-Alfa...Un tanto sorprendido, el lobo, junto con todos los demás presentes, se inclinan en señal de respeto con el puño sobre el pecho, no solo por mi compañero, sino por sus padres, y Therrent vuelve a alzarse rápidamente con curiosidad sobre las palabras de Tayler.-Tráiganla. El resto, vuelva al entrenamiento, el espectáculo terminó.Dos guerreros oficiales se acercan a Yhoseline para agarrarla, sin embargo, su padre se interpone.-Alfa, por favor, me encargaré de mi hija personalmente. -¿Crées que es buena idea? No quiero que se forme un conflicto por el hecho de lo sentimientos.-No, puedo separar ambas cosas, señor. -Está bien, ayúdenlo. Todos asienten y Tayer me ofrece su mano, la cual tomo bajo la atenta mirada de sus padres y los demás lobos y nos dirigimos hacia la casa de la manada, en silencio, excepto por el constante quejido de la rubia de que no podíamos estar haciéndole eso, sobre todo su propio padre. En cuanto llegamos, nos dirigimos hacia la oficina y Liam cier
¿Y ahora qué? ¿Qué se supone que haga o diga? La verdad estoy bastante nerviosa y perdida, no estoy segura de qué debería hacer ahora, ¿presentarme? Sé que ellos ya saben quién soy, no es como que Tayler no lo haya dejado perfectamente claro en la charla de recién. "Compañera", "Luna", digamos que no fue muy sutil... Y entonces el pelinegro me saca de mi duda hablando primero.-Bueno, ahora que eso se solucionó, me gustaría hacer la presentación formal. Mamá, papá, ella es Angelique Rosh, mi compañera y Luna. Angi, ellos son Morgan y Lisbeth, mis padres. -Es un placer conocerlos. Ambos se mantienen serios y en silencio por un momento mientras observan la mano que les extiendo y me pongo nerviosa ante su silencio. Estoy por pensar que algo ha hecho que nos les agrade o similar, cuando de un momento al otro, la mujer empuja mi mano fuera de su camino y tira de mí para abrazarme contra ella con fuerza. Ok... Esto no lo esperaba. -Por la Diosa, estoy tan feliz de que puedan estar junt
Su sonrisa es suficiente respuesta a mi pregunta: por supuesto que eso es lo que quiere. Maldición, es una locura, pero no puedo negarme, ¿o sí? Por suerte, Tayler sale a mi rescate. -Papá, acabamos de estar entrenando con los guerreros, ¿no te parece que ya fue mucho por hoy?-Por favor hijo, eso no fue nada y tú lo sabes. Ninguno ha sudado siquiera una gota y podríamos seguir por horas... Aunque ellos no. -Con todo respeto, me preocupa más lo que la manada pueda pensar de que su anterior Alfa y su actual Luna se enfrenten. ¿Qué pasará si uno da un golpe más fuerte de lo esperado y causa una herida "grave"? No quiero que piense que no quiero darle gusto, sería un honor, no obstante, no sé si sea buena idea que sea delante de todos. Además, quiero mantener mi secreto por ahora, por lo que sería solo mano a mano.-Y estoy bien con eso, quiero ver con mis propios ojos de lo que eres capaz, y si prefieres que sea en privado, por mí también está bien, entiendo tu preocupación. -¿Le par
Con mi cabello y cabeza colgando, me doy cuenta de que ahora parezco un mono y noto que tanto Lisbeth como Tayler se han estado riendo por la situación que, francamente, es más allá de bizarra. No los culpo...Alzo mi cabeza y me topo con la mirada calculadora de mi suegro sobre mi persona, como si estuviera pensando en qué hacer. -Eres bastante ligera, muy delgada aunque fibrosa, ¿cuánto pesas? ¿Setenta y cinco kilos? -Ochenta, el músculo pesa mucho más que la grasa. -Eso es cierto y no veo grasa en ti. -Esto es bastante ridículo, ¿no? ¿O solo me parece a mí?-Estaba evaluando tu técnica: tienes buen agarre y tu fuerza es considerable, aunque imagino que no estás usándola toda. Por la forma en la que siento tus talones firmemente clavados en mi costado, y el aumento en cuanto te levanté, sé que te estás conteniendo bastante. Para mí, eres liviana, por eso pude ponerme en pie aún así, sumado a que no estás usando toda tu fuerza. Sospecho que podrías romperme las costillas si utili
