Con mi cabello y cabeza colgando, me doy cuenta de que ahora parezco un mono y noto que tanto Lisbeth como Tayler se han estado riendo por la situación que, francamente, es más allá de bizarra. No los culpo...Alzo mi cabeza y me topo con la mirada calculadora de mi suegro sobre mi persona, como si estuviera pensando en qué hacer. -Eres bastante ligera, muy delgada aunque fibrosa, ¿cuánto pesas? ¿Setenta y cinco kilos? -Ochenta, el músculo pesa mucho más que la grasa. -Eso es cierto y no veo grasa en ti. -Esto es bastante ridículo, ¿no? ¿O solo me parece a mí?-Estaba evaluando tu técnica: tienes buen agarre y tu fuerza es considerable, aunque imagino que no estás usándola toda. Por la forma en la que siento tus talones firmemente clavados en mi costado, y el aumento en cuanto te levanté, sé que te estás conteniendo bastante. Para mí, eres liviana, por eso pude ponerme en pie aún así, sumado a que no estás usando toda tu fuerza. Sospecho que podrías romperme las costillas si utili
El silencio se hace en la sala y el padre mira a ambas mujeres fijamente un par de segundos, para luego volverse hacia nosotros. -Ha costado, no lo negaré, sin embargo, han aceptado vivir bajo las reglas de la manada y cesar en todo lo que han estado haciendo. -¿Estás seguro? -Sí Alfa. -No quiero dudar de tus palabras, pero basándome en los hechos, me cuesta creerlo. ¿Cómo podemos estar seguros de que cumplirán? Therrent se mantiene en silencio por un momento y suspira finalmente con cansancio, como si la respuesta le doliera... Y lo que dice sí, debe haberle dolido el tener que hacerlo. -Porque si no lo hacen, yo moriré. -¿Cómo? -Así es, Alfa. Ellas estaban como locas, la situación era como locas y les dije que o aceptaban o nos íbamos. Empezaron con que no era posible que hubiera aceptado algo así, que era una locura, que tenían derecho a hacer lo que quisieran, a dar su opinión y me cansé de las faltas de respeto reiteradas de su parte, así que les pregunté si querían que
¿Hijos? Mierda... Es escuchar esa palabra y que los bellos se me pongan como escarpias. Ojo, no es porque no los quiera, siempre soñé con tener una mini copia mía o un precioso niño que se pareciera a su padre, un pequeñito al cual enseñarle a lucha y a ser un buen macho o hembra, alguien decente y protector de los suyos, leal y con amor por su manada. El problema aquí es otro y tiene que ver con un desgraciado que, por culpa de que esas mismas mini criaturas no dieran siquiera una señal de tener intenciones de aparecer pronto, el maldito imbécil me vio la cara y causó que tuviera que pasar por todo lo que ha ocurrido hasta ahora. Si bien lo agradezco porque me ha dado la oportunidad de ser realmente feliz, no puedo obviar el hecho de que, aún a la distancia, no me deja ir completamente y sigue siendo una maldita sombra tras mi espalda, pendiendo como la espada de Damocles sobre mi cabeza, listo para atacar a la primera oportunidad. Pensar en que faltan solo un par de días para que
Odio las agujas, en serio las detesto, y ahora que estamos aquí en la sala de espera del hospital, aguardando para ver al médico y que me examine, empiezo a arrepentirme y casi tengo el deseo infantil de salir corriendo de aquí. No me interesa que Tayler esté aquí conmigo, sosteniendo mi mano y acariciándola suave y constantemente porque le dije de mi aversión hacia esos microtubos de metal, eso no evita que imagine una y otra clavándose en mi piel sin cesar y que quiera irme justo ahora.Sé que esto fue mi idea y que dije que quería hacerlo, que me daba tanta curiosidad como mi compañero el saber el estado de mi cuerpo, mas la verdad es que no lo pensé realmente. De haber recapacitado por un segundo en que, lo más probable, era que me fueran a pinchar por todos lados, seguramente no habría dicho nada y habría mantenido la boca cerrada. Para ser honesta, no estoy segura sobre qué pesa más, si mi curiosidad o mi odio...Sea como sea, supongo que ya no hay marcha atrás, aquí estamos y
