-¿Estás seguro de que puedes caminar? No creo que Raikus esté en condiciones para ayudarte y el nitrato de plata aún sigue rondando tu sangre.-No importa, hay que poner toda la distancia posible entre los vampiros y nosotros antes de que el sol se ponga. Estamos en desventaja si nos alcanzan.-Lo sé, pero estás…-Estoy bien, solo vamos, no podemos quedarnos más.Chash no está convencido en lo absoluto, es más, estoy seguro de que, si pudiera y no tuviéramos esa amenaza pendiendo sobre nuestras cabezas, seguramente que me obligaría a permanecer más tiempo en reposo ante la falta de medicina contra el tóxico. Lamentablemente es un lujo que no podemos darnos.Ofreciéndome su brazo, me ayuda a ponerme de pie y agradezco el haber podido rescatar algunos de nuestros petates, porque el pantalón y la camiseta que cubren mi cuerpo (cortesía de algunos de mis guerreros), oculta las heridas a la vista de cualquiera. Si nos cruzamos con algún humano en nuestro camino de regreso, es mejor que no
Escuchar ese grito con mi nombre me eriza la piel como si un choque eléctrico me hubiera cargado con doscientos cincuenta voltios. ¡MURDOCK! Con preocupación y ansiedad, me volteo hacia el origen de su voz, y lo veo atravesar la maleza, solo que no me alegra en absoluto, porque en cuanto lo veo, el horror me embarga al notar que está herido y evidentemente enfermo. ¿¡QUÉ FUE LO QUE LE OCURRIÓ!?Siento el impulso de ir hacia él, de correr, asistirlo al ver que evidentemente las piernas le fallan, mas cuando estoy por hacerlo, un dolor me atraviesa completa en menos de un segundo y eso solo implica una cosa. Alzo la mirada y veo la luna en su cenit, ¡maldita sea, ahora no! Vuelvo la mirada hacia Murdock y la vista se me nubla mientras el dolor me imposibilita moverme y lo veo a él hacer esfuerzos para alcanzarme.Mis huesos se rompen y reacomodan, mi piel tira y arde mientras hace el esfuerzo por contener mi interior y todos sus cambios al tiempo en que el pelaje surge por mis poros. Qu
Mientras me mira en silencio, pienso bien qué decir, porque no quiero que se preocupe, aunque si lo pienso bien, eso es imposible, porque no solo ya me vio cómo estaba cuando llegué, sino que literalmente me desmayé junto a ella…Creo que ya el momento de evitar preocupaciones quedó muy atrás.-¿Y bien?Suspirando, acaricio su mano y tiro delicadamente de ella para que se siente a mi lado, permitiéndome sentirla más cerca, notar el calor de su cuerpo y relajando aún más el mío junto con su aroma flotando en el aire.-La verdad es que es largo, así que prefiero simplificar.-Bien, pero no omitas detalles importantes.-Lo sé, lo sé, la verdad es que, hay partes que no recuerdo y solo sé lo que Chash me dijo sobre lo que ocurrió.-Pues dime lo que sepas.-Bien, ¿hasta dónde sabes? Para tener un punto de partida.-Desde que hablaste con tu padre la última vez. Supe lo que esa vampiresa de cuarta intentó hacer contigo y que te negaste.-Bien, en ese caso, empezaré luego de ese encuentro. M
Mi padre me observa atentamente por un momento y sus palabras me dejan confundido.-¿Cuándo vas a marcarla?-¿Qué?-¿Cuándo vas a hacer oficial su apareamiento?-Quería hacerlo cuando ya no haya rastros del nitrato de plata en mis venas, para que no haya ningún tipo de peligro para Mina cuando nos unamos.-Bien, solo que hay algo que deberían considerar.-¿Y eso qué es?-La luna.Ni Mina ni yo parecemos entender y mi madre se apiada de nosotros, sacándonos de la duda.-Los apareamientos se hacen durante la luna llena por lo general, para que los rayos de su luz fortalezcan su lazo en fuerza máxima. Si lo hubieran hecho en la noche de su transición, no habría habido ningún problema.-¿Y es un problema ahora?-No como tal, sin embargo, por más que para los humanos la luna y sus fases no afectan más que a las mareas, en realidad sí que lo hace, y más para nosotros que somos sus hijos directos. Cuanta más luz alcance a la pareja en el momento de la unión, más fuerte es su lazo. Por eso se
