Llegar al territorio vampiro luego de casi cinco días de carrera prácticamente ininterrumpida, fue un gran alivio. Necesitaba descansar en una cama con urgencia, un colchón blando bajo mi espalda y cuerpo cansados y una comida caliente que me llenara el estómago. Sé que soy básicamente un lobo y que, como tal, puedo dormir en el bosque y alimentarme de carne cruda y de animales que cazamos en nuestro estado lobuno, sin embargo, eso no implica que sea lo que más disfruto. Luego de años de degustar las comidas de mi madre y de mi abuela, la verdad es que prefiero usar cubiertos en una mesa y con la comida recién hecha saliendo del horno quizás, que cazar criaturas del bosque para alimentarme. Aun así, eso no implica que me sienta cómodo estando aquí, los vampiros (aunque son bastante caprichosos y oligárquicos, de ese tipo que no se ensucian las manos cuando son de la “nobleza”), son seres impredecibles que pueden reaccionar de la manera menos esperada y me preocupa un poco lo que pued
-Es bueno tener en nuestros dominios a tan importante miembro de la raza vecina, espero que su viaje no haya tenido contratiempos y que el motivo que los trajo hasta aquí, pueda resolverse de la mejor manera posible.Sus palabras, aunque dichas con un tono que a muchos le parecería amistoso, a mí no me gusta nada y me preocupa. La falsedad en él está bien oculta, aunque no para todos, y creo que él lo sabe y es exactamente lo que pretendía. No le disgusta realmente nuestra presencia, porque para que le disgustara, tendríamos que tener algún tipo de valor a sus ojos, pero como “animales” (forma en la que su propio sirviente nos llamó), no representamos interés alguno para él. Solo la amenaza que viene con nosotros, de posibles problemas con mi familia, y en especial, con mi madre, es lo que ha hecho que nos reciba sin oponerse. No hace falta ser hombre lobo para saber de lo que mi madre es capaz, las leyendas llegan a todas partes y la suya es una muy conocida. Sería muy estúpido de s
¿Por qué me tienen que pasar estas cosas precisamente a mí? ¿Y ahora que demonios hago? Estoy en desventaja, desnudo, con mi lobo furioso y queriendo desgarrar a la princesa por querer interponerse entre él y nuestra compañera, y sin poder hacer lo que mi instinto me pide a gritos, que es que la aleje de mí lo antes posible, con violencia si es necesario.Con fuerza, empujo a Raikus hacia atrás y me esfuerzo por no gruñir al hablar porque, o consigo que se vaya, o esto terminará muy mal.-Con todo respeto, princesa, eso no es algo que me interese en lo absoluto. Como le dije, tengo una compañera esperándome en mi manada, reconocida ya por mi lobo, que no aceptará a nadie más que a ella. No le recomiendo que intente forzar esto, porque si bien estoy consiguiendo mantenerlo bajo control por el momento, si sigue en su empuje hacia mi persona, no puedo asegurar que esto termine bien, para ninguno. No quiero que ocurra una desgracia…-¿Me estás amenazando?-No, en lo más mínimo, estoy advi
Observo al rey intentando mantener la calma porque, estoy seguro, esto no va a terminar bien. Sea lo que sea que la princesa le haya dicho, lo más probable es que no sea la realidad como tal, y no me sorprendería en absoluto si terminara con un resultado nefasto.No me importa lo que ella quiera, en lo más mínimo, solo estoy aquí para ver si tenemos la posibilidad de solucionar el problema de los neófitos que están atacando, el resto no me incumbe, y la tranquilidad que me inunda ahora solo radica en el apoyo de mis padres en mis decisiones. El hablar anoche con él y que me dijera que, sea lo que sea que decida, ellos estarán de acuerdo, me permite ahora mantenerme en calma, al igual que Raikus.-¿Y bien, lobo?-Así es, alteza, como bien le expresé a su hija anoche, cuando vino a mi habitación con la intención de seducirme, yo ya tengo una compañera esperándome en casa, a mi destinada. Y si bien es verdad que no poseo marca todavía, es por el simple hecho de que nuestra leyes dictan q
