Observo al rey intentando mantener la calma porque, estoy seguro, esto no va a terminar bien. Sea lo que sea que la princesa le haya dicho, lo más probable es que no sea la realidad como tal, y no me sorprendería en absoluto si terminara con un resultado nefasto.No me importa lo que ella quiera, en lo más mínimo, solo estoy aquí para ver si tenemos la posibilidad de solucionar el problema de los neófitos que están atacando, el resto no me incumbe, y la tranquilidad que me inunda ahora solo radica en el apoyo de mis padres en mis decisiones. El hablar anoche con él y que me dijera que, sea lo que sea que decida, ellos estarán de acuerdo, me permite ahora mantenerme en calma, al igual que Raikus.-¿Y bien, lobo?-Así es, alteza, como bien le expresé a su hija anoche, cuando vino a mi habitación con la intención de seducirme, yo ya tengo una compañera esperándome en casa, a mi destinada. Y si bien es verdad que no poseo marca todavía, es por el simple hecho de que nuestra leyes dictan q
Ok, hasta aquí llegó mi paciencia, parece que por las buenas no hay caso, supongo que tendrá que ser por las malas, y con eso en mente, dejo que Raikus asome en mi rostro, dejando su presencia a la vista en mis ojos, y eso pone en alerta a los vampiros a nuestro alrededor, sobre todo al rey y a su hija.-Es suficiente, mi paciencia está al límite, y si no pueden entender lo que estoy diciendo mientras aún mantengo el control de mi lobo, será mejor que mis guerreros y yo nos vayamos.-¿Estás loco? ¿Realmente estás dispuesto a lanzar todo por la ventana por tu necedad?-No es necedad de mi parte, sino de la suya. Yo tengo una destinada y no pienso sacrificarla por un capricho.-Esto es una falta grave de respeto hacia nosotros…-Y usted me falta el respeto a mí al seguir insistiendo cuando ya le he dejado más que claro mi situación. De hecho, estoy haciendo un gran esfuerzo ahora mismo para que esto no termine de forma más negativa de lo que ya está siendo.-Tus padres se avergonzarían
En pocos segundos, el dolor y el peso de mi cuerpo son lo único que noto. Hasta respirar se torna dificultoso. Como puedo, hago fuerza para mantenerme entero y no dejar que, lo que sea que acaba de entrar en mi torrente sanguíneo, me haga caer, porque si ocurre, no puedo asegurar que al despertar sea algo positivo la situación en la que me encuentre. Al contrario, casi puedo jurar que será una auténtica tortura.Sin embargo, hay algo que me preocupa más, y es el hecho de que Raikus está completamente furioso, a penas consigo mantener el control sobre él, y si yo caigo, si mi parte humana se desvanece, las riendas que lo mantienen contenido desaparecerán y esto se volverá una masacre.Según lo que me contó mi padre, los lobos (bajo determinadas circunstancias) sin la presencia o el control del humano que los aloja, pueden hacerse con el cuerpo y moverse libremente. Mi madre misma me contó que, antes de conocer a mi padre (y con todo lo que conllevó a su unión), el lobo de su ex fue en
-¿Estás seguro de que puedes caminar? No creo que Raikus esté en condiciones para ayudarte y el nitrato de plata aún sigue rondando tu sangre.-No importa, hay que poner toda la distancia posible entre los vampiros y nosotros antes de que el sol se ponga. Estamos en desventaja si nos alcanzan.-Lo sé, pero estás…-Estoy bien, solo vamos, no podemos quedarnos más.Chash no está convencido en lo absoluto, es más, estoy seguro de que, si pudiera y no tuviéramos esa amenaza pendiendo sobre nuestras cabezas, seguramente que me obligaría a permanecer más tiempo en reposo ante la falta de medicina contra el tóxico. Lamentablemente es un lujo que no podemos darnos.Ofreciéndome su brazo, me ayuda a ponerme de pie y agradezco el haber podido rescatar algunos de nuestros petates, porque el pantalón y la camiseta que cubren mi cuerpo (cortesía de algunos de mis guerreros), oculta las heridas a la vista de cualquiera. Si nos cruzamos con algún humano en nuestro camino de regreso, es mejor que no