Flotando sin necesidad de mover siquiera un músculo, la brillante figura de la Diosa se acerca hacia mí y, cuando estoy a su alcance, alza su mano, tocando mi frente con solo su dedo. Inmediatamente, y latigazo de dolor se extiende desde el punto de contacto hasta las puntas de los dedos de mis pies y no consigo aguantar el grito de dolor que mi cuerpo puja por dejar escapar. La agonía que me recorre por completo, es casi como tener fuego líquido en las venas, está al borde de lo insoportable, mas no me desmayo, no caigo, mi consciencia se mantiene y veo la sonrisa de la divinidad ante mí permaneciendo serena en su sitio. ¿Está disfrutando de verme sufrir o yo estoy loco?De todas formas, no estoy seguro de cuánto dura, sin embargo, de un momento a otro, ya no hay nada, ya no siento ningún tipo de molestia, nada de nada, y me quedo asombrado, porque ni siquiera noto los cristales que aún siguen clavándose en mis espinillas. -¿Qué… qué fue… qué fue lo que me hizo, Diosa?-Joven Alfa,
Cuando mis padres me vieron al día siguiente sin siquiera un solo rasguño, inmediatamente me cuestionaron por lo que había pasado. El saber que la Diosa había intervenido en mi recuperación milagrosa, hizo sentir a mi padre celoso, pues solo mi madre había tenido el honor de verla, y ahora yo también. Decía que sentía que lo estaba evitando, cosa que hizo reír a mi madre. Además, se sintieron muy felices del resultado del “sacrificio”, de lo que ella había pedido a cambio de bendecir nuestra unión. No podrían haber estado más felices aunque lo intentaran. De todas formas me preguntaron “sutilmente” cuando ocurriría y les dije que no dejaría que pasara más tiempo, que luego de esa noche, Mina tendría sí o sí mi marca en su piel y yo la suya en la mía. No podía seguir esperando.El resto del día, fuera de mi organización particular para mi apareamiento con Mina, lo pasamos en reuniones con los generales de mis padres, organizando la ofensiva en caso de ser necesario. Aunque la idea no
-Quédate aquí, pulga, no te acerques. -Está bien.Dejando a mi hermana con el espíritu, me acerco a donde veo los restos que señaló mi hermana y me encuentro con algo desagradable: un cuerpo a medio descomponer, con un par de colmillos claramente a la vista. Está desgarrado, su cuerpo hecho pedazos, y veo algunas mordidas inconfundibles de lo que, aunque sea extraño, entiendo que son dientes de (por lo menos) otro de ellos. ¿Qué demonios fue lo que pasó? También noto un líquido negro pegajoso manchando zonas de su cuerpo, cosa que apesta a azufre y hasta me da arcadas. ¿Qué se supone que es eso? ¿Vómito? Miro las mordidas y lo único que se me ocurre es que, quien haya atacado a éste vampiro, evidentemente no soportó. La sangre de los neófitos es casi como si estuviera podrida en sus venas, lo cual la hace tóxica, incluso para los suyos, y si están tan rabiosos como para atacarse entre ellos, es normal que haya vomitado. Esto es repugnante. No obstante, también implica algo, y es
Gruño frustrado y niego con la cabeza.-Mi padre dijo algo, y aunque sea el futuro Alfa, él es el actual, no importa ahora mismo el futuro. Ignorar sus órdenes equivale a insubordinación, así que antes de que me arrepienta y considere castigar por eso mismo, uno de ustedes salga y avise lo que encontramos, a ver qué respuesta obtenemos.-De acuerdo. Es evidente que no está muy contento con esto, y no lo culpo, yo tampoco estoy muy tranquilo al respecto, si algo tiene ésta situación que me incomoda, es el hecho de que tiene razón. El sol está bajando, se acerca el atardecer, y si mi padre tarda más de la cuenta en venir, quizás los vampiros despierten antes de que ellos nos alcancen y tendremos que enfrentarlos, solo que sin la posibilidad anterior de usar el sol como un debilitante o como arma. Desearía que nos hubiera permitido el actuar bajo nuestro criterio. El potente aullido del exterior se escucha aún aquí adentro, y mientras esperamos una respuesta, empiezo a revisar los cue