En cuanto llegamos a la casa, mi suegra está en la entrada, sentada en uno de los escalones del frente, y se pone de pie con una sonrisa en cuanto nos ve. Parece entusiasmada, ¿qué le pasará?-Qué bueno que llegan, antes de que todo el desastre se desate, quiero pasar tiempo con mi nuera, ¿te molesta si me la llevo, querido? Tengo una reservación en el SPA de la manada y, estoy totalmente segura, a ella le vendría muy bien al igual que a mí. Tayler me observa con una sonrisa de lado. -Por mí no hay problema, me alegra que tengan su día de chicas. -Entonces no se diga más, ¿tú qué opinas, querida? -Pues, la verdad, no creo que me caiga mal en éste momento. Quizás es lo que necesito para relajarme. -Bien, en ese caso, vámonos. Nos espera todo un día de mimos, masajes y tratamientos con productos a base de naturaleza. -Suena excelente. Nos vemos, lobito, voy a que me mimen. -Que sean solo mujeres las que hagan esto, porque sino, voy a ir a ese SPA y a cargarme a cualquier macho qu
-No, mi madre no era yo, somos personas separadas. Yo reencarno al morir, y ella sobrevivió hasta que los Rouges la mataron junto con mi padre. Antes de ella, de encarnar en el bebé que ella poseía en su vientre, había sido madre de una preciosa bebé de la que solo tengo una imagen en mi mente. Rosadas mejillas, preciosos ojos del color de ámbar y una sonrisa tan dulce y adorable que daban ganas de achucharla todo el tiempo. -¿Tuviste hijos? -Al parecer en varias de mis vidas, incluso llegué a tener gemelos, y en cada recuerdo que tengo de alguno, todo es amor, orgullo, alegría... Me gustaría poder vivirlo una vez más. -¿Quieres ser madre otra vez? -Por primera vez en ésta vida, pero sí, me gustaría. No tengo los recuerdos de lo que ocurrió en cada una, solo imágenes y no sé si de todos, por eso me gustaría poder vivirlo en carne propia. Antes creí que lo quería con Alefrick, mas si lo pienso ahora me doy cuenta de que no era algo que fuera tan urgente para mí, como si no lo necesi
Empezar la mañana con un café suele ser lo mejor para despertarse, sin embargo, que te llame el médico para decirte que es imperativo que vayas a verlo, que es algo que esperabas (solo que más tarde), digamos que no deja lugar a la somnolencia propia de la mañana, de recién levantada. Por eso, cuando el teléfono suena y fue precisamente el doctor, tanto Tayler como yo no dudamos ni un segundo en subirnos a la camioneta y salir disparados para el hospital. En cuanto entramos, la enfermera nos lleva al consultorio donde encontramos al médico revisando papeles de su escritorio y archivos en la computadora frente a él. Parece sumamente concentrado, lo que me hace preguntarme qué será tan importante y si se tratará sobre nosotros, lo que me hace apretar con fuerza la mano del pelinegro por la anticipación. Él me devuelve el apretón con suavidad a modo de intento de apoyo y nos acercamos a las sillas frente a su escritorio, haciendo que note nuestra presencia finalmente. Parece que o el
El doctor se toma un momento antes de responderme y, lo que sale de su boca, me deja completamente anonadada.-Quizás unos siete u ocho años más, mi Luna. -¿Qué? ¿Es una broma? ¿Tanto tiempo?-Lamento decir que sí, que es mi estimativo mirando todos los resultados obtenidos. No estoy diciendo que sea imposible, al contrario, es más que evidente que su concepción es propicia, sin embargo, tomará tiempo que eso ocurra, que su cuerpo esté listo para lo que implicará. Cada implante que ocurra, hasta que no estén las condiciones correspondientes, todo terminará en aborto. -¿Aborto?-Será espontáneo, su cuerpo la está protegiendo, por eso no dejará que aquello que pueda lastimarla continúe. Sé que no es algo agradable de oír, mas no es algo que se pueda evitar. Escuchar eso me deja completamente descolocada, y Luana gimotea en mi cabeza, porque como yo, ella quería poder ser madre, queríamos tener a nuestro cachorro. Saber que puede pasar cerca de otra década por poco antes de poder conc