Escuchar ese grito con mi nombre me eriza la piel como si un choque eléctrico me hubiera cargado con doscientos cincuenta voltios. ¡MURDOCK! Con preocupación y ansiedad, me volteo hacia el origen de su voz, y lo veo atravesar la maleza, solo que no me alegra en absoluto, porque en cuanto lo veo, el horror me embarga al notar que está herido y evidentemente enfermo. ¿¡QUÉ FUE LO QUE LE OCURRIÓ!?Siento el impulso de ir hacia él, de correr, asistirlo al ver que evidentemente las piernas le fallan, mas cuando estoy por hacerlo, un dolor me atraviesa completa en menos de un segundo y eso solo implica una cosa. Alzo la mirada y veo la luna en su cenit, ¡maldita sea, ahora no! Vuelvo la mirada hacia Murdock y la vista se me nubla mientras el dolor me imposibilita moverme y lo veo a él hacer esfuerzos para alcanzarme.Mis huesos se rompen y reacomodan, mi piel tira y arde mientras hace el esfuerzo por contener mi interior y todos sus cambios al tiempo en que el pelaje surge por mis poros. Qu
Mientras me mira en silencio, pienso bien qué decir, porque no quiero que se preocupe, aunque si lo pienso bien, eso es imposible, porque no solo ya me vio cómo estaba cuando llegué, sino que literalmente me desmayé junto a ella…Creo que ya el momento de evitar preocupaciones quedó muy atrás.-¿Y bien?Suspirando, acaricio su mano y tiro delicadamente de ella para que se siente a mi lado, permitiéndome sentirla más cerca, notar el calor de su cuerpo y relajando aún más el mío junto con su aroma flotando en el aire.-La verdad es que es largo, así que prefiero simplificar.-Bien, pero no omitas detalles importantes.-Lo sé, lo sé, la verdad es que, hay partes que no recuerdo y solo sé lo que Chash me dijo sobre lo que ocurrió.-Pues dime lo que sepas.-Bien, ¿hasta dónde sabes? Para tener un punto de partida.-Desde que hablaste con tu padre la última vez. Supe lo que esa vampiresa de cuarta intentó hacer contigo y que te negaste.-Bien, en ese caso, empezaré luego de ese encuentro. M
Mi padre me observa atentamente por un momento y sus palabras me dejan confundido.-¿Cuándo vas a marcarla?-¿Qué?-¿Cuándo vas a hacer oficial su apareamiento?-Quería hacerlo cuando ya no haya rastros del nitrato de plata en mis venas, para que no haya ningún tipo de peligro para Mina cuando nos unamos.-Bien, solo que hay algo que deberían considerar.-¿Y eso qué es?-La luna.Ni Mina ni yo parecemos entender y mi madre se apiada de nosotros, sacándonos de la duda.-Los apareamientos se hacen durante la luna llena por lo general, para que los rayos de su luz fortalezcan su lazo en fuerza máxima. Si lo hubieran hecho en la noche de su transición, no habría habido ningún problema.-¿Y es un problema ahora?-No como tal, sin embargo, por más que para los humanos la luna y sus fases no afectan más que a las mareas, en realidad sí que lo hace, y más para nosotros que somos sus hijos directos. Cuanta más luz alcance a la pareja en el momento de la unión, más fuerte es su lazo. Por eso se
Flotando sin necesidad de mover siquiera un músculo, la brillante figura de la Diosa se acerca hacia mí y, cuando estoy a su alcance, alza su mano, tocando mi frente con solo su dedo. Inmediatamente, y latigazo de dolor se extiende desde el punto de contacto hasta las puntas de los dedos de mis pies y no consigo aguantar el grito de dolor que mi cuerpo puja por dejar escapar. La agonía que me recorre por completo, es casi como tener fuego líquido en las venas, está al borde de lo insoportable, mas no me desmayo, no caigo, mi consciencia se mantiene y veo la sonrisa de la divinidad ante mí permaneciendo serena en su sitio. ¿Está disfrutando de verme sufrir o yo estoy loco?De todas formas, no estoy seguro de cuánto dura, sin embargo, de un momento a otro, ya no hay nada, ya no siento ningún tipo de molestia, nada de nada, y me quedo asombrado, porque ni siquiera noto los cristales que aún siguen clavándose en mis espinillas. -¿Qué… qué fue… qué fue lo que me hizo, Diosa?-Joven Alfa,