"You look so perfect standing there..."
(Te ves tan perfecta parada ahí...)
UMA.
Subí las escaleras animada y apenas entré, noté cómo la mucamas que se encontraban ahí se tensaban al verme y me ofrecieron reverencia haciéndome retroceder un paso. Estaban agitadas, no les pagan por cuidar a casi sete
"Abre el corazón..." LYKOS. Sabía que planeaba acostarse en el piso de nuevo, pero luego de la discusión que tuvimos en la cocina, he decidido que dejaré de ser paciente... Voy a tirar ese muro entre nosotros de una vez por todas. Me tiré en el suelo con mis almohadas y sábanas, por lo que apenas salió de baño y me vio ahí, detuvo su andar. — ¿Qué estás haciendo?— Preguntó parada en la puerta del baño.
"Y si no sabes amar, yo te enseño" UMA Cuando ingresamos a la pequeña y apestosa celda, el tipo loco me levantó la mirada y de inmediato sus ojos llenos de odio se clavaron en mí, recibiendo exactamente lo mismo de mi parte.— Ok, Giggle, hiciste que trajera al alfa y a la luna para que se encarguen de ti, ya que no quieres colaborar.— Dijo Dante mientras se alzaba las mangas de su costosa camisa blanca.— Si entregan la corona y el dominio a Malia nada malo sucederá.— Eso no es lo que te pedí que dijeras.— Concluyó Dante dándole un golpe en el estómago haciéndolo agachar la cabeza — Giggle, tu y todos tus amigos están jugando para el equipo equivocado, si aceptas hablar te daré protección para ti y tu familia.— El chico estab
"I can make you happy..." "Yo puedo hacerte feliz..."LYKOS Ingresó mi Beta y de inmediato tomé el papeleo que había preparado en mis manos. Pensé que iba a tener que pedirle a Uma que se mantuviera seria, pero había olvidado el tipo de mujer que es.— Solicité su presencia con carácter de urgencia porque tenemos más información sobre el ataque de Malia y lo que se viene a futuro.— Me fijé de inmediato en la expresión de los tres.La anciana y Dante se mantuvieron atentos a la palabras que venían a continuación pero, Uma fijó su atención en Arren, el jefe de guerreros,
UMA. Siempre pensé que mi pasado dejaría de atormentarme en algún momento; siempre pensé que nunca tendría que hablar sobre eso con alguien, pero llegó Lykos y eso cambió... Sé que no puedo seguirle mintiendo, lo sé, pero no quería que fuera tan pronto... No ahora, no estoy lista. - Uma, no saldrás de aquí hasta que hables, y si aún así te rehusas, tendré que pedirle a las hechiceras que extraigan tus recerdos pasados para poder verlos, aunque sea en contra de tu voluntad.- Fruncí el ceño y lo miré, aunque él no me hizo el mismo gesto. Loto y sus hermanas estaban de pie al rededor de la gran cama mirando al suelo, avergonzadas y atemorizadas por el semblante que su alfa y yo teníamos. Lykos, por otro lado, estaba sentado a mis pies en la cama, mirando directamente al suelo con la mandíbula tensa; podía sentir en mi cuerpo toda la rabia y el desconcierto que sentía. - Si tu haces que se metan en mi cabeza vas a
LYKOS. Logré que se quedara dormida luego de nuestra conversación y pasó toda la noche así, tranquila, recostada en mi pecho, con increíble tranquilidad y sientiéndose la niña que nunca le permitieron ser. Sé que se sacó un peso de encima al haber hablado conmigo hace unas horas y sé que ahora todo será mucho más fácil para nosotros ahora que conozco su pasado. Necesito enontrar ahora la manera de equilibrar la atención que ella se merece y todo lo que tengo que organizar en la manada antes de que inicie todo esto. Pedí a Loto que rastreara con los recuerdos del cambiaformas infiltrado y del tipo que sobrevivió al ataque de aquella noche el lugar donde están escondidos para estudiar a lo que nos enfrentamos. Las hadas, no importa cuánto entrenen, tienen un pésimo sentido del olfato, que se compensa con un increíble sentido de la vista. Ellas tienen poderes específicos, que dependen
UMA Me encontraba sentada en la mesa leyendo y releyendo una y otra vez la lista de cosas que teníamos casi listas las hechiceras, Sara y yo para la celebración. Tras dos semanas de organización, estoy por llorar si alguien me menciona algo de colores de telas y fuegos artificiales. Realmente no sabía ni sé nada de este tipo de cosas, pero no quería que tuviera que manejar dos cosas que para él eran tan importantes, al mismo tiempo y con tantas complicaciones. - Luna, vayamos a ver el centro de la manada, nunca ha caminado por ella y sirve para que decida si le parece bien que se celebre ahí al aire libre o en el salón de fiestas público.- No entiendo por qué Artemisa habla tan rápido, hará que arranque su lengua en algún momento. - Vamos, ¿Sara- Anne irá con nosotras?- Ella asintió y la esperamos en la entrada de la mansión hasta que salió con un vestido floreado y su cabello mojado. Ape
LYKOS Era el día de la celebración, a dos días de partida a nuestra misión de espionaje, y he visto muy poco a mi luna este último mes; ambos estuvimos muy ocupados organizando todo lo necesario, para que ambos eventos ocurran de la manera más óptima. Descucbrims, gracias a los recuerdos de los intrusos, que ni los vampiros ni las brujas formaban alianza con Malia, por el contrario, parecían muy inconformes y molestos por la petición que les hizo. Elfos, arpías, hechiceros y trolls, gracias a Diosa, son los únicos que aceptaron aliarse; pero no la subestimo, se entrenó con mi padre, sabe bien de batalla, de dirigir, de guiar, sé bien que ella se encarga de corromper a todos los que la siguen y los hace entrenar de formas prohibidasa por todos los sindicatos y asociaciones. Ella no rompe las leyes, ella las escupe, es una sociópata. - Alfa, los vampiros contestaron nuestros mensajes, dicen que con mucho gusto no
UMA. Suspiré abrazando a Sara-Anne mientras escuchaba a nuestros lobos pelear porque Dante llevaba cosas innecessarias en su mochila. Ya era el día en el que se realizaría la misión de espionaje y todos estábamos tensos. La manada me había recibido de una forma maravillosa pero todos sabían que aún había dudas sobre mi habilidad para proteger la manada. - ¿Sabes qué siento?. - La miro desde mi posición, ella estaba acostada sobre mí abrazándome con su cabeza en mi cuello.- Que nosotras somos sus amantes y ellos realmente son los esposos.- Me carcajeo ante sus palabras. -Tienen el doble de nuestra edad viviendo juntos, son una pareja de ancianos amargados, de esos que odian que pisen su jardín.- Ella se carcajeó y suspiré.- Cambió mucho nuestra vida, ¿No? Asintió y nos quedamos en silencio hasta que Dante entró corriendo a la habitación y saltó sobre nosotras en la cama y se cubrió conmigo. - A ver si ah