El silencio se hace en la sala y el padre mira a ambas mujeres fijamente un par de segundos, para luego volverse hacia nosotros. -Ha costado, no lo negaré, sin embargo, han aceptado vivir bajo las reglas de la manada y cesar en todo lo que han estado haciendo. -¿Estás seguro? -Sí Alfa. -No quiero dudar de tus palabras, pero basándome en los hechos, me cuesta creerlo. ¿Cómo podemos estar seguros de que cumplirán? Therrent se mantiene en silencio por un momento y suspira finalmente con cansancio, como si la respuesta le doliera... Y lo que dice sí, debe haberle dolido el tener que hacerlo. -Porque si no lo hacen, yo moriré. -¿Cómo? -Así es, Alfa. Ellas estaban como locas, la situación era como locas y les dije que o aceptaban o nos íbamos. Empezaron con que no era posible que hubiera aceptado algo así, que era una locura, que tenían derecho a hacer lo que quisieran, a dar su opinión y me cansé de las faltas de respeto reiteradas de su parte, así que les pregunté si querían que
¿Hijos? Mierda... Es escuchar esa palabra y que los bellos se me pongan como escarpias. Ojo, no es porque no los quiera, siempre soñé con tener una mini copia mía o un precioso niño que se pareciera a su padre, un pequeñito al cual enseñarle a lucha y a ser un buen macho o hembra, alguien decente y protector de los suyos, leal y con amor por su manada. El problema aquí es otro y tiene que ver con un desgraciado que, por culpa de que esas mismas mini criaturas no dieran siquiera una señal de tener intenciones de aparecer pronto, el maldito imbécil me vio la cara y causó que tuviera que pasar por todo lo que ha ocurrido hasta ahora. Si bien lo agradezco porque me ha dado la oportunidad de ser realmente feliz, no puedo obviar el hecho de que, aún a la distancia, no me deja ir completamente y sigue siendo una maldita sombra tras mi espalda, pendiendo como la espada de Damocles sobre mi cabeza, listo para atacar a la primera oportunidad. Pensar en que faltan solo un par de días para que
Odio las agujas, en serio las detesto, y ahora que estamos aquí en la sala de espera del hospital, aguardando para ver al médico y que me examine, empiezo a arrepentirme y casi tengo el deseo infantil de salir corriendo de aquí. No me interesa que Tayler esté aquí conmigo, sosteniendo mi mano y acariciándola suave y constantemente porque le dije de mi aversión hacia esos microtubos de metal, eso no evita que imagine una y otra clavándose en mi piel sin cesar y que quiera irme justo ahora.Sé que esto fue mi idea y que dije que quería hacerlo, que me daba tanta curiosidad como mi compañero el saber el estado de mi cuerpo, mas la verdad es que no lo pensé realmente. De haber recapacitado por un segundo en que, lo más probable, era que me fueran a pinchar por todos lados, seguramente no habría dicho nada y habría mantenido la boca cerrada. Para ser honesta, no estoy segura sobre qué pesa más, si mi curiosidad o mi odio...Sea como sea, supongo que ya no hay marcha atrás, aquí estamos y
En cuanto llegamos a la casa, mi suegra está en la entrada, sentada en uno de los escalones del frente, y se pone de pie con una sonrisa en cuanto nos ve. Parece entusiasmada, ¿qué le pasará?-Qué bueno que llegan, antes de que todo el desastre se desate, quiero pasar tiempo con mi nuera, ¿te molesta si me la llevo, querido? Tengo una reservación en el SPA de la manada y, estoy totalmente segura, a ella le vendría muy bien al igual que a mí. Tayler me observa con una sonrisa de lado. -Por mí no hay problema, me alegra que tengan su día de chicas. -Entonces no se diga más, ¿tú qué opinas, querida? -Pues, la verdad, no creo que me caiga mal en éste momento. Quizás es lo que necesito para relajarme. -Bien, en ese caso, vámonos. Nos espera todo un día de mimos, masajes y tratamientos con productos a base de naturaleza. -Suena excelente. Nos vemos, lobito, voy a que me mimen. -Que sean solo mujeres las que hagan esto, porque sino, voy a ir a ese SPA y a cargarme a cualquier macho qu