La fuerte y feroz luz de la luna brillaba con mayor intensidad de lo habitual, transmitiendo aquella magia gutural que la envolvía a todo lo que lograba tocar con sus fríos rayos.
Nada quedaba exento de su hechizo, y ella no era la excepción.
La sangre que corría por sus venas con brutalidad, comenzó a sentirse anestesiada para luego envolverse en un halo de vibrante cosquilleo. Aquello era increíble, la sensación del poder despertando en sus venas parecía demasiado seductora como para no dejarse ir, entregándose por completo al llamado de la luna llena.
Pero aquella noche no sería igual que las anteriores, la loba gris lo supo d
Cuando los brillantes y dorados ojos de la loba se abrieron en la perpetua oscuridad de la habitación, está buscaba adaptarse intentando ver y enfocar su mirada en las siluetas extrañas de la habitación.Su corazón estaba exaltado, y litia demasiado fuerte en medio de su pecho, mientras sentía que sus ojos ardían en lágrimas.Esto, no hacía más que entorpecer su ya reducido campo de visión.Había sido tan real, tan malditamente realista que simplemente no podía recomponerse de los extraños eventos que había creado su fantasía, para deleite y tormento de ella.Sintiendo q
Cuando los cálidos rayos del sol se filtraron por la ventana abierta del cuarto de Freyha, besaron los rostros de los dos muchachos que dormían enredados el uno en los brazos del otro, al punto de no lograrse distinguir la finalidad de un cuerpo y el comienzo del otro.El primero en despertar bajo aquel cálido beso solar fue Fenryr, unos segundos después abrió sus dorados ojos la loba gris.Al principio ambos quedaron shockeados por el tan cercano contacto de sus cuerpos, una respiración después se separaron buscando poner la mayor distancia posible entre ellos.—Lo siento—dijeron ambos al unísono, formando juntos una sola voz.Aquello les causó gracia, pe
Fenryr fue el primero en salir del cuarto, casi cómo acto reflejo, unos segundos luego de que el lobo negro abandonara la habitación de Freyha, el salió del lugar sin decirle ni una sola palabra a ella, dejando a la loba gris en compañía de su propia mente.Cuando ella salió de la habitación y se aproximó a la cima de la escalera con el objetivo de bajar las escaleras rumbo al comedor, se encontró a Fenryr y Hat hablando en un tono muy bajo, tanto que ni siquiera con su audición licántropa logró oírlos.Sin embargo ellos si la escucharon, al instante giraron sus rostros fríos como piedra hacia ella y se apartaron.El atractivo chico de mirada nocturna se alejó de ellos, nuevamente sin dirigirle una sola mirada a la loba gris.Aquel gesto hirió a Freyha más de lo que se habría imaginado, sin embargo envió aquel pinchazo de dolor al olvido, encerrándolo en el mismo agujero oscuro y frío dónde habitaba su lobo.Haciendo la vista gorda
El corazón de la loba latía con un frenesí imparable, casi desbocado, a punto de salir disparado del centro de su pecho.Frente a ella, Skol, el lobo blanco la observaba con paciencia infinita, mientras ella intentaba y fallaba en buscar con desesperación una palabra, o tan siquiera algo que amortiguase el impacto del evento de la noche anterior.Lo cual no había sido tan malo, pero no tenía ganas de ver la reacción que pondría su hermano, no luego de ver a Hat hecho una bola de rabia.—Yo eh...—comenzó a decir Freyha, buscando las palabras correctas para minimizar el impacto.Pero como si fuera un milagro de la propia Diosa lunar, algo paso; el imponente
La flecha, feroz y destructiva, rompió la cortina de aire, atravesando el espacio que la separaba desde su punto de partida, una frondosa fila de pinos, y su destino, la loba gris.Sin embargo, su ansiado y casi extasiante frenesí por devorar la carne y los tendones de la chica de mirada dorada, fue interrumpida, aún así logró probar la carne de un licántropo.Todo transcurrió en un instante, solo eso bastó para que el mundo cambiase para siempre.Solo uno de los cuatro licántropos vio la flecha de fresno aproximarse de forma silenciosa, como una bestia con una presa fija.El lobo blanco saltó hacia adelante, interponiéndose en el camino de la flecha y su hermana, sir
Hat:Desde que tenía uso de razón, Skol siempre había estado a su lado. Siempre, en cada instante, a cada segundo, su gemelo había estado ahí.Cuando Sko aprendió a andar en bici sin ruedas de apoyo, no había dudado ni un segundo en enseñarle a Hat, incluso cuando este no quisiera aprender por celos de que su hermano mayor lo hiciera mejor que él; Skol siempre había estado ahí para apoyarlo.Incluso, cuando sus padre murieron, y el dolor los golpeó a ambos, el lobo blanco jamás lloró, siempre se mantuvo firme y fue el apoyo de Hat y Freyha.Sin embargo ellos le habían fallado, él le había fallado a su gemelo, que hab&
Freyha había llorado toda la noche sin ningún consuelo, su corazón estaba destrozado, al igual que su espíritu.Todo lo que la había acompañado a lo largo de su corta vida, ayudándola a atravesar los momentos más oscuros y difíciles, todo eso ya no estaba.Skol se había muerto, y Hat había abandonado su cuerpo humano, asumiendo la forma del lobo un día que la luna no estaba en su fase de llena, por lo tanto, aquello implicaba que nunca jamás podría regresar a su cuerpo humano.Los había perdido a ambos, por primera vez en toda su vida, la hermosa gris se sintió verdaderamente sola y perdida.Aún no lograba asimilar por completo la ide
Skol:No sé por qué escribo esto, no tiene ningún sentido hacerlo, al fin y al cabo, mi único confidente son mis propios pensamientos; aún así siento la necesidad de plasmarlo en papel y tinta, para intentar creer en lo que mis ojos vieron, lo que yo mismo descubrí.Dudo poder ir con mi abuelo, él no me va a creer, o de lo contrario, si me cree, tengo miedo de desatar una guerra sin fin, que acabe con el poco equilibrio y la paz que aún nos envuelven.Solo se una cosa, la vida que conocí y todo lo que amé, quedó en el pasado.Ayer por la tarde fui hasta la casa de los Herald, quería saber que tramaba esa retorcida familia de ojos v