Pov Narrador En un día nublado Amaya veía a través de la ventana el paisaje deprimente y gris. Una sensación extraña recorría su cuerpo desde que se despertó. Unos suaves toques en la puerta se escucharon en toda la habitación pero no a los oidos a quien iba dirigido. Una cabeza se asomó por la puerta para observar que aquella chica que era su objetivo, está perdida en sus pensamientos. —¿Aya vas a bajar a desayunar? —No Cailín, con lo que pasó ayer me sobró bastante. El día anterior, Amaya había accedido a ir al comedor por primera vez desde que regresó. La primera imagen que vió, fué a Sharon sentada sobre el regazo de Hardick usando un vestido tan pequeño que hasta se le notaba el color del alma. Ella se burló tan fuerte atrapando la atención de todos que no pudo evitar seguir de riendo. —¿Y tú a mí me llamaste cualquiera por usar un vestido mucho más decente del que carga tu zorra ahora?. ¡Que hipócrita!. Sharon se escondió entre los brazos de Hardick mientras é
Pov Narrador Aidan y Enzo salieron de la protección de la neblina internandose en aquel bosque oscuro. La lluvia empezó a caer sobre ellos pero su determinación estaba fijada. A un par de metros adelante, el grupo que escapaba de aquellos lobos tuvieron que deshacerse de las pocas pertenencias, el peso sumado con el agua ya nos les facilitaba la huida. Pronto se encontraron frente a Aidan, pero cuando miraron al lobo imponente que lo acompañaba retrocedieron asustados. —Tranquilos solo estamos aquí para ayudarlos, somos de la manada Bosque Oscuro. —Pero él— una mujer señaló al lobo quedando horrorizada. —El viene conmigo para protegerlos, ahora vamos. Gruñidos se escucharon detrás de ellos haciéndolos saltar y correr hacia la protección que les estaba brindando Aidan y aquel lobo. Aidan abrió mucho los ojos al ver el parecido, pero no era tonto, él sabía que ellos fueron creados con magia negra. Él sabía quien era su Reina. Aidan dió paso a su lobo para enfrentarlo
Pov Amaya La suave brisa fría entra por la ventana arremetiendo contra mi pálida piel.Sentada en una de las esquinas de mi habitación abrazando mis rodillas como si buscara consuelo.Mis lágrimas salían con libertad, arrastrándose lentas y silenciosas sobre mis mejillas, cayendo en mis piernas desnudas. Enzo ya no estaba, Aidan ya no estaba. Algo les pasó y yo no estuve allí para ayudarlos. No estuve allí cuando llevaron su cuerpo decapitado a la manada para darle la última despedida.Mi pecho aún duele por la ruptura de dos vínculos, uno más fuerte que el otro.Mi cuerpo empieza a temblar mientras intento ahogar mis sollozos. Mi dolor se convierte en algo más.Dejo salir un fuerte grito desgarrador, clavo mis uñas en los brazos mientras dejo que mi garganta arda por gritar una y otra vez.Siento que alguien entra y me envuelve en una sábana mientras yo forcejeo golpeando con fuerza muchas veces.Mis gritos siguen saliendo uno atrás de otro y otro abrazo más se cierne sobre mí. El
Pov Amaya —Ejecutarlos por traición. Vi a Liam levantarse de su asiento mientras Lucas intentaba desesperadamente conectar conmigo. Así que ellos fueron los que me los arrebataron. Piedras blancas volaron por la habitación cuando mis cadenas con destellos rojizos se empalaron en la pared detrás de su asiento. La sala estalló en un gran alboroto mientras yo me dirigía a paso firme y lento hacia aquel miserable anciano. —¿Reina Amaya qué significa esto? —Usted cállese o perderá su puta cabeza hoy. El anciano Volko cerró de golpe la boca, buscando con la mirada la ayuda de aquellos dos miserables. Pero me importa un caraj0 quién es quién. Hoy nadie se interpondrá en mi camino. —Reina Amaya, reconsidere esto. —¿Qué voy a reconsiderar?, ¿la muerte de dos de los míos?, ¿qué derecho tienen ustedes a juzgarlos sin mi consentimiento? Subí las escaleras con paso decidido, mirando con odio a esos ojos asustados que me miraban. Mis cadenas tintineaban y crujían a mi alrededor mientr
