La loba gris mantuvo su mentón firme y elevado, mientras observaba a Fenryr firmar los últimos documentos que necesitaba para liberar a la chica.
Cuando finalmente acabó, volvió su mirada negra como la noche hacia ella, robándole el más profundo de los alientos.
Irá y cólera, las más profundas y bestiales emociones co-habitaban su mirada nocturna en la más sombría de las calmas, de esas que anteceden un cataclismo.
Estaba en problemas, no cabía ninguna duda de eso, pero la pregunta era si acaso aquel apuesto chico sería capaz de delatarla ante el Alfa y sus hermanos.
Ante aquel pensamiento, el mentón de la loba flaqueó y sus r
Con la respiración entre cortada, el sudor cayendo en gordas gotas a lo largo de su columna y el corazón latiendo tan fuerte en su pecho que parecía estar a punta de estallar, así se incorporó Freyha de su sitio en el suelo e intentó ubicar a la bruja tras los poderosos rayos de sol.¿Quién diría que una anciana mortal peleaba tan bien?.Aquel había sido la primera sesión con la que se topó la loba, quién había asistido al lugar a la espera de encontrarse con algún extraño ritual mágico, pero muy lejos de ocurrir eso, la mujer la esperaba dentro de un círculo marcado sobre el césped, con un largo palo que llamaba báculo.Fue cuestión de tiempo para que comenzará a atacarla sin falla un solo intento.—¿Ya estás casada, niña?—dijo la bruja con simpleza.¿Cansada? Freyha estaba próxima a agotarse, incluso cuando decidió hacer uso de sus poderes licántropos, no fue capaz de moverla fuera del círculo. Por su parte,
A la loba gris le tomó tan solo unos pocos latidos del corazón adentrarse en aquel mundo tan extraño y desconocido para ella, dónde cada aroma y textura era salido de todo lo que ella conocía.Lo primero que notó, fue la ausencia de dolor, miedo, cansancio o preocupación, ella no sentía nada, solo un profundo y enorme agujero vacío donde se suponía que las emociones debían estar.Aquello era extraño, y de alguna forma adictivo, el hecho de no sentir absolutamente nada la volvía más poderosa de lo que nunca podría ser, el dejar todo su lado mortal atrás le permitía desenvolverse con plenitud su lado inmortal.Ella podría quedarse allí para siempre sin ningún problema, en compañía de todo aquel poder que cosquilleaba en sus huesos.—Ten cuidado, que este lugar no te engañe—susurró una voz conocida a sus espaldas—aún no es tu tiempo.Dando un respingo, Freyha volteó, encontrándose a la bruja observándola con cara rígida y f
La loba no gritó, no porque no tuviese ganas de hacerlo, el verdadero motivo fue que su voz se quebró dejándola muda.La sensación de aquella extraña alma alrededor de su tobillo era mínimamente desagradable, se sentía como si una especie de animal viscoso similar a una babosa intentase trepar por su pierna.No, no estaba intentando trepar, la intentaba jalar con fuerza hacia el agua.Al percatarse de esto, la loba reaccionó e intentó zafarse de su agarre, forcejeando con brutalidad sobre el angosto camino de piedra.Pero esto era inútil, no podía liberarse, aquella bola viscosa estaba bien aferrada a ella, como si fuera poco más que una sanguijuela alimentándose de su sangre.Un paso en falso, solo eso fue necesario para que la loba cayera sobre su trasero sobre la fría piedra. El pequeño latigazo de dolor no demoró en llegar hasta ella, sin embargo no le importó en lo más mínimo.No cuando aquella cosa comenzaba
Polixena.Aquel nombre abordó la mente de la loba envuelto en un manto translúcido, casi magistral, mientras se envolvía entre sus recuerdos como si de alguna forma tuviese algo que ver con ella.Pero la verdad era que aquel no era un nombre habitual, estaba segura que un nombre tan impresionante no sería fácil de olvidar.Sin embargo allí estaba, frente a aquella desconocida, quien sabía perfectamente su nombre, mientras la sensación de una familiaridad desconocida la abrumaba.—Frey-ha—ronroneó la extraña, saboreando cada una de las letras—ahora utilizan nombres más at
Cuando el halo nebuloso que envolvía su campo de visión finalmente se dispersó, la loba regreso al mundo dando una fuerte y feroz bocanada de aire; sin embargo, no había contemplado que aún contenía parte del espeso líquido que la bruja le había hecho beber para inducirla en aquel mundo, por lo que sufrió un fuerte ataque de tos.Para el momento en el que logró recomponerse y apartó las lágrimas que caían con delicadeza de sus dorados ojos, se encontró a la bruja muy seria observándola.—Oi todo, Freyha Crescent, y esto en algo más grande que tú—susurró la anciana con genuina pena temblando en su tono.La hermosa loba gris tragó duro, mientras las p
Un complot, todo aquello era una artimaña perfectamente orquestada para sacar del camino a una de las manadas más poderosas e influyentes de la zona.Mientras las palabras del hombre calaban muy profundamente en la mente de la loba gris, ella no pudo evitar pensar en su lobo interior y creer que aquello estuviese relacionado.—¿Es obra de otras manadas?—pregunto sin tapujos Fenryr, dejando entrever su evidente preocupación.Aunque sus palabras habían sido aquellas, todos sabían que él intentaba preguntar otra cosa, si acaso su padre, el Alfa de la manada MoonBeam estaba detrás de aquellos viles actos.
Cuando el silencio se hizo presente en la habitación, a Freyha no le quedó más remedio que contar sobre su secreto.Siguiendo el consejo de la bruja, ella les reveló absolutamente todo, hasta el más mínimo detalle.—¡¿Cuándo demonios tenían pensado contarme el ataque de las flechas?!—rugió el Alfa, hirviendo de rabia y cólera.La hermosa loba gris de mirada amarilla tragó duro, mientras agradecía a la luna por haber mantenido la prudencia de no revelarle a su abuelo el beso entre ella y Fenryr.Lo último que le faltaba era que creyera que ella tenía algún tipo de relación amorosa con él y los separasen. No, en ese momento necesitaba más amigos que enemigos.—No me pareció importante—mintió Freyha, siendo muy mala para hacerlo.Sin embargo, su abuelo estaba en un estado de cólera demasiado rabiosa como para notar la diferencia entre mentira y verdad. Muy poco quedaba de la cordial cordura que mostraba a menudo.<
—Creo que Aron tiene mejor trasero—ronroneo Rohan llevando la pajilla a sus labios para darle un largo sorbo a su jugo, sin apartar su mirada gris del equipo de rugby.Si había algo que agradecían inmensamente los tres amigos, era la variedad de disciplinas deportivas que ofrecía la escuela. No porque ellos hicieran alguna, por el contrario, los tres se dedicaban a pasar sus recesos bajo un árbol mientras degustaban con la mirada los tonificados cuerpos de los atletas.Los tres habían concluido en una cosa, dependiendo el deporte los alumnos moldeaban mejor determinada zona del cuerpo, un claro ejemplo era el perfecto trasero de los jugadores de rugby.—No, creo que está algo caído—.respondió Freyha, robando u