechizo que congela la mitad de su cuerpo, y también le tapa la boca, porque ese me hace sentir mejor, hasta que recuerdo que las brujas celestiales tienen un poder mental tan fuerte que pueden invocar hechizos con los susurros de su mente. En pocas palabras, si ella tiene el poder de hacer magia en un domo que me protege de la magia de otro ser, pues estoy jodida, simple. La veo lanzar su cabeza atrás y sé que se está riendo em silencio de mi. -Aunque no lo creas, yo no quiero hacerte daño.- le digo y me acerco de a poco a ella, lanzando un hechizo a mi misma para proteger a mi bebé de cualquier golpe que pueda llegar a mí. - Solo quiero respuestas.- hablo con un tono más tranquilo y menos nervioso. "Este hielo no está tibio querida, me estás haciendo daño" - habla en mi mente y yo salto de la sorpresa para verla negar con la cabeza.- Mírate, ni siquiera e
Ashley Me sumerjo en un sueño profundo mientras siento que mi cuerpo todavía está lo suficientemente activo para sentir el brusco movimiento en el que estoy sometida, como si me llevaran en una camioneta, tirada en el suelo de la misma, mientras pasamos el camino más destruido del planeta. Así de agitada estoy. Cada vez que trato de despertarme, alguien como que vuelve a darle lo mismo que me dieron para someterme en un sueño, porque simplemente me sigo desvaneciendo hasta el punto que ya no sé cuánto tiempo ha pasado o si siquiera han pasado días. Así de confundida estoy. Solo espero que realmente no hayan pasado días, porque cuando vuelva (porque voy a volver), me van a matar todos, ya lo veo todo, de verdad. Bueno, en realidad, lo más probable es que si tan solo han pasado horas, lo cierto es que de igual forma me van a matar. De solo imaginarme lo preocupado que deben estar todos, me hace sentir horrible. Yo de verdad soy la peor persona tomando decisiones, porque cuando tr
Ashley. Trato de pedir un informe más detallado de lo que Drag me acaba de decir, pero un golpe fuerte en el rostro me hace caer al suelo. Llevo mi mano al lugar y Drag se levanta corriendo hacia mí, para ayudarme a levantarme. -Tienes que volver. Tienes que hacerlo ahora. - otro golpe hace que mi rostro gire a otro lado y mi mejilla se vuelve caliente del dolor. - No me pueden despertar como gente civilizada.- me quejo y llamo a la inconsciencia. -No estás dormida y ellos lo saben... Voy a buscar la ayuda. Iré hacia por tí.- asiento y aunque trato de darle las gracias, todo se vuelve borroso de repente. Cierro mis ojos para ver todo mejor y tratar de estabilizarme, porque todo se siente como si se estuviese yendo de lado. Abro mis ojos nuevamente y cuando vuelvo a una realidad completamente diferente, no puedo evitar sentirme nerviosa por lo que veo. Varias personas están cubiertas por túnicas enfrente de mí y mi "madre" está al frente, con un hombre con expresión simple junto
Ashley Asustada comienzo aparecer las cosas que obtuve poco a poco mientras estaba en la casa, comenzando con la sangre de Nila que obtuve cuando tuvo la discusión con Louis. Su sangre se quedó en la uña del hombre lobo cuando la tiró al suelo y yo al darme cuenta, se la pedí y la coloqué en un recipiente. Lo segundo es la flor congelada, ya que no quería que se marchitara, por lo que la mantuve presa y solo tuve que teletransportarla hasta aquí con la garra de Uzziel. Saco el envase con mi sangre y respiro profundo cuando coloco el cuchillo con la sangre de mi madre encima de un recipiente para que gotee, orando para que sea suficiente. Veo todo lo que necesito en la mesa y me giro, viendo a todos lados. Me aclaro la garganta y cuando estoy a punto de hablar, encima del laboratorio se comienzan a escuchar pasos apresurados y gritos, lo que me acelera el corazón a millón y los nervios me erizan la piel entera. Miro hacia donde tengo todo y los agarro, pidiendo que esto sea lo cor
