En cuanto esas palabras quedan flotando en el aire, puedo jurar que escucho a Tayler maldecir en mi mente la mismo tiempo que yo en la mía. ¿Cuándo me vieron? ¿Cómo? ¿No se supone que estábamos solos? No tenía que haber nadie en el río en ese momento, ¿o habrá sido durante la carrera? Sin embargo, a pesar del pánico que ambos estamos sintiendo ahora, ninguno lo demuestra y, en su lugar, permanecemos lo más serenos posibles, mezclado con un poco de sorpresa, como si fuera algo completamente inesperado. -Primero que nada, respira profundo, cierra la puerta y acércate. Luego quiero una explicación. ¿De qué estás hablando? ¿Dónde la viste? El chico cumple y se acerca a nosotros, sentándose donde el pelinegro le indica frente a su escritorio. Se le nota nervioso, sus manos están siendo retorcidas una contra la otra sin parar, ¿tanto le afecta hablarnos de esto?Bueno, quizás crea que es una locura, tal vez piense que no le creeremos o similar, porque si no lo ha vivido nadie cerca de ti
-Buenos días a todos, sé que seguramente se están preguntando el porqué de ésta reunión tan repentina con la guerra que tenemos a la vuelta de la esquina. Bueno, esto era necesario, pues su Luna necesita hablar con ustedes y es algo de suma importancia. Quiero que la escuchen y que mantengan la calma lo más posible, porque si surgen preguntas y hablan todos al mismo tiempo, se hará imposible el responderles. Esas palabras parecen poner a todos en alerta, mas se mantienen en silencio y a la espera mientras me acerco a la posición de Tayler y éste me cede la palabra a mí. Ver todos esos rostros a la expectativa me pone los bellos de punta, mas hago como siempre y relajo mi rostro y mi mente para intentar hablar frente a todos sin que se note que nunca me ha gustado hacerlo. ¿Qué se le va a hacer? Gajes del "oficio", podrían decirle. -Hola a todos, cómo bien les dijo su Alfa, hay algo que quiero contarles y, luego, me disculparé personalmente con uno de ustedes, sin embargo, primero lo
Sorprendiéndome completamente, coloca su puño sobre su corazón y baja la cabeza a modo de respeto para luego clavar rodilla en tierra. Aún con su cabeza baja, su voz se escucha fuerte y clara. -Todos tenemos derecho a guardar nuestros secretos, en tanto y en cuanto no afecten a los demás. Su secreto no era algo que nos afectara de forma negativa, es más, podría considerársele un motivo de alegría y puedo comprender su miedo, su reticencia a se abierta al respecto, y por eso mismo es que, en el momento en el que esté en el campo de batalla, estaré a su lado, defendiendo nuestra manada y a usted. Por la gloria, el honor y la supremacía victoriosa de la manada del Bosque Negro. Y como él, poco a poco, varios más empiezan a hacer lo mismo, uno por uno, luego de a pares y finalmente, casi toda la manada imita al primero. No estoy segura de si fue por coacción, algo así como "ellos lo están haciendo, ¿qué pensarán o cómo quedaré si no hago lo mismo?", o si, por el contrario, realmente sen
-Dime que me tienes buenas noticias. Mi amiga se muerde el labio y suspira. -No son exactamente "buenas", porque no hay un antídoto o algo que nos haga inmunes...-¿Entonces?-Lo que descubrieron en el laboratorio, es un derivado de una planta que, lo que hace, es disminuir los efectos mortales. El envenenamiento, en lugar de ser fatal, solo causaría un gran malestar general agudo, que no se sabe bien cuánto duraría, mas la persona sobreviviría. -Bueno, supongo que es mejor que nada. Saber que sobrevivirás a pesar del sufrimiento, por lo menos te permite el pasar el suplicio con más calma, dentro de lo posible, obviamente. Sería como ver la luz al final del túnel: es obscuro y aterrador quizás, pero sabes que pronto saldrás de él.-Es una forma de verlo, sí.-Podríamos ofrecerlo como opción, estoy seguro de que la mayoría se sentirá más seguro para pelear si sabe que podrá luchar sin preocuparse tanto del Acónito. Miro a Nina y siento que hay algo más que se está guardando, que aú