Pov AmayaMiraba claramente el cielo, el aire se sentía húmedo y todo el panorama era gris.Han pasado quince días desde la muerte de ellos y yo la sigo sintiendo tan viva como ayer. Quisiera irme, desearía dejar este mundo atrás.Pero hay algo que no me deja y ese es el odio, no solo tengo a dos objetivos pasados, ahora tengo a todo un consejo al que destruir.Pero hay algo que me preocupa, algo que quiere hacer de nuevo temblar mi mundo mandándolo a un abismo.Aquella sensación de nostalgia, tristeza y desesperación ha vuelto a mí y tengo miedo, un miedo abrumador. Cierro los ojos respirando con temblor y de la misma forma lo expulso.—"Amaya, el consejo convocó una reunión"—"¿Qué es lo que quieren ahora?"—"No lo sé, pero todos los altos mandos estarán allí"Me alejo del balcón y me encamino a la sala de planificación, al entrar Liam ya está allí con un semblante que te dice "no quiero estar aquí".Cailín está del otro lado de la sala sirviendo algo de tomar. Y justo alado de la
Pov Narrador Gruñidos se escuchaban a ambos lados, pero ninguno daba un paso al frente. La manada entró en alerta máxima mientras Milo intentaba mantener todo bajo control. Miraba a lo lejos donde aquella poderosa presencia se sentía, algo realmente estaba mal. En una habitación desolada, una hermosa cabellera castaña oscura caía libre sobre su espalda como cascada. Dos hermosos y resaltantes mechones rojos caían adelante, balanceándose de forma ligera con la brisa que se deslizaba de alguna parte. Sus ojos fijos en la lluvia torrencial de afuera, la única que la acompañaba esa noche. Sus ojos mirando fijamente las gotas de lluvia y los rayos que iluminaban todo el cielo. Aunque se veía serena mirando la lluvia, por dentro la verdadera Amaya gritaba, se retorcía y agonizaba de tormento. Ella sabía que el desastre estaba por llamar a su puerta, su teléfono colgaba de su mano mientras los tonos de llamada sin señal resonaban en todo el frío espacio. En el bosque bajo l
Pov Amaya Vi de reojo como un hombre grande cargaba una hoz en sus manos, no tenía camisa dejando ver aquel fuerte pecho lleno de bellos. En su cara una capucha de verdugo que solo dejaba ver sus ojos. —"Debes dejarme ir mi Reina, no hagas nada que te ponga en peligro, aún no estás lista". —"Por favor no, Zen por favor". Sus ojos permanecieron fijamente en los míos mientras mi cuerpo temblaba. Mordí mis labios evitando que sollozos fuertes salieran. Aquel hombre se posicionó alado de él levantando la hoz. Di varios pasos adelante sin poderlo evitarlo negando una y otra vez. El pánico se apoderó a mí haciéndome hiperventilar. Justo antes de bajar el filo, mis ojos miraron por última vez aquellos hermosos ojos rojos. Vi aquella filosa arma bajar en cámara lenta, un susurro de negación escapó de mis labios, mientras mi Alfa solo me observaba con amor aceptando su destino. El tiempo de pronto corrió tan rápido que solo pude ver el destello plateado traspasar su cuello.
Pov Amaya Miré más allá de él para ver como ahora todo era una batalla interna. Liam y guerreros contra Alfas y el consejo. El escuadrón de Liam intentaba abrirle paso hacia mí, pero no creo que pueda llegar. Vi por último aquellos ojos que estaban a poco de acabar con mi vida. Entonces sucedió, Liam logró alcanzarnos. Ahora la batalla era contra él y el lobo de Hardick. La feroz batalla entre ambos explotó, yo solo me quedé ahí, aturdida, sabía que tenía que moverme. —"Aya corre, vete ahora". Vi a Cairo mirarme por un segundo antes de que Aitor volviera a arremeter contra él. Unas manos me tomaron y me pararon arrastrándome de todo aquello sin ser lastimadas en el proceso. —Aya de prisa— Cailín me arrastró por las puertas de atrás, evitando a toda costa lobos que salían de todas partes. —Afuera ya está Lucas esperándote en el auto, yo estaré bien. Más adelante Lucas se apresura a llegar a mí colocando un paño húmedo sobre mi herida. —Amaya cuídate mucho, todo estará b