Ashley Algo diferente crece de mí, algo que a pesar de todo lo que he vivido no se había presentado como tal y eso era el cansancio, cansancio por todo esto en general, que no importaba que tanto hiciera o dejara de hacer, todo simplemente se complicaba cada vez más.Desde que Uzziel me encontró. Todo ha ido de mal en peor. He de admitir que hay muchas cosas buenas, como estar consciente de un mundo diferente y que aunque alguien no te conozca al 100%, sea capaz de amarte con tanta fuerza que es capaz de arriesgar su vida y la de toda su gente solo para ayudarte. Porque eso es lo que está haciendo Uzziel en este momento.Y eso me tiene al borde de la histeria donde estoy parad, escuchando habla a un hombre que resulta ser mi padre sin ser realmente mi padre, porque aunque lo pienso y lo pienso, todo es demasiado confuso para entenderlo a simple vista.El esposo de mi "madre", la reina de las brujas, por así decirlo, ayudó en mi creación dando un poco de esperma, del cual salimos Nila
Ashley Nila aparece de la nada y absorbe por completo el poder como si nada, incluso sonriendo hacia nuestra madre en el trayecto, que la mira con más odio del que me ve a mi. Realmente odia a sus hijas, ¿Cómo puede ser eso posible? Nosotros no pedimos nacer. Si ella escogió traernos al mundo, ¿Por qué tanto odio? "No es odio, es celos" me giro para ver a la criatura infernal desaparecer en un humo. Sacudo mi cabeza y comienzo a correr hacia Uzziel, lanzando un hechizo de transformación a la bruja que se hace dañar mi madre para que quite la atención de Nila. Ella se gira y sonríe, lanzando un hechizo hacia mí que yo evito con suma facilidad. Me giro hacia Uzziel justo en el momento que Nila lanza el hechizo que obtuvo contra mí madre, quien también lo evita fácil. Mis ojos se enfocan en los de Uzziel y él corre hacia mí, evitando a una bruja y agarrando a una ninfa que tiene a Emma contra el suelo, usando las raíces para manterla ahorcada contra el suelo. Hasta que llega mi es
Extra Criatura infernal A través de miles de años, mis nombres han cambiado con el paso del tiempo. Nadie me llama de la misma forma, y mucho menos, todos me ven igual. Sin embargo, si que tienen una opinión bastante clara de mí, al menos aquellos que me han conocido. Sin embargo, ninguna podría estar menos equivocada. El poder que corre por mis venas es un poder que he arrebatado de todas aquellas almas que robé desde los inicios de mi creación, ya que yo fuí producto de las llamas de infierno. Un ser que mi padre creo exclusivamente para vivir esclavizado. Hasta que encontré la forma de escapar de él. Solo dándole a poder a los humanos, porque son los seres más destructivos que existe, y al darle un poco de poder, ellos jamás se inclinaran para hacer el bien. Su ambición puede más que todo lo demás, y la ambición trae algo muy importante. Muerte. Tanto poder vuelve loco a quien lo tenga en la mano, y más a los humanos, que nunca han saboreado un plato tan exquisito como
Ashley Apenas toco el suelo de mi casa, corro hacia mí habitación, ignorando los gritos de Uzziel, que corre detrás de mí. Algo dentro de mí se llena de malestar y apenas llego al baño de la habitación, suelto todo lo que hay dentro de mí por la boca. Lleno el inodoro de un liquido negro que hace que mi garganta arda cruelmente, llegando mi estómago de dolor. Aprieto mi mano contra la cerámica y siento un fuerte dolor de cabeza enviar fuertes puntadas por mis sienes. - Ash, ¿Estás bien? - llega mi esposo y se arrodilla en el suelo, recogiendo mi cabello con sus manos mientras el líquido negro se va tornado transparente. El olor me hace vomitar una y otra vez, hasta que siento como mi cuerpo va perdiendo fuerza.- Te estás poniendo demasiado fría.- terminó de vomitar y me dejó caer mi cabeza hacia atrás, sobre su hombro.- Vamos.- me dice y me levanta, dejándome sentada en el jacuzzi. Aprieta un botón y deja caer agua tibia sobre mí, mientras busca un cepillo y crema dental. - ¿Có