Cuando sonó el timbre anunciando el receso de clases, los dos hermanos salieron del baño abandonado, perdiéndose entre la horda de estudiantes y profesores que avanzaban por los pasillos con caras de muertos vivientes.
Ninguno de los dos dijo nada respecto a la falta de dominios que la loba gris tenía sobre sus habilidades, o incluso, lo peligroso que aquello podría ser para ambos. No.
Cómo buenos mentirosos, ambos hermanos caminaron por los pasillos en silencio, con las manos deslizadas en los bolsillos y rostros cansados, al igual que el resto de sus compañeros.
Ellos podrían engañar a cualquiera, o al menos a casi cualquiera.
No al muchacho de mirada nocturna y cabellera dorada,
El chico de cabello negro como evano y mirada verde esmeralda era muy agradable, carismático y de fácil conversación; no era de extrañar que Freyha se sintiera tan cómoda en su compañía, como si lo conociera desde mucho tiempo atrás.—¿Te gusta el lugar?—preguntó él caminando con tranquilidad junto a la loba, mientras observaba el inmenso bosque que se extendía varios kilómetros más adelante, al otro lado del pueblo.Aquella pregunta tomó por sorpresa a la chica, quien se encontraba adormecida, en una especie de trance extraño, observando las hermosas facciones del muchacho.—Siendo honesta—comenzó a hablar ella, sus mejillas algo son
El lobo blanco estaba aterrado, sin embargo no quería demostrarlo; sabía que alarmar y alterar a todos no traería buenos resultados.Sin embargo, no era necesario ser un genio para comprender que algo no estaba bien, sobre todo relacionado con los últimos sucesos y la constante nueva presencia de Zeth alrededor de su hermana.Cualquier persona en su sano juicio buscaría ayuda, o como mínimo daría la alarma a otras personas, cuyas vidas podrían peligrar de ser reales sus temores.Pero no tenía pruebas para juzgarlo, y él se consideraba una persona demasiado honesta y decente como acusar a alguien de semejantes actos sin algo que fundamente sus teorías.No, aquellos alocados y poco f
En cualquier otra situación normal, habría sido extraño o incluso peligroso que una chica fuera sola a casa de un extraño a quien conocía muy poco, sin embargo aquella no era una situación normal.Al fin y al cabo, si Zeth se propasaba o hacía algo extraño, Freyha sabría muy bien cómo defenderse.Por eso, la loba gris no tuvo ningún inconveniente en acompañar al atractivo chico de cabello color ébano y mirada esmeralda hasta su casa, atravesando el desolado bosque que tantas noches había recorrido, ya fuera en soledad o acompañada de otros miembros de la manada.—Mi hermana no está, o al menos eso me dijo hoy—dijo el chico buscando en un bolsillo de la mochila, la ll
Skol guardó silencio mientras su cuerpo se tensaba detrás de la mata de arbustos, cuyas pequeñas espinas, se aferraban a su piel con ferocidad, como si un millón de pequeños alfileres intentase besar su cuerpo.Pero a él no le importó, al fin y al cabo, aquel dolor era insignificante en comparación con el dolor que atravesaba una vez al mes durante su cambio.La sensación de pequeñas pinchaduras no se compararía jamás con el dolor de sentir todos y cada uno de sus huesos romperse, a la vez que la piel era rasgada, dándole espacio a surgir al lobo en su interior, como si este emergiera desde dentro suyo como un gusano lo hace de la tierra.Sin embargo, y al igual que aquellas insignificantes pinchadu
Cuando el lobo blanco finalmente logró llegar a casa, su respiración era irregular y muy pesada, al mismo tiempo que sentía sus piernas temblar levemente.Aquella era una de las desventajas de su lado humano, si bien el agotamiento tardaba más en llegar que a las simples personas, tarde o temprano lo alcanzaba.Sin perder ni un segundo, el chico de cabello y mirada color sol, abrió la puerta principal con velocidad, buscando con desesperación a su gemelo entre los muebles del lugar.—¡Mierda Skol!—gruño el lobo negro saltando de repente de su sitio frente al televisor—¿No estabas en tu cuerto?.El recién llegado ignoró el susto y las pre
Viaje al pasado: Freyha de trece años. La niña de trece años estaba aterrada, había sentido el llamado de la luna ese mismo día por la mañana, y desde entonces, el cosquilleo casi adormecedor que recorría todo su cuerpo no se había detenido ni un segundo. Tenía miedo, sabía que el primer cambio era en extremo doloroso, y más de un millón de veces había apreciado el cambio en sus hermanos. Por desgracia, aquello estaba lejos de ser un vago consuelo, lo cual era lógico, al fin y al cabo el hecho de ver a alguien que quieres arrancándose su propia piel con garras y dientes, resultaba espantoso. Sin embargo, detrás de todo el diluvio de sangre, carne y vísceras, siempre energía un hermoso lobo poderoso.
—¿Blanco o negro?—preguntó Rohan observando su reflejo al espejo, como si intentase seducirse a sí mismo.—Blanco—respondieron al unísono Freyha y Franchesca, mientras buscaban por la tienda sus propios vestidos.El chico rodó los ojos y suspiró, tal como lo hacía cada vez que obtenía una respuesta que no le gustaba.Y, al igual que hacía siempre, ignoro la opinión de ambas muchachas.—Llevare el blanco, creo que con este si atraeré la atención de Hat—ronroneo el chicho lanzando una mirada seductora a sus amigas—Con algo de suerte, me dejara meter mi lengua por su garganta.
Hera podría ser un insufrible grano en el trasero, sin embargo, Freyha no podía negar el poder que deslumbraba su aura con cada paso que daba.Todo, desde su forma de caminar, moverse, hablar, mirar e incluso respirar, parecía desprender poder. Algo a lo que la libra gris ya estaba acostumbrada a enfrentar.Con pasos firmes y mirada soberbia, la chica de hermosa melena negra como la noche camino hacia la caja, ignorando por completo a Freyha y Rohan, como si no fueran dignos de su atención.—Vine a buscar el pedido a nombre de Hera y Zeth Herald—gruñó ella, sin el más mínimo ápice de amabilidad en su tono.Tragando duro y con nerviosismo, la empleada asint