Ok, hasta aquí llegó mi paciencia, parece que por las buenas no hay caso, supongo que tendrá que ser por las malas, y con eso en mente, dejo que Raikus asome en mi rostro, dejando su presencia a la vista en mis ojos, y eso pone en alerta a los vampiros a nuestro alrededor, sobre todo al rey y a su hija.-Es suficiente, mi paciencia está al límite, y si no pueden entender lo que estoy diciendo mientras aún mantengo el control de mi lobo, será mejor que mis guerreros y yo nos vayamos.-¿Estás loco? ¿Realmente estás dispuesto a lanzar todo por la ventana por tu necedad?-No es necedad de mi parte, sino de la suya. Yo tengo una destinada y no pienso sacrificarla por un capricho.-Esto es una falta grave de respeto hacia nosotros…-Y usted me falta el respeto a mí al seguir insistiendo cuando ya le he dejado más que claro mi situación. De hecho, estoy haciendo un gran esfuerzo ahora mismo para que esto no termine de forma más negativa de lo que ya está siendo.-Tus padres se avergonzarían
En pocos segundos, el dolor y el peso de mi cuerpo son lo único que noto. Hasta respirar se torna dificultoso. Como puedo, hago fuerza para mantenerme entero y no dejar que, lo que sea que acaba de entrar en mi torrente sanguíneo, me haga caer, porque si ocurre, no puedo asegurar que al despertar sea algo positivo la situación en la que me encuentre. Al contrario, casi puedo jurar que será una auténtica tortura.Sin embargo, hay algo que me preocupa más, y es el hecho de que Raikus está completamente furioso, a penas consigo mantener el control sobre él, y si yo caigo, si mi parte humana se desvanece, las riendas que lo mantienen contenido desaparecerán y esto se volverá una masacre.Según lo que me contó mi padre, los lobos (bajo determinadas circunstancias) sin la presencia o el control del humano que los aloja, pueden hacerse con el cuerpo y moverse libremente. Mi madre misma me contó que, antes de conocer a mi padre (y con todo lo que conllevó a su unión), el lobo de su ex fue en
-¿Estás seguro de que puedes caminar? No creo que Raikus esté en condiciones para ayudarte y el nitrato de plata aún sigue rondando tu sangre.-No importa, hay que poner toda la distancia posible entre los vampiros y nosotros antes de que el sol se ponga. Estamos en desventaja si nos alcanzan.-Lo sé, pero estás…-Estoy bien, solo vamos, no podemos quedarnos más.Chash no está convencido en lo absoluto, es más, estoy seguro de que, si pudiera y no tuviéramos esa amenaza pendiendo sobre nuestras cabezas, seguramente que me obligaría a permanecer más tiempo en reposo ante la falta de medicina contra el tóxico. Lamentablemente es un lujo que no podemos darnos.Ofreciéndome su brazo, me ayuda a ponerme de pie y agradezco el haber podido rescatar algunos de nuestros petates, porque el pantalón y la camiseta que cubren mi cuerpo (cortesía de algunos de mis guerreros), oculta las heridas a la vista de cualquiera. Si nos cruzamos con algún humano en nuestro camino de regreso, es mejor que no
Escuchar ese grito con mi nombre me eriza la piel como si un choque eléctrico me hubiera cargado con doscientos cincuenta voltios. ¡MURDOCK! Con preocupación y ansiedad, me volteo hacia el origen de su voz, y lo veo atravesar la maleza, solo que no me alegra en absoluto, porque en cuanto lo veo, el horror me embarga al notar que está herido y evidentemente enfermo. ¿¡QUÉ FUE LO QUE LE OCURRIÓ!?Siento el impulso de ir hacia él, de correr, asistirlo al ver que evidentemente las piernas le fallan, mas cuando estoy por hacerlo, un dolor me atraviesa completa en menos de un segundo y eso solo implica una cosa. Alzo la mirada y veo la luna en su cenit, ¡maldita sea, ahora no! Vuelvo la mirada hacia Murdock y la vista se me nubla mientras el dolor me imposibilita moverme y lo veo a él hacer esfuerzos para alcanzarme.Mis huesos se rompen y reacomodan, mi piel tira y arde mientras hace el esfuerzo por contener mi interior y todos sus cambios al tiempo en que el pelaje surge por mis poros. Qu