NARRA ÁNGELLas manos me sudaban a más no poder, la ansiedad estaba haciendo estragos en mi cuerpo. Estaba en el aeropuerto despidiéndome de mis padres y mi hermana a la que por primera vez se despertó por sí sola a las 4 de la mañana solo para acompañarme al aeropuerto. De más está decirles que parece una ranita en vez de una elfa. Sus ojos están hinchados por tanto llorar. Alana llora mi partida desde que di mi discurso despidiéndome de ellos ayer por la noche.—Me vas a hacer falta hermanito. ¿Ahora con quien saldré? Me he quedado sola. — dice ella sollozando. Yo la abrazo fuertemente a mi pecho y dejo un beso en la frente.—Hablaremos todos los días, no te pongas así que me harás llorar. — le digo y ella se limpia la cara rápidamente.—No, te ves horrible cuando lloras. No me hagas pasar esa vergüenza. — dice poniéndose el gorro de su sudadera. Cubriendo su rostro haciéndonos reír.—Bueno ya tengo que ir a hacer el primer chequeo. Los amo y estaré llamando para ver cómo me va. — l
NARRA CLARA—Hada, es que aún no puedo procesar lo que me contaste ayer. ¿Como pudieron hacerte eso y te conocían de toda la vida? Da gracias que no conozco ni tengo enfrente a ese tal Liam porque si no le haría lo que mi padre quería que le hiciera a las vacas cuando se constipan. — dice Sandy haciendo un gesto con su mano. La amo, ayer lloró conmigo al escuchar todo lo que le conté pues le conté todo hasta lo del video.—A veces uno no sabe de dónde puede venir el mal Sandy. En mi caso vino con cara de amor y al final todo fue falso. — digo removiendo la cuchara de mi cereal.—¿No sientes que lo que te pasó sea culpa del otro chico? ¿Cómo se llama Ángel? — me preguntó y yo negué. Terminando de masticar la cucharada de cereal que me lleve a la boca.—No, Ángel no tiene culpa de ser como es y de las atenciones que recibía. Cuando eres un niño y buscas a un adulto para hablar, abrazar y jugar no te hace culpable que los demás solo miren y se queden esperando a recibir lo que ven que ot
NARRA ÁNGELNo puedo siquiera explicar todo lo que siento en mi interior en este momento, felicidad es todo en lo que la puedo resumir. Más ahora un sentimiento de culpa me abruma al verla por el retrovisor siendo sostenida por su amiga. Ya que sigue inconsciente y vamos camino al hospital. Un teléfono suena en la parte trasera y parece ser que es el de la chica. Quien rápidamente lo busca entre sus cosas.—¡Señora! Ay, señora, su nieto apareció frente a nosotras, Clara se desmayó y no reacciona. Vamos camino al hospital. Le enviaré la dirección. — escuché lo que dice y no pude evitar preguntarle acerca de eso.—¿Mi abuela Jimena? ¿Ella está aquí? — le pregunto ansioso y más que sorprendido.—Si, llegaba hoy, íbamos a vernos con ella en un restaurante. — dice y me hace clic en lo que ella quería que fuera a un restaurante, pero no sabía realmente a que. Llegamos al hospital y la llevaron directamente al área de maternidad. Tomaron su presión la cual estaba un poco elevada. Me preocupa
NARRA ÁNGELEsa confesión creo que debería de dolerme, pero no, de mis primos no recibí nada más que malos tratos, burlas y tristemente no solo de mis primos, también de mis propios hermanos con los que compartí en el vientre de mi madre. ¿Sera que verdaderamente hice algo de lo que no tengo recuerdo alguno para merecer tanto resentimiento de su parte? Por otro lado, lo que le hicieron a mi diosa no tiene justificación, me siento con toda la responsabilidad de lo que le está pasando pues si hubiera sabido ocultar mis sentimientos por ella nada de esto estuviera pasando. Liam no la hubiera utilizado para su venganza. Miro hacia mi abuela y suspiro.—¿Alguna vez les hice algo a mis primos o a mis hermanos para que sintieran tanto odio hacia mí? — fue lo único que pude decir después de esa confesión de parte de Clara. Mi abuela negó.—Para nada cariño, tú solo fuiste un niño cariñoso, curioso y muy inteligente. Tu forma de ser siempre ha sido como una luz para todos. Pueda que los celos
