Cuando el halo nebuloso que envolvía su campo de visión finalmente se dispersó, la loba regreso al mundo dando una fuerte y feroz bocanada de aire; sin embargo, no había contemplado que aún contenía parte del espeso líquido que la bruja le había hecho beber para inducirla en aquel mundo, por lo que sufrió un fuerte ataque de tos.
Para el momento en el que logró recomponerse y apartó las lágrimas que caían con delicadeza de sus dorados ojos, se encontró a la bruja muy seria observándola.
—Oi todo, Freyha Crescent, y esto en algo más grande que tú—susurró la anciana con genuina pena temblando en su tono.
La hermosa loba gris tragó duro, mientras las p
Un complot, todo aquello era una artimaña perfectamente orquestada para sacar del camino a una de las manadas más poderosas e influyentes de la zona.Mientras las palabras del hombre calaban muy profundamente en la mente de la loba gris, ella no pudo evitar pensar en su lobo interior y creer que aquello estuviese relacionado.—¿Es obra de otras manadas?—pregunto sin tapujos Fenryr, dejando entrever su evidente preocupación.Aunque sus palabras habían sido aquellas, todos sabían que él intentaba preguntar otra cosa, si acaso su padre, el Alfa de la manada MoonBeam estaba detrás de aquellos viles actos.
Cuando el silencio se hizo presente en la habitación, a Freyha no le quedó más remedio que contar sobre su secreto.Siguiendo el consejo de la bruja, ella les reveló absolutamente todo, hasta el más mínimo detalle.—¡¿Cuándo demonios tenían pensado contarme el ataque de las flechas?!—rugió el Alfa, hirviendo de rabia y cólera.La hermosa loba gris de mirada amarilla tragó duro, mientras agradecía a la luna por haber mantenido la prudencia de no revelarle a su abuelo el beso entre ella y Fenryr.Lo último que le faltaba era que creyera que ella tenía algún tipo de relación amorosa con él y los separasen. No, en ese momento necesitaba más amigos que enemigos.—No me pareció importante—mintió Freyha, siendo muy mala para hacerlo.Sin embargo, su abuelo estaba en un estado de cólera demasiado rabiosa como para notar la diferencia entre mentira y verdad. Muy poco quedaba de la cordial cordura que mostraba a menudo.<
—Creo que Aron tiene mejor trasero—ronroneo Rohan llevando la pajilla a sus labios para darle un largo sorbo a su jugo, sin apartar su mirada gris del equipo de rugby.Si había algo que agradecían inmensamente los tres amigos, era la variedad de disciplinas deportivas que ofrecía la escuela. No porque ellos hicieran alguna, por el contrario, los tres se dedicaban a pasar sus recesos bajo un árbol mientras degustaban con la mirada los tonificados cuerpos de los atletas.Los tres habían concluido en una cosa, dependiendo el deporte los alumnos moldeaban mejor determinada zona del cuerpo, un claro ejemplo era el perfecto trasero de los jugadores de rugby.—No, creo que está algo caído—.respondió Freyha, robando u
La fuerte y feroz luz de la luna brillaba con mayor intensidad de lo habitual, transmitiendo aquella magia gutural que la envolvía a todo lo que lograba tocar con sus fríos rayos.Nada quedaba exento de su hechizo, y ella no era la excepción.La sangre que corría por sus venas con brutalidad, comenzó a sentirse anestesiada para luego envolverse en un halo de vibrante cosquilleo. Aquello era increíble, la sensación del poder despertando en sus venas parecía demasiado seductora como para no dejarse ir, entregándose por completo al llamado de la luna llena.Pero aquella noche no sería igual que las anteriores, la loba gris lo supo d
Cuando los brillantes y dorados ojos de la loba se abrieron en la perpetua oscuridad de la habitación, está buscaba adaptarse intentando ver y enfocar su mirada en las siluetas extrañas de la habitación.Su corazón estaba exaltado, y litia demasiado fuerte en medio de su pecho, mientras sentía que sus ojos ardían en lágrimas.Esto, no hacía más que entorpecer su ya reducido campo de visión.Había sido tan real, tan malditamente realista que simplemente no podía recomponerse de los extraños eventos que había creado su fantasía, para deleite y tormento de ella.Sintiendo q
Cuando los cálidos rayos del sol se filtraron por la ventana abierta del cuarto de Freyha, besaron los rostros de los dos muchachos que dormían enredados el uno en los brazos del otro, al punto de no lograrse distinguir la finalidad de un cuerpo y el comienzo del otro.El primero en despertar bajo aquel cálido beso solar fue Fenryr, unos segundos después abrió sus dorados ojos la loba gris.Al principio ambos quedaron shockeados por el tan cercano contacto de sus cuerpos, una respiración después se separaron buscando poner la mayor distancia posible entre ellos.—Lo siento—dijeron ambos al unísono, formando juntos una sola voz.Aquello les causó gracia, pe
Fenryr fue el primero en salir del cuarto, casi cómo acto reflejo, unos segundos luego de que el lobo negro abandonara la habitación de Freyha, el salió del lugar sin decirle ni una sola palabra a ella, dejando a la loba gris en compañía de su propia mente.Cuando ella salió de la habitación y se aproximó a la cima de la escalera con el objetivo de bajar las escaleras rumbo al comedor, se encontró a Fenryr y Hat hablando en un tono muy bajo, tanto que ni siquiera con su audición licántropa logró oírlos.Sin embargo ellos si la escucharon, al instante giraron sus rostros fríos como piedra hacia ella y se apartaron.El atractivo chico de mirada nocturna se alejó de ellos, nuevamente sin dirigirle una sola mirada a la loba gris.Aquel gesto hirió a Freyha más de lo que se habría imaginado, sin embargo envió aquel pinchazo de dolor al olvido, encerrándolo en el mismo agujero oscuro y frío dónde habitaba su lobo.Haciendo la vista gorda
El corazón de la loba latía con un frenesí imparable, casi desbocado, a punto de salir disparado del centro de su pecho.Frente a ella, Skol, el lobo blanco la observaba con paciencia infinita, mientras ella intentaba y fallaba en buscar con desesperación una palabra, o tan siquiera algo que amortiguase el impacto del evento de la noche anterior.Lo cual no había sido tan malo, pero no tenía ganas de ver la reacción que pondría su hermano, no luego de ver a Hat hecho una bola de rabia.—Yo eh...—comenzó a decir Freyha, buscando las palabras correctas para minimizar el impacto.Pero como si fuera un milagro de la propia Diosa lunar, algo paso; el imponente