-¿Qué crees que pueda significar?-Lo más probable es que tiene que ver conmigo. -¿Por qué lo dices?-Porque mientras eso pasaba, yo me sentía más débil, no podía sentir a Luana ni a su fuerza normal, su influencia en mi cuerpo. Me temo que, por ser directamente creada por la luna, su ausencia absoluta me debilite. -¿A qué te refieres?-¿Tu madre te contó de mi origen? ¿Te contó mi historia? De cómo me convertí en la Loba Escarlata.-No, cuando pensó en contármelo, le dije que prefería que tú lo hicieras cuando estuvieras lista. -No hay nada qué ocultar, te lo habría contado si hubieses preguntado. -Lo siento, contigo me preocupa que te sientas presionada, no me gusta hacerte sentir incómoda. -Lo entiendo, pero eres mi compañero y tienes derecho a saber. Además, es el pasado, ocurrió hace siglos, no es como si el decirlo no cambiara algo, ¿no te parece?-En eso tienes razón, sin embargo, ¿por qué dices que te debilitas si no está la luna y que tiene que ver con tu origen?-La noc
El rostro de todos los presentes muestra absoluto desconcierto y no los culpo, poco se sabe de mí y de lo que puedo o no puedo hacer, de lo que me afecta y de lo que no, de cualquier cosa importante de mi persona y mi loba, por lo que hay cosas que incluso yo misma desconozco. Quizás sea extraño, sin embargo, si lo consideramos, no es tan raro: he vivido cientos de vidas, es verdad, no obstante, también han sido muy cortas, solo un tercio o la mitad del tiempo vivido con suerte han sido con Luana y todos los dones que poseemos y, como extra, no recuerdo siquiera un diez porciento de todo lo que se supone que viví, por lo que hay mucho que no sé y que debo redescubrir en cada vida. Por lo que, si pensamos en esto, son normales su confusión y sorpresa. -Luna, ¿de qué está hablando?Respiro profundo, ordenando mis ideas para que sea más simple que entiendan y observo de reojo a Tayler, el cual me sonríe sutilmente a modo de aliento. -Como Luna Escarlata, puedo hacer cosas que la mayor
Golpeo con fuerza una y otra vez la bolsa que está frente a mí, sintiendo las gotas de sudor que se deslizan por mi frente, mi cuello y mi espalda. Si bien se suponía que tenía que descansar para ésta noche, la verdad es que no puedo estar quieta, no puedo simplemente dejar estar las cosas. Las imágenes de lo que ocurrirá se reproducen una y otra vez en mi cabeza, escenarios de todos los tipos, desde completa y absoluta muerte, hasta una victoria rotunda donde sostengo el cadáver de ese idiota.Algunos me ponen frenética, otros me preocupan y me hacen sentir que he fallado horriblemente, mas intento mantener mi mente centrada, por eso es que ahora estoy aquí. Las cosquillas me hacen detenerme para secarme el rostro y miro hacia la ventana, encontrando que el sol está bajando cada vez más en el horizonte. La hora está llegando y mi ansiedad se dispara por las nubes en menos de un segundo. Mis manos alrededor del cuello de ese maldito, mis garras hundiéndose en sus pulmones, cortándole
Juntos lado a lado, y con los mellizos a nuestra espalda, Tayler y yo avanzamos por el camino que ha quedado marcado por los dos grupos de lobos listos para la batalla. Todos están en silencio y a la espera, atentos a cualquier indicación de los generales sobre lo que deben hacer, hasta que nosotros subimos a la tarima y ellos centran su atención en nosotros. Sé que esperan que sea mi compañero quien les hable, sin embargo, ambos acordamos por idea suya, que sea yo quien les dé "mi discurso" antes de que partamos hacia el claro que nos espera para el combate. En cuanto me adelanto a él, todos parecen un tanto desconcertados: imagino que no ha de ser algo muy habitual o que se les haya ocurrido antes. -Sé que esto es poco usual, no se preocupen, pero tanto su Alfa como yo, hemos considerado que esta era la mejor idea. Lo que hoy pasará, será algo que deseaba con todas mis fuerzas que no ocurriera, no quería involucrar a nadie, pues la locura del lobo que me engañó y sus ridículas exi