NARRA CLARALes estaría mintiendo si digo que no había extrañado sus besos, su olor, sentir sus manos acariciando mi cuerpo. Ángel sin ser invitado entró como un huracán dentro de mi corazón. Sanando casi de inmediato todas y cada una de mis heridas.—Me estoy resistiendo lo más que puedo, pero no deseo hacerlo. — me dice Ángel besando mi cuello.—No lo hagas, no te resistas. — le digo tomando su rostro entre mis manos y llevándolo hacia mí para besar sus labios. El calor fue subiendo en ambos sin perder el contacto visual comenzamos a quitarnos la ropa y me siento completamente hipnotizada por su mirada la cual ha dejado de ser dulce y se ha convertido en una llena de deseo.—Así es mi diosa cierra los ojos, déjate llevar por cada sensación que experimente tu cuerpo, si es muy incómodo o doloroso solo dímelo ¿está bien? Cariño, tápate los oídos también. — dice sobre mi vientre para luego seguir dando besos muy delicados en mi cuello va bajando hasta llegar a mis senos, los toma con s
NARRA CLARA —La misma mi amor y le acaba de arder en el hígado que le dije que estaba contigo y de nuestra hija. — digo sonriéndole y él niega. —¿Sera que vino por casualidad o te habrá seguido? — me preguntó y yo encogí mis hombros. —No lo sé cariño, solo sé que ahora es más peligrosa porque ella siempre ha querido algo contigo. Debiste quedarte y ver su rostro cuando le dije de ti. Lo extraño es que no la había visto en todos estos meses aquí en el campus. No quiero pensar o siquiera imaginar que es detrás de ti que anda. Tendré que investigar qué estudia, no era muy buena con sus notas por lo que no creo que su ingreso aquí sea una casualidad o una oportunidad por su récord académico. Siempre me decía que tenías un futuro brillante y así. — le comentó y él niega. —Tu no debes preocuparte por ella diosa. Ella solo es una chica que dejó que la envidia se apoderara de ella. La verdad que me gustaría que guardemos distancia con ella. No me gustó como se acercó y pude sent
NARRA ÁNGELEstos meses han sido los mejores meses de mi vida. Vivir esta experiencia con mi novia ha sido la más mágica del mundo. Ver su pancita crecer todos los días, ir de compras con ella, complacer sus antojos, mis largas pláticas con mi hija que me llenaban de emoción. Porque lo sé, lo siento, no necesito de un papel que me diga que está bebé en mis brazos es mi hija. Porque mi corazón me lo dice, sus enormes ojos verdes me miran y siento que esa mirada me llega hasta el alma.—Príncipe, sé que Ari te ha cautivado, pero ¿podría tenerla en brazos un momento? — me pregunta mi diosa. Mientras Sandy nos mira sonriendo. Habían pasado casi 6 horas después de la cesárea y mis chicas estaban en perfectas condiciones. Eran las 2 de la tarde y tanto Sandy como yo habíamos faltado a clases. Claro que notifique a mis maestros del porqué y sus felicitaciones fueron sus respuestas. Las cuales fueron muy bien recibidas por Clara y por mí.—Claro, cariño. Perdóname es que me han robado el cora
NARRA ÁNGEL —¡Lo sabía! — me permití gritar besando el rostro de Clara. Me puse de pie y caminé al otro lado de la camilla. Para besar a mi pequeña, mi hija, mi Ariana, mía. La tomé en brazos con cuidado para llenarla de besos. Me siento a un lado de Clara y ambos observamos a nuestra hija, nuestra. Le agradezco a mis abuelos haber mencionado lo de la prueba. Es increíble el enorme alivio que siento en este momento. Un peso que no sabía que tenía sobre mis hombros y que no me hubiera importado cargarlo con tal de hacer felices a mis chicas. —Hola Ari, mira como has vuelto loco a tu papá. Él es tu papá mi amor. — dice Clara acariciando la mejilla de nuestra hija y como si este momento no se pudiera hacer más mágico Ari sonrió y mi corazón palpitó de emoción, de orgullo y dicha porque mi pequeña hija sabía quién era desde un principio. —Mira está sonriendo. — menciona mi novia entre lágrimas. La puerta de la habitación se abre y es mi abuela, con mi abuelo y Sandy quien se qued