En cualquier otra situación normal, habría sido extraño o incluso peligroso que una chica fuera sola a casa de un extraño a quien conocía muy poco, sin embargo aquella no era una situación normal.
Al fin y al cabo, si Zeth se propasaba o hacía algo extraño, Freyha sabría muy bien cómo defenderse.
Por eso, la loba gris no tuvo ningún inconveniente en acompañar al atractivo chico de cabello color ébano y mirada esmeralda hasta su casa, atravesando el desolado bosque que tantas noches había recorrido, ya fuera en soledad o acompañada de otros miembros de la manada.
—Mi hermana no está, o al menos eso me dijo hoy—dijo el chico buscando en un bolsillo de la mochila, la ll
Skol guardó silencio mientras su cuerpo se tensaba detrás de la mata de arbustos, cuyas pequeñas espinas, se aferraban a su piel con ferocidad, como si un millón de pequeños alfileres intentase besar su cuerpo.Pero a él no le importó, al fin y al cabo, aquel dolor era insignificante en comparación con el dolor que atravesaba una vez al mes durante su cambio.La sensación de pequeñas pinchaduras no se compararía jamás con el dolor de sentir todos y cada uno de sus huesos romperse, a la vez que la piel era rasgada, dándole espacio a surgir al lobo en su interior, como si este emergiera desde dentro suyo como un gusano lo hace de la tierra.Sin embargo, y al igual que aquellas insignificantes pinchadu
Cuando el lobo blanco finalmente logró llegar a casa, su respiración era irregular y muy pesada, al mismo tiempo que sentía sus piernas temblar levemente.Aquella era una de las desventajas de su lado humano, si bien el agotamiento tardaba más en llegar que a las simples personas, tarde o temprano lo alcanzaba.Sin perder ni un segundo, el chico de cabello y mirada color sol, abrió la puerta principal con velocidad, buscando con desesperación a su gemelo entre los muebles del lugar.—¡Mierda Skol!—gruño el lobo negro saltando de repente de su sitio frente al televisor—¿No estabas en tu cuerto?.El recién llegado ignoró el susto y las pre
Viaje al pasado: Freyha de trece años. La niña de trece años estaba aterrada, había sentido el llamado de la luna ese mismo día por la mañana, y desde entonces, el cosquilleo casi adormecedor que recorría todo su cuerpo no se había detenido ni un segundo. Tenía miedo, sabía que el primer cambio era en extremo doloroso, y más de un millón de veces había apreciado el cambio en sus hermanos. Por desgracia, aquello estaba lejos de ser un vago consuelo, lo cual era lógico, al fin y al cabo el hecho de ver a alguien que quieres arrancándose su propia piel con garras y dientes, resultaba espantoso. Sin embargo, detrás de todo el diluvio de sangre, carne y vísceras, siempre energía un hermoso lobo poderoso.
—¿Blanco o negro?—preguntó Rohan observando su reflejo al espejo, como si intentase seducirse a sí mismo.—Blanco—respondieron al unísono Freyha y Franchesca, mientras buscaban por la tienda sus propios vestidos.El chico rodó los ojos y suspiró, tal como lo hacía cada vez que obtenía una respuesta que no le gustaba.Y, al igual que hacía siempre, ignoro la opinión de ambas muchachas.—Llevare el blanco, creo que con este si atraeré la atención de Hat—ronroneo el chicho lanzando una mirada seductora a sus amigas—Con algo de suerte, me dejara meter mi lengua por su garganta.
Hera podría ser un insufrible grano en el trasero, sin embargo, Freyha no podía negar el poder que deslumbraba su aura con cada paso que daba.Todo, desde su forma de caminar, moverse, hablar, mirar e incluso respirar, parecía desprender poder. Algo a lo que la libra gris ya estaba acostumbrada a enfrentar.Con pasos firmes y mirada soberbia, la chica de hermosa melena negra como la noche camino hacia la caja, ignorando por completo a Freyha y Rohan, como si no fueran dignos de su atención.—Vine a buscar el pedido a nombre de Hera y Zeth Herald—gruñó ella, sin el más mínimo ápice de amabilidad en su tono.Tragando duro y con nerviosismo, la empleada asint
En el trayecto de la tienda de vestidos a la comisaría, Freyha tuvo demasiado tiempo para pensar con sobria frialdad, algo que no había hecho hasta ese momento.Cuando finalmente, y luego de lo que le pareció el viaje más largo que había hecho hasta ese momento, la loba había logrado organizar sus ideas para tomar una decisión.Si llamaba a su abuelo y Alfa, iba a estar en muy serios problemas, cuyas consecuencias podrían variar desde un castigo simple como dormir una noche a la intemperie, algo que la loba ya había hecho, o algo aún peor, tener que pedirle disculpas a la estúpida de Hera.Porque si de algo estaba segura la loba, era de que su abuelo adoraba darles lecciones morales y de comportamiento a todos en la mandada, p
La loba gris mantuvo su mentón firme y elevado, mientras observaba a Fenryr firmar los últimos documentos que necesitaba para liberar a la chica.Cuando finalmente acabó, volvió su mirada negra como la noche hacia ella, robándole el más profundo de los alientos.Irá y cólera, las más profundas y bestiales emociones co-habitaban su mirada nocturna en la más sombría de las calmas, de esas que anteceden un cataclismo.Estaba en problemas, no cabía ninguna duda de eso, pero la pregunta era si acaso aquel apuesto chico sería capaz de delatarla ante el Alfa y sus hermanos.Ante aquel pensamiento, el mentón de la loba flaqueó y sus r
Con la respiración entre cortada, el sudor cayendo en gordas gotas a lo largo de su columna y el corazón latiendo tan fuerte en su pecho que parecía estar a punta de estallar, así se incorporó Freyha de su sitio en el suelo e intentó ubicar a la bruja tras los poderosos rayos de sol.¿Quién diría que una anciana mortal peleaba tan bien?.Aquel había sido la primera sesión con la que se topó la loba, quién había asistido al lugar a la espera de encontrarse con algún extraño ritual mágico, pero muy lejos de ocurrir eso, la mujer la esperaba dentro de un círculo marcado sobre el césped, con un largo palo que llamaba báculo.Fue cuestión de tiempo para que comenzará a atacarla sin falla un solo intento.—¿Ya estás casada, niña?—dijo la bruja con simpleza.¿Cansada? Freyha estaba próxima a agotarse, incluso cuando decidió hacer uso de sus poderes licántropos, no fue capaz de moverla fuera del círculo